A veces hacemos cosas absurdas que nos llevan mucho trabajo
y no sabemos si servirán para algo. Lo que viene a continuación es un ejemplo de ello. Me he empeñado en editar a mi
manera en mi blog (espacio libre donde todo cabe porque yo hago todos los
trabajos: redactora, directora y
editora) la memoria de licenciatura que presenté en la UCM en 1977 con el
título de Cantos de parida sefardíes, conjunto
de canciones para velar a la madre y al niño en los ocho
días que transcurren desde el nacimiento hasta la circuncisión. " ¡Menuda
antigualla!, eso no le interesa a nadie", dirán los pocos lectores que
tengo. Tenéis razón, lo es tanto por el tema como por el estilo de la redacción
y la precaria edición. Pido disculpas, no
supe hacerlo mejor. Además, las fotocopias que conservo no tienen suficiente
calidad, presentan unas manchas sospechosas y algunas líneas son ilegibles. Pero
el trabajo se quedó a medias y, tal vez, si algún interesado en estos temas lo
encuentra, le sirva para ponerlo al día y completarlo. No pude hacerlo entonces
porque me quedé esperando una beca de investigación que nunca llegó.
Mi trabajo duró un año repleto de sinsabores. Recuerdo que en la exposición de la tesina fui felicitada
por el tribunal que confesó habérselo pasado muy bien leyendo las costumbres
sefardíes porque las desconocía. Les sorprendió el título Cantos de parida, porque lo asimilaron a despropósito o simpleza y
se olvidaron de que se refería a una hembra que hacía poco tiempo que había
parido. A ellos les hubiese gustado otro título que evitase las confusiones. Han
pasado muchos años y ya no sorprende a nadie. Muchas de estas canciones han
sido recogidas por grupos musicales y cantautores que las han dado a conocer a
un público general, siempre minoritario, porque de la literatura sefardí no se
habla en ningún libro de texto y no creo que los profesores de literatura
española inviertan ni un minuto en explicarlas en clase.
La tesina pretendía ser una aproximación al estudio de
estos cantos y presenta tres fases: Un breve resumen del marco folclórico en el
que se desarrollaban y la ceremonia religiosas en que se cantaban; la
recopilación de los distintos textos dispersos en colecciones de Oriente y
Occidente; y, por último, la agrupación y clasificación de textos.
Solo encontré 15 canciones diferentes, compuestas por
autores cultos y de tradición popular, la
mayoría de ellas de la tradición oriental, con muchas variantes, lo que indica
la popularidad que obtuvieron. Salvo excepciones, ninguna de ellas presenta,
salvo en la métrica irregular con predominio del octosílabo, una relación directa con las canciones
españolas del mismo tema, por lo tanto son de creación sefardí. Tampoco hay
relación entre la tradición de oriente y occidente, lo que permite deducir que fueron compuestas
con posterioridad a la expulsión. Los textos más antiguos corresponden a finales
del s. XVIII y XIX.
"La inquisición
manchega procesaba, por su parte, a un grupo de mujeres criptojudías que
confesaban, entre otras cosas, cantar canciones «de parida» después de los
alumbramientos de niños en su círculo social. Y las de Madrid y Cuenca
arrancaban también a criptojudíos del siglo XVII canciones que debían estar muy
difundidas entre ellos, como las de ¿Si es venido, no es venido el Mesías
prometido? Que no es venido.
O bien la de
Alegrías, ¡Pues no ha venido el Mesías! Yo tengo gusto en decillo pues el
Mesías no ha venido.
Todo este
espigueo de antecedentes documentales señala a los judíos españoles, a los
criptojudíos del interior y a los primeros descendientes exiliados de judíos
españoles como cultivadores, desde antiguo, de una literatura oral muy rica y
variada. La continuidad e incluso la renovación y la ampliación de este
repertorio en las comunidades sefardíes de Oriente y del norte de África que se
ha producido hasta este mismo siglo XX seguro que confirmará esta
impresión".
Para saber más: