Yago es uno de mis ex alumnos predilectos. Está estudiando periodismo y escribe poemas cada vez mejores. Os animo a visitar su blog y os dejo alguna de sus últimas entradas para abrir boca:
http://www.republicadelprincipito.blogspot.com/ [..RP..]
"Ana y Laura leen un cigarro
mientras fuman poesía"
I
Instintivamente,
irremediablemente,
irracionalmente,
inexorablemente.
Intemporalmente,
ilógicamente,
imberbemente,
íntimamente.
Inseparablemente,
irresponsablemente,
impúdicamente,
incondicionalmente.
Intrigantemente,
intransigentemente,
íntegramente,
imperfectamente.
Inesperadamente,
intermitentemente,
inigualablemente,
inacabablemente.
Interminablemente,
inabarcablemente,
incombustiblemente,
insurrectamente.
Incontrolablemente,
inconscientemente,
intransigentemente,
impolútamente,
irremplazablemente,
incuestionablemente,
infaliblemente,
infinitamente te amo.
viernes, 4 de marzo de 2011
domingo, 27 de febrero de 2011
Poemas sobre la muerte
En dos años se nos han ido, enfermas de cáncer y antes de tiempo, dos compañeras del instituto. Me pidieron poemas que tratasen sobre la desaparición de los seres queridos para leerlos con los alumnos. Me di cuenta de que, quitando a Jorge Manrique (Coplas a la muerte de su padre), a Lorca (Llanto por Ignacio Sánchez Mejías y a Miguel Hernández (Oda a Ramón Sijé), no solemos tratar el tema en las clases de literatura. Nuestros alumnos son muy jóvenes y para conseguir lectores buscamos temas que les puedan enganchar. Estuve buscando por internet y no encontré muchos. Este es el resultado de la búsqueda, por si le puede servir a alguien.
"Realizamos este sencillo acto en recuerdo de nuestra compañera y profesora, , que falleció en Madrid el día 3 de septiembre.
Tuvimos la suerte de compartir con ella el curso pasado, en el que se produjeron muchos momentos de armonía profesional y personal, por eso queremos hacerle este sentido homenaje, porque nos gustaría resaltar su dedicación a este maravilloso oficio de la docencia, en el que todos vosotros, de una forma u otra, estamos implicados.
En estos instantes tan emotivos, vamos a utilizar aquello que ella amó tanto, la cultura, y, movidos por este sentimiento, hemos elegido unas poesíaas que ponen voz a lo que sentimos cada vez que la recordamos.
Nadie es eterno, hermano, y todo se desgasta.
Nadie es eterno, hermano, y todo se desgasta.
Recuerda esto, y alégrate.
No es nuestra vida la única carga añosa, nuestro sendero no es el único largo. Ningún poeta tiene la obligación de cantar la antigua canción. La flor se marchita y muere, pero no se debe llorarla siempre...
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
Llegará el silencio y la música será, entonces, perfecta.
Agoniza la vida hacia el poniente para sumirse en sombras doradas. El amor abandonará sus juegos para que suba al cielo de los llantos...
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
No podemos abrazar las cosas, hacerlas trizas y arrojarlas al polvo. Las horas pasan ligeras, con los sueños embozados. La vida, eterno el trabajo y el hastío, apenas nos da un día para el amor.
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
La belleza nos place porque el ritmo de su danza es el de nuestras vidas. La sabiduría nos es cara porque nunca tenemos tiempo de completarla. Lo eterno está todo hecho y concluido, pero las flores de la ilusión terrena son siempre frescas, renovadas por la muerte.
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
Recuerda esto, y alégrate.
No es nuestra vida la única carga añosa, nuestro sendero no es el único largo. Ningún poeta tiene la obligación de cantar la antigua canción. La flor se marchita y muere, pero no se debe llorarla siempre...
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
Llegará el silencio y la música será, entonces, perfecta.
Agoniza la vida hacia el poniente para sumirse en sombras doradas. El amor abandonará sus juegos para que suba al cielo de los llantos...
