El Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada ha publicado el cuaderno Veinte poemas imprescindibles de la literatura femenina con el propósito de educar en igualdad. Puede ayudar en clase y en las tutorías el próximo 8 de marzo.
sábado, 16 de febrero de 2019
jueves, 14 de febrero de 2019
Quioscos de prensa varados en las aceras
Quiosco en san Bernardo 114 |
En mi casa la lectura de
periódicos era imprescindible, desde pequeña he
disfrutado de revistas y periódicos de todo pelaje. Entonces los había diurnos
y vespertinos. En Madrid, el ritual de los domingos por la mañana consistía en acercarse al quiosco para comprar el periódico con todos sus
suplementos; el económico para mi padre, el semanal
para mi madre, el tebeo para mí. Mis primeras colecciones de libros las realicé
en esa cita semanal. En la transición, cuando la prensa escrita alcanzó su
mayor tirada y se pusieron de moda las urbanizaciones en las afueras de Madrid,
no entendía cómo la gente era capaz de vivir en un lugar sin prensa. Las
vacaciones sin periódicos se me hacían largas. Es más, llegué a pensar, una vez
abandonado el deseo de trabajar en una biblioteca o regentar una librería, en
tener uno para poder acceder a todo ese mundo de imágenes y palabras. Ahora encontrar
en una casa un periódico es tan difícil como descubrir una máquina de escribir,
arrinconados ambos ante el paso arrollador del ordenador y google. Recuerdo cómo
tiznaban las manos; la dificultad de doblar un tabloide; el olor
de la tinta tan agradable como el olor del pan recién hecho; el
saludo del quiosquero, tendero de cultura y pluralidad, detrás de montañas de hojas recién salidas de la rotativa; la pena de tirarlo a la basura una vez leído. Ya nadie
recorta las noticias o las recetas, ni envuelve con sus hojas, que ya ni
siquiera sirven para proteger y guardar.
El declive empezó cuando llegaron los periódicos gratuitos para
amenizarnos los viajes en metro. En mi calle, San Bernardo, desde Santo Domingo
a Quevedo había seis, ahora solo quedan tres sobreviviendo a duras penas.
Quiosco en san Bernardo, esquina Pez, delante del Conservatorio |
Hace unos años se les intentó
renovar con un diseño moderno que uniera lo tradicional con lo confortable para que
el quiosquero no estuviese tan expuesto a las inclemencias del tiempo; algunos,
demasiado grandes, se colocaron en sitios poco apropiados. Ahora son cadáveres abandonados en ataúdes de hierro y cristal, molestan al transeúnte al pasear, estropean la perspectiva y, sin su
decoración de revistas multicolores, son grises, absurdos, tristes.
Solo pido que el Ayuntamiento retire estos esqueletos inservibles de la acera para descongestionar un poco la ciudad y evitar así pintadas y actos vandálicos. Mas los quioscos de prensa eliminados dejarán cicatrices en las calles y en mi alma.
Anónimo dijo...
Pues que coloquen allí las vespasianas.
Otro anónimo dijo...
Mejor que sirvan de refugio a los sin techo.
Un anónimo osado dijo...
Que sirvan de encuentro para amantes clandestinos.
P.D. (4/3/19) Me ha llegado de fuente anónima esta foto tomada hace unos días en la que aparecen libros forrados con periódicos, como hacíamos antaño cuando no había plásticos ni papel especial para forrar los libros del colegio y nuestra vida austera estaba muy cerca de los ideales de reciclaje actuales. El mantel de hule del fondo, rescatado para la ocasión, es otro clásico de nuestra infancia. Así que me retracto, todavía hay gente que envuelve los libros con papel de periódico que, afortunadamente, ya no tizna. Mis ternillas están más enternecidas que nunca ante esta fotoforro.
Solo pido que el Ayuntamiento retire estos esqueletos inservibles de la acera para descongestionar un poco la ciudad y evitar así pintadas y actos vandálicos. Mas los quioscos de prensa eliminados dejarán cicatrices en las calles y en mi alma.
Anónimo dijo...
Pues que coloquen allí las vespasianas.
Otro anónimo dijo...
Mejor que sirvan de refugio a los sin techo.
Un anónimo osado dijo...
Que sirvan de encuentro para amantes clandestinos.
P.D. (4/3/19) Me ha llegado de fuente anónima esta foto tomada hace unos días en la que aparecen libros forrados con periódicos, como hacíamos antaño cuando no había plásticos ni papel especial para forrar los libros del colegio y nuestra vida austera estaba muy cerca de los ideales de reciclaje actuales. El mantel de hule del fondo, rescatado para la ocasión, es otro clásico de nuestra infancia. Así que me retracto, todavía hay gente que envuelve los libros con papel de periódico que, afortunadamente, ya no tizna. Mis ternillas están más enternecidas que nunca ante esta fotoforro.
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martes, 12 de febrero de 2019
Vespasianas (urinarios)
Entre todos los sinónimos de urinario (lavabo, servicio, excusado, retrete,
aseo, baño, tocador, wáter, letrina. garita, letrina, retrete, evacuatorio, servicio, mingitorio)
el primero que me vino a la mente para mi entrada en el blog sobre el que colocó el
Ayuntamiento delante de las Salesas Nuevas fue el de urinario porque me
parecía menos eufemístico y más arcaico. Le podría haber llamado vespasiana, que apenas se usa en castellano, pero el de san Bernardo era gratuito.
Vespasiana es una palabra que no está recogida en el DLE, aunque sí en
el Diccionario de americanismos, que la considera un chilenismo en desuso. Se
denominaba así a una pequeña construcción que albergaba un urinario público
para hombres. Recibió este nombre por el emperador romano Vespasiano (69-79
d.C.), quien, en su afán recaudatorio, creó un impuesto sobre la orina que utilizaban los artesanos para curtir pieles y blanquear telas. Suetonio recoge
que cuando su hijo Tito le recriminó la idea, el emperador le puso delante una
de las monedas recaudadas y le preguntó si le olía mal. Al negarlo Tito,
Vespasiano respondió: "Pecunia non olet" (el dinero no huele). Frase
que se emplea en nuestros días para señalar con cinismo que el dinero vale lo
que vale, independientemente de la nobleza o vileza de su origen. El nombre de
Vespasiano se asocia todavía hoy a los urinarios públicos: Francia
(vespasiennes), Italia (Vespasiani) y Rumanía (vespasiene).
Entre otros, la célebre sentencia de Vespasiano aparece en el relato Sarrasine de
Balzac en relación con la misteriosa procedencia de la fortuna de una familia
parisiense. Asimismo, es probable que Scott Fitzgerald aludiese a ella en su
novela El gran Gatsby, cuando se refiere
al dinero como "no olfativo". Non
olet también es el título de un libro de ensayos del escritor español
Rafael Sánchez Ferlosio donde reflexiona
sobre las luces y las sombras del beneficio económico.
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Equipaje profesora
En busca de un relator
Hoy me he paseado por la calle de Los Relatores, entre la plaza Jacinto Benavente y Tirso de Molina, por si encontraba un relator que me explicase su oficio. Dice la tradición que la calle
recibe su nombre por haber vivido en ella unos relatores de la audiencia,
funcionarios de los tribunales de justicia encargados de dar a conocer (realizar la relación) de los expedientes judiciales.
lunes, 11 de febrero de 2019
Anagrama ambiguo de Max: ERY BRNAOC/ REY CARBÓN
Me sorprendió gratamente ver la tira de Max (seudónimo de Francesc Capdevila) en el suplemento cultural Babelia de El País (17/11/2018), donde colabora semanalmente este historietista e ilustrador barcelonés, uno de los autores fundacionales de El Víbora.
Al principio pensé que ERY BRNAOC se trataba de un anagrama crítico con el rey (Rey Cabrón) y, después, descubrí que se refería al título de su último libro: Rey Carbón, donde parte de la historia de Plinio el viejo (siglo I d.c.): Kora, una joven corintia desesperada por la inminente partida de su amor al extranjero, vio con ojos nuevos la sombra que del perfil de su amado formaba la luz de una vela en la pared. Ni corta ni perezosa, repasó con carboncillo el perfil de la sombra para quedarse así con la imagen de su amante. El padre de ella, que se llamaba Butades, modeló en arcilla el busto del joven a partir del dibujo de su hija, cociéndolo después en el horno. La hija dio origen a la pintura; el padre fue el modelador de la primera escultura. De tal modo que el dibujo nace a partir de la sombra de lo real, no de lo real. Lo que indica que el dibujo es una cuestión de percepción subjetiva. Puede que en el origen del dibujo esté el sentimiento del amor, el deseo de acercarnos a los otros y el intento de detener el tiempo.
