Ayer me quedé huérfana otra vez.
jueves, 1 de octubre de 2020
martes, 29 de septiembre de 2020
Diálogos póstumos: escribir sobre los padres
Este verano he leído dos novelas que tienen mucho en común: dos libros de memorias de dos escritores, un hombre y una mujer que colocan a sus padres, niños en la posguerra, como protagonistas, y suponen una crónica íntima de la España de las últimas décadas, un recuerdo de una familia que ya no vive y las reflexiones que produce su legado. Estas novelas no responden a una moda, sino a una casualidad. No son un ajuste de cuentas ni una elegía en prosa laudatoria, sino una muestra de amor filial para llevar mejor el duelo. Entre sus páginas hallamos nostalgia, admiración, dependencia, incomprensión, complicidad, a veces dolor, y la intensidad que da enfrentarse con honestidad a esos sentimientos. Ordesa* (2018) de Manuel Vilas nos recuerda que somos seres vulnerables y debemos salir adelante cuando casi todos los lazos que nos unían a los demás han desaparecido. Elvira Lindo en A corazón abierto * (2020) se enfrenta a su álbum familiar para contar la apasionada y tormentosa relación de sus padres, cómo la personalidad desmedida de él y el corazón débil de ella marcaron el pulso de la vida de toda la familia: «Mi padre era un personaje, por su carácter explosivo, arbitrario, muy llamativo para todas las personas que lo conocieron. Mi madre estaba en las antípodas, era reflexiva, dulce, en ocasiones meditabunda". En las dos la figura del padre se convierte en el verdadero protagonista porque tiene una profesión más interesante y está más ausente que la madre relegada al papel de ama de casa.
Y me he acordado de otro libro que leí el año pasado, También esto pasará (2015) donde Milena Busquets expresa el dolor por la muerte de su madre Esther Tusquets; una pérdida que le ha hecho crecer como autora: «No es casualidad que me haya puesto a escribir en serio con ella muerta». Pero debo confesar que ninguno de los tres me ha emocionado tanto como El olvido que seremos (2007) de Héctor Abad Faciolince que traslada al lector toda la devoción y ternura por el hombre que dio su vida por defender sus ideas.
Ya sabemos que la literatura siempre tiene un carácter confesional: el yo del escritor y sus relaciones con la familia de una manera u otra dejan siempre huella en sus escritos. Este tipo de libros supone una reflexión sobre la vida en general y sobre la propia, los autores intentan devolver a los padres por medio de la palabra escrita todo lo que les dieron y les ayuda a entender mejor el tiempo pasado que justifica muchas veces su actuación. Todos necesitamos conocer de dónde venimos, quiénes somos, para saber adónde nos dirigimos. No es fácil ser padre o madre, como tan poco lo es ser hijo o hija. Creo que este diálogo de forma póstuma representa una manera de pedir perdón porque en la adolescencia empezamos a separarnos de nuestros padres, dejamos de tocarnos y de hablarnos, marca el principio de una separación física y moral. Se escribe sobre los padres, tan conocidos y desconocidos al mismo tiempo, porque nos parecemos a ellos o porque no nos parecemos. A través de la escritura se contestan todas las preguntas que no nos atrevimos a hacer en vida de ellos. Su muerte nos ha colocado en primera línea de batalla y, de repente, los entendemos. Nos han dejado en la madurez con un sentimiento de orfandad inconsolable.
* "Ordesa" la he leído por recomendación de un antiguo alumno, Juan Pablo Sintes, que me escribió en el blog que su lectura avivó sus recuerdos.
* Las ilustraciones que acompañan al relato son de Miguel Sánchez Lindo, hijo de la escritora.
Para saber más
https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/libros-padre_0_1117988936.html
https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/padres-historia-literatura-nadie-querria_0_1008800199.html
https://www.estandarte.com/noticias/libros/da-del-padre-libros-sobre-padres-e-hijos_3546.html
https://elpais.com/elpais/2018/03/16/album/1521204135_619314.html#foto_gal_5
https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2019/03/18/diez-libros-de-padres-e-hijos-1304243.html
sábado, 26 de septiembre de 2020
Josema Carrasco: La felicidad, cariño, es para malgastarla
Incluyo este poema porque me impactó el título del libro y, sobre todo, la primera estrofa del poema Rutina, me parece que refleja muy bien mi estado de ánimo en estos momentos de estupor y reclusión cuando parecía que habíamos superado el confinamiento. Masticando el chicle de fresa sin sabor no se me ocurre cómo recuperar la felicidad que podríamos tener y malgastar.
Con prólogo de Ángel Guinda y epílogo de Fernando Rivarés, el artista aragonés Josema Carrasco se lanza al mundo de la poesía con 'La felicidad, cariño, es para malgastarla', un poemario editado por Olifante. Bajo el sugerente título, se esconde el imaginario visual de Carrasco traducido en una colección de versos. En palabras de mi admirado poeta Ángel Guinda, se trata de poesía "hedonista, antidepresiva, de feroz confidencialidad coloquial". En palabras del autor, el volumen es una forma distinta de pensar acerca de la felicidad porque "todos tenemos la obligación de ser un poquito felices y de cuidarnos y, como es un lujo, hay que malgastarlo".
Ángel Guinda en Facebook: ¡Qué razón tienes, Josema! Ya sabes más que el gran Léo Ferré ("Le Bonheure, Le Bonheur...qu´est que c´est?") Desde tu libro me aplico a tu teoría y me va bien, muy bien, requetebién.
miércoles, 23 de septiembre de 2020
25 siglos de vanidades
viernes, 18 de septiembre de 2020
El trabajo de los ojos, Mercedes Halfon
Todo comienza con la muerte de Balzaretti, el oftalmólogo de la narradora, cuya palabra predictiva la salvó de la cirugía, casi un rito dentro de una familia en la que los desvíos oculares han sido una herencia ineludible. Según evaluaciones posteriores, tal operación habría resultado muy perjudicial.
El Trabajo de los ojos me ha emocionado profundamente, es el libro que me hubiese gustado escribir*.
*El tratamiento de la blefaritis, por ejemplo, consiste en aplicarse un gel en los ojos que la deja “mirando a través de una nube densa. Como si me hubiesen recetado un estado de melancolía”.
miércoles, 16 de septiembre de 2020
El Diablo Cojuelo: un vídeo de hace 400 años
En El Diablo Cojuelo, de Luis Vélez de Guevara (1641), un diablillo muestra al estudiante Cleofás los secretos de Madrid levantando mágicamente los tejados de las casas, primero de noche, y luego de día. Como el diablico es cojo, la novela está dividida en trancos, en vez de capítulos. Al comienzo del tranco III los personajes ven el despertar de la Villa que el autor describe con tal vis dynamica que parece un video a vista de pájaro y de no poca actualidad*:
“Ya comenzaban en el puchero humano de la Corte a hervir hombres y mujeres, unos hacia arriba y otros hacia abajo, y otros de través, haciendo un cruzado al son de su misma confusión, y el piélago racional de Madrid a sembrarse de ballenas con ruedas, que por otro nombre llaman coches, trabándose la batalla del día, cada uno con disinio [“designio”] y negocio diferente, y pretendiéndose engañar los unos a los otros, levantándose una polvareda de embustes y mentiras, que no se descubría una brizna de verdad por un ojo de la cara,” […]
Y ya que han salido esas ballenas con ruedas, es inevitable recordar otro pasaje en que se describe la manía de tener coche entre los madrileños del siglo XVII (tranco II):
“[…] acompáñame a reir de aquel marido y
mujer, tan amigos de coche, que todo lo que habían de gastar en vestir, calzar
y componer su casa lo han empleado en aquel que está sin caballos agora, y
comen y cenan y duermen dentro dél, sin que hayan salido de su reclusión, ni
aún para las necesidades corporales, en cuatro años que ha que le compraron;
que están encochados, como emparedados, y ha sido tanta la costumbre de no
salir dél, que les sirve el coche de conchas, como a la tortuga y al galápago,
que en tarascando cualquiera dellos la cabeza fuera dél la vuelven a meter
luego como quien la tiene fuera de su natural, y se resfrían y acatarran en
sacando pie, pierna o mano desta estrecha religión; y pienso que quieren ahora
labrar un desván en él para ensancharse y alquilalle a otros dos vecinos tan
inclinados a coche que se contentarán con vivir en el caballete dél.”
Al leer lo de estos dos que están encochados, recuerdo que en los años 70,
cuando alguien tenía el coche en el taller, decía estoy descochado (no en DRAE).
[cito por la edic. de Enrique
Rodríguez Cepeda, Cátedra, M. 2019]
* Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, considera que los atascos "Era (sic) parte de la vida de Madrid. Si sigue Podemos en el Ayuntamiento de Madrid no va a haber atascos, más que, eso sí, por el día porque estos están en todas partes".
martes, 15 de septiembre de 2020
Subnormal, cómic sobre acoso escolar basado en la vida del ex-jugador de baloncesto Iñaki Zubizarreta
Se ha publicado Subnormal , un cómic dibujado por Miguel Porto sobre el acoso escolar que sufrió el ex-jugador de baloncesto Iñaki Zubizarreta, jugador de baloncesto de la ACB con una exitosa carrera deportiva. Por su aspecto actual (alto, fuerte, cabeza rapada, perilla) nadie diría que sufrió acoso. Sin embargo sufrió todo tipo de vejaciones en el colegio y el instituto hasta el punto de quedar en coma por una paliza que le dieron sus compañeros. Ahora se dedica a compartir su historia en distintos colegios e institutos, centros deportivos o ayuntamientos dando charlas y trabajando para acabar con el bullying. Su testimonio, el de un niño que sobrevivió al acoso escolar, es estremecedor. Este libro de dura lectura debería estar en todas las bibliotecas de los institutos.
Os dejo también el enlace a la entrevista que le hicieron en TVE, en el programa Millenium.