Mi prima
Marisa y yo estábamos hablando de lo extraño que nos pareció que en las labores
de nuestra abuela, Carmen Prats,que habíamos encontrado en un arcón en el pueblo, apareciese un sello de Escuela Normal de
Castellón, cuando pensábamos que había estudiado en Valencia, ya que
había nacido en Onteniente. Mi sobrina Marta, que nos escuchaba casi sin
prestarnos atención y que casualmente estaba cosiendo, se quedó sorprendida y exclamó casi enfadada:
-¡Qué fuerte!
Entonces, ¿los niños con problemas iban a una escuela "anormal"?.
Entre
carcajadas le explicamos que ese era el nombre que se daba a las escuelas de
magisterio antes de los años 70. El término proviene del francés école normale y su objetivo era
establecer las normas o modelos de enseñanza. En
España, en agosto de 1834 se creó en Madrid una Escuela Normal de Instrucción Primaria para formar maestros idóneos. El 8 de marzo de 1839
se inauguraba en el número 80 de la calle Ancha de San Bernardo,
la Escuela Normal-Seminario Central de Maestros, que ocupaba el antiguo
convento desamortizado de religiosas franciscanas de Santa Clara, lugar donde
hoy se encuentra el IES Lope de Vega.En 1848 se dispuso
establecer Escuelas Normales en todas las provincias.
Por lo que sabemos, mi abuela debió estudiar magisterio sobre 1.905 porque es la fecha de un cuadro pintado al carboncillo que parece un trabajo de clase.
Irantzu Varela nació en Portugalete (Vizcaya) en 1974. Periodista y activista feminista desde hace muchos años, es conocida por su
microespacio feminista en La Tuerka, llamado El Tornillo. Sus vídeos se
encuentran en la web de la cadena, en Público TV o en Youtube. En ellos vemos
como semanalmente con mucho humor aborda en cuestión de cinco minutos, un tema específico sobre
feminismo, que puede ir desde la custodia compartida, hasta una crítica al
machismo en los medios de comunicación, pasando por una protesta a los cánones
de belleza que impone el patriarcado. “Yo creo que como dice Simone de Beauvoir
que mujer no se nace, sino que se hace a través de un proceso de socialización
que te impone cómo debes vivir; lo que se considera feminidad en esta
sociedad”.
Regalar es un arte y regalar arte lo es aún más. Siempre me acuerdo de la anécdota que contaba Agustín, un
compañero de instituto, para ejemplificar los regalos envenenados. Un amigo
suyo pintor les regaló un cuadro. No les gustaba y, después de ponerlo en un
pasillo, decidieron bajarlo al trastero. El problema era que ese amigo los
visitaba una vez al año y estaban obligados a subirlo, hasta que se les olvidó
y pasaron el momento más vergonzoso de su vida. Esto pasó mucho antes de que en
la película francesa Dios mío, ¿pero qué
te hemos hecho? (2014), en una escena hilarante los padres de Ségolene, artista plástica, casada con un banquero chino, hicieran exactamente lo
mismo que mi amigo Agustín.
A mí, que solo soy aprendiza, me ha ocurrido algo parecido al revés. Se casaba la hija de mi mejor amiga y, como tenía de todo, decidí
regalarle un cuadro hecho por mí a propósito que me llevó algunas horas y que me parecía moderno y colorista, de acuerdo con la personalidad de la regalada. Y cuál fue mi sorpresa cuando su
madre me contó que no era del agrado del novio y que no lo iban a colgar en su
casa. No sé si agradecer tanta
sinceridad. Ahora me explico por qué tengo mis paredes llenas de óleos
pintados por mí.
Aunque borró de su mente
la relación que mantuvo con el que no puede ser nombrado, no le costaba
reconocerlo cuando sus amigos hablaban de él y lo lo enmascaraban con el
colectivo "los de matemáticas". El eufemismo siempre acaba
contaminándose del nombre al que sustituye. Tal vez en la decisión influyera
que, en los primeros tiempos de la ruptura, ella les dijo que no quería saber
nada de él, que no lo nombraran, que era como si estuviese muerto. Pero se
equivocó, a un muerto se le recuerda, no se le borra del mapa, no se le niega
la existencia. El innombrable, un sicópata emocional, entró en su vida hecho polvo, con un
trabajo alienador, recién separado con un hijo, para volcarle sus problemas. Aligeró su mochila para salir reforzado con la autoestima por las nubes,
mientras que ella terminó exhausta, aplastada por el malestar. Actuó como un
vampiro, en poco tiempo se adueñó de ella y de su entorno. Fue su
peor amante y el amigo más inepto. A un mentiroso se le ve a la legua; pero, a
un actor, henchido de amor propio que interpreta sentimientos para enmascarar
su falta de empatía, cuesta más desenmascararlo. Tiempo cruel, de pesadilla,
del que afortunadamente no quedan ni recuerdos, ni cicatrices. ¿Quién se
acuerda del aire fétido que entra por la ventanilla? ¿Y de esos zapatos que te
destrozaron los pies y tiraste a la basura? El que no tiene nombre no existió,
ni existe.
