jueves, 29 de junio de 2017

El ejército de los sensibles

Nunca me afilié a un partido político, ni a un sindicato, ni siquiera he pertenecido a ningún grupo (excepto al colectivo Hypatia de educación no sexista allá por la transición) como buena seguidora de las teorías marxistas de Groucho ("Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo”).  Aun así, el domingo pasado, después de leer en El Mundo el artículo de Rebeca Yanke,  El ejército de los sensiblesdurante unos minutos pensé en enrolarme en este ejército, después de hacer un test de 22 preguntas que sirve para saber si uno es sensible, altamente sensible o, directamente, una piedra. Más de 1.000 personas, mal calificadas históricamente en la literatura psicológica como personas tímidas o muy introvertidas, han participado en los encuentros que organiza, desde 2015, la Asociación Madrid PAS a través de la plataforma online MeetUp.
Muchos son los rasgos que me unen a estas personas que viven en carne viva; pero somos minoría, como mucho, un batallón, una centuria, un destacamento:
"Lloran a menudo, a veces sin razón aparente -para quien no mira profundo-, empatizan rápido con las personas de su alrededor, saben escuchar, desean ayudar casi constantemente, tienen un marcado sentido de la justicia y una tendencia natural a la observación, a reflexionar antes de hablar, a percibir hasta la información más sutil y relacionar, a gran velocidad, unos datos con otros hasta formarse una imagen global. No es que quieran hacerlo, es que les brota de manera innata".
Me identifico, sobre todo, con las palabras de Luis: "Llevo mal la agresividad y la injusticia, llevo mal el porque sí, el porque lo digo yo. Necesito resguardarme, hacerme un escudo. Una vez sé que algo me daña, en la medida de lo posible, me quito de en medio. Si algo no me aporta nada bueno excepto dejarme dos días hecho polvo, esto significa que debo alejarme de ese entorno o de esa persona. Llevo mal la imposición, el abuso del fuerte al débil, o del jefe sobre el empleado, todo eso me saca de quicio". 

Para saber más: Equilibrio y sensibilidad

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