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
No podemos abrazar las cosas, hacerlas trizas y arrojarlas al polvo. Las horas pasan ligeras, con los sueños embozados. La vida, eterno el trabajo y el hastío, apenas nos da un día para el amor.
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
La belleza nos place porque el ritmo de su danza es el de nuestras vidas. La sabiduría nos es cara porque nunca tenemos tiempo de completarla. Lo eterno está todo hecho y concluido, pero las flores de la ilusión terrena son siempre frescas, renovadas por la muerte.
Hermano, recuerda esto, y alégrate.
El jardinero, Radindranath Tagor
Llegarás por los calverosCon letra de Rafael Sánchez Mazas, el padre de Chicho Sánchez Ferlosio y uno de los fundadores de la Falange, sobre cuya biografía trata la novela de Javier Cercas y la película de David Trueba, "Soldados de Salamina", en la que participa el propio Chicho. La letra del poema habla de la llegada de la muerte, la señora inmortal de todos los caballeros, que llegará por los calveros.
Llegarás por los calveros
que se ven por la ventana,
señora blanca y lejana
de todos los caballeros.
Llegarás por los calveros
para llevarme a deshora,
blanca y última señora
de todos los caballeros.
Llegarás por los calveros
calveros de mi encinal,
muerte, señora inmortal
de todos los caballeros.
EL VIAJE DEFINITIVO, Juan Ramón Jiménez
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
Alfonsina y el Mar (Félix Luna - Ariel Ramírez)
Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más,
un sendero solo de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda.
Un sendero solo de penas mudas llegó
hasta la espuma.
Sabe Dios qué angustia te acompañó
qué dolores viejos, calló tu voz
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas.
La canción que canta en el fondo oscuro del mar
la caracola.
Te vas Alfonsina con tu soledad,
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos harán
una ronda a tu lado.
Y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado.
Bájame la lámpara un poco más,
déjame que duerma nodriza en paz
y si llama él no le digas que estoy
dile que Alfonsina no vuelve.
Y si llama él no le digas nunca que estoy,
di que me he ido.
NO VOLVERÉ A SER JOVEN, Jaime Gil de Biedma, Poemas póstumos. Madrid.1969
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
–como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
–envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Christina Rossetti (1830-1894)
Recuerda
Recuérdame después de haberme ido
cuando, bajo la tierra silenciosa
no me alcance tu mano temblorosa
ni pueda desandar lo recorrido.
Recuérdame sin más cuando perdido
el sueño que soñaste, cual la rosa,
se deshoje, pues ya ninguna cosa,
promesa o ruego, llegará a mi oído.
Mas si me olvidas por un tiempo, amado,
al reparar en ello no te aflijas.
Si la muerte y los vermes han dejado
algún vestigio de mi pensamiento,
prefiero que me olvides si contento
estás a que me evoques y te aflijas.
Cuando esté muerta
Cuando esté muerta, mi amor,
No cantes tristes canciones para mí,
No plantes rosas en mi cabeza
Ni sombríos cipreses:
Sé la hierba verde sobre mí,
Con rocíos y gotas mójame;
Y si te marchitas, recuerda;
Y si te marchitas, olvida.
Ya no veré las sombras,
No sentiré la lluvia,
No escucharé al ruiseñor
Cantando su dolor:
Y soñando a través del crepúsculo
Que no crece ni desciende,
Felizmente podría recordar,
Y felizmente podría olvidar.
¿Por quién doblan las campanas?, John Donne (1572- 1631)
¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por alguna muerte tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida,
Como si se tratara de un legendario monte, o de la casa solariega de uno de tus amigos o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta porque me encuentro unido a toda la humanidad;
Por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas;
doblan por ti.
A Gracia (ausente para siempre)
a quien sentí compañera desde el primer día
Es una lástima que no esté con vosotros
al punto de sonar el timbre en la mañana
y preparáis los papeles para empezar
las clases de cada uno y todos los días,
y raudos os desparramáis por los pasillos
o esperáis la incierta bajada del ascensor.
Es una lástima que no esté con vosotros
cuando ha sonado el timbre del recreo
y cada uno busca al compañero que llena
con su escucha los huecos de la soledad
y otra vez, insistente, la señal lo devuelve
al quehacer cuadriculadamente programado.
Es una lástima que no esté con vosotros
cuando vaya a visitaros algún día...
cuidadosamente calculado pasa que estéis todos
porque será inevitable doloroso recuero
la nostalgia de su mirada alegre y su sonrisa franca,
de su palabra presta y su ironía sana,
... ¡que no estarán con nosotros!
J. Ángel Menchero.
Poema de Stevenson (traducido por Javier Marías) y sin duda esbozo para su famoso y escueto "Réquiem", inscrito en su tumba en Samoa:
“Ahora que la cuenta de mis años
ya se ha cumplido, y yo
la vida sedentaria
dejo para morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer
bajo el inmenso y estrellado cielo.
ya se ha cumplido, y yo
la vida sedentaria
dejo para morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
cavad bien hondo y dejadme yacer.
Clara fue mi alma, libres mis actos,
honor era mi nombre,
no huí nunca ante el miedo
ni perseguí la fama.
honor era mi nombre,
no huí nunca ante el miedo
ni perseguí la fama.
Cavad bien hondo y dejadme yacer
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
Cavad bien hondo en algún valle verde
donde la brisa suave
sople fresca en el río
y en los árboles cante …
donde la brisa suave
sople fresca en el río
y en los árboles cante …
Cavad bien hondo y dejadme yacer
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
Elegía
No fue olvidar que estábamos viviéndola
lo mejor de la vida.
Lo mejor de la vida vino después,
cuando supimos
que no habría otra oportunidad para vivirla;
y cada trago que de ella bebimos
lo apuramos al máximo, buscando
más allá de los posos nuestro fondo.
(de Conocimiento del medio)
Angel Guinda
MOHSEN EMADI: ELEGÍA A MARCELO REYES
MARCELO. UNA ELEGÍA
[Para Marcelo Reyes, 1960-2015]
1
¿Cómo se puede escribir sin fingir
como un actor que se reúne con su acto,
como un cuerpo que se reúne con su muerte?
¿Cómo se puede regresar a la misma bodega
en el sótano de tu casa,
entre las botellas de vino y los instrumentos rotos
y hombro a hombro, con otros fantasmas,
sentarnos en el sillón
y fijar la blanca cortina
de tus sueños?
¿Cómo se puede escuchar la música de tu rechazo,
tu rechazo a Buenos Aires,
cuando, al respirar,
bailas tango con la muerte?
¿Sobre ese hilo de viento
cuando hablas con la ausencia de tu madre
en el otro lado del océano,
cómo se puede, hombro a hombro,
con tu miedo
aliviar mi miedo?
2
Pero las lágrimas han de secarse,
las flores de la tumba se marchitarán;
tu bodega se encontrará abandonada
y tu cortina vacía.
Los perros de la casa
reconocen siempre tu olor,
pero ya no te esperan
detrás de la puerta.
En este lado del océano está lloviendo
y Buenos Aires no te recuerda,
pero yo no puedo
salir del recuerdo de tus brazos.
La lluvia aún me moja
pero a ti ya no te mojará.
Te quedas ardiendo
y tu calor
es toda la intensidad del exilio
-el doble tartamudeo de la existencia-
que tú vives sin cuerpo y sin lenguaje.
Y aún sin cuerpo y sin lenguaje
abrázame.
3
El corazón de tu destierro
late en mi cuerpo.
Tu rechazo es mi rechazo.
Nadie muere dos veces
y en todas las fotografías
un solo pronombre nos mira
-hombro a hombro,
borrachos y riendo.-
Un solo pronombre que recuerda
el calor de nuestras madres,
un pronombre que canta la nana
y nosotros, perdidos en la música,
intercambiamos nuestros corazones.
Tú eras mi lenguaje, Marcelo,
en las noches largas de alcohol y de recuerdos
cuando la palabra no circulaba en mi boca.
Traducías los sonetos de las distancias
con la amargura del mate, hasta la mirada y la sonrisa.
Mi corazón ya no palpita en tu cuerpo
y tu corazón me hace volar
por las alturas del abismo.
4
La roca que quebró tus huesos
era tu infancia.
Remontabas cada vez más alto
para caer más duro.
En la calles de San Juan
el viento sopla como siempre.
En los campos de Borja
ningún vino cambia su sabor.
El tiempo, en cada uno,
añade algo a la densidad de la ausencia
y la tierra entonces ya no pesa.
Desde la lejanía del lenguaje
miro tu bodega.
Los perros vienen y van,
tu olor está en todo el espacio,
en la nariz de la poesía
que mueve su cola, ladra,
se levanta a dos pies
y no te encuentra.
5
Toma tu guitarra en la uña del alcohol,
el alcohol en la copa de la pérdida,
la pérdida en los pasos de la infancia
y los pasos en la antigüedad del lenguaje.
Toma tu guitarra,
con cada melodía tu corazón
bombea sangre a mis órganos.
Remonto el viento
para caer con más fuerza
en tus brazos.
Del poeta persa exiliado, Mohsen Emadi, “Suomalainen
Iltapäivä”, Zaragoza, Olifante, 2017.
domingo, 6 de febrero de 2011
Contrapublicidad
Me llamo Octave y llevo ropa de APC. Soy publicitario, esto es, contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con esas cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el photoshop. Imágenes relamidas, músicas pegadizas. Cuando, a fuerza de ahorrar, logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo tres temporadas de ventaja, y siempre me las apañó para que os sentáis frustrados. El glamour es el país en el que nunca se consigue entrar. Os drogo con novedad, y la ventaja de lo nuevo es que nunca lo es durante mucho tiempo. Siempre hay una nueva novedad para lograr que la anterior envejezca. Hacer que se os caiga la baba, ese es mi sacerdocio. En mi profesión nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no consume.
Fréderic Beigdeber, 13,99 euros, Quinteto, Anagrama
Definición
La contrapublicidad es una crítica de la publicidad realizada mediante la alteración de los contenidos de sus mensajes. En inglés se conoce con el nombre de subvertising, resultado de la fusión de las palabras subvert (subvertir) y advertising (publicidad). De este juego de palabras se entiende que la contrapublicidad consiste en subvertir, es decir, trastornar, revolver y destruir la publicidad. La contrapublicidad se apodera de las técnicas publicitarias para invertir los significados de los mensajes comerciales. (Fuente: Wikipedia)
Técnica
1. Se elige un anuncio comercial o institucional y se analiza su composición (idea vendedora, estrategia creativa, imagen…).
2. Se somete al anuncio a una transformación que afecta al sentido de la campaña, de manera que se adopta un enfoque crítico (denuncia, ironía, caricatura…).
Es importante detectar cuáles son los valores que intenta transmitir el anuncio para ponerlos en tela de juicio y dar un sentido completamente nuevo al mensaje contrapublicitario.
http://www.letra.org/spip/IMG/pdf/LIBRO_CONTRAPUB_CHM.pdf
http://ntic.educacion.es/w3//recursos/fp/publicidad_un_enfoque_critico/index.htm
http://www.letra.org/spip/IMG/pdf/4_4_contrapublicidad_grafica.pdf
http://www.vamosapublicidad.com/contrapublicidad/
domingo, 30 de enero de 2011
Coplas a la muerte de su colega, Luis García Montero
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Poesía
La probadora de libros
Los emperadores romanos tenían esclavos que les probaban la comida para evitar envenenamientos; yo tengo mi probadora-asesora de libros: Carmen Léonard, la bibliotecaria del instituto, que lleva con discreción y eficacia una labor no reconocida. Aquí os dejo alguno de esos libros recomendados que he leído de un tirón:
Arthur and George, Julian Barnes
Un día perfecto, Melania G. Mazzucco
Middelsex, Jeffrey Eugenides
Álbum de familia, Route Dorrestein
La tía marquesa, Simonetta Agnello
El mar, John Banville
Aurora boreal, Asa Larsson
En febrero he leído Mil soles espléndidos del afgano Khaled Hosseini y El lado oscuro del amor de Rafik Schami, autor sirio afincado en Alemania.
Tesela a tesela, Schami ha compuesto un impresionante mosaico de Oriente Próximo, desde el fin del imperio Otomano hasta nuestros días, un panorama de enfrentamientos y revueltas, tramas secretas y dictaduras que abarca desde Siria al Líbano. Corre la década de los sesenta en Damasco cuando el joven Farid conoce a la hermosa e inteligente Rana. La atracción mutua es irresistible, pero, para su desgracia, pertenecen a familias cristianas que se odian a muerte: los Mushtak, católicos, y los Shahin, de tradición greco-ortodoxa. Desde el primer momento, la relación entre los jóvenes se convierte en un desafío inaceptable a la ley de los clanes rivales, un amor condenado a la clandestinidad y el exilio. La suerte de los amantes a lo largo de varias décadas concita una nutrida galería de personajes difíciles de olvidar. Y como formidable marco de esta historia está Damasco, ciudad misteriosa y fascinante, que palpita en estas páginas a través de una visión íntima pero certera de una cultura marcada por las convulsiones políticas y religiosas, y de un mundo en el que el valor del individuo queda relegado ante el poder omnipresente de la familia. El honor como principio obsoleto no es patrimonio exclusivo de una comunidad, sino que los árabes, tanto musulmanes como cristianos, lo han colocado entre las piernas de las mujeres, llega a decir el autor en uno de sus mejores pasajes, mientras se dejan manipular por las potencias extranjeras en sus propios países. La desgracia de los árabes reside en su propia incapacidad y su vena cainita. Dotado de una ágil ironía, uno de los personajes de la novela asegura "comprender todas las desgracias de los árabes" cuando "tres sirios ayudan a un francés corrupto y cobarde a torturar a un compatriota".
En apenas dos días del mes de mayo he devorado El secreto de tus ojos. No he visto la película y no puedo hacer comparaciones al contrario que otras personas. Aunque hay muchas palabras que no entiendo, los personajes y la trama me cautivaron. Me gusta sobre todo que el narrador en primera persona sea objetivo y el narrador en tercera, subjetivo. Me gusta la historia de amor que dura más de tres décadas y ver reflejada en un libro la torpeza casi adolescente que conservan los sesentones.
En mayo leí La mujer justa, de Sándor Márai. Esta vez ví primero la adaptación teatral de Eduardo Mendoza en el Teatro de la Abadía y enseguida me entraron ganas de leer la novela. La historia está compuesta por tres monólogos, en boca de tres personas unidas por un triángulo amoroso. Maritka es la primera de las voces. Una mujer divorciada, perteneciente a la burguesía, que nos cuenta su experiencia matrimonial, el amor incondicional que sentía por su marido.La segunda voz es la del ex-marido, Péter, un burgués acomodado que dejó a su mujer por el espejismo de un enamoramiento. Y por último escuchamos a la tercera en discordia, Judit una criada que siempre envidió a los burgueses, y que soñaba con convertirse en uno de ellos. La novela nos muestra la decadencia de la burguesía laboriosa antes de la 2ª Guerra Mundial, donde no hay sitio para la perfección, la educación, el sentido de la responsabilidad y el autocontrol.
Destaco una frase del protagonista: “He sufrido más por el contacto con las personas, por la vida social que por la verdadera soledad”.
