domingo, 4 de diciembre de 2011

Unidad didáctica sobre el cómic

http://www.uclm.es/profesorado/ricardo/ComicMultimedia/Comic.htm

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Votar con la camiseta verde (surrealismo puro)


En este día tan señalado, comienzo a vestirme para la convocatoria que todos tenemos en mente (20 Noviembre Elecciones Generales). No encuentro mi camiseta verde, claro, que recuerdo que me la puse el jueves pasado ya que fui servicio mínimo en mi Escuela y por lo tanto, está sucia en el trabajo.... jooo. Pero encuentro otra del mismo color la cual también me viene como anillo al dedo, ya que es la de la "Junta de Portavoces" y en la espalda nos recuerda: Educación, Infancia, Escuela, Dignidad, Derechos,Pública y Respeto. ¡¡¡Genial ya la tengo!!!
Salgo de camino al colegio electoral en el barrio de Villa de Vallecas(C.P Honduras) en compañía de mi hijo y de mi marido. Llegamos allí, y sin pensarlo ni un minuto, me quito la chaqueta y me quedo en verde.
La policía municipal de la puerta me persigue por todo el recinto, y me comunica:"Señora, Usted no va a poder votar". Le contesto que por qué y me dice que no puedo vestir de ese color...Empezamos a discutir frente a las miradas de unas 60 personas aproximadamente. Yo me coloco en la fila para realizar mi voto, mientras este individuo consulta al presidente de la mesa y me comunican que no puedo votar. Yo me mantengo en mi posición y me quedo donde estoy. En ese momento, aparece un policía municipal en compañía de otro policía nacional el cual empieza a decirme lo mismo, e insisten en que yo me puedo manifestar otros días del año y que hoy no, yo insisto en que no me estoy manifestando que solamente voy a votar vestida como quiero. Yo les pregunto que en el caso de llegar a la mesa y el presidente de la misma no me dejase votar, si me arrestarían por votar en "sujetador" porque evidentemente no llevo nada debajo de dicha camiseta. Me contestan que no pasaría nada que cada uno lo hace como quiere,¿entonces por qué con camiseta verde no?.
Seguimos discutiendo, mi marido empieza a decirles que no llevo nada de propaganda hacia ningún partido político y que estoy en pleno derecho de votar, que si seguimos así denunciaremos al presidente de la mesa electoral.
Las miradas se dirigen hacia nosotros y las personas allí presentes no entienden los motivos del por qué, se enfadan también con la situación haciendo comentarios como: "vaya democracia", "la señora tiene razón", "cada uno se viste como quiere"... Hasta me fijo que una señora mayor delante de nosotros se vuelve hacia mi hijo de 8 años y le dice:"aprende hijo, aprende ahora". Un señor anónimo reprende a los policías su actuación. Yo acalorada, (realmente me hubiera quitado la camiseta sin
ningún pudor), mi marido discutiendo y todo el mundo expectante con la que se estaba formando allí.
Llega el momento de ejercer mi voto, y los de la mesa cuchichean entre ellos: "Es la de la camiseta". El presidente me recrimina e insiste en que no puedo llevarla y yo con toda la educación recibida hasta el día de hoy, le informo que son los miembros de la mesa los que no pueden llevarla pero que yo como votante sí. Además, le insisto en que no tengo ningún problema en que mi marido saque el móvil y grabe porque soy capaz de quitarme la camiseta y votaré en sujetador. Todo el mundo se queda quieto, expectante yde pronto el presidente recula y me dice: "VOTE".
La gente sonríe tan satisfecha como yo. Entonces salgo en compañía de mi marido y de mi hijo como cuando llegué, más cuatro policías que me acompañan hasta la puerta muy amables ya y comentando que no es nada personal hacia mí...ja,ja!!!
En la calle todo el mundo comenta lo sucedido y lo bien que lo habíamos hecho. Yo por mi parte, me siento agradecida enormemente a todos los que lo han vivido, a todos los que en ese momento me han defendido, a todos los que se han enfrentado a esos policías para recriminarles su actitud, a todos los que como yo y mi familia, creemos en la democracia y queremos ejercer nuestros derecho a voto.
Solo decir una cosa, tras este pequeño pero gran incidente, yo hoy me siento mucho más respaldada, mucho más fuerte a todo lo que nos vendrá a partir de mañana, me siento, desde luego, mucho más verde, con mucha más ilusión en lo que yo creo, amo y trabajo cada días: LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

Educadora en Escuela Infantil Pública de la Comunidad de Madrid.

domingo, 16 de octubre de 2011

Clases de semántica para el juez del Olmo


Hay que practicar con el diccionario y a ver si hablamos con propiedad...
Carta urgente al impagable juez Del Olmo. Me ha llegado anónima.

