El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y la Fundación Arquitectura COAM, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, celebrará la XVI Semana de la Arquitectura 2019 del 30 de septiembre al 7 de octubre. En este edición, MADRID sigue siendo la ciudad invitada: debates, exposiciones, itinerarios de arquitectura y urbanismo, cursos y otros actos abiertos a la ciudadanía constituyen algunas de las muchas actividades previstas.
Nos creemos libres pero somos manipulados con armas cada
vez más sofisticadas en la sociedad capitalista. La psicología ayudó a la
sustitución del término propaganda por relaciones públicas y marketing, la
fábrica del consentimiento. En los dos vídeos siguientes se analizan las
estrategias que llevó a cabo Edward Bernays (1891-1995), sobrino de Freud, para
manipular la opinión pública sin que se notase y que recogió en el manual
Propaganda (1928). Lo que hoy nos parece natural en materia de campañas
publicitarias fue inventado en las primeras décadas del siglo XX por este
austríaco naturalizado estadounidense, doble sobrino de Sigmund Freud: la madre
era Anna Freud, hermana del creador del psicoanálisis, quien a su vez estaba
casado con Martha Bernays, hermana del padre de Edward. Antes de Bernays, los
estadounidenses no desayunaban huevos con bacon, los varones no
usaban reloj pulsera, el coche no era necesario, y las mujeres no fumaban porque
estaba mal visto. Rápidamente, con estas ideas se pasó a desarrollar campañas para manipular a la opinión en democracia a través del consumismo: el capitalismo mejora la vida (no lo
necesitas pero te hará más feliz), el socialismo, la destruye. Propaganda resulta clarificadora si la
aplicamos a la actualidad. El autor vaticinaba un futuro protagonizado por la
opinión de la gran mayoría, en la cual había que formar un pensamiento
favorable a los intereses de unos pocos; la importancia de la imagen de
las empresas y organizaciones (Rockefeller no es un odioso capitalista sino un filántropo); y la venta del político como un producto más de
la sociedad de consumo.
Recomiendo estos dos vídeos clarificadores : El primero
es un resumen imprescindible, el segundo, en francés con subtítulos en español
(53 minutos) amplía su contenido con entrevistas a intelectuales como Noam
Chomsky.
PD. Qué casualidad, el 29 de septiembre, El País Semanal publicaba un avance de la nueva novela de Vargas Llosa Tiempos recios donde reconstruye el golpe militar en Guatemala auspiciado por Estados Unidos. En el primer capítulo se narra la
relación de dos judíos, Edward L. Bernays y Sam Zemurray que no podían ser más
distintos uno del otro por su origen, temperamento y vocación. Las dos personas
más influyentes en el destino de Guatemala y, en cierta forma, de toda Centroamérica en el siglo XX. Todo un ejemplo de manipulación y noticias falsas.
Los apodos o motes han tenido una gran importancia como
signo de identidad a lo largo de la historia. Un apodo, según el Diccionario de
la RAE, es un nombre dado a una persona, inspirado en sus defectos corporales o
alguna otra característica o circunstancia. El mote no entiende de clases
sociales ya que no es exclusivo del pueblo llano, ni de la realeza, ni de la divinidad y se impone con mayor o menor fortuna. De hecho, es frecuente
que el último en enterarse de su mote sea el afectado, excepto los que debido a
su profesión se los asignan ellos mismos, como en el caso del nombre artístico.Los sobrenombres
buscan su inspiración en las profesiones, la procedencia, las particularidades
físicas, las marcas comerciales, los nombres o apellidos deformados, los
animales o las frases hechas. En la
actualidad es más propio de las zonas rurales, donde todo el mundo se conoce,
que en las ciudades. En mi pueblo se utilizan mucho y hay que reconocer la
gracia y el salero con los que se aplican en algunos casos. Allí los Caturla somos conocidos
como los de las Punchas (haciendo referencia a la fábrica de clavos de la
familia que ya no existe) y los Rodes como los de los Sondeos (empresa dedicada a la prospección de aguas).
Jacobo, el amigo de mi sobrina (que no novio) ha pasado a
ser conocido como el Chino gracias al sentido del humor de la familia. Ni que
decir tiene que Jacobo no es originario de China, ni tiene rasgos asiáticos, es
ingeniero y tenista; pero, dado lo arcaico del nombre difícil de pronunciar y
cuyo diminutivo, Jaco, es sinónimo de la heroína o de un caballo de mal aspecto,
nos resulta más fácil llamarle por su apodo que no tiene nada que ver con una
cualidad suya, sino con una anécdota casual de este verano como resultado de una
elipsis gramatical. Veamos.
·Marisa, la madre de Marta
·Tere, la tía
·Isabel, la prima de trece años
·
(Casa Zoilo, a las 12
de la mañana un día de agosto)
Marisa:Voy a Villena, ¿queréis que os traiga algo?
Tere: ¿Qué tienes
que hacer?
Marisa: Ir al tren a recoger a Marta y al chino.
Isabel (Sorprendida, levanta la mirada del teléfono móvil): ¿Pero es que el novio de Marta es chino?
Marisa (Entre risas): Perdón, a recoger a Marta al
tren y a por la comida que he encargado en el restaurante chino. El novio de Marta es de Cuenca.
Esta vez regalo una canción del polifacético Cat Stevens* (hoy llamado Yusuf Islam), especialmente, a los
profesores de latín y, de paso, a los de biología. A mí me vino muy bien cuando
la utilicé el primer año de mi vida profesional en el que me tocó dar Latín en
Bachillerato, asignatura para la que no estaba especialmente preparada (pido
perdón a todos los que me padecieron). Recuerdo con emoción la alegría de una
alumna al oírla después de una charla inicial sobre la utilidad de esta lengua
que no está tan muerta dada la importancia del latín en nuestra cultura. Y, qué
narices, que sin tenerla aprobada no podrían cursar COU.
O caritas, perteneciente al álbum "Catch Bull at
Four" de 1972, fue compuesta en latín e inglés. No sé si la traducción que
incluyo es buena o macarrónica, pero espero
que sirva para entender esta canción que entronca con la filosofía hippy (rebeldía,
paz y amor ante un mundo cruel), al mismo tiempo que nos advierte de los
peligros de su destrucción por el hombre y nos acerca a los actuales jóvenes
indignados que asumen hoy la lucha contra el calentamiento global del planeta. Resulta curioso que los jóvenes estén ahora más cerca de la ideología de sus abuelos que de la de sus padres.
No quiero perder la armonía del universo. Veo todas las cosas ardiendo, me escucho
gritando. Ahora es la luz del mundo y las estrellas las
que se apagan. Ahora la culpa de todo este desastre recae sobre
los hombres. El sufrimiento es intenso con lágrimas y
tristeza. Grandioso es el ruido de la tierra y los
océanos. Oh amor!, oh amor!, quédate por siempre con nosotros. Los que falleceremos saludamos a la muerte. La vida sigue su rumbo sola! (bis) Ah, este mundo se está quemando rápidamente. Oh, el mundo nunca durará. No quiero perderlo. No quiero perderlo. No quiero perderlo aquí, en mi época. Dame tiempo para siempre. Dame tiempo para siempre. Dame tiempo para siempre aquí, en mi época.
Como coda, otra canción dedicada a su primer hijo: Rubylove, esta vez a ritmo de
sirtaki con una estrofa en griego moderno.
Quién será mi amor
Tu serás mi amor
Tu serás el cielo sobre mí
Quién será mi luz
Tu serás mi luz
Tu serás mi día y noche
Tu serás esta noche mía Roupi Glukeia.
(Rubí dulce regresa)
Ela xana konta mou
(Regresa a mi lado)
Ela prwi, Me thn augh
(Entra en la mañana con el alba)
Esu soun san hliou actida
(Tu eras como un rayo de sol)
Rouph mou mikrh
(mi pequeño Rubí)
*Steven Demetre Georgiu (Londres, 1948) de padre
grecochipriota y madre sueca, estudió Bellas Artes, algunas de las portadas de
sus discos son obra suya. Sus canciones reflejan su interés por la música
clásica, brasileña, latinoamericana, rock, y las canciones tradicionales de la
tierra de su padre. En 1977 se convirtió al Islam y abandonó la música, por lo
que recibió numerosas críticas. Retornó en 1990, después de haber
sido duramente criticado por unas supuestas palabras suyas contra Salman Rushdie.
Extraña
escultura, ¿un monumento al perfecto equilibrio? La vi al fondo de la piscina y
me llamó poderosamente la atención, se daba de bofetones con el mobiliario
restante. No supe distinguir lo que era hasta que me acerqué: una antigua
carretilla de hierro sin ruedas encima de unos ladrillos y sobre ella una
rejilla. Vi en su interior restos de brasas. Ya no me cabía duda, era una
barbacoa rudimentaria e improvisada para cocinar sabrosos pinchos de carne. El ingeniero
había utilizado todo lo que tenía a mano para realizarla. Estaba a la altura
perfecta para cocinar sin deslomarse. Sólida y fuerte, seguro que había servido para alegrar el paladar de los bañistas. Todo un monolito dedicado a la agudeza y
arte de ingenio, pero indudablemente una tumba para la estética.
En anatomía la palabra
"hipocondrio" se utiliza para denominar a la región del abdomen
inmediatamente debajo de las costillas (que tienen cartílago), por lo que se
llamó "hipocondriacos" a las personas que tienen la fama de tocarse
esta zona cuando fingen (o creen) estar enfermos.
Zelig, Woody Allen
Lo
de blogópata es cierto y hay pruebas, aunque lo quiero dejar; lo de hipocondríaca no lo tengo tan claro después de una infección urinaria que me ha llegado a los
riñones. Ahora entiendo la expresión coloquial "Esto es para mear y no
echar gota", o a los hombres que recuerdan con nostalgia cuando
eran chiquillos y podían jugar a ver quién mea más lejos. Tener ganas de orinar y no poder hacerlo cuando salen dos gotas que producen dolor, es un tormento
insoportable, igualable al suplicio de Tántalo. Después de casi tres meses, de tres análisis de orina plagados de
leucocitos, de la ingesta de antibióticos y de las subsiguientes pruebas y molestias, debo admitir que me he
tocado la zona del hipocondrio en innumerables ocasiones. No suelo quejarme, no soy morbosa, nunca he fingido una enfermedad que no quiero tener, pero a veces me he sentido enferma imaginaria porque los síntomas persistentes eran semejantes a una gripe leve, ¿y si me la estaba inventando? De todas maneras, lo que más me inquieta son las preocupaciones y problemas que puedo acarrear a los demás, por eso estoy como ausente, enquistada, fuera de juego, aislada del círculo social. Solo deseo sentirme firme, no enferma.
Este poema, que es un prodigio de síntesis más cercano a la prosa que a la poesía, expresa con rotundidad el sentimiento de pérdida dolorosa de una historia de amor. Es de Jaime Villanueva Donoso y pertenece al poemario "Los silencios bien guardados", publicado en Chile en 2013. Merece la pena adentrarse en sus páginas para hallar respuestas.
Cristina Peri Rossi retoma el poema 20 de Neruda y en una poesía prosaica da la verdadera clave: