sábado, 27 de agosto de 2011

Cazadores de letras, Ana María Shua

Ana María Shua es una escritora argentina especializada en microcuentos, que publicó el año pasado una rcopilacion con el título Cazadores de letras. Como ella misma afirma, escribe para descubrir, para ser feliz, para viajar, para volar.
Los microcuentos se diferencian del cuento porque desarrollan en 25 líneas, como máximo, chispazos de ingenio. La autora usa los conocimientos del lector para seducirlo y para que sea él mismo quien complete el significado.
Recomiendo leer estas minificciones en pocas dosis, dos o tres al día aportan vitaminas al espíritu y a la imaginación.
Aquí dejo algunas de mis favoritas:
103
La vida es sueño , reflexiona el desengañado Segismundo. Como si no tuviera, precisamente él, pruebas de lo contrario.
154
Del salón en el ángulo oscuro , por su dueño tal vez olvidada , silenciosa y cubierta de polvo , releyendo las rimas de Bécquer, una tía lejana.
204
Lo malo del alcohol es que se me sube enseguida. Y continúa subiendo sin encontrar freno ni tope hasta que yo mismo comienzo a preguntarme dónde, pero dónde, estará mi cabeza.
235
Entre las formas del suicidio: retroceder en el tiempo hasta el momento de su propia concepción, impedirla.
242
Los hombres salen del salón y se enfrentan en la calle polvorienta, bajo el sol pesado. El más joven y apuesto defiende a los colonos agricultores y la ama. El mayor, que usa bigotes, ataca en nombre de los ganaderos y solamente la desea. Ella se llama solitaria, y es la yegua más hermosa del condado. También hay una mujer, pero no tiene importancia..
Sádicos
Para aquellos que se complacen en el sufrimiento o en la humillación del prójimo, se propone una dominación de estímulos placenteros de los que no se excluyen ciertos programas de televisión.
Cuatro paredes
Siempre encerrada entre estas cuatro paredes, inventándome mundos para no pensar en la rutina, en esta vida plana, unidimensional, limitada por el fatal rectángulo de la hoja.
Prejuicios
Las mujeres hermosas son tontas o brujas, aunque haya también tontas malas, brujas feas, estúpidas, horrendas, aunque todas ellas quepan en una sola frase que se podría borrar, haciéndolas desaparecer (pero solo a las hermosas) de la faz de la tierra.
Poesía eres tú
Tu presencia y tu voz lo invaden todo, constantemente, ya no te escucho pero aun así te oigo, ese sonido discordante convertido en la música de fondo de mi vida, esa masa compacta de ruidos de la que por momentos mi mente extrae algún sentido, en la que me muevo pesadamente, como un buzo agobiado por las muchas atmósferas que presionan su cuerpo contra el fondo del mar. Tal vez por eso, amor mío, me gustas cuando callas porque estás como ausente.

Un matrimonio de provincias, Antonietta Torriani

Un matrimonio de provincias es una deliciosa novela decimonónica, escrita por una de las pioneras del feminismo italiano Maria Antonietta Torriani (1840-1920), que nos presenta un certero estudio psicológico de los protagonistas y un expresivo cuadro ambiental de la época donde el único objetivo de las mujeres era casarse para que les sacase de la rutina de la familia y así evitar quedarse para vestir santos. La autora con una gran dosis de humor consigue dar una imagen burlesca del amor romántico. Su estilo no puede ser más rápido, enérgico y actual.
El comienzo es impactante:
“Es difícil imaginar una juventud más monótona, más sórdida y más carente de toda alegría que la mía. Al evocarla al cabo de tantos y tantos años, vuelvo a sentir el inmenso tedio de aquella tranquilidad muerta que se prolongaba, se prolongaba inalterable, durante el largo período de tiempo que discurría entre los poquísimos acontecimientos familiares.”
El final lo es más:
"El caso es que estoy engordando".
La obra la recomiendo para todos los lectores de cualquier edad y condición, les divertirá y les hará reflexionar.

martes, 23 de agosto de 2011

BREVEÑAS III - Stéphane Hessel: ¡Comprometeos!

Stéphane Hessel: ¡Comprometeos! Barcelona, Destino, 2011. 95 págs. El casi centenario autor de ¡Indignaos! vuelve con una obrita algo más extensa y estructurada, en forma de conversaciones con el joven escritor Gilles Vanderpooten y publicada este mismo año en Francia. El subtítulo Ya no basta con indignarse expresa claramente la intención del autor: tras la inicial y necesaria indignación por las grandes injusticias del mundo actual, se impone el compromiso concreto, sobre todo para los jóvenes que van a heredar una situación insostenible. Para ello se dan varias pistas en que pueda plasmarse la acción: desarrollo sostenible, ecología y política; actuación frente a las instituciones internacionales; creación de alternativas; preocupación por el mañana de la sociedad y del planeta. En este sentido destaca una de las últimas frases con que S.H. cierra el librito: ¡cuidado con el futuro y vive el futuro! No subestimemos los peligros, dice Hessel, pero sabiendo, a la vez, que se pueden superar. No es lo menos interesante que las páginas finales están ocupadas por la Declaración universal de los Derechos Humanos, en la que él mismo intervino y que sigue teniendo validez, pese a estar algo desfasada en algún aspecto que el propio S.H. resalta y complementa.
Recomendado: para todos los públicos.

Apostillas En esta y en otras obras recientes sobre los mismos temas, así como en los debates y tertulias, se echan de menos algunos puntos que nos parecen pertinentes:
- La llamada crisis financiera, que lo es, y seria, es de risa, por ahora, si la comparamos con la situación de muchos países del 3er mundo (véase lo que pasa ahora mismo en el llamado Cuerno de África).
- Buena parte del problema general es un conflicto entre ricos y pobres, aunque con muchos grados.
- Los más ricos parecen ser los mercados, que disponen de dinero contante y arruinan a millones de personas pulsando una tecla. ¿De dónde viene ese dinero? ¿Quién lo gestiona? ¿Dónde tributa? El mercado es inevitable y necesario, pero debe ser regulado, como ha ocurrido desde los albores de la sociedad. La desregulación salvaje que empezó en los 80 con Reagan y Thatcher nos ha traído, en buena parte, a la actual situación.
- La coartada que subyace es el llamado darwinismo social, por el que de modo natural se producirá la supervivencia de los más aptos, pero es una teoría tan desmoralizadora que se procura encubrirla y maquillarla ante el conjunto de la población. Aquí hay un punto de cinismo en la derecha política, que actúa bajo esos principios pero a la vez se alía con la Iglesia, que se supone debe defender el amor evangélico como norma suprema. Parece que el calvinismo, con su teoría de la predestinación, se ha impuesto en el cristianismo, continuador en su momento de la filantropía helénica.
- La ausencia de los intelectuales, cuya misión debería ser el desvelamiento de las mentiras del poder y la desfascinación de las masas. Menos mal que quedan algunos como Hessel, Sampedro y otros (y no precisamente de los más jóvenes) que nos animan con su ejemplo y su vitalidad a sacudirnos el muermo que nos ha hecho caer en esta crisis.

Sobre todo ello hay algunos breves informes de interés: Las manos que mecen los mercados, de David Fernández (El País, 4-8-11); Las tretas de los especuladores, de Miguel Ángel García Vega (El País-Negocios, 14-8-11); y las intervenciones radiofónicas del economista Paco Álvarez, así como sus páginas web La bolsa y la vida y No le digas a mi madre que trabajo en bolsa.

jueves, 4 de agosto de 2011

1er Concurso Internacional de Poesía Hispano-Francesa Antonio Machado


Días azules y sol de mi infancia de Isabel García Viñao de Jaca (Huesca) ha sido la ganadora del 1er Concurso Internacional de Poesía Hispano-Francesa Antonio Machado convocado por Roberto González de Cuenca. Una vez más un profesor de la enseñanza pública dedica su tiempo y su interés a la enseñanza de la literatura sin que le apoye ninguna institución. Ha sido un placer ejercer de jurado en el concurso.

martes, 2 de agosto de 2011

BREVEÑAS-II

Elvira Lindo, Lo que me queda por vivir (novela). Barcelona, Seix Barral, 2010. 267 págs. Un reaccionario de mediados del XX, Camón Aznar, escribió en sus Aforismos del solitario: “Contra Schopenhauer: veo en el mundo no una gran voluntad, sino una gran resignación”. Y 20 años antes D. José Ortega cerraba La rebelión de las masas declarando que el papel de las masas era la obediencia y, también, la resignación. (El pensamiento raccionario del XIX y del XX está en la base de buena parte del mundo actual) La novela de Lindo está “bien”: bien escrita, bien construída (o casi), bien llevada para enganchar (casi siempre)... y es bien triste. No una gran tristeza de esas trágicas que ahora no se llevan, una tristeza pequeña y un poco cutre, con personajes menos que mediocres, empezando por la protagonista (una veinteañera separada con un niño en los años ochenta). Y el regusto (casi mensaje) final es de resignación: parece que no hay manera de romper los moldes sociales y psicológicos. El periplo de los personajes acaba por no interesar gran cosa, todo suena un poco a déjà vu, déjà entendu. La época ambiental (incluídos los saltos atrás) es de las más narradas en la España actual y el trasfondo futuro que insinúa una especie de happy end sigue rezumando el mensaje que Lindo y otros compañeros de grupo mediático repiten a menudo: el amor es tóxico, y más vale un plácido acomodo. Todo está aplastado por la grisura conservadora reaganiana-thatcheriana de aquella época, o aguirre-merkeliana de ahora.
Recomendado: ni se sabe; quizá para jóvenes (raros) que quieran saber algo sobre la generación de sus padres.

José Carlos Llop, El informe Stein (novela). Madrid, Anaya&Mario Muchnik, l995. 128 págs.
Una novela corta en formato bolsillo, cuyo autor se consagró antes como poeta y ensayista que como narrador. Situada en la Mallorca de los 60 (nada que ver con las grandes novelas mallorquinas de Llorenç Villalonga), narra la vida de unos adolescentes acomodados en un colegio de jesuítas, entreverada con una leve intriga casi policíaca, que luego se revela más bien política, con los antecedentes y consiguientes de la guerra civil. Algunos tipos bien caracterizados, y un estilo que retiene al lector, quizá por una concisión que recuerda un poco a Umbral en sus obras “de iniciación”, especialmente Memorias de un niño de derechas. Obra menor, pero estimable.
Recomendado: para jóvenes que necesiten aprender a valorar lo que tienen; pero también para todos aquellos lectores que gusten de un respiro, un agradable intermezzo entre cosas mayores, pero más fatigosas; los poetas pasados a narradores suelen, al menos, escribir decentemente.

José Luís Sampedro – Olga Lucas, Cuarteto para un solista. Barcelona, Plaza Janés, 2011. 206 págs.
El joven nonagenario Sampedro sigue produciendo todo tipo de obras, y esta vez con su esposa nos ofrece una “novela de ideas o ensayo novelado” (como lo presenta el editor) donde el personaje de un viejo profesor es ingresado en un psiquiátrico por asegurar que mantiene contactos con figuras imaginarias: los cuatro elementos de la naturaleza, Fuego, Tierra, Aire y Agua, que dialogan entre sí, con el profesor y con Vida, otro personaje alegórico al que es preciso salvar. El libro discurre entre la tensión del protagonista con su entorno familiar y psiquiátrico y la relación superreal que sostiene con sus interlocutores, siempre en torno a los grandes desastres que afligen al mundo actual y la necesidad de actuar de inmediato para evitar el desastre total. Estamos, pues, en la línea de combate que sigue manteniendo Sampedro desde hace mucho tiempo. Novelita fantástica, alegórica, filosófica, provocativa, revulsiva, incitadora... todo ello servido en una buena escritura, con algún ligero galicismo nada frecuente en el autor (pero Olga Lucas nació en Toulouse).
Recomendado: para jóvenes de 10 a 100 años que quieran volar unas horas en alas de la fantasía para aterrizar de vez en cuando en las más duras realidades de este mundo.

