Incorporo al blog la nueva felicitación de Peter Hassell para compartirla con todos. Sus dulces de navidad me parecen bellísimos, dan
ganas de atraparlos y comerlos. Me hace
gracia que a este londinense atípico le gusten las frutas de Aragón. En las navidades solo disfruto de las luces y los dulces de mazapán, estos días me invade la melancolía porque me acuerdo de todos los que ya no están. Añado el apunte que realizó con maestría y rapidez mientras nos tomábamos una cerveza en un café del barrio.
viernes, 14 de diciembre de 2018
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