El edificio Yacobián (Mmaeva, 2007 )del escritor Alaa Al Aswany es un sincero retrato de la ciudad de El Cairo, en el que se rompen tabúes y se detalla sin tapujos la corrupción, el sexo, la represión policial, la miseria, el fanatismo y la hipocresía moral y religiosa. A través de las vidas de una serie de personajes que residen en un inmueble cairota -el edificio del título-, unos en cómodos apartamentos burgueses y otros en viviendas lumpen en el tejado, el autor disecciona el Egipto moderno y pone en evidencia sus males endémicos. Entre los personajes del edificio figuran Zaki Bey, un hedonista alcohólico, cosmopolita y mujeriego que echa pestes de Nasser y la revolución del 52 y suspira por los viejos tiempos del Club Gezira; Busayna Sayed, una joven dependienta desilusionada que se deja manosear por su jefe a cambio de unos billetes; el culto y homosexual Hatem Rachid, periodista que se dedica a depredar en los bares de alterne gay; Hagg Ezzam, corrupto empresario miembro del Parlamento por el partido en el poder involucrado en el tráfico de drogas, y Taha Shazli, el hijo del portero, que tras ver rechazado su ingreso en la policía se hace militante islámico radical. A través de este último personaje, descubrimos como se manipula, alecciona y se forma un terrorista a través de discursos enardecidos en las mezquitas.
El argumento de la novela Contra el viento del norte es simple: una dirección de correo electrónico accidentalmente mal escrita hace que, por casualidad, Leo Leike y Emmi Rothner se conozcan en la red. Poco a poco, lo que en principio son correos muy formales de dos personas adultas, se convierte en un diálogo repleto de personalidad, curiosidad por el otro y humor. Pero no se queda ahí: a medida que van ganando confianza, la dependencia entre ellos se hace cada vez más patente y, a su vez, también el cariño y el miedo. Miedo a enamorarse y, en mayor medida, a verse y decepcionarse.
Arthur and George, Julian Barnes
Un día perfecto, Melania G. Mazzucco
Middelsex, Jeffrey Eugenides
Álbum de familia, Route Dorrestein
La tía marquesa, Simonetta Agnello
El mar, John Banville
Aurora boreal, Asa Larsson
En febrero he leído Mil soles espléndidos del afgano Khaled Hosseini y El lado oscuro del amor de Rafik Schami, autor sirio afincado en Alemania.
En apenas dos días del mes de mayo he devorado El secreto de tus ojos. No he visto la película y no puedo hacer comparaciones al contrario que otras personas. Aunque hay muchas palabras que no entiendo, los personajes y la trama me cautivaron. Me gusta sobre todo que el narrador en primera persona sea objetivo y el narrador en tercera, subjetivo. Me gusta la historia de amor que dura más de tres décadas y ver reflejada en un libro la torpeza casi adolescente que conservan los sesentones.
En mayo leí La mujer justa, de Sándor Márai. Esta vez ví primero la adaptación teatral de Eduardo Mendoza en el Teatro de la Abadía y enseguida me entraron ganas de leer la novela. La historia está compuesta por tres monólogos, en boca de tres personas unidas por un triángulo amoroso. Maritka es la primera de las voces. Una mujer divorciada, perteneciente a la burguesía, que nos cuenta su experiencia matrimonial, el amor incondicional que sentía por su marido.La segunda voz es la del ex-marido, Péter, un burgués acomodado que dejó a su mujer por el espejismo de un enamoramiento. Y por último escuchamos a la tercera en discordia, Judit una criada que siempre envidió a los burgueses, y que soñaba con convertirse en uno de ellos. La novela nos muestra la decadencia de la burguesía laboriosa antes de la 2ª Guerra Mundial, donde no hay sitio para la perfección, la educación, el sentido de la responsabilidad y el autocontrol.
Destaco una frase del protagonista: “He sufrido más por el contacto con las personas, por la vida social que por la verdadera soledad”.