Estimado juez del Olmo:
Espero que al recibo de la presente esté
usted bien de salud y con las neuronas en perfecto estado de alerta como es habitual en Su Señoría. El motivo de esta misiva no es otro que el de solicitarle amparo judicial ante una injusticia cometida en la persona de mi tía abuela Felicitas y que me tiene un tanto preocupada. Paso a exponerle los hechos: Esta mañana mi tía abuela Felicitas y servidora nos hemos cruzado en el garaje con un sujeto bastante cafre que goza de una merecida impopularidad entre la comunidad de vecinos. Animada por la última sentencia de su cosecha, que le ha hecho comprender la utilidad de la palabra como vehículo para limar asperezas, y echando mano a la riqueza semántica de nuestra querida lengua castellana, mi querida tía abuela, mujer locuaz donde las haya, le ha saludado con un jovial "que te den, cabrito".
Como una hidra, oiga. De poco me ha servido explicarle que la buena de la tía abuela lo decía en el sentido de alabar sus grandes dotes como trepador de riscos, y que en estas épocas de recortes a espuertas, desear a alguien que le den algo es la expresión de un deseo de buena voluntad. El sujeto, entre espumarajos, nos ha soltado unos cuantos vocablos, que no sé si eran insultos o piropos porque no ha especificado a cuál de sus múltiples acepciones se refería, y ha enfilado hacia la comisaría más cercana haciendo oídos sordos a mis razonamientos, que no son otros que los suyos de usted, y a los de la tía abuela, que le despedía señalando hacia arriba con el dedo corazón de su mano derecha con la evidente intención de saber hacia donde soplaba el viento.
Como tengo la esperanza de que la denuncia que sin duda está intentando colocar esa hiena -en el sentido de que es un hombre de sonrisa fácil- llegue en algún momento a sus manos, le ruego, por favor, que intente mediar en este asunto explicándole al asno, expresado con la intención de destacar que es hombre tozudo, a la par que trabajador- de mi vecino lo de que las palabras no siempre significan lo que significan, y le muestre de primera mano esa magnífica sentencia suya en la que determina que llamar zorra a una mujer es asumible siempre y cuando se diga en su acepción de mujer astuta.
Sé que es usted un porcino -dicho con el ánimo de remarcar que todo en su señoría son recursos aprovechables- y que como tal, pondrá todo lo que esté de su mano para que mi vecino y otros carroñeros como él -dicho en el sentido de que son personas que se comen los filetes una vez muerta la vaca - entren por el aro y comprendan que basta un poco de buena voluntad, como la de mi tía abuela Felicitas, para transformar las agrias discusiones a gritos en educados intercambios de descripciones, tal y como determina usted en su sentencia, convirtiendo así del mundo un lugar mucho más agradable.
Sin más, y agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente, una víbora (evidentemente, en el sentido de ponerme a sus pies y a los de su señora)."

El juez Del Olmo no superaría nunca la unidad uno de Lengua de 3. º de la ESO: la comunicación. El juez ha demostrado que no sabe interpretar una situación comunicativa como es debido. Quizá le convendría repasar los elementos que intervienen en un acto comunicativo, especialmente el papel que desempeña el contexto (circunstancias extralingüísticas) y la relación entre emisor y receptor (jerarquía maltratador contra víctima, distanciamiento afectivo) en la correcta decodificación de los mensajes. Cuando el ex marido (emisor) intimida (intención comunicativa) a su ex mujer (receptor) por teléfono (canal), con juicios como "eres una zorra" (mensaje), nadie en nuestro contexto sociocultural admitiría que la frase se ha usado en sentido positivo.
A su señoría habría que recordarle que las acepciones cobran sentido dentro de un contexto de uso y, en el caso que nos ocupa, no es otro que el de la violencia verbal intimidatoria.
Lourdes Doménech

Roberto González de Cuenca, El padre que escupía sonetos en un periódico


El viernes asistí conmovida a la presentación del libro de Roberto González de Cuenca El padre que escupía sonetos en un periódico. Él mismo afirma que lo escribió “ hastiado de las injusticias que está soportando nuestra sociedad e indignado del futuro rasgado que van a dejar a mi hija”. Me pareció que Miguel Hernández se reencarnaba en el físico y la voz de este poeta. El movimiento 15-M, verdadero viento del pueblo, ya tiene cronista. Os dejo aquí un soneto y el vídeo de la presentación como muestra de esta poesía necesaria. Y pretendo, si se deja, traerlo al instituto.