viernes, 15 de julio de 2011

BREVEÑAS (breves reseñas) I: Reacciona


A.A.V.V., REACCIONA. Madrid, Aguilar, 2011. 169 p. 9,50 €.
Se trata de una de las secuelas del ya famoso pliego “¡Indignáos!” del casi centenario Stéphane Hessel, que prologa este otro libro. Una docena de personas que trabajan en diversos campos, algunas tan conocidas como Baltasar Garzón y José Luís Sampedro (otro hombre-siglo), analizan los principales problemas de la sociedad actual.
Federico Mayor Zaragoza, por ejemplo, hace una presentación tan demoledora de las grandes injusticias de nuestro mundo, que de momento le entra a uno tal depresión que sólo dan ganas de meterse bajo el edredón, si es invierno, o frente al ventilador, si verano, a esperar el fin del mundo (a ser posible en buena compañía), o bien echarse a la calle con un cartucho de dinamita entre los dientes y no parar hasta tirar por la ventana al último banquero de Wall Street. Don Federico, mayor en edad, saber y gobierno (ha sido ministro y director de la UNESCO, entre otras cosas), es un hombre ponderado e incluso pío (dicen que del Opus), y al presentar tales atrocidades de los poderes mundiales deja la impresión de que no es que el río lleve agua, sino que la riada y la inundación ya nos han anegado y estábamos en la inopia.
Pero el resto de las aportaciones no desmerecen de las mencionadas. La intención de todas ellas es suscitar, como dice el título, la reacción de la gente ante los desmanes de las fuerzas financieras, industriales y políticas, entre otras, y hacer tomar conciencia de que la población pasiva, si está informada y organizada, puede revertir la tremenda situación actual de crisis económica y social. Publicado en abril de este año, es decir, días antes del estallido del 15-M, este libro puede ser uno de los síntomas, o causas, de los movimientos sociales que ahora presenciamos.
Recomendado: para jóvenes que necesiten ponerse las pilas ante el mundo que les está tocando vivir y en el que son, a la vez, víctimas principales de una situación injusta, e igualmente principal esperanza de cambio; pero también para viejos carcas, a los que se les cae la baba, y hasta el moco, de emoción ante las retrógradas arengas de los mismos que les están recortando las pensiones, destruyendo la sanidad y la educación, dejando sin futuro a sus hijos y nietos; a ver si se les cae alguna venda de los ojos. Ya era hora de ver en la plaza pública a los intelectuales, como aquellos tan añorados que hasta la mitad del siglo XX denunciaban las falacias del poder.

jueves, 14 de julio de 2011

R.I.P. por la enseñanza pública en Madrid


Una vez más, con nocturnidad y alevosía, han llegado las normas de la Consejería de Educación para el próximo curso. El año pasado no hicimos nada porque solo afectaba a los tutores y a la FP, espero que este septiembre todos (padres, alumnos y profesores) reaccionemos indignados para luchar contra el desmantelamiento de la enseñanza pública.

El artículo de Moncho Alpuente en El País, Excelente torpeza, explica perfectamente la situación. Copio a continuación alguno de sus párrafos más significativos.

Nadie puede negarle a la presidenta Esperanza Aguirre el interés que derrocha en áreas tan sensibles de su gobernación como la sanidad y la educación que en la Comunidad de Madrid siempre están sujetas a novedosas reformas y experimentos. En el devastado campo de la educación ya existe el copago que en los colegios concertados, semiprivados o privados subvencionados, se traduce en las tasas y complementos que ha de pagar el alumnado por diversos temas extraescolares. Gila en uno de sus clásicos monólogos telefónicos representaba a un padre agobiado por la factura del colegio en la que figuraban conceptos tan novedosos como el desgaste de patio.(...)

Retrocediendo aún más en el tiempo recuerdo las prolijas explicaciones que para acallar mi incipiente conciencia social me daba un cura del colegio, profesor fijo del eminente claustro. Preguntaba yo por qué existían en aquella escuela alumnos de pago que estudiábamos el Bachillerato y alumnos gratuitos a los que se les despachaba algo llamado cultura general, también preguntaba por qué aquellos compañeros nuestros entraban al colegio por la puerta de servicio y nunca coincidíamos con ellos en los patios de recreo. Hijo mío, vino a decirme el sacerdote docente, tenemos que educar a los hijos de los patronos para que sean buenos patronos y a los hijos de los obreros para que sean buenos obreros, hacer otra cosa sería fomentar la lucha de clases, aunque existen excepciones, cuando vemos que un hijo de obrero es un estudiante excelente, le damos una beca para que haga el Bachillerato.

El sistema educativo que impone la Comunidad de Madrid es algo más sofisticado, educación pública gratuita para los pobres, o para los ingenuos que siguen creyendo en ella con la que está cayendo, educación concertada para los que pueden concertar un precio y educación de excelencia para los mejores, vengan de donde vengan, aunque los que vengan de colegios públicos lo tendrán cada vez más difícil. Con 2.500 profesores menos los profesores de historia tendrán que dar también educación física y los de matemáticas geografía. Las Consejerías de Educación y Sanidad de la Comunidad de Madrid podrían fundirse, para mayor ahorro, en una sola Consejería de Beneficencia. Para desmantelar mejor los sectores educativo y sanitario hay que vaciarlos primero, degradarlos y precarizarlos, luego cuando ya no sirvan para nada o sirvan para poco será más fácil abogar por su desaparición y su trasvase hacia benéficas y caritativas instituciones.

Aquí se explica perfectamente dónde va a ir nuestro dinero: lunes, 25 de julio de 2011, Nuevo logro de ACADE (Asociación de centros autónomos de enseñanza PRIVADA).
LOS RECORTES NO SON POR FALTA DE DINERO:ACADE logra elevar de 10.000 a 30.000 euros el límite de renta para la desgravación de los gastos de enseñanza en la Comunidad de Madrid. También se incrementará la cuantía máxima deducible por hijo de 500 a 900 euros.
Un anuncio de intereconomía explica claramente por qué quieren acabar con la enseñanza pública:


Clarificador artículo sobre la caza del funcionario en nuestro país escrito por un catedrático de Estructura Económica, Santiago Niño-Becerra (22 de julio).
(Y a ver si de una vez nos enteramos: en España HAY POCOS empleados públicos en comparación con Europa. En relación a la población ocupada, la tasa es del 13%, en Francia es de más del 16%, en Suecia del 31%, y dentro de España tampoco es igual en todas partes: en Extremadura la tasa es el triple que en Catalunya. Y no, tampoco los miembros de los Gobiernos que firman despidos de empleados públicos se refieren nunca a esas cifras, ¿por qué será?. ¿Será porque tendrían que hablar de cosas de las que no quieren hablar?).

"El próximo curso no empieza"
Unos 800 profesores participan en una asamblea convocada por los sindicatos para iniciar movilizaciones por los recortes en educación
El País 20/07/2011

