sábado, 8 de enero de 2022

El otro sinaí: una fuente de salud

El monte Sinaí
Ahora que las tremendas imágenes del volcán de La Palma han cesado, debo confesar que me han recordado al monte Sinaí o monte Horeb, situado al nordeste de Egipto, entre África y Asia; el lugar donde, según el Antiguo Testamento, Dios entregó los Diez Mandamientos. Para Freud, Yahvé era, con seguridad, un dios volcánico; el fuego abrasador del Monte Sinaí se refiere a un volcán en erupción y reconstruye  la imagen originaria de un demonio ominoso que, sediento de sangre, provoca la destrucción. Como ese dios iracundo se presenta en la actualidad el cambio climático para exterminar la humanidad.

Pero hoy me quiero referir a otro sinaí, una fuente de cerámica de origen valenciano: un sistema de depuración de agua completamente natural, inventado en 1926 por el valenciano Conrado Granell. Además de filtrar y depurar el agua se podía convertir en minero-medicinal introduciendo diferentes preparados químicos para combatir algunas dolencias como la acidez de estómago. Aparece en un contexto en el que la sociedad toma consciencia de la necesidad de seguir en la vida cotidiana unas mínimas medidas higiénicas para evitar la propagación de enfermedades (corriente higienista), algo así como el undécimo mandamiento, siendo el agua un elemento clave en todo este movimiento y las fuentes y los balnearios su estandarte. Se fabricaron distintos tipos de filtros, pero el más conocido fue el modelo de comedor que mide en torno a 157 cm. Los motivos decorativos variaban en función de las épocas de fabricación desde el modernismo al art-decó, pero también según el artista. En el algunos  aparece representada una mujer apoyada en la fuente y al fondo una montaña en clara referencia a las propiedades minerales de la fuente. En otros hay una referencia clara a la historia bíblica, donde se aprecia en la decoración la representación de la entrega a Moisés de los diez mandamientos en el monte Sinaí. 


       “El aparato SINAI, como es fácil de comprender, no es un filtro más; consiste, sencillamente en una prodigiosa fuente mineral en miniatura que elabora a voluntad aguas minerales de mesa y medicinales, completa y perfectamente depuradas y revitalizadas, (…) Con un SINAI ya no se precisa ir en busca de la fuente medicinal; es el propio manantial salutífero el que se lleva a casa.”

                                                  Folleto de promoción del sinaí

La foto de la izquierda corresponde al sinaí que ha estado siempre en casa de mi abuela Carmen Prats y que creo que pertenecía a mi tío Ernesto Rodes Martí. En la actualidad se ha convertido en un objeto de decoración que preside la sala de estar de Casa Zoilo. El estado de conservación es bueno, solo le falta el pedestal que fue sustituido por uno de madera. Responde al modelo neorrenacentista que remite a una copia de los estilos castellanos propios del manierismo y del primer Barroco (finales del siglo XVI y principios del XVII) que acabaría incorporando las decoraciones de la cerámica de Talavera con paisajes y arquitecturas tanto en azul como polícromas.

El vídeo ilustra con todo detalle este elemento cerámico realmente curioso:


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