Los jardines del
Campo del Moro son un buen lugar para perderse y desconectar. Este lunes el día se presentaba nublado, húmedo y frío, ideal para adentrarse por sus veredas solitarias flanqueadas por frondosos árboles de vivos colores otoñales. A lo lejos se oía la música de la banda militar.
A la vuelta una agradable sorpresa: dos ginkgos perdidos en el desierto de granito de la plaza de Isabel II (Ópera).
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Ginkgo |
1 comentario:
Lo cuentas tan bien que animas a visitar eso lugares. Muy buenas las fotos.
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