El blog me da muchas sorpresas. Ya he escrito alguna vez que todavía me sorprende que me lean o pinchen mis entradas ( lo sé por el contador de visitas); pero lo que más me sorprende es que gente a la que no conozco de nada se moleste en escribir un comentario, porque yo no lo hago, aunque la entrada me haya parecido estupenda.
Algunas de las respuestas han tenido un tono beligerante e insultante como correspondía a los meses anteriores a las elecciones que ha ganado por mayoría el PP. Menos mal que ahora están callados y tan a gusto. En la que a continuación copio manteniendo la ortografía, me llaman "perroflauta" y me confunden con un joven del 15M:
“Hmmmm, pues para querer cambiar el pais y el mundo creo yo que los indignados tienen unos métodos muy discutibles... http://www.youtube.com/watch?v=yyDZLA1o87g
Si tú opinas que son pijos, pues es tu opinión. Ser pijo no hace daño a nadie, ni ser ñoño (habría que ver tu concepto de valentía). Yo digo (no opino) que los que allí se confundieron de circo emplearon la violencia y el insulto, y eso es menos honroso que la reunión de los jóvenes. Si, claro que tienen muchos apoyos, no sólo en España, sino en el mundo. ¿No te da que pensar que por algo será? Mira, reprimido, podría rebatirte una por una tus elucrubraciones, tan empíricas y constructivas como caracterizan a los perroflautas, pero se me antoja que es más fácil hacer hablar a una piedra que llevar el raciocinio a tu cabeza. Ánimo, muchacho, sigue formando parte de esa sociedad de la que se avergüenza la humanidad. Por cierto, yo no soy cura ni monja, se hablar por mi mismo”.
Otras me han reprochado falta de rigor y, como tienen razón, se la he dado. Y muy pocas han entendido el tono irónico a modo de desahogo que una persona tímida como yo utiliza no se sabe muy bien por qué. Me resulta difícil relacionarme con las personas y en cambio me expongo públicamente. Muñoz Molina lo explica mejor que yo: "el valor de los cobardes, la resistencia de los débiles, la osadía de los pusilánimes".
Una sorpresa agradable ha sido la de conocer a un primo segundo, Vicente Soler Caturla, que anda elaborando un árbol genealógico de la familia Caturla y se encontró por casualidad una entrada mía en la que hablaba de la fábrica de punchas de mi bisabuelo en Villena. Mi padre y su madre, Ángeles Caturla, se querían mucho y se encontraban por Madrid, pero yo a él no llegué a conocerlo. Apareció en casa con una foto de la balsa de la fábrica (1953) y por misterios de la genética fue como reencontrarme con mi abuela y con mi padre, eso sí, más alto, porque se parecen mucho. Ahora andamos los dos buscando fotos de la familia; él está jubilado y parece incansable en esta aventura de dejar testimonio de unas personas singulares en una época de desarrollo industrial.
Otra alegría me la ha dado Joaquín Alastrué, hijo de
un compañero de mi padre que está escribiendo la historia de "El Fargue" de
Granada y que se puso en contacto conmigo a través del blog. Compartimos los
recuerdos de “El Refino” de aquellos
años setenta en Granada. Admiro su ánimo,
su espíritu juvenil, su simpatía y su buena
pluma. Es un placer recibir noticias suyas y estoy deseando leer el libro que anda en busca de
editor. Me ha mandado varias fotos en la que aparecen nuestros respectivos padres. Esta es del año 1973 en la entrega de premios en Santa Bárbara.
Y la última de todas me la ha brindado Beatriz García, sobrina nieta de Virtudes Ferriz Caturla, y que ha respondido a mi llamada para completar los nombres de las personas que aparecen en la foto de la boda de Retratos de familia. Entusiasmada comenta: “Yo solo he estado una vez en Villena, pero mi madre y mi tía vivieron allí de pequeñas y les ha encantado ver la foto y leer un poco. Cuando hable con mi abuela quizá pueda darte más información. Un buen trabajo. Es increíble. La de historias emocionantes que puede haber con las personas con las que compartes ADN".
Y la última de todas me la ha brindado Beatriz García, sobrina nieta de Virtudes Ferriz Caturla, y que ha respondido a mi llamada para completar los nombres de las personas que aparecen en la foto de la boda de Retratos de familia. Entusiasmada comenta: “Yo solo he estado una vez en Villena, pero mi madre y mi tía vivieron allí de pequeñas y les ha encantado ver la foto y leer un poco. Cuando hable con mi abuela quizá pueda darte más información. Un buen trabajo. Es increíble. La de historias emocionantes que puede haber con las personas con las que compartes ADN".