Esta vez regalo una canción del polifacético Cat Stevens* (hoy llamado Yusuf Islam), especialmente, a los
profesores de latín y, de paso, a los de biología. A mí me vino muy bien cuando
la utilicé el primer año de mi vida profesional en el que me tocó dar Latín en
Bachillerato, asignatura para la que no estaba especialmente preparada (pido
perdón a todos los que me padecieron). Recuerdo con emoción la alegría de una
alumna al oírla después de una charla inicial sobre la utilidad de esta lengua
que no está tan muerta dada la importancia del latín en nuestra cultura. Y, qué
narices, que sin tenerla aprobada no podrían cursar COU.
O caritas, perteneciente al álbum "Catch Bull at
Four" de 1972, fue compuesta en latín e inglés. No sé si la traducción que
incluyo es buena o macarrónica, pero espero
que sirva para entender esta canción que entronca con la filosofía hippy (rebeldía,
paz y amor ante un mundo cruel), al mismo tiempo que nos advierte de los
peligros de su destrucción por el hombre y nos acerca a los actuales jóvenes
indignados que asumen hoy la lucha contra el calentamiento global del planeta. Resulta curioso que los jóvenes estén ahora más cerca de la ideología de sus abuelos que de la de sus padres.
No quiero perder la armonía del universo.
Veo todas las cosas ardiendo, me escucho gritando.
Ahora es la luz del mundo y las estrellas las que se apagan.
Ahora la culpa de todo este desastre recae sobre los hombres.
El sufrimiento es intenso con lágrimas y tristeza.
Grandioso es el ruido de la tierra y los océanos.
Oh amor!, oh amor!,
quédate por siempre con nosotros.
Los que falleceremos saludamos a la muerte.
La vida sigue su rumbo sola!
(bis)
Ah, este mundo se está quemando rápidamente.
Oh, el mundo nunca durará.
No quiero perderlo.
No quiero perderlo.
No quiero perderlo aquí,
en mi época.
Dame tiempo para siempre.
Dame tiempo para siempre.
Dame tiempo para siempre aquí,
en mi época.
Veo todas las cosas ardiendo, me escucho gritando.
Ahora es la luz del mundo y las estrellas las que se apagan.
Ahora la culpa de todo este desastre recae sobre los hombres.
El sufrimiento es intenso con lágrimas y tristeza.
Grandioso es el ruido de la tierra y los océanos.
Oh amor!, oh amor!,
quédate por siempre con nosotros.
Los que falleceremos saludamos a la muerte.
La vida sigue su rumbo sola!
(bis)
Ah, este mundo se está quemando rápidamente.
Oh, el mundo nunca durará.
No quiero perderlo.
No quiero perderlo.
No quiero perderlo aquí,
en mi época.
Dame tiempo para siempre.
Dame tiempo para siempre.
Dame tiempo para siempre aquí,
en mi época.
Como coda, otra canción dedicada a su primer hijo: Rubylove, esta vez a ritmo de
sirtaki con una estrofa en griego moderno.
Quién será mi amor
Tu serás mi amor
Tu serás el cielo sobre mí
Quién será mi luz
Tu serás mi luz
Tu serás mi día y noche
Tu serás esta noche mía
Roupi Glukeia.
(Rubí dulce regresa)
Ela xana konta mou
(Regresa a mi lado)
Ela prwi, Me thn augh
(Entra en la mañana con el alba)
Esu soun san hliou actida
(Tu eras como un rayo de sol)
Rouph mou mikrh
(mi pequeño Rubí)
Tu serás mi amor
Tu serás el cielo sobre mí
Quién será mi luz
Tu serás mi luz
Tu serás mi día y noche
Tu serás esta noche mía
Roupi Glukeia.
(Rubí dulce regresa)
Ela xana konta mou
(Regresa a mi lado)
Ela prwi, Me thn augh
(Entra en la mañana con el alba)
Esu soun san hliou actida
(Tu eras como un rayo de sol)
Rouph mou mikrh
(mi pequeño Rubí)
* Steven Demetre Georgiu (Londres, 1948) de padre
grecochipriota y madre sueca, estudió Bellas Artes, algunas de las portadas de
sus discos son obra suya. Sus canciones reflejan su interés por la música
clásica, brasileña, latinoamericana, rock, y las canciones tradicionales de la
tierra de su padre. En 1977 se convirtió al Islam y abandonó la música, por lo
que recibió numerosas críticas. Retornó en 1990, después de haber
sido duramente criticado por unas supuestas palabras suyas contra Salman Rushdie.