Revolución Democrática
Saltaron las alarmas con campana,
Donde se teje el kilómetro cero,
Donde se comen uvas con esmero,
Gente diversa, culta y campechana.
Indignados ante orden guardiana,
Les cayeron los golpes de aguacero,
Sus flores eran balas de artillero,
El día del santo, paz de mañana.
Propagaron las plazas, abolieron,
Traspasaron las fronteras, hermanos,
Les ningunearon, multiplicaron.
Marcaron ciertas cruces con sus manos,
El capital avaro sentenciaron,
Al corrupto le llenaron de granos.

Vídeo de presentación:
http://vimeo.com/30693773

sábado, 15 de octubre de 2011

Antonio Miguel Carmona en la Asamblea de Madrid: este sí que sabe de educación

Desgraciadamente, no pudimos enterarnos de su intervención en la Asamblea de Educación por ningún medio de comunicación porque la atención la acaparó Esperanza Aguirre con sus absurdas críticas al "negociazo" de las camisetas.

miércoles, 12 de octubre de 2011

A Gallardón tampoco le gustan las camisetas verdes



Nunca tan pocas palabras dijeron tanto. Este es el relato de Olga Maccario, compañera de fatigas en el instituto y en esta guerra sucia por parte de los dirigentes políticos de la Comunidad de Madrid. Creo que deberíamos ir siempre con las camisetas verdes por la calle y dar las clases con ellas. Es más, deberíamos venderlas.
 
"Esta mañana salimos con las camisetas verdes, éramos 3. Estuvimos un ratito en el desfile de las fuerzas armadas y luego, como era jornada de puertas abiertas, quisimos entrar a conocer el palacio de gallardón. Una guardia nos dijo que “no se podía entrar con camisetas reivindicativas”. Protestamos, llamó a un superior, que dijo que nos apoyaba pero que tenía órdenes específicas del jefe de seguridad del ayuntamiento respecto a las “camisetas reivindicativas”. Protestamos un poco y le agradecimos que nos hiciese saber que las camisetas eran tan poderosas".
La falta de ciertas mayúsculas es intencionada.

Menos mal que a todo cristo sí le gustan las camisetas verdes.

Para finalizar, un karaoke para cantar en familia, con los amigos y con los alumnos:

Las mentiras de Figar y Aguirre


Visita el siguiente enlace:
http://zonaretiro.com/pizarra-digital/las-diez-omisiones-de-figar-y-aguirre/

Tu desprecio será mi fuerza
Sé que me desprecias. Siempre lo he sabido. Me lo decían tu mirada y tus falsas promesas. Cuando decías que yo para ti era una prioridad y que mi trabajo te importaba, sabía que me estabas mintiendo. Ahora, ya es público tu desprecio.
Creo que en realidad me tienes miedo. Sabes que soy quien enseñará a leer a Hanna para que pueda estudiar Derecho, quien ayudará a que Luis aprenda un oficio y quien procurará que el padre y la madre de José Ignacio se interesen por sus estudios para que no abandone el instituto sin acabar la Secundaria. Sabes que soy el ascensor y soy la puerta. Sabes que soy una amenaza para tu poder porque vengo cargado de ideas y de palabras y a ti te da miedo que se piense y que se hable.
También conozco tu estrategia: sé que intentarás enfrentarme con los padres y las madres de mis propios estudiantes. Usarás los lugares comunes para intentar que no me apoyen. Buscarás dividirnos, segmentarnos, fragmentarnos. Pero no lo conseguirás.
Tú quieres construir una sociedad de consumidores obedientes y pagadores devotos mientras que yo procuro una sociedad de ciudadanos libres. Tú buscar dominar a todos sometiéndome a mí; yo busco liberarlos a pesar de ti. Tú crees que estoy solo y, sin embargo, yo sé que somos miles.
Muy pronto saldrás a la calle a pedir mi voto. No te creeré, porque sé que me desprecias, pero sí te doy un consejo: cuando vayas por la calle, mira la cara de la gente. Podrás verme en cada rostro porque dentro de nosotros siempre vive la maestra o el maestro que nos hizo libres.
Publicado por Fernando Trujillo.

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