“Sabed que el mundo es como un libro y los hombres son como las letras, y las planas escritas son como los tiempos, que cuando se acaba la una comienza la otra”. Un gran relato de aventuras escrito en el siglo XIV, el Libro del caballero Zifar, nos convertía a todos en letras de un infinito alfabeto y hacía del suelo una sucesión de páginas en renovación continua bajo nuestros pies. La voz libro (latín liber), usada en todas las lenguas romances, se hacía ya en la Edad Media vehículo para una metáfora feliz: vivir es ir pasando páginas. La creación de esta imagen era solo una muestra más del profundo arraigo que tenían los libros en la mentalidad y en la vida de una sociedad, curiosamente, muy poco alfabetizada. La palabra libro fue creciendo en nuestra lengua, incrementando la familia de formas derivadas (libresco, librario...) y dando lugar a una fabulosa fraseología nacida de su prestigio manifiesto. Aquí la reduciré a tres muestras" (...) Seguir leyendo
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