lunes, 20 de septiembre de 2010

La joven y el viejo

Resultado de imagen de la joven y el viejo bloggelesEstoy ordenando papeles mientras cuido de mi madre, cada vez más lejana e inválida. Entre los papeles que quiero rescatar del olvido aparece una carpeta sin título llena de fotocopias con algunas fotos. Al abrirla he encontrado unos escritos que parece que nunca existieron en mi memoria selectiva. Me hablan de unos meses de esplendor, de felicidad, de encuentros, de amistad y de amor. Como estoy haciendo un ajuste de cuentas con mi pasado, intento recordar. Todo empezó por unas cartas de amor en San Valentín que nos enviábamos profesores y alumnos y terminó con una carta cruel, todavía no sé por qué.
Los trípodes tienen muy buena sujeción y estabilidad. La amistad entre dos mujeres y un hombre no. Lo sé por experiencia, cojea de un lado, siempre del más débil, en este caso del mío, que era la mayor y dediqué parte de mi tiempo a enseñar sintaxis a la hija adolescente del compañero, mientras era cómplice de una mujer que hasta entonces me pareció encantadora. Tal vez, por prejuicios absurdos, no quería tener ninguna relación física con las otras dos patas, a las que la tensión sexual les desbordaba por todos lados, incluso animé a que se relacionaran entre sí (“un bombón así no se puede desperdiciar”). Cuando la parte masculina reculó y no cumplió con el deseo de posesión de la mujer joven, oí lo que nunca debía haber sido pronunciado: “¡Pero qué se ha creído este viejo!”.  En ese momento, desapareció toda la magia y surgió una máscara despechada de grandes labios rojos que sabía muy bien cómo herir. Casi al mismo tiempo, recibí una carta donde se me explicaba que él siempre estaría a favor de esa mujer que había envenenado sus sueños.  Antes, me habían dado esquinazo varias veces para buscarse en la soledad de los bares cercanos ante testigos mudos que después hablaron más de la cuenta. Discretamente me separé y públicamente me distanciaron. En el quincuagésimo cumpleaños del hombre inteligente y sensible con gran sentido del humor, se invitó a todo el mundo menos a mí: a secreto agravio, pública venganza. ¿Pero de qué ofensa hablamos?
Los compañeros sorprendidos hicieron su lectura, imaginaron una rivalidad que no existió.
No cambié de actitud, me mantuve en un silencio triste y puse tierra por medio. No di pábulo a ninguna comidilla. Nunca se deja de querer a los amigos, aunque no los entienda y sepa que nunca más volveré con ellos  a comer en Samarcanda.

jueves, 16 de septiembre de 2010

I.E.S Vista Alegre


El 70% de los 'coles' públicos de la capital no cumplen los mínimos de seguridad
20 MINUTOS.ES / AGENCIAS. 05.08.2010 El 70% de los colegios públicos de la capital no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad establecidos por la legislación. Así lo ha denunciado este jueves la concejala responsable de temas de Educación del Grupo Municipal Socialista, Ana de Sande, que ha pedido que se dé "preferencia" en el futuro a las obras destinadas a aumentar la seguridad y reducir los accidentes en los colegios.
En este tipo de actuaciones se incluyen la reparación de las instalaciones eléctricas, la fijación de canastas y porterías en los patios, la reposición de azulejos y pavimentos con riesgo de desprendimiento o las obras de supresión de barreras arquitectónicas, ha señalado. De Sande ha recordado que tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid están haciendo este verano obras en 132 colegios públicos de Infantil y Primaria, alguno más que el año pasado, pero un número, a su juicio, "aún muy insuficiente" por la antigüedad de la mayoría de estos edificios y porque muchos de ellos necesitan obras de rehabilitación y no meros "lavados de cara".

Otra noticia del 19 de febrero de 2011:

El 82% de los IES mejoró en 2010 en la prueba de Conocimientos pero la mitad aún no supera la media
El 82 por ciento de los Institutos de Educación Secundaria (IES) de la Comunidad de Madrid mejoró sus resultados en la Prueba de Conocimientos y Destrezas que se realizó durante el pasado curso 2010, con respecto al año anterior, pero todavía la mitad no supera la media que suman los centros.
En general, la nota media de los alumnos de Secundaria en la Comunidad, atendiendo a la metodología PISA, ha pasado de 500 puntos en 2009 a 530 puntos en 2010, siendo el IES con mejor nota (693 puntos en 2010 frente a los 556 de 2009) el C.I. de Música y ESO Federico Moreno Torroba, del distrito de Carabanchel.
Por el contrario, cierran el ranking los institutos Farancisco de Quevedo (San Blas/Madrid), Barajas, ubicado en el distrito que lleva su nombre; en Numancia, en Puente de Vallecas y el Virgen de La Paloma, en Moncloa. Todos ellos obtienen una puntuación inferior a los 450 puntos. A estos les siguen Joaquín Turina, Cahmberí; el Arcipreste de Hita, en Puente de Vallecas; el Vistalegre, en Carabanchel; el Vallecas-Magerit, en Puente de Vallecas; y el Enrique Tierno Galván, que está en Usera.

¿Por qué te vas?

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El cómic que acompañaba a esta entrada se titulaba I.E.S. Mirada triste, en él se veía a una profesora a la que se la castigaba con un horario que excedía el límite establecido por la ley  porque se reunía con malas compañías, se llevaba bien con los alumnos y había organizado una actividad cultural por su cuenta. Además la espiaban y le habían recriminado públicamente que había salido un minuto antes de una clase de bachillerato. Cuando recibe la noticia de su traslado da saltos de alegría.

No hay manera de recuperarlo, a no ser que alguien lo tenga guardado, el enlace ha desparecido. Me he puesto en contacto con Classic Pixton, pero cerró en 2020 y no se hace responsable. Una lástima. Lo realicé, me llevó mucho tiempo, como terapia.

Agradezco los comentarios que recibí en la entrada. Me sentí menos sola, me ayudaron a superar una enfermedad.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Viñetas sobre educación



miércoles, 1 de septiembre de 2010

Septiembre para un profesor: hoy no me levanto yo


Resultado de imagen de septiembre para un profesor bloggelesHoy es un día para recordar el chiste de Eugenio. “Mamá, no quiero ir al colegio, los profesores me odian y los niños se burlan de mí. Hijo, no tienes más remedio que hacerlo. Primero, porque es tu obligación y, segundo, porque eres el director del colegio”

Hoy no me levanto yo


Una cosa hay bien segura,
hoy no me levanto yo.
Tengo sábanas y mantas,
buena almohada y buen colchón,
tengo tabaco y cerillas
y buena imaginación
y aquí en la cama
he llegadoa la clara conclusión,
de que pase lo que pase
hoy no me levanto yo.
Cerca ya de mediodía
entran en mi habitación
mi mujer y mi cuñada
y mi hija la mayor
y mi suegra con su hermana
que está aquí ahora de pensión
y confirma mi designio
constatar su irritación
cada vez que les repito
que hoy no me levanto yo.
Hablando todas a un tiempo
reclaman una razón,
no siento molestia alguna
ni tampoco desazón,
no me ha despertado el niño,
he dormido de un tirón,
digerí bien la fabada,
pesadillas, no señor,
pero aquí estoy en la gloria
y hoy no me levanto yo.
Mi mujer me amonestaba
con paciencia y con amor,
mi suegra más duramente,
mi hija desapareció
y me trajo un té con leche
y unas lonchas de jamón,
yo me tomé el té con leche,
me arrellané y dije ¡no!,
dejadme por imposible
que hoy no me levanto yo.
Por fin les dije
aunque vengan
gobierno y oposición,
la televisión y prensa
y el cabildo en procesión,
policías y alguaciles
que van de gobernación
y los propios comunistas
me piden su excomunión,
aunque vengan Dios y el Diablo,
hoy no me levanto yo.
Hoy se nace con el sino
de actuar por actuar,
la gente anda arrebatada
y no se para a pensar
que hay veces que levantarse
se lo puede uno saltar
y aunque a nadie le hagas falta,
allí te vienen a hurgar,
pues por mí que canten misa,
no me pienso levantar.

No teneis ni idea lo que es Septiembre para un profesor. La cuenta atrás hacia el primer dia de clase es como la cuenta atrás para detonar el botón rojo de la guerra nuclear. Los últimos minutos de un condenado a muerte. El último día de un preso en libertad condicional. La espera de la llegada de un tifón caribeño. El descenso sin paracaídas desde un avión. El comienzo de una pelea de boxeo que está amañada. Días de pesadilla: el despertador no suena, te pierdes en el metro, llegas a clase desnuda, no encuentras el aula, intentas hablar y no te salen las palabras.

"Si un doctor, un abogado o un dentista tuviera a treinta personas o más en su oficina a la vez, todas con diferentes necesidades y algunas que no quieren estar allí y el doctor, abogado o dentista, sin ayuda, tuviera que tratarlos a todos con excelencia profesional durante diez meses, entonces podrían tener una idea de lo que es el trabajo del docente en el aula". (Kathy A. Megyeri. "Chocolate Caliente para el Alma de los Maestros")

Un interino en septiembre

Está claro que tenemos que movernos. Me han pasado el siguiente escrito para que lo difunda:
Primero fueron a por los de filosofía, dibujo, primaria, orientación. Total, yo, como era de otra especialidad no hice nada.
Luego fueron a por los interinos. Les quitaron vacaciones, les ofrecían jornadas precarias, etc. Yo, como no era interino, no hice nada.
Los siguientes fueron los sindicalistas. Les retiraron las horas sindicales para que no tuvieran tiempo de organizar las protestas o asesorar al personal. A mí los sindicatos nunca me cayeron bien, así que tampoco hice nada.
Luego fueron a por las aulas de enlace, los desdobles. A mí no me afectaba así que no hice nada.
Después fueron a por los funcionarios de carrera. A mí me faltaba poco para la jubilación y no tenía muchas ganas de moverme. Tampoco hice nada.
Al fin, fueron a por los que nos quedaba poco para jubilarnos. Ampliaron la edad de jubilación, eliminaron las ayudas y recortaron las pensiones. Ya no pude hacer nada. Era demasiado tarde y estaba solo. Así que, entonces, ya no pude hacer nada.

Gracias Forges:


Con el deseo de que todos estos buenos profesionales trabajen este año


Los enemigos "obras escocidas" (1985-2000)

¿Por qué estoy frío
si hoy hace calor?
Yo iba a ser un gran tío
todo un ganador
¿Será que no es lo mío
esta competición?
¿Por qué os reís tanto
delante de Dios
Delante de Dios
Lo he intentado
de corazón
Me hubiera encantado
lo sabes señor
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
Ninguna vocación
Ya es septiembre
y yo no voy a estar
en septiembre
En septiembre

martes, 31 de agosto de 2010

Seudónimos y heterónimos en literatura


Cada vez proliferan más los heterónimos, seudónimos, alter-egos y avatares que ocultan nuestra identidad real. En el correo electrónico, en los registros a determinadas páginas, en las redes sociales, todos utilizamos un alias o nick. Así que, de una forma o de otra, todos tenemos un seudónimo.
La lista de personajes célebres que alguna vez han firmado su obra con un nombre que no era el suyo es larga y variada, casi tanto como las razones que les empujaron a ello. En todo caso, el seudónimo es inherente a todo ámbito de creación y se puede considerar una creación en sí mismo. El seudónimo era y es obligatorio para participar en concursos. Se busca, obviamente, no influir en el al jurado.

Son muchas las razones por las cuales se utiliza un seudónimo:
·Para ser más libres a la hora de escribir.
·Para evitar la censura y persecución.
·Para protegerse y recibir menos críticas externas.
·Para preservar el “buen nombre” de una familia.
·Para ocultar el nombre de una mujer escritora.
·Porque “suena” mejor.
·Para seguir una moda.
·Por estrategias comerciales.
·Para ocultar otra profesión.

Miedo, discreción, orgullo, temática, discriminación, placer, opiniones controvertidas, o simplemente negocio, se esconden detrás de estos cambios. Incluso existen catálogos de seudónimos de escritores.
Primero fueron los textos voluntariamente anónimos como El Lazarillo.  El licenciado Tomé de Burguillos es el seudónimo de Lope de Vega con el que se disfraza, un puro divertimento literario para criticar con ironía y desengaño los males de su tiempo.

Luego vino la moda de los seudónimos que llegó incluso a eclipsar el verdadero nombre del escritor.
Francois Marie Arouet firmó tanto con el nombre de Voltaire que nadie recordaba su nombre real ni siquiera en su época. En el siglo XVIII abundaban los seudónimos porque nadie quería que trascendiera que una persona respetable estaba metida en el sucio oficio de escribir novelas, algo impropio y frívolo para la época.
En el caso de Larra y alguno de sus coetáneos no es un medio de ocultamiento, es un filtro mediador entre el autor y el lector porque todo el mundo sabe quién se oculta detrás, es una creación de un personaje al que se caricaturiza y servía como recurso para mantener una actitud de diálogo consigo mismo, con el público o con varios personajes.
Eric Arthur Blair adoptó en 1932 el nombre George Orwell por el cual se hizo conocido. Se dice que lo tomó para no avergonzar a sus padres cuando publicó Down and out, el libro donde relata su miserable paso por Paris. Lo mismo les pasó a los chilenos Pablo Neruda (Neftalí Reyes Basoalto) y a Gabriela Mistral (Lucila Godoy Alcayata), quienes cambiaron nombre por seudónimo de manera definitiva.
Siguiendo este modelo, los hay de una sola palabra: conocidos son los casos de Stendhal, que es el seudónimo literario de Henri Beyle; José Martínez Ruiz adoptó el seudónimo literario de Azorín; Clarín era en realidad Leopoldo Alas.
A veces, el seudónimo oculta a varios autores; como H. Bustos Domecq, sobrenombre tras el que escribían Jorge Luis Borges y Bioy Casares.
Otras veces, es una mujer la que se esconde detrás de un nombre masculino, como en el caso de Fernán Caballero: su verdadero nombre era Cecilia Böhl de Faber. También hay casos inversos, sobre todo en estos últimos tiempos, para aprovechar el tirón de la literatura femenina y en femenino.
Otras veces, seguramente la causa sea la de no mezclar actividades diferentes. Dámaso Alonso usó como traductor el seudónimo de Alfonso Donado; o Jaime de Andrade, seudónimo bajo el que se ocultó el dictador Francisco Franco para escribir el panfleto de la época que con tanto éxito fue llevado al cine: “Raza”.
Se comenta que Stephen King tuvo que publicar bajo el seudónimo de Richard Bachman a petición de sus editores, cansados de ver su nombre en todas las librerías.
Diferente a todos estos casos es el de la ganadora del Premio Nobel, Doris Lessing que decidió poner en evidencia las dificultades con que se encuentran los nuevos escritores a la hora de publicar. Fue así que adoptó el "pen name" (en inglés existe este término para el seudónimo literario) Jane Somers.
Curiosamente también hay escritores que ocultaron su identidad con un pseudónimo femenino.

Los Heterónimos

Los heterónimos son seudónimos que poseen una personalidad definida e incluso una biografía inventada. Palacio Valdés, convertido en narrador, recibe el libro de su amigo el Doctor Angélico, creado  para mostrar el proceso de la evolución ideológica del novelista. El poeta portugués Fernando Pessoa introdujo la noción de heterónimo en teoría literaria y es el mayor y más famoso ejemplo de producción de heterónimos. Para él ellos eran otros de él mismo, personalidades independientes y autónomas que vivían fuera de su autor con una biografía propia, son, por así decirlo, una especie de alter ego u otro yo del autor. Así fueron creados los autores Álvaro de Campos, Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Bernardo Soares.
Antonio Machado también creó varios heterónimos, que él llamó apócrifos o complementarios, entre los cuales los más importantes fueron el profesor de gimnasia Juan de Mairena y su maestro Abel Martín y el poeta Miguel de Unamuno engendró también a un heterónimo suyo, el poeta Rafael, un escritor becqueriano autor de Teresa, e hizo que otro heterónimo Víctor Goti le escribiera el prólogo de su novela Niebla. Félix Grande se sacó de sí al heterónimo Horacio Martín. Max Aub creó al falso escritor y pintor Jusep Torres Campalans, para el cual incluso pintó cuadros. En su novela "Rayuela", Julio Cortázar incluyó a un personaje llamado Morelli, un escritor a quien se le atribuye ser el heterónimo del autor del libro.
El escritor irlandés John Banville recurre a su alter ego, Benjamin Black, para firmar sus novelas negras.

Para saber más: