lunes, 15 de octubre de 2018

15 de octubre



 Hoy se celebra el Día de las escritoras "rebeldes y transgresoras", es la festividad de Santa Teresa de Jesús y el aniversario del nacimiento de Virgilio, Nietzsche, Jardiel Poncela, Italo Calvino y Agustín García Calvo. Me llamo Teresa de segundo nombre.

martes, 2 de octubre de 2018

Las mujeres en la Real Academia Española de la Lengua

Carmen Conde, primera académica de la lengua y también presente en Cien de Cien
Carmen Conde, primera mujer académica 

La de la RAE es una historia llena de rechazo a las mujeres; en pleno 2018 sólo hay ocho mujeres en un total de 44 académicos. Hace unos días (27/9), Darío Villanueva, el director actual de la RAE, ha reconocido por fin en el programa Hoy por Hoy de la SER que "El mayor error de la RAE en sus tres siglos de existencia ha sido cerrar la puerta a las mujeres en el siglo XIX, a pesar de que había muchísimas mujeres extraordinariamente capacitadas".
Así que he recordado el artículo de Belén Remacha en eldiario.es y he entresacado algunos párrafos para recordar la dura batalla que han tenido que librar.
Hasta en tres ocasiones (1889, 1892 y 1910) rechazaron en la Real Academia a Emilia Pardo Bazán esgrimiendo la simple razón de que “las señoras no pueden formar parte de este Instituto” *. Antes que la escritora gallega, ya había intentado entrar a formar parte la cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda. Era 1853 y el escritor José Zorrilla fue todavía más claro en su caso: la mujer que escribe era “un error de la naturaleza”. También entonces Juan Valera predijo: "No sería esto lo peor, sino la turba de candidatos que nos saldrían luego. Tendríamos a Carolina Coronado, a la Baronesa de Wilson, a Dª Pilar Sinués y a Dª Robustiana Armiño. Y a poco que abriésemos la mano, la Academia se convertiría en aquelarre".
En los albores de la democracia (1972) la candidatura de María Moliner, autora de uno de los diccionarios más completos de la lengua española, perdía la votación frente a la del mucho menos trascendente filólogo Emilio Alarcos Llorach. En 1978, todavía fresco aquel bochorno histórico y a punto de estrenarse la Constitución, “tocaba” poner a una mujer. La primera desde que su fundación en 1714. “Convenía por el ambiente general, y además, para acabar con esta discriminación”, declaraba a El País aquellos días el académico Antonio Tovar. El director Dámaso Alonso afirmaba por su parte que “Las mujeres tienen siempre posibilidades de llegar a la Academia (…) No hay misoginia alguna -añadía- por parte de la Academia como corporación”.
Entonces se presentaron tres candidaturas para ocupar el sillón que había dejado Miguel Mihura: la de Rosa Chacel, la de Carmen Guirado y la de Carmen Conde. El mismo diario decía entonces que una de ellas rompería “con la tradicional reticencia de los académicos a compartir sus puestos con colegas femeninos”. Finalmente, fue la tercera la que se convirtió en la primera académica de la lengua en los entonces 264 años de historia (a menudo se menciona a María Isidra de Guzmán y de la Cerda pero no, ella solo fue, leyó su carta y se marchó, y por imposición de Carlos III). Lo hizo con un discurso titulado Poesía ante el tiempo y la inmortalidad: “vuestra noble decisión pone fin a una tan injusta como vetusta discriminación literaria”, comenzaba, inocentemente agradecida por el gesto.
Once en tres siglos
Poco podía imaginar Conde que el suyo era el primer apaño en una historia de desplantes (también se los hicieron a Blanca de los Ríos o a Concha Espina, y a otras que lo hubiesen merecido como Carmen Martín Gaite o Carmen Laforet) en una institución que por supuesto jamás ha dirigido una mujer. Antes de que terminase el siglo XX, y como pronosticaba Valera, llegaron dos académicas más: Elena Quiroga (1984) y Ana María Matute (1998). Luego lo harían Carmen Iglesias (2002) y Margarita Salas (2003). Con el cambio de década parece que planeó de nuevo la sensación de “ya toca”, porque en estos seis últimos años han entrado más mujeres que en los otros 300 juntos: Soledad Puértolas Villanueva (2010), Inés Fernández Ordóñez (2011), Carmen Riera Guilera (2013), Aurora Egido (2014), Clara Janés (2015) y Paz Battaner. (…)

*Fue más grave porque el académico Juan Valera dijo que no podía entrar en la academia Emilia Pardo Bazán, literalmente, porque su culo no cabía en el sillón.


domingo, 30 de septiembre de 2018

Calendario de artistas (octubre) de Juan Bautista

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Calendario de mujeres (octubre) de Juan Bautista

Para todas, en todas partes









Viernes, 28 de septiembre, alrededor de las 20 horas, un grupo de mujeres feministas se manifiesta por la calle San Bernardo con aire de fiesta. Son pocas y entusiastas. Las hay de todas las edades y condiciones. Invierten una tarde libre por luchar por sus derechos y los de todas en todas partes. Las admiro, su voces me emocionan. El mundo se beneficia de su lucha que apenas tiene eco en la prensa.

28 de septiembre: Grito global por la despenalización del aborto.

jueves, 27 de septiembre de 2018

El aforismo: sabiduría en cuentagotas


El aforismo es una sentencia breve y doctrinal que equivale a un epigrama, una composición poética muy breve que expresa un solo pensamiento ingenioso o satírico con gran precisión y agudeza. Son una muestra del arte del ingenio siempre fuera de contexto. Mucho sentido en pocas palabras. Frases cargadas de crítica, ironía, humor y desparpajo en pequeñas dosis, como dardos, centellas, instantes, luces. Y, sobre todo, con algo de moralina. Chupitos de elocuencia. Cuentagotas de sabiduría. Relámpagos de lucidez. Para mí, son los fuegos artificiales de la literatura nutridos de conceptos filosóficos, sabrosas perlas regaladas. En ellas la inteligencia se revela entre la libertad del egoísmo y la disciplina del orgullo. Emilio García Ruiz las llama musarañas: "Más que musas, son arañas las que habitan mi magín y me lo pican sin fin". A mí, este género me sabe a poco y me deja algo confusa, sin palabras y con expresión de admiración.

Todo esto viene a cuento de que me han prestado Sentencias e impresiones, una compilación de citas, cercanas a los aforismos, de Josep Pla realizada por Andrés Gómez-Flores. El prólogo es de Valentí Puig. Poco sabía yo de la vida de Pla, al que recuerdo con su boina calada y su eterno pitillo paseando por Palafrugell en las fotografías de la revista Destino que compraba mi padre. Me gustaba porque se parecía a mi abuelo, un hombre de derechas partidario del orden y de la libertad. Los dos buscaban los placeres sencillos, sensuales y gratificantes.
Con el libro, he descubierto al joven Pla, que nada tiene que ver con el viejo, que recorrió toda Europa como corresponsal y hasta ejerció de espía, y que no era un soltero recalcitrante porque en los años veinte convivió con Adi Emberg, una mujer divorciada, sin estar casado. Fue un lector exhaustivo de los clásicos, al corriente de las nuevas tendencias y descontento con lo que contemplaba a su alrededor. Tendría que hacer una entrada con el título de Escritores con boina para los que "todo lo que es sentimental es confuso", y que apostaron por una literatura inteligible para todo el mundo basada en la claridad y la sencillez, en el que incluiría también a Pío Baroja y León Felipe.

Aquí dejo algunas sentencias que comparto:
193- Como todos los tímidos, soy capaz de momentos de audacia. Estos momentos de audacia se producen, generalmente, cuando tengo la pluma en la mano.
390- Pero yo no puedo evitarlo: a mí me gustan la niebla y la lluvia. Creo que éstos son los de los pocos elementos de civilización natural y espontánea que contiene el país.
399- El mundo es fascinante, pero es horrible.
422- La juventud es la época más desgraciada de la vida porque es una época que pone el acento sobre el futuro.
429- Lo primero que es necesario para viajar es un buen estómago. Tener un buen estómago es la base de todos los ideales del ser humano.
452- El hombre es un animal melancólico y triste, dominado constantemente por el tedio: de aquí que el hombre sea por afán de cambiar -para matar el tiempo- un constante destructor de su propia obra y de su propia vida.
461- Vivir la historia es más difícil que leerla o escribirla.
513- Soy un individualista irreductible y un solitario total.  
563- No sabemos nada de nada y, aun así, somos pedantes.
665- Hay que tratar de conservar los amigos, porque son una especie muy rara, esporádica y positiva.
885- El hombre aspira a dejar el dinero a sus hijos porque cree que si éstos viven cómodamente se acordarán de él.
901- La guerra fue una pesadilla, llena de esperanzas. En la posguerra la pesadilla es considerable, y esperanza no queda ninguna.
914- La Historia es un inmenso esfuerzo por no dar solución a nada.
936- El olvido es la pasión humana más duradera.
968- Prefiero hacer favores que recibir de los demás. Recibir favores le obliga a uno a ser agradecido, lo que siempre resulta difícil. Me afecta menos la ingratitud de los demás respecto a mí que mi  ingratitud respecto a los demás. Ello suponiendo, claro está, que pueda hacer algún favor. 
990- El capitalismo es irreductible porque está basado en la avaricia.
995- El amor físico es la única defensa humana contra el aburrimiento vital.
1007- Nunca me ha gustado ir a la moda ni pasado de moda. Pasar inadvertido: éste ha sido mi ideal.
1017- Las fotografías -como la conversación- solo sirven para demostrar lo que uno no es.

martes, 25 de septiembre de 2018

Los libros son...

Los libros son
como sos vos.