Chaves Nogales en el Heraldo de Madrid |
"Manuel Chaves
Nogales fue un profesional entregado en cuerpo y alma al periodismo. Tras
permanecer muchos años, demasiados, olvidado, vuelve a ser un espejo para la
profesión y su autonomía por encima de colores y poderes políticos".
Estas palabras introducen el interesantísimo artículo del
sociólogo Iñaki Chaves, Chaves Nogales, un contar demócrata y republicano, sobre el periodista que escribió un insólito libro de
relatos, A sangre y fuego, publicado en
1937 en la editorial chilena Ercilla, la misma en la que Baroja sacó año y
medio después Ayer y hoy, también
sobre la guerra civil. Los nueve relatos con un estilo sencillo tratan sobre la
realidad del momento desde un punto de vista objetivo, historias protagonizadas
por rojos, azules y gentes sin filiación; buenos y malos; cobardes, valientes y
mártires en todos los frentes. Un
impresionante alegato sobre la brutalidad de la guerra que afectó a
los dos bandos. Chaves Nogales murió en el exilio, "En mi deserción pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid como la que vertían los aviones de Franco, asesinando a mujeres y niños inocentes". Fue un ciudadano demócrata que luchó contra los totalitarismos (el
fascismo y el comunismo) y que buscaba la
cordura y el diálogo con las mejores armas que se han inventado: la pluma y la
máquina de escribir. Su lectura no nos deja indiferentes.
"El hombre que estaba allí" (2014) es un
documental, nominado al Goya, sobre el periodista Manuel Chaves. Daniel
Suberviola y Luis Felipe Torrente retratan al periodista que vivió la España fratricida del 36, la Rusia bolchevique, la Italia
fascista, la Alemania nazi, un París agonizante o el Londres envuelto en llamas
de la II Guerra Mundial.