Para una urbanita como yo, que cultiva la jardinería en macetas, los problemas siempre vienen con la fauna que acompaña a las plantas: hormigas, orugas y pájaros. En primavera comienzan las invasiones de los gorriones y los mirlos. Me gustan los gorriones porque son graciosos,
pequeños y vivaces. La costumbre de alimentarlos la he heredado de mi madre y de mi abuela que siempre guardaban miguitas de pan para dárselas. A veces vienen danzando con sus crías por la barandilla. Como casi están desapareciendo, les dejo que se alimenten de los
nísperos aunque acaben diezmándolos. Son listos y van directamente al grano. En cambio, me desagradan los mirlos, grandes y torpes, que los están reemplazando. Con su pico excavadora de color naranja horadan toda la
tierra de las macetas en busca de comida y lo dejan todo perdido. Hoy uno se ha
despistado y se ha metido en una habitación. Se ha puesto nervioso, no sabía
cómo salir, y se ha dado golpes contra el cristal de la ventana. Parecía un cuervo de mal agüero aleteando frenéticamente. Nos hemos cagado los dos, él literalmente en una
pared blanca y yo metafóricamente del susto con miedo a que se revolviese
contra mí. Ha dejado un chapapote que me ha costado quitar. Ahora tendré que
ser más cuidadosa y no dejar ninguna ventana abierta. Que quede claro que mi invasor era más grande que el que aparece en la foto.
Cuando oí por primera
vez la expresión "cacoethes loquendi" me quedé prendada de ella. Como tengo una
ligera dislexia y tiendo a cambiar de sitio las sílabas y letras que oigo o
escribo por primera vez (además de que si no sé una cosa, me la invento), en mi
cabeza se quedó grabada como "cacahuetes para los loros" o "cacatúas".
Para mayor
claridad, después de consultar con un experto, dejo aquí sus sabias palabras:
"Cacoethes es una palabra latina tomada del griego y formada por kakós 'malo' y êthos 'modo de ser, carácter' y significa 'mala costumbre, manía'; loquendi y scribendi son genitivos de gerundio; por tanto, cacoethes loquendi significa 'manía de hablar' y cacoethes scribendi 'manía de escribir'.En "Diccionario
de expresiones y frases latinas" de Herrero Llorente (Gredos, varias
ediciones) están recogidas las dos
frases. La expresión cacoethes scribendi está en Juvenal (s.II d.C.), Sátira VII
52: insanabile scribendi cacoethes
'incurable manía de escribir' (esa sátira está dedicada a la mala situación de
los escritores, en su época como en todas). La palabra cacoethes aparece también
en otros autores latinos, y ya antes en los griegos. No he encontrado citas de c. loquendi en
autores antiguos latinos; pero la expresión está en el latín culto moderno, y
puede ser (digo yo) de origen medieval o humanista, quizá creada a partir del
verso de Juvenal".
Esta fiebre u obsesión por hablar o escribir es irrefrenable y afecta sobre todo a los escritores y a aspirantes a serlo. Nada que ver (eso espero) con la grafomanía, enfermedad mental que se expresa en la pasión de una persona para escribir sin habilidades literarias. Pensándolo bien, prefiero padecer verborrea antes que gonorrea y grafomanía antes que ninfomanía.
Los profesores no dejamos nunca de serlo. Mientras yo les
explicaba a mis colegas jubilados el relato de Elsa Bornemann Mil grullas y la
actividad tan interesante que hice con mis alumnos en clase, Juan Bautista
realizaba con movimientos sabios y precisos una grulla en papel verde. ¡Cuánta belleza puede salir de unas manos delicadas! Hoy he
recibido esta hermosa reflexión sobre la figura mítica de la grulla en la
cultura nipona.
LAS MIL GRULLAS
La grulla es la figura más famosa y más
mítica de la papiroflexia mundial (lo que llaman origami en japonés). Tiene un
origen tradicional, lleva siglos haciéndose en Japón. Igual que la pajarita en
España, otra figura mítica para nosotros, tradicional y ya citada por
escritores desde hace siglos. La grulla se difundió por todo el mundo a lo
largo del siglo XX, como se difundió toda la papiroflexia tradicional de cada
zona al resto del mundo.
Había en Japón una leyenda según la cual
plegar una grulla produce un efecto beneficioso, se cumple un deseo del
corazón, y regalarlas es transmitir un deseo. Estas grullas se pueden colgar del
techo insertadas en un hilo, como las cuentas de un collar, en un grupo de
cinco, número básico en la cultura japonesa. No en vano tenemos cinco dedos.
Nosotros al comprar vasos, platos o huevos, los compramos de seis en seis, el 6
es un número básico en nuestra cultura. En Japón es el número 5.
Pero si se doblan mil grullas, se
consigue un deseo importante, como la curación de una enfermedad o una larga
vida. Las mil grullas se van insertando en hilos, y las ristras se apilan o se
cuelgan juntas, en número par, por ejemplo 50 de 20 grullas, o 40 de 25,
formando un tapiz multicolor, que recibe el nombre se "senbazuru", lo
que significa exactamente "mil grullas". Es un valioso presente para
un recién nacido, o para un profesor hospitalizado, realizado colectivamente por
los alumnos. (En Japón es muy valorada la profesión de maestro. Toda la
población, excepto los profesores, está obligada por tradición a inclinar la
cabeza ante el Emperador).
La realización colectiva es una actividad
muy emotiva. La noche posterior al tsunami de marzo de 2011, en la casa de Japón
en Madrid se juntaron docenas de aficionados para plegar grullas durante horas.
Es un acto teñido de espiritualidad, algo parecido al rezo en las religiones
mediterráneas.
En 1945 Sadako Sasaki, una niña de dos
años, que vivía cerca de Hiroshima, sufrió los efectos de la radiación de la
bomba atómica. Diez años después, como muchas otras personas, y más los niños,
desarrolló una leucemia maligna. Sadako en el hospital comenzó a plegar
grullas, esperando llegar a 1000, y esperando su curación. Lo difícil era
conseguir el papel, utilizaba envoltorios de todo tipo, sus amigos le traían
papel, pero solo consiguió 644. Sus compañeras de colegio completaron las 1000
grullas y la enterraron con ellas. La historia de Sadako se difundió mucho y se
hizo muy popular, hoy diríamos viral, y ha dado pie a documentales, cuentos, e
incluso hay un monumento a Sadako en el parque de Hiroshima. Hoy día, más de
sesenta años después de su muerte, siguen llegando cada día a la tumba de
Sadako grullas realizadas por escolares de todo el mundo.
La grulla se ha convertido, a partir de
esta historia, en un símbolo de la paz mundial, en un referente para los
movimientos pacifistas. Cada vez que plegamos una grulla estamos contribuyendo
un poquito a la paz mundial. Y si la regalamos, estamos transmitiendo un deseo,
un sentimiento de solidaridad, de hermandad entre los seres humanos.
Realizar una grulla es muy fácil, solo son
diecisiete pliegues. Hoy con vídeos, o mejor con un amigo al lado que te dirija,
es muy fácil. Busca un cuadrado de papel, y... anímate.
Un usuario de Reddit ha elaborado un mapa del mundo con la
obra literaria que él considera más representativa de cada país. Ya lo hizo
el año pasado. La gracia de este mapa es que no escoge el libro más conocido, sino que da nuevas ideas para acercarnos a tradiciones literarias
poco conocidas. En el enlace se puede observar el mapa en fragmentos ampliables y consultar la lista de las obras, con la traducción del título en español, si la hay.
Elaborar un mapamundi con obras y autores de los distintos países
puede ser una buena actividad de clase para celebrar el Día del Libro en la
asignatura de Literatura Universal.
Poeliterari es un interesante y atractivo blog concebido como una herramienta
complementaria a las clases de Lengua. Contiene materiales diversos y
motivadores destinados a todos los cursos de secundaria y bachillerato. Un
lugar de de encuentro donde todos los profesores que quieren cambiar la manera
tradicional de impartir clases pueden compartir recursos didácticos.
He disfrutado leyendo el libro de Angelika
Schrobsdorff, Tú no eres como las otras madres,donde reconstruye la vida real e inconformista de su madre, nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los
prejuicios de su tiempo y deseosa de casarse con un artista y no con el «excelente
partido» que le han buscado, un comerciante opulento y maduro. El segundo
libro, La calma de Attila
Bartis, no me atrevería a recomendarlo, es un libro extraño que perturba tanto
por lo que sugiere como por lo que cuenta. En las postrimerías de la época
comunista en Budapest se desarrolla la historia que comienza con la muerte de
la madre del protagonista, un escritor de treinta y cinco años. Por ella solo
deambulan personajes extraños, torturados, solitarios y condenados a la locura.
Aconsejo los recorridos culturales de Wakeuptuours por Madrid, es muy
fácil distinguirlos por Ópera o por Sol por sus paraguas con los colores del
arco iris. Mi exalumno Mario Casado forma parte de este proyecto y su actitud
vital se ve reflejada en su presentación:
“Wake Up Madrid encontrarás profesionales entusiastas de
esta ciudad con un objetivo en común: Enseñar con ilusión y alegría nuestros
rincones e historias favoritas.
Somos un grupo diverso de graduados en turismo,
historiadores del arte y arquitectos amantes de Madrid los que te guiaremos por
las calles, rincones y plazas. Te contaremos cómo es Madrid, su historia y sus
secretos a través de nuestros free tours. Tenemos muchas ganas de que tu visita
se llene de experiencias inolvidables y transmitirte un poquito de la pasión
que sentimos por esta maravillosa
ciudad".
Ya tenemos el calendario del mes de abril. Yo lo espero con ansiedad porque siempre me hace conocer un autor desconocido o recordar a uno olvidado. Oír a los propios autores recitando sus poemas me pone la piel de gallina.
Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y después debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:
Héctor Llanos Martínez, un viudo escribe cartas anuales a su "Elenita" a través de esquelas. Cada 21 de marzo, desde hace 23 años, aparece una esquela en EL PAÍS que firma José Luis Casaus. Son textos breves dirigidos a su esposa, Elena Lupiañez Salanova, fallecida en 1994 y a la que llama "Elenita". En ellos da cuenta de su vida y la de sus hijos, los gemelos Yuri y Boris, que tenían 6 años cuando su madre falleció. Fue una historia de amor breve, así que estos microrrelatos sirven para prolongar una relación que terminó demasiado pronto.
Gracias a Gloria
Fuertes sustituí la palabra poetisa por poeta. Las dos son admitidas por la
RAE que utilizaba y utiliza todavía valores negativos para las actividades femeninas.
El femenino poetisa ha estado contaminado por la idea de que se evocaba con él
la incapacidad y la ignorancia de muchas y, con frecuencia, su cursilería o
afectación.
Con motivo del centenario de su nacimiento (28 de julio de 1917), en
el teatro Fernán Gómez se ha realizado una exposición que supone una recorrido de su vida y de su
obra a través de fotografías, poemas, documentos y objetos personales de la
poeta.
POETA INDEPENDIENTE
Ni fui madre, ni esposa,
ni viuda, ni religiosa;
y sin embargo soy
madre, de todos los niños del mundo,
esposa, porque esposé con todos mis amores,
viuda, porque enviudé de penas y alegrías,
religiosa, porque fundé mil Casas con mis versos.
No fui nada y soy algo.
Soldado, porque luché y lucho por la paz,
obrera, porque laboro en mi mesa de papeles,
maestra, porque enseño a los niños a reírse,
modista, porque coso los rotos a la gente,
modesta, mi lujo es el silencio en zapatillas.
Trabajo por mi cuenta
poeta independiente,
para llevar a todos
trozos de paloluz.
Para saber más:
Fátima Uribarri, Una desconocida Gloria Fuertes: “Solitaria, religiosa, lesbiana, enamoradiza, soltera, feminista, fumadora empedernida (murió de cáncer de pulmón), motera (iba en Vespa en los años cincuenta), pacifista, castiza, poeta (no ‘poetisa’, que no le gustaba esa palabra, cuenta Paloma Porpetta), todo eso era Gloria”.
Gracias al calendario literario de Juan Bautista, donde aparecía una crítica de la
novela, he leído Jude el oscuro. Su publicación en 1895 estuvo marcada por la
polémica, —incluso un obispo llegó
a quemarla públicamente—, debido al planteamiento querealizó sobre
el matrimonio, el sexo y el ostracismo al que la sociedad condena a
aquellos que no aceptan vivir según sus normas.Controvertida
historia que el propio autor definió como “una novela dirigida a hombres y
mujeres adultos, que quiere delatar sin eufemismos la guerra a muerte que hay
entablada entre la carne y el espíritu, y que trata de hacer ver la tragedia
que suponen las aspiraciones frustradas”.
A pesar de que el tema parece que no es de actualidad, creo que hay muchas personas que siguen atrapadas en las convenciones sociales que les impiden ser felices. La novela destaca por la creación de las atractivas personalidades de los protagonistas, los primos Jude y Sue, y las dramáticas circunstancias que les rodean.
Jude, el pusilánime, el autodidacta, el depresivo, el que nada a contracorriente, es un
espíritu puro, fiel a sus principios, que se verá torturado por sus dos puntos débiles: el alcohol y el sexo y por dos mujeres. Encontrará la horma de su zapato en la voluble
y neurasténica Sue que, como el perro del hortelano, ni come ni deja comer. Los dos arrastran unos matrimonios fallidos, él para salvaguardar el honor de su mentirosa novia deshonrada y ella para convertirse en una mujer honrada
delante de la comunidad. Todo se pudo evitar, pero sus propios temperamentos les llevan
al desastre, a la tragedia familiar y a la desesperación.
Transcribo el argumento, no con el ánimo de destriparlo, sino para que no se me olvide. "Desde muy niño, Jude, un pequeño campesino de Cresscombe,
sintió cómo máxima aspiración la de convertirse en una persona culta. Cómo no
podía pagarse una educación, tuvo que convertirse en autodidacta y a partir de
unos libros que le envía el antiguo maestro del pueblo comienza su propia
formación. Conoce a Arabella, una bella joven propietaria de una granja de
puercos y en poco tiempo se casa con ella. Tras participar con su mujer en la
cruel matanza de un cerdo, decide abandonarla y marchar a Chrisminter, foco
cultural de la zona. Allí viven su ex maestro, persona a la que siempre había
admirado desde el recuerdo; y Sue una prima a la que sólo conoce por una foto y
de la que se ha enamorado platónicamente. En esta pequeña ciudad trabajará como
tallador aunque le será imposible acceder a la universidad. La aparición de la
prima Sue en su vida, se la complicará aun más. Juntos intentaran vivir un amor
lejos de las convenciones sociales, sin estar casados por la iglesia, pero a
todas luces imposible de llevar hasta sus últimas consecuencias y que, por ese
motivo, los hará muy infelices. Se trata de un amor torturado, inestable y
triste que destrozará la vida de ambos y que afectará también dramáticamente a
terceras personas".
El signo &, extendido en países anglosajones y conocido
como "ampersand", es una alternativa gráfica de la conjunción
copulativa latina “et” y así es su nombre en español. También se conoce como
"signo tironiano", ya que Tirón, esclavo secretario de Cicerón solía
recurrir a grafos y símbolos que le ayudasen a agilizar su tarea y combinaba dos
letras en una por medio de una ligadura.
Alex Grijelmo, Dani&Flo :"Este símbolo se ha utilizado muy poco en español y resucita ahora copiado del inglés para aumentar el prestigio de algunas marcas, como “tarjeta Renfe &tú”, “Vittorio & Lucchino”, “Devota & Lomba” o “Durán & Durán, abogados”. Pero quizás el efecto se desvanezca de nuevo si vienen detrás “Eduviges &Manolo, peluquería” o “Ruiz &Gutiérrez, frutas y hortalizas”.
Nota: Por más que lo he intentado no aparece el signo en el blog como lo escribo en mi teclado. Otro de los misterios de la informática que no entiendo.
El documento de slideshare es solo para consultar o fotocopiar. P.D. Hay una evidente errata el día 7, Perec, ha bailado el 8 por el 9 en la fecha de su nacimiento. Y otra en Gabriel Celaya, que murió en 1991 y nació el 18 de marzo de 1911.