También me llegó el interesante Comunicado de JUAN CARLOS HERVÁS HERNANDO, DIRECTOR DEL IES PROFESOR JULIO PÉREZ (RIVAS-VACIAMADRID) Bueno, después de la gran batería de recortes y reivindicaciones que corren por la red intento recopilar una serie de ideas que juegan en mi cabeza despues de vuestros escritos y mis sensaciones:
1. La respuesta que demos en septiembre debe de ser lo más unánime o mayoritaria posible. Debemos recuperar el poder que tenemos como grupo, como colectivo y no hacer medidas simbólicas sino significativas. Hagamos uso de esa raza como lo hacen los del metro o los controladores aereos.
2. Creo que la convocatoria no debe de partir de los sindicatos. No tienen demasiada credibilidad entre nuestros compañeros y no arrastrarían a muchos. Convoquemos nosotros y despues les invitamos a ellos a unirse y no al revés.
3. Tomemos la iniciativa los equipos directivos. Nos dicen que tenemos que ser líderes, pues seámoslo. Creo firmemente que los equipos directivos lideramos claustros y tenemos capacidad de convicción para nuestra gente.
4. Preparemos las medidas para el inicio de septiembre, en los claustros iniciales (alguno extraordinario si fuese necesario) pero la noticia debe de ser: NO SE COMIENZA ESTE CURSO. Aprovechemos el asalto a la prensa el día 14 de septiempre porque es cuando somos noticia.
5. No es el momento de tener miedo a perder dinero por huelgas. ya nos han quitado mucho más de lo que podemos perder. Creo que es el momento de echar un órdago.
6. No nos podemos amedrantar ante mensajes como: "Qué quieres si estamos en crisis" o "Tienes que dar las gracias por tener trabajo". Ése es el camino hacia la pérdida total de derechos.
7. Luchemos por la enseñanza pública, SÍ. Pero luchemos tambien también por nuestros derechos laborales, por nuestra dignidad como educadores.
8. Creamos en la importancia de la educación en la sociedad de hoy y en nuestra influencia, que la tenemos un poco por los suelos
9. Seamos inteligentes y ajustemos nuestras reivindicaciones:
a) No se puede hacer este tipo de recortes sin consultar a los representantes de los interesados
b) No se puede hacer en verano para amainar las respuestas
c) Podemos dar hasta 21 horas por el ROC pero sepamos lo que eso significa: Tres horas más significa una carga de trabajo por lo menos del doble. Se realiza en un momento de mayor ratio de alumnos en el aula. La diversidad y la convivencia en el aula no es la misma que hace 15 años, supone mucho estrés y dedicación. Esta ampliación horaria deja muy poco tiempo y ganas para labores fundamentales en el centro como las derivadas del Plan de Acción Tutorial y el Plan de Convivencia que vivían mucho de la voluntariedad de gente motivada y no cabreada. Nos acerca más al horario de primaria y no al de la universidad, aproximando más nuestra labor a la de unos que a la de otros.
d) La pérdida de la hora de tutoría supone un cambio de concepto educativo que va de la educación a la instrucción, es decir es volver a 60 años atrás
e) Valorar con dinero (y tan poco dinero se está hablando de 28 ) y no con reducción horaria la labor del tutor es estar totalmente ajeno a lo que trabaja un tutor y a su importancia en el organigrama del centro
f) Todos los avances en apoyos educativos que habíamos conseguido desaparacen o peligran: Grupos flexibles en 1º y 2º ESO, desdobles, compensatoria, apoyo desde el deparatamento de orientación, optativas y materias con menos ratio. Tan solo se considera importante la hora de la materia pero con toda la diversidad junta y con el mayor número de alumnos situándonos nuevamente en otro concepto educativo que huye de la realidad actual, que no apuesta por la educación y que retrocede 6 décadas
g) Un recorte así en este momento en la Comunidad de Madrid no está justificado por la crisis ya que se trata de la comunidad casi con menos déficit de España y así lo dicen ellos mismos. Es más un aprovechamineto de la crisis que de una verdadera necesidad.
10. Si no hacemos algo no solo van a implantar estas medidas sino que les van a salir gratis, pensando porqué no las han hecho antes y animándoles a seguir adoptando más el curso que viene. DESPERTEMOS Y RECUPEREMOS NUESTRA VOZ.



Y el de Agustín Moreno, Rebelión del que he entresacado estos párrafos:
Hay que pelear por una educación pública digna y de calidad
Todo menos llorar por los rincones

Pero sobre todo supone una estocada a la educación pública porque desmotiva e intenta desmoralizar al profesorado, que es un factor fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Las medidas son propias de una mentalidad de contable neoliberal y son exactamente lo contrario al reconocimiento social de profesorado con el que se llenan la boca todos los partidos políticos en campaña electoral. Lo único cierto es que en Madrid se destruye empleo, aumenta su inseguridad, sube la jornada, se bajan las retribuciones y se selecciona negativamente el alumnado de la enseñanza pública al escolarizarse de forma desequilibrada los alumnos con necesidades de compensación educativa entre la doble red con financiación pública.
¿Qué hacer ante esta situación? Todo menos desmoralizarse, todo menos acabar instalados en la queja y en la impotencia en las salas de profesores. Que no nos quiten la motivación y el compromiso con la educación pública. Tampoco limitarnos al regateo (en el que nos quiere meter la consejería) sobre los flecos, de tal manera que en vez de recortar diez profesores en un centro al final solo sean 7 u 8 y parezca que encima ha sido un triunfo. Se trata de plantar cara a los recortes en vez de estar quejándonos todo el año.
El profesorado, las familias y el alumnado, los sindicatos, la asociación de directores, las plataformas por la escuela pública y el movimiento 15-M. tienen el reto de levantar la bandera de la defensa de lo público y aplicar una estrategia de resistencia contra las políticas conservadoras. Hay que pelear por una educación pública digna y de calidad, porque hay que considerar la escuela como el lugar de encuentro de la comunidad educativa, con multitud de voces e intereses, lugar de plasmación de pensamientos, de ideas y de sueños. Desde abajo seguimos creyendo en lo que hacemos y seguimos trabajando para mejorar, pese a las dificultades. Es demasiado importante lo que está en juego para dedicarnos a llorar por los rincones.

No son dos horas
Es admirable lo bien que funcionara la maquinaria propagandística de quienes ostentan el poder. Una maquinaria que ha convencido, en apenas unas horas, a gran parte de la opinión pública de dos hechos que son completamente falsos:
1. Se afirma que el horario actual de un profesor de Secundaria son 18 horas semanales, cuando es -en realidad- de 37,50 h. Contamos aquí -por supuesto- solo las horas legales, pero no las horas extra no remuneradas que muchos de nosotros dedicamos voluntariamente a otras tareas educativas, tales como actividades extraescolares, salidas, viajes, grupos de teatro, jornadas culturales, revistas escolares..., iniciativas que la Consejería no reconoce en modo alguno.
2. Se insiste en que nuestra protesta y la futura (posible) huelga se debe al aumento de 2 horas lectivas y se omite su verdadero móvil: el desmantelamiento de la educación pública.
Sobre esta segunda falacia, y dejando a un lado que una hora lectiva se multiplica por otras tantas horas de trabajo fuera del aula, solo haré algunas puntualizaciones (a las que seguro que mis compañeros pueden aportar muchas más...):
1. No nos quejamos por 2 horas más, pues muchos de nosotros ya dábamos 19, 20 o incluso 21 horas lectivas en cursos anteriores. Somos conscientes de la crisis (es triste tener que volver a recordar que asumimos un notable recorte salarial hace solo unos meses) y por ello mismo, muchos -por no decir todos- estamos dispuestos a asumir ese aumento de horas siempre que se respeten las plantillas y los cupos de profesores actuales. Así, por ejemplo, si en mi centro todos aumentamos 2 horas lectivas pero no se recortan los 10 profesores que han sido suprimidos, podremos hacer desdobles, grupos flexibles, clases con menos alumnos y atender, en definitiva, a nuestros chicos con la dignidad y la dedicación que merecen.
2. El motor de la protesta no es, por tanto, el aumento de horas, sino el recorte de profesores. Recorte que supone dejar en la calle a más de 3000 docentes y hacinar a los alumnos en aulas que superarán, con creces, los 30 alumnos por grupo.
3. Nuestro objetivo no son esas dos horas, nuestro objetivo es defender la enseñanza pública, que se está viendo atacada de modo salvaje y tenaz, con medidas como las siguientes (solo son un tímido extracto de lo que está ocurriendo):
- recorte de casi 100 millones de euros en la pública (la Consejería admite, al menos, 80 mill €);
- "regalo" fiscal de 90 millones de euros a la privada (a través de desgravaciones a quienes puedan pagarse allí la matrícula de sus hijos);
- supresión de las tutorías que dejan de ser hora computable para profesores y alumnos y quedan al libre albedrío del centro, con el consiguiente perjuicio de las familias más desfavorecidas;
- supresión de plazas para nuevos alumnos en FP, EOI, Artes musicales y escénicas..., convirtiendo la enseñanza profesional, de idiomas y artística en un reducto que acabará siendo exclusivo de aquellos que puedan pagarse esa formación;
- supresión de refuerzos, desdobles, orientadores y profesores de Compensatoria (en mi instituto no habrá ni uno solo este año, por ejemplo), lo que más allá de exigir que cada profesor atienda a más 30 alumnos por clase, perjudicará tanto a quienes destaquen por sus altas capacidades como a quienes tengan problemas por lo contrario: todos deberán estar en el mismo grupo al no haber profesores suficientes en el centro para dividirlos por niveles; etc.
Por supuesto, se puede estar o no de acuerdo con estos motivos. Se puede estar o no de acuerdo con nuestra huelga. Se puede estar o no de acuerdo con nuestra lucha por la educación pública. Pero, más allá de la necesaria -y sana- diversidad de opiniones en que se basa toda democracia, no se puede mentir y afirmar que nuestra protesta se hace por un motivo que no es -ni mucho menos- el que nos ha hecho unirnos a padres, alumnos y profesores -de todo tipo de ideologías- por un fin común. Un fin que, desde luego, no son esas 2 horas (¿alguien cree, de veras, que toda la comunidad educativa se levantaría en armas solo por algo así?), sino el desmantelamiento progresivo -y alarmante- de un pilar de toda sociedad: la educación pública.