A veces tengo la sensación de que todo está inventado para bien o para mal, la lectura del reportaje, Viaje relámpago de Madrid a Benidorm con el bus playero de los latinos, que nos acerca a los viajes económicos de ida y vuelta en un solo día para disfrutar la playa sin gastar mucho, me ha hecho recordar el "Tren Botijo". A finales del siglo XIX la costumbre de veranear fue calando
entre las clases populares de Madrid. El periodista Ramiro Mestre Martínez creó
lo que algunos han denominado la primera agencia de viajes al organizar de 1893
a 1917 un servicio especial de trenes a Alicante, los bautizó como "Botijo
expreso" porque los usuarios solían complementar su equipaje con botijos para combatir la sed y el calor durante el viaje y a sus viajeros los nombró miembros de la "orden
botijil". Como redactor del diario La Correspondencia, narró en sus
crónicas las incidencias del viaje Madrid-Alicante. Una vez en la estación, eran recogidos por los carruajes de los diferentes balnearios del. Entonces, el trayecto se prolongaba alrededor de 20 horas y eran utilizados por unos 30.000 viajeros por año. Aunque más adelante hubo trenes-botijo con destino a distintas ciudades, el
primero y el que dio nombre a todos los demás fue el de Alicante.
De
la segunda expedición de 1893, Mestre Martínez hace un ameno relato publicado
en varios días a partir del lunes 4 de
septiembre de 1893:
DESDE MADRID A ALICANTE
ó
El segundo tren botijo
"¡Llegó el venturoso día! Se aproxima el momento histórico en que centenares de hijos del pueblo, de entusiasmo henchidos, van a ser empaquetados y esperan disfrutar de las múltiples delicias que ha de ofrecer el tren botijo, o sea de recreo.
La compañía del ferrocarril de Madrid a Zaragoza y a Alicante, al fijar a mediados del pasado mes, en los puntos céntricos de Madrid, el anuncio de estos viajes, fijando el tan inverosímil o misterioso precio de 12 pesetas,..., puede decir ciertamente que ha conseguido levantar de cascos a multitud de familias, las cuales jamás pudieron creer habrían de visitar otro puerto que el del proceloso Manzanares, o a lo sumo el de la Virgen del Puerto.
El entusiasmo de las gentes por trasladarse a la playa alicantina, ha subido de punto, desde que los viajeros que constituyeron la primera hornada que se coció el 20 del mes último, regresaron hace tres días a Madrid, y han expuesto a sus convecinos sus impresiones de viaje, hablándoles de ¡la mar!.
Y que el entusiasmo cunde por este viaje archi-botijo, lo declara la siguiente copla que ha tomado carta de naturaleza, desde hace unos días, en los barrios de la Inclusa, cuya copla ha sacado de su cabeza el leído Porrete , tan popular en el barrio de Cabestreros. Hela aquí:
Quien no viajó en tren botijo
ni tuvo juerga en su calle
ni lo quiso una morena,...
ha venido al mundo en balde."
... el capricho (los que gocen excelente salud) de suponer padecen de jaqueca, reuma o ataques nerviosos, haciéndose así la ilusión de la imperiosa necesidad que tienen de distraer las doce pesetas para remojar su físico en el mar alicantino. ¡Ya no hay clases! Todas las personas de cualquier condición que sean pueden permitirse el lujo de imaginarse enfermas.
No creo que sea la única española que no juegue este año a la lotería, pero me llama la atención la de gente que deposita sus ilusiones en la esquiva suerte. Gran idea del Estado para conseguir ingresos. En las Cortes de Cádiz se instauró la Lotería Nacional y con ella el Sorteo de la Navidad.
Ayer, a las 21,21 del martes 21 de del 2021 del siglo XXI, llegaron los mazapanes de Gracia, la felicitación de Peter y el villancico de Juan Bautista. Doy por comenzada la Navidad. Esta vez la felicitación de Peter ha sido doble e insuperable:
Como hemos visto en el vídeo Villena y el ferrocarril de la entrada anterior, de esta estación partía también un tren de vía estrecha de mercancías y viajeros: el VAY, llamado popularmente "Chicharra" (en valenciano, "Xixarra") por el ruido que hacía, el polvo que levantaba y lo despacio que iba.La importancia que el Chicharra tuvo en el
desarrollo económico y social de Villena y los pueblos por donde circulaba fue
extraordinaria; se generó riqueza fomentando el transporte, el comercio y el
empleo en las comarcas valencianas y murcianas desde 1884 hasta 1969. Nació para dar salida a determinados productos industriales y agrícolas abriendo una importante vía de comunicación trasversal que llegaba hasta el mar.
El tren VAY fue un
proyecto de la Compañía de Trenes Vecinales a vapor, para unir la huerta
alicantina con la ciudad, su recorrido
comprendía 134 kilómetros, uniendo las localidades Alcoy, Villena, Yecla,
Jumilla y Cieza. con las dos importantes líneas ferroviarias de Madrid-Alicante de MZA en Villena y la de Almansa a Valencia, ya en propiedad de la Compañía del Norte, en Alcudia. El primer tramo construido fue el de Villena a Banyeres y el segundo el de Banyeres a Bocairent en 1885. En 1887 se alcanzó Yecla desde Villena. Incluso se instauró un servicio combinado de diligencia entre Banyeres y Alcoy hasta que el ferrocarril pudiera llegar a esta ciudad. Sólo llegó a Muro, el otro tramo, entre Muro y Alcoi pertenecía al ferrocarril de Gandía a Alcoy, regido en un principio por la compañíaThe Alcoy Gandía and Harbour Railway Co.Ltd. fue llamado elTren de los ingleses.
Los primeros años
sesenta fueron críticos porque tenía que
competir con el automóvil. En 1965, FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha) se hizo cargo del ferrocarril, mantuvo los mismos servicios y vehículos pero
efectuó muy pocas labores de mantenimiento. El
Gobierno decidió su clausura en febrero de 1969. Actualmente, varios tramos del recorrido del ferrocarril de vía estrecha de esta zona han sido reconvertidos en vía verde para el tránsito peatonal y ciclista y existe un proyecto de museo que están promoviendo en Villena.
Los villeneros que viajaron en él siempre lo han recordado con nostalgia y diversión. Cuentan numerosas anécdotas de esos viajes, por ejemplo, que el tren carecía de retretes, los pasajeros debían hacer sus necesidades en las estaciones que estaban muy cercanas unas de otras y los maquinistas esperaban el tiempo oportuno para que los viajeros pudiesen seguir su viaje más tranquilos y sosegados. A veces iba tan despacio que aprovechaban para dar un paseo por las vías. También que en verano se achicharraban, además hablaban tanto entre ellos que parecían chicharras.
La locomotora de vapor y los coches -conocidos como autovías- habían sido construidos en Alemania en 1883, tenían un aire romántico con balconcillos para ver el paisaje. Los asientos de madera (luego tapizados en skay o polipiel) eran incómodos y con los años resultaron poco prácticos. Después toda la maquinaria se construiría artesanalmente en los talleres situados Villena. La empresa llegó a tener casi 200 trabajadores.
El Chicharra de poca potencia, modesto, incómodo y casi
autosuficiente, no es muy conocido fuera de las comarcas que recorría con su
ruido estridulante. Su vida fue breve como la de todas las cigarras,
apenas 85 años.La única transformación de este insecto
hemíptero fue pasar del vapor a la automoción mecánica, de la madera al metal. Pero dejo su impronta en las gentes de la zona que son tan
emprendedoras como alegres y habladoras.
La cercanía y las relaciones personales que se establecían en este ferrocarril nada tienen que ver con la nueva estación del AVE de Villena (junio, 2013), un promontorio en medio de la nada. Alrededor solo hay bancales y tres caminos forestales por los que los viajeros se pierden antes de llegar a su destino.
El tesorero de la Asociación de Amigos del Chicharra de Villena, Juan Milán, cuenta los últimos día de La VAY.
Después de la presentación, las primeras imágenes de la película de Jesús Franco, El conde Drácula (1.970), están rodadas en la estación del ferrocarril la VAY de Villena en 1969.
Video del documental "Spanish narrow gauge steam" grabado por el inglés Geoff Todd en la breve vía hermana de Alcoy-Gandía (Primavera de 1967).
Soy nieta y bisnieta de ferroviarios. así que tengo el gen de la puntualidad metido en la sangre. Mis primeros recuerdos del tren se remontan a los años 60, cuando toda la familia iba a pasar el verano en Villena. No teníamos casa, nos dividíamos entre los Bravo y los Caturla para poder dormir. Dábamos la lata, pero no había forma de cambiar la costumbre. Los trenes entonces eran de carbón y el expreso nocturno, que llevaba el correo, tardaba horas en llegar, porque paraba en todas las estaciones. A la llegada nos encontrábamos a toda la familia esperándonos como si viviésemos a mil kilómetros. Recuerdo mi cara y mi pelo llenos de hollín. A la vuelta a Madrid, mi abuelo nos llevaba con una hora de antelación a la estación porque así presumía ante sus amigos de su familia. Mientras él disfrutaba, los cuatro, llenos de maletas, bultos y polvorones, aguantábamos cómo podíamos la espera interminable en el andén. Recuerdo los nervios de mis padres ante la dificultad de dar con el tren y el compartimento por pasillos atestados de gente de pie. Viajar en tren, por los caminos de hierro, era toda una aventura.
La Compañía de Ferrocarriles MZA fue una de las grandes compañías ferroviarias españolas junto a la del Norte. Las dos compañías rivales acabaron juntas en 1941, cuando se decretó la nacionalización de todos los ferrocarriles de vía ancha. MZA fue creada en 1856, participaron en su capital la Banca Rothschild, el Grand Central francés y el Marqués de Salamanca. La construcción de este ferrocarril se divide en tres partes, comenzando por la inauguración del Ferrocarril Madrid-Aranjuez en 1851 y la prolongación posterior hasta Almansa y, más tarde hacia Alicante, financiadas y construidas por José de Salamanca Mayol. Las dos otras importantes líneas ferroviarias fueron la de Madrid-Zaragoza y la de Córdoba-Sevilla. La estación de Villena se inauguró en 1858, en el viaje
inaugural viajó la reina Isabel II, que realizó un pequeño descanso en la
ciudad, para lo que se habilitó el Paseo de la Reina, actual Paseo de Ruperto
Chapí. El edificio, de segunda clase, se ha conservado casi sin modificar hasta
la actualidad.
A mi abuelo Emilio Cuéllar de la Torre, hijo de jefe de estación, que trabajó
como revisor en la Compañía de Ferrocarriles MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante)
antes de casarse en Villena con mi abuela Ángeles Caturla, le hubiese gustado
el trabajo de José Francisco Pascual del colegio Nuestra Señora de
los Dolores: Historia del ferrocarril: Villena y la reina Isabel II.
El interesante artículo (El ferrocarril Madrid-Alicante) de Gonzalo Roger incluye un reportaje del escritor Pedro Antonio de Alarcón con
sus impresiones personales sobre la inauguración del F. C. Madrid-Alicante.
Jean Laurent, el fotógrafo francés que retrató la España del siglo XIX, también fotografió la línea Madrid-Alicante en 1858. El álbum ferroviario titulado “Camino de hierro de Madrid a Alicante. Vistas principales de la línea” sería uno de los primeros álbumes de
fotografía ferroviaria. En este álbum se recogen diferentes vistas en la que se
combina imágenes de algunas de las principales ciudades que atraviesa la línea
como, Madrid, Aranjuez, Villena, Elda, Sax o Alicante, con otras de
infraestructuras ferroviarias como el puente sobre el Jarama, los puentes sobre
el Tajo, ambos en Aranjuez, el puente y el túnel de Elda, el castillo y la
estación de Sax o el puente metálico en Monóvar.
En la imagen inferior se puede ver a su ayudante en el carruaje- laboratorio que utilizaban para preparar y revelar las placas de vidrio al colodión en 1872 en sus viajes por España.
Odio a los viejos que siempre dicen que las buenas
intenciones casi siempre acaban mal. Nunca me opuse a renovar y adaptar la
ciudad a los nuevos tiempos, pero no sé si tengo el "síndrome de Javier Marías" y
me he convertido en una cascarrabias que protesta por todo. He vivido casi toda
mi vida al lado de la Plaza de España, me gustaba sobre todo la
fuente al final de la Gran Vía, tal vez un poco cursi, pero que reflejaba muy
bien el ambiente de una ciudad con aires imperiales venida a menos. Odiaba el
túnel sucio y ruidoso de su subsuelo tras haberlo paseado dos veces al día y a
veces cuatro, cuando me dirigía al colegio Covadonga.
El proyecto de la Plaza de España
Pues bien, todo lo que me gustaba ha desaparecido y solo ha
quedado lo que me disgustaba: el monumento a Cervantes que nunca me pareció a
la altura del gran escritor y el túnel. Me
gustan las plazas con tierra que recuerdan a los jardines ingleses. Odio el
asfalto, la pérdida de un árbol me produce casi la misma pena que la de un
familiar. Después de más de dos años de no poder disfrutar de ella (las obras
en Plaza de España comenzaron el 8 de abril de 2019 y se aprobaron en 2017 durante el mandato de Manuela Carmena),
ver un páramo en lugar de una zona de árboles me hace llorar. Así que no puedo estar más de acuerdo con las críticas y memes por el resultado de la nueva Plaza de España de Madrid. Qué decir de la cafetería con forma de sándwich de Rodilla mohoso. De los psicodélicos juegos de niños ni hablo. Por ahora es un recinto ferial que se puede alquilar. Para más inri el proyecto de reforma de la plaza se llamaba Welcome Mother Nature.
El paso del tiempo, eso espero, hará que los árboles escondan este desaguisado y nos acostumbremos a ella.
Dime que me quieres aunque sea mentira: sobre el placer solitario de escribir y el vicio compartido de leer (1991),
(Digues que m'estimes encara que sigui mentida:Sobre el plaer solitari d'escriure i el vici compartit de llegir).
En1977, mi amiga Mercedes me confesó que quería ser como Montserrat Roig. No era la única, todas las compañeras de la facultad ante nuestro futuro incierto queríamos ser como ella: viajeras, libres y comprometidas. Estudiar arte dramático, enseñar Lengua y Literatura, escribir novelas y cuentos, artículos periodísticos y dirigir programas de televisión. Ahora que no es tiempo de cerezas, en la hora violeta, es tiempo de recordar a la escritora catalana que murió un 10 de noviembre de 1991. En el 30º aniversario de su muerte, se publica una recopilación de sus textos (1966-1983) que la revelan como una voz pionera en materia de feminismo y memoria histórica. No conseguimos ser como ella, la Historia no la cambiamos, es cierto, pero nos volvimos algo mejores.
Rosa Montero, Más viva que yo : El tiempo fue mezquino con Montserrat Roig, pero vivió más en sus 45 años que muchos otros en 90. Luchó por sus ideas, viajó, tuvo amigos, disfrutó a sus hijos, rio mucho y en ocasiones lloró, amó tórridamente. Y escribió libros formidables que hoy, por fin, pueden ser leídos sin prejuicios.