Ese futbolista aficionado,
que sonreía en pocas ocasiones, aunaba el atractivo de un joven actor Steven Seagal con la indefensión de un niño mimado. Poseía un cuerpo
fornido, repleto de testosterona y parecía no
temer a nada ni a nadie. Le cayó muy bien a su compañera de oficina porque la
acercaba a su lado oscuro al que pocas veces se asomaba. Entablaron una buena amistad, se buscaban, charlaban de lo humano
y de lo divino y, sobre todo, se reían juntos. La diferencia de edad y de
caracteres había hecho que no se les plantease ni remotamente una relación más
allá de la amistad y eso les hizo inseparables durante un tiempo. En las
reuniones sociales, ella, que tenía pareja, asistía divertida a sus conquistas, cuando su
mirada de cazador acorralaba a las presas femeninas que rápidamente caían
rendidas a sus encantos en el morral. Pero poco a poco fue descubriendo la
verdad de las mentiras que urdía su amigo que se paseaba inconscientemente por el filo de la navaja. Si
jugaba a las tragaperras, no era por
entretenimiento; las faltas injustificadas al trabajo no se debían a enfermedad alguna; las multas de tráfico no eran achacables a la
mala suerte; el dinero que le habían robado en el cajero no era al descuido, se
lo había robado su chica de turno; si acababan en
un bar de mala muerte, era para buscar un camello; las heridas de la cara no se producían en el fragor del partido... Un día muy largo, bañado con cervezas, después de ir al servicio
varias veces, traspasó los límites establecidos entre ellos y manifestó su
verdadero ser: un egoísta violento incapaz de recibir un no por respuesta. La máscara cayó inmisericorde: detrás de esa fachada atractiva y sensible se escondía una personalidad atormentada, un jugador, un
mujeriego misógino, un alcohólico (a veces también cocainómano), un mentiroso
compulsivo que no quería a nadie porque era incapaz de quererse a sí mismo. Siguieron compartiendo espacios comunes, pero ya no se les volvió a ver juntos
nunca más. Se acabaron para siempre los días de vino y rosas.
¿Quiénes fueron y por qué
se inspiraron en ellas para crear una obra magna que todavía hoy perdura entre
nosotros? En honor a ellas, a lasprotagonistas de las historias
más leídas que,
como vamos a demostrar, tienen un origen real que resulta necesario conocer
para apreciar todavía más si cabe la obra y reconocer las verdaderas artífices
de la gloria que elevó a sus creadores al universo literario de los clásicos. Beatriz,
Julieta, Dulcinea, Margarita Gautier, Emma Bovary, Alicia, Jo March, Dorothy,
La Maga...
Hasta ahora no había leído nada de Palacio Valdés. En mi
época universitaria no estaba muy valorado, supongo que tuvo que luchar contra
la sombra que proyectaban los dos grandes gigantes de la literatura de su tiempo,
Galdós y Clarín, a los que dedicamos muchas lecturas y comentarios. Aunque en
su dilatada carrera como escritor tuvo bastante éxito fuera y dentro de España y
se hicieron varias adaptaciones cinematográficas de algunas de sus novelas (La
hermana san Sulpicio, La fe, Las aguas bajan negras, adaptación de La
aldea perdida).
Después de la lectura de La espuma (1890) he
descubierto que el escritor asturiano está a la altura de sus amigos de
generación. Su estilo ameno, humorista y sensual destaca sobre todo en la
descripción de personajes y costumbres. Los que lo han tildado de conservador,
sentimental y mediocre no conocían bien su obra, porque, aunque no era
revolucionario ni anticlerical, no se le puede acusar de cursi ni de localista.
A él también le dolía España y destaca
su amor por la justicia, por el bienestar social y la redención de las clases
más humildes. Sus críticas a la alta sociedad están basadas en un catolicismo
reformista y en las ideas socialistas. El propio autor afirmó: «Yo soy
católico, pero huyo de las pasiones de los católicos, contrarias enteramente a
la doctrina de Jesucristo. Aquí en casa he tenido curas y frailes que vinieron
a sondear mi espíritu y a inclinarme hacia finalidades políticas que están muy
lejos de mi corazón. No me explico al católico germanófilo. Es una aberración.
Y es que muchos católicos lo son por reaccionarios. Yo, por católico, soy
liberal y republicano si me aprieta un poco.»
La espumanos sitúa en las altas esferas de la aristocracia y
la burguesía madrileñas –la espuma de la sociedad, la crème de la crème- para
mostrarnos los salones donde se elevan y derriban gobiernos y se hacen los
grandes negocios. Presenta la decadente aristocracia madrileña con sus amoríos,
fiestas y lujos estériles: Clementina, hija ilegítima del duque Antonio de
Salabert, esposa de Tomás Osorio, abandona a su amante Pepe Castro,
encaprichada del ingenuo Raimundo Alcázar. Los jóvenes viven entre fiestas y
matrimonios de conveniencia, cambios de amantes y frustraciones. Al morir la
madrastra de Clementina, ella deja a Raimundo para prosperar con un amante más
influyente.
El capítulo XIII me ha sorprendido enormemente, Salabert ha especulado
y comprado al Estado las minas de Riosa (trasunto literario de Almadén) e
invita a sus amigos para pasar allí una jornada. Dentro de una galería celebran
un banquete surrealista, digno de una
película de Buñuel, donde toma la palabra el médico de la mina, Quiroga, y les
hace ver la realidad de los mineros, que padecen todas las secuelas que
conlleva una vida insana y un salario mísero, rebelándose entre sarcasmos
contra la injusticia social impuesta por un capitalismo sin entrañas que hace
trabajar incluso a niños de siete años. Los comensales aparecen levemente
conmocionados para olvidarse enseguida.
El retrato de la sociedad española de la Restauración que
hace el escritor asturiano tiene vigencia plena en la actualidad. No ha
cambiado, nuestra clase dirigente está formada, como entonces, por personajes
codiciosos, deshonestos y cínicos que solo se mueven por poder y dinero en beneficio propio.
La siguiente novela que leeré será sin duda Marta
y María. Mis padres hablaban muy bien de ella.
Carlos Osorio, autor de libros sobre Madrid, organiza paseos
amenos y originales para disfrutar de las posibilidades que nos ofrece la
ciudad (Historia, anécdotas, secretos, leyendas, paisajes, tabernas,
comercios... lo que no se ve a simple vista) al tiempo que conocemos a los
madrileños de otros tiempos. Aprender deleitándose. El paseo como obra de arte.
Paseos para los de aquí y para quien tenga espíritu de viajero.
Este mes de enero ha estado lleno de noticias de Villena, el pueblo de mis padres. El río Vinalopó, generalmente seco, estaba desbordante de agua
después de las abundantes lluvias. La semana pasada, la gran nevada aisló
la comarca. Y en Madrid, con motivo de la Feria de Turismo (FITUR), el desfile
de Moros y Cristianos por la calle Preciados hasta la Puerta del Sol donde
homenajearon al villenense Navarro Santafé, autor de la famosa escultura del oso
y el madroño que cumplía cincuenta años.
Esta semana, el desagradable incidente en el IES Las Fuentes donde un estudiante de diecisiete años hirió con un cuchillo de cocina a cinco compañeros en clase hasta que fue reducido.
Ayer, la triste noticia
de la muerte a los 89 años de mi tío Vicente Prats Esquembre, fundador de la
Asociación de las Personas con Discapacidad Intelectual de Villena y comarca
(APADIS), dinamizador de la vida cultural y estudioso de la historia y las
tradiciones de Villena, sobre las que escribió
varios libros: «Ruperto Chapí, un hombre excepcional», «Joaquín María López, un
líder liberal para España», «Las Vírgenes de las Virtudes en España» y «La
Ermita de San Antón». Y hoy domingo, la retransmisión por rtv2 de la misa celebrada en la iglesia de Santiago con motivo del centenario de la llegada de los salesianos a Villena. El vídeo tiene al comienzo un interesante resumen sobre la historia de la ciudad.
Con esta muerte ya no queda nadie de su generación en mi
familia. Numerosos recuerdos me vinieron a la mente. Las tertulias que
realizaban los miércoles las viudas villenenses afincadas en Madrid en la cafetería Fuyma de la Gran Vía antes de
su cierre en 1995: Ángeles Caturla, Celia López Hernández, viuda de Navarro
Santafé, Pepita Forte y mi madre, Carmen Bravo Prats. Las animadas
conversaciones de Vicente Prats Nadal, el padre, con mi abuela Carmen en
valenciano porque habían nacido en Onteniente y el cariño que se tenían todos
los primos. Vicente siempre llamaba a mi madre por Navidad. Desde aquí mi más sentido pésame. Se me quedaron pendientes muchas conversaciones para saber más de la familia Prats.
Juan Antonio González ha ejercido como profesor en el colegio Sutefie de Zufre, Huelva, durante 32 años, hasta el pasado 9 de enero, último día de trabajo en el centro. Ese día se jubilaba y sus compañeros y alumnos idearon un plan para rendirle un
homenaje que consistió en un largo pasillo lleno de alumnos, profesores y
padres que no paraban de aplaudirle. En palabras de José Antonio “fue el mejor
homenaje posible que me habrían podido dar”.
Ayer me llegaron vía
wasap estos dos testimonios que a continuación copio. Pido perdón porque no he
pedido permiso.
Se van los viejos profesores
Se van. Recogen sus cosas de la clase en una cartera, apagan
la luz y se van. Llegaron en los setenta. Con sus gafas de pasta, su barba, sus
pantalones de pana, su faldas demasiado largas o demasiado cortas. Llegaron a
centenares, llenando colegios hechos a toda prisa a los que pusieron nombre de
poetas o de viejos pedagogos proscritos. Llegaron con una inmensa sed de
aprender a enseñar. Pintaron los muros grises de las escuelas con dibujos
infantiles. Querían cambiar el mundo con papel continuo, unos pinceles y unos
botes de tempera. Aprendieron en las
escuelas de verano a bailar, a tocar el pandero, a hacer pasta de papel o a
conocer el nombre de los árboles y de los pájaros. Se confiaban unos a otros su
ignorancia y la urgencia de cambiar una España aún demasiado sucia, demasiado
triste. Se quitaron el don para tutearse con la gente. Ahora los maestros eran
solo Jesús, Joaquín, Paloma, Javier, Nieves, Isidoro o Fernando. Llenaron las
bibliotecas de libros y de algún lector. La literatura infantil y juvenil se
puso de moda y empezó a ser algo más que Julio Verne o Salgari. Aquellos profes
volvieron a sacar a los chicos al campo, a ver las montañas, los ríos, más allá
de los atlas. También a las calles de los barrios rescatando los carnavales y
con ropas viejas cabezudos de cartón. Con sus propios errores y con los ajenos fueron
perdiendo por el camino sus utopías. No todas. Quizá la mayoría. Soportaron el
capricho y la estupidez de los políticos y legisladores. Protestaron, a veces no lo suficiente. No les escucharon
nunca. De progres e ilustrados pasaron a ser analfabetos digitales. Pero todo
se aprende si se quiere. Mal, pero se aprende. Y como dice la canción: el
tiempo pasa y nos vamos haciendo viejos. Menos para los alumnos. Ellos nos
siguen viendo como siempre, aunque tenga la misma edad que sus abuelos. Cada
año en el colegio se jubila uno o dos y deja la escuela en esos días azules,
con ese sol de la infancia. Sus primeros alumnos tienen ya cuarenta años o
casi. Son los famosos millennials. Algunos son parados o médicos, enfermeros,
abogadas, taxistas, incluso algún profesor. Son el resultado de años de trabajo
sin ver nunca el fin ni el principio.
No todo fue inútil. Los hay generosos con talento y un punto
de rebeldía. Viven en España y algunos –demasiados- también en el extranjero.
Puede que paseen más por internet que por la calle. Tal vez alguno dejo colgado
los estudios y el futuro y se miren las manos vacías. Eso, amigo, no se aprende
en la escuela, por desgracia. Pero sobrevivieron a la EGB, al viaje de fin de
curso a Mallorca, a los amores y desamores, a la desilusión y ahora a la crisis
económica. La mayoría rechaza la idea de que nada cambiará. Lo aprendieron
coloreando con Plastidecor y rotuladores Carioca, oyendo las viejas canciones
que hablaban de que los piratas pueden ser horados y los príncipes, malos. Que
a los lobitos buenos los maltratan los corderos, y por eso, ellos no quieren
ser no corderos ni borregos. Se van los profes de la EGB con el pelo gris o
sin pelo. Pero se van contentos. Hicieron lo que pudieron. Más o menos. Así que
se sienten pagados cuando les reconoce por la calle la sonrisa tímida de una
exalumna o reciben el abrazo de un muchachote con entradas que quizá se llame
Sergio ¿o era Iván?- Entonces nuestro corazón se alegra. Luego recogemos
nuestras cosas y decimos, diremos adiós.
Un profesor de EGB
Un buen retrato de lo que hicimos, pretendíamos hacer y de
la ilusión que pusimos por conseguir una escuela mejor, un país más justo, más
abierto y más democrático, y un mundo en paz y armonía con la naturaleza y el
planeta. Nuestro tiempo en la escuela paso, pero ahí quedan, no solo el
recuerdo, sino nuestro esfuerzo y nuestro ánimo materializado en las nuevas
generaciones. Hicimos lo que sabíamos, podíamos y, a veces, lo que nos dejaron;
pero yo me quedo con el cariño que he recibido y aún recibo de mis antiguos
alumnos y con la idea de que intentamos hacer un mundo mejor.
Me han mandado este glosario feminista para principiantes que
contiene una serie de neologismos y anglicismos para mí desconocidos. Como
sigan creciendo, estar al día en el
feminismo se va a convertir en un suplicio para mi generación. ¡Cómo echo de
menos los latinismos! Body
shaming, bropropriating, cisgénero, empoderamiento, friendzone, mansplaining, manterrution,
purplewashing, slut-shaming… Entre ellos destaco una palabra que me ha
hecho mucha gracia por su significado metafórico: manspreading, expresión
inglesa que describe una práctica realizada por algunos hombres en el
transporte público que consiste en espatarrarse de piernas ocupando más espacio
del que les corresponde.
Como regalo, las caras que ponen las mujeres cuando oyen expresiones machistas habituales.
Marina Díaz, profesora de teatro en el colegio Lourdes cuando
estaba en activo y alumna cuando se ha jubilado, me ha dado permiso para publicar
en mi blog Escenas cotidianas. La obra
de teatro, registradaen laSociedad de Autores, es un reflejo de su
mirada observadora y crítica que lleva años luchando contra la sinrazón de las
instituciones que provoca que lo fácil se vuelva difícil. La pieza breve, dividida en monólogos y
escenas, presenta divertidas situaciones surrealistas en las que las buenas
personas son avasalladas por los prejuicios, la injusticia y la mala suerte. Me
recuerda mucho al estilo de Luis Alonso de Santos y, al más lejano, de Carlos
Arniches. Espero que pueda servir de ayuda a otros profesores.
Si hay algún error o errata en el texto, no hay que
atribuírselo a la autora sino a una servidora que ha intentado condensarlo al
máximo por si es fotocopiado.
La literatura, esa es su grandeza, te acerca a la vida, a
historias y a personajes que no tienen nada que ver con tu experiencia
cotidiana y que solo conoces de oídas o por los periódicos. He leído este
último mes dos libros sobrecogedores que tienen como tema principal la
pederastia. El primero, la novela Tan
poca vida de la escritora Hanya Yanagihara
y el segundo, Instrumental,
el impactante libro de memorias del músico James Rhodes. Los dos se centran en
las víctimas de tan horrenda lacra, en
dos niños solitarios y sensibles que se convierten en presa de degenerados que
les destrozan la vida y el cuerpo, creándose un vínculo extraño entre el abusado
y el maltratador que les hace ser doblemente víctimas, tanto de los abusadores
como de sí mismos. Y algunos de esos niños que no saben cómo defenderse ante el horror,
rodeados de miedo y de silencio, acaban comportándose igual que sus
maltratadores. No solo les destrozan la infancia contaminándoles sino también
su futuro, serán incapaces de mantener relaciones amorosas mínimamente
equilibradas. Para enmascarar su culpa se ofrecen a otros hombres, abusan del alcohol y las
drogas o se autolesionan con cuchillas de afeitar. Buscan en el dolor el placer
que se les ha negado de otra manera. En su biografía son comunes las curas de
desintoxicación, los psiquiátricos y los hospitales, tras fallidos intentos de
suicidio. La imagen de la portada deTan
poca vidaes ilustradora, nos muestra a un joven atractivo que exhibe lo
que parece ser una mueca de dolor y que en realidad pertenece a una serie del
fotógrafo Peter Hujar sobre el amor y la lujuria y se llama 'Orgasmic Man'.
Supongo que falta un libro que nos explique la degradada psicología del pederasta
que pasó de victima a verdugo sin salir del colegio o de la iglesia donde
creció.
Tan poca vida
gira sobre la amistad masculina, el maltrato y la homosexualidad. Los
protagonistas son cuatro amigos treintañeros de Nueva York, excompañeros de
piso universitario que pasarán de tener
un escaso éxito laboral a triunfar en
sus profesiones: JB, un artista negro gay, Malcolm, arquitecto mestizo y niño
de papá, Willem, un apuesto actor del Medio Oeste y Jude, un brillante y
atormentado abogado. Pero el verdadero protagonista es Jude, víctima de
espeluznantes abusos sexuales descritos con inusitada crudeza. La novela es
desigual, algo maniquea (todos los personajes de la infancia del protagonista
son demonios y los de su juventud, ángeles) y le sobran muchísimas páginas.
James Rhodes nos cuenta su trepidante historia en Instrumental, mezcla de
exhibicionismo autocomplaciente, autoterapia y manual de ayuda, desde el
principio cuando fue violado por su profesor de gimnasia: “Si comparásemos
la vida con correr un maratón, los abusos sexuales en la infancia tendrían el
efecto de quitarte una de las piernas y cargarte con una mochila llena de
ladrillos en la línea de salida".
El pianista se salvó de sus demonios gracias a la música clásica y a los
músicos que utilizaban la creación musical para huir de la locura: “Me violaron
a los seis años, me internaron en un psiquiátrico. Fui drogadicto y alcohólico.
Me intenté suicidar cinco veces. Perdí la custodia de mi hijo (…) Pero no voy a
hablar de eso. Voy a hablar de música. Porque Bach me salvó la vida. Y yo amo
la vida.” Es inolvidable la frase del comienzo: "La música clásica me la pone dura”. Aconsejo leerlo mientras se oyen las
sinfonías y sonatas que recomienda en un link en las primeras páginas de su
libro.
La novela retrata la trayectoria vital de un adolescente que,
en un impredecible ataque de ira, mata a otro niño en un pequeño pueblo francés
y debe cargar con el sentimiento de culpa el resto de sus días. Con esto no
desvelo el misterio que ya aparece escrito en la contraportada, porque lo
importante es que a partir de ahí se desarrolla una trama imprevisible con
tintes de novela policíaca en la que influye el azar. La historia breve (por
fin, una novela a la que no le sobran palabras ni páginas) tiene una estructura
sencilla y brillante que te atrapa desde el primer instante.
Esta entrada ha sido uno de los daños colaterales de la desaparición de
fotos. Hubo un error informático o mío, no sé, que hizo que esta entrada
cambiara de título y pasara a ser Retratos de familia que apareció duplicada y
la borré. Por lo tanto no hay rastro en ningún sitio de lo que escribí hace
siete años y es imposible reconstruirlo, a no ser que alguien lo haya guardado
en su ordenador. Recuerdo que la escribí después de que me regalaran el libro
del eldense Pedro Maestre, El libro que
Sandra Gavrilich quería que le escribiera, por mi cumpleaños. “Como el autor es casi de tu pueblo y
transcurre en Malasaña…”, me dijeron. Escrito diez años después del premio Nadal, es una novela autobiográfica
que describe la autodestrucción de una pareja. Pedro Maestre realizaba una
semblanza de sí mismo donde se presentaba como un optimista triste y me
recordó a algunos miembros de mi familia. El libro es perfectamente olvidable
si no fuera porque utiliza algunas de las palabras, localismos de la zona de
Alicante, que yo oía en mi casa pero que nadie entendía si las pronunciaba
fuera. Y es que en mi pueblo, Villena, encrucijada de caminos y reconquistas, se
habla un castellano plagado de arabismos, aragonismos, valencianismos y murcianismos.
Incluso tenemos un diccionario realizado por José María Soler García.
Aquí pongo una muestra de estos localismos (solo los significados, no las etimologías, porque ese es otro cantar):
Sin olvidarnos de la profusión del sufijo -ico. Otra curiosidad, el anís típico de Villena se llama KATAKI: su nombre proviene de la expresión villenense ¡cata'quí! (literalmente "mira aquí").