Como
afirma su autor, el rey Carbón vive
en soledad absoluta, es el rey de sí mismo y de la montaña, porque no hay nadie
más. Físicamente es un "filiforme", un personaje en forma de hilo: "Eso viene de una vieja revista alemana, Fliegende
Blätter, en la que durante una época se puso de moda que sus dibujantes
hiciesen personajes como palos, como bastones. Es un tipo que descubre la magia del
dibujo, algo que le vuelve loco hasta el punto de
que no puede parar de dibujar”.
sábado, 9 de febrero de 2019
Más Malasaña
Ayer, subiendo la cuesta de San Bernardo, me
di cuenta de que el urinario situado en la fachada de las Salesas Nuevas había
desaparecido. ¡Por fin algo se mueve en Malasaña! Antes había leído en El País que Manuela Carmena había propuesto la creación de un comisionado para resolver
las peticiones vecinales: “una persona que
se centrará en los problemas del barrio y que incluso facilitará un contacto a
los vecinos vía whasapp”, justo lo que estamos haciendo ya algunos. En esa reunión también estaba el concejal de
Centro, Jorge García Castaño, al que le he mandado vía e-mail todas las denuncias que he recogido en mi blog. Me consta que, aunque el periódico no lo cite, también se habló de la mala ubicación del nuevo parque de los bomberos
y de los problemas de ruido y seguridad vial que plantea. No sé si todo se
quedará en agua de borrajas después de las elecciones, pero me llevé una gran
alegría. La misma que experimento cuando me vuelvo a encontrar con una amistad que ya creía perdida.
La comisionada de Malasaña es Mar Barberán, atenderá a los vecinos en comisionadomalasana@madrid.es
La comisionada de Malasaña es Mar Barberán, atenderá a los vecinos en comisionadomalasana@madrid.es
lunes, 4 de febrero de 2019
Primo Levi, El sistema periódico
Nunca me aprendí la
tabla de los elementos químicos* en cuarto de bachiller, no sé si culpabilizar a
las malas profesoras que tuve en el colegio de monjas o a mi propia incapacidad. De mayor me parece una representación del hemiciclo del Congreso de los Diputados colocados en función del número de votos*. Para conmemorar su siglo y medio de vida, Naciones Unidas ha declarado 2019 su Año Internacional y he descubierto que Primo Levi, escritor, químico y
superviviente de Auschwitz con el número 174517 tatuado en su piel, hizo su particular homenaje en El sistema periódico (1975), uniendo literatura y ciencia. Editado en España por Alianza
en 1999, el libro cuenta nada menos que con Carmen Martín Gaite como traductora.
El sistema periódico está compuesto por 21 capítulos dedicados, cada uno de
ellos, a un elemento químico, que el autor convierte en distintas metáforas
para hablar de las relaciones humanas en tiempos bárbaros. Levi recuerda al lector al terminar el libro que: “al llegar
a este punto, se habrá dado cuenta de sobra de que éste no es un tratado de
química. (…) No es tampoco una autobiografía, sino dentro de los límites
parciales y simbólicos donde cabe considerar como autobiografía cualquier
escrito, es más, cualquier obra humana. Pero historia, en cierto modo, sí lo
es”.
Microhistoria de toda una generación, El
sistema periódico fue recibido por Ítalo Calvino como «un libro
extraordinario y fascinante que no puede por menos de dejar una profunda huella
en el lector».
Aquí puedes descargártelo en pdf.
* Tabla donde todos los elementos se ordenan por su número atómico (número de protones). Fue en 1869 cuando el químico ruso Dimitri Mendeléiev presentó su sistema de ordenación. Hasta ahora se han descubierto y confirmado 118 elementos. Los cuatros últimos son nihonio, moscovio, teneso y oganesón, nombres que parecen los personajes de una tragedia shakesperiana, pero no, aluden a Japón, Moscú, Tennessee y al físico ruso Yuri Oganessian.
*Conferencia "Química y política" de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Aquí puedes descargártelo en pdf.
* Tabla donde todos los elementos se ordenan por su número atómico (número de protones). Fue en 1869 cuando el químico ruso Dimitri Mendeléiev presentó su sistema de ordenación. Hasta ahora se han descubierto y confirmado 118 elementos. Los cuatros últimos son nihonio, moscovio, teneso y oganesón, nombres que parecen los personajes de una tragedia shakesperiana, pero no, aluden a Japón, Moscú, Tennessee y al físico ruso Yuri Oganessian.
*Conferencia "Química y política" de Alfredo Pérez Rubalcaba.
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