El edificio Yacobián (Mmaeva, 2007 )del escritor Alaa Al Aswany es un sincero retrato de la ciudad de El Cairo, en el que se rompen tabúes y se detalla sin tapujos la corrupción, el sexo, la represión policial, la miseria, el fanatismo y la hipocresía moral y religiosa. A través de las vidas de una serie de personajes que residen en un inmueble cairota -el edificio del título-, unos en cómodos apartamentos burgueses y otros en viviendas lumpen en el tejado, el autor disecciona el Egipto moderno y pone en evidencia sus males endémicos. Entre los personajes del edificio figuran Zaki Bey, un hedonista alcohólico, cosmopolita y mujeriego que echa pestes de Nasser y la revolución del 52 y suspira por los viejos tiempos del Club Gezira; Busayna Sayed, una joven dependienta desilusionada que se deja manosear por su jefe a cambio de unos billetes; el culto y homosexual Hatem Rachid, periodista que se dedica a depredar en los bares de alterne gay; Hagg Ezzam, corrupto empresario miembro del Parlamento por el partido en el poder involucrado en el tráfico de drogas, y Taha Shazli, el hijo del portero, que tras ver rechazado su ingreso en la policía se hace militante islámico radical. A través de este último personaje, descubrimos como se manipula, alecciona y se forma un terrorista a través de discursos enardecidos en las mezquitas.
El argumento de la novela Contra el viento del norte es simple: una dirección de correo electrónico accidentalmente mal escrita hace que, por casualidad, Leo Leike y Emmi Rothner se conozcan en la red. Poco a poco, lo que en principio son correos muy formales de dos personas adultas, se convierte en un diálogo repleto de personalidad, curiosidad por el otro y humor. Pero no se queda ahí: a medida que van ganando confianza, la dependencia entre ellos se hace cada vez más patente y, a su vez, también el cariño y el miedo. Miedo a enamorarse y, en mayor medida, a verse y decepcionarse.
viernes, 21 de enero de 2011
Teatro para leer en clase
El retablillo de don Cristóbal, Federico García Lorca
Fablilla del secreto bien guardado, Alejandro Casona (Retablo jovial)
Adaptación de Farsa y justicia del corregidor (Retablo jovial) de Alejandro Casona
Fernando Arrabal: Pic-nic
Lauro Olmo, La asamblea general y otros fragmentos
Fabián Sevilla, Hay una sopa en mi mosca
Fabián Sevilla, Los idiomas de la tele
Jorge Díaz, Epitafio
Mihura, Melocotón en almibar
Alonso de Santos, La princesa y el dragón
"Es la historia divertida de un dragón y Peladilla que, por no estar destinados el uno al otro, se han dañado. Pelón de Ardilla, muy ilusionado, al ver que ella no le quería, un chasco se ha llevado. El rey, padre de Peladilla, no acepta la decisión y se alivia contando una alegre canción. El hada todo lo ha liado y a Peladilla ha convertido en dragona. Dragón y dragona se han casado y muchos dragoncitos han criado. Y con este final el resumen se ha acabado". Rakel Roldán, 1º E
Fernando Lalana, Se supende la función
Luis Alonso de Santos: Cuadros de amor y humor
Guías didácticas de Bajarse al moro, Luis Alonso de Santos:
Fablilla del secreto bien guardado, Alejandro Casona (Retablo jovial)
Adaptación de Farsa y justicia del corregidor (Retablo jovial) de Alejandro Casona
Fernando Arrabal: Pic-nic
Lauro Olmo, La asamblea general y otros fragmentos
Fabián Sevilla, Hay una sopa en mi mosca
Fabián Sevilla, Los idiomas de la tele
Jorge Díaz, Epitafio
Mihura, Melocotón en almibar
Alonso de Santos, La princesa y el dragón
"Es la historia divertida de un dragón y Peladilla que, por no estar destinados el uno al otro, se han dañado. Pelón de Ardilla, muy ilusionado, al ver que ella no le quería, un chasco se ha llevado. El rey, padre de Peladilla, no acepta la decisión y se alivia contando una alegre canción. El hada todo lo ha liado y a Peladilla ha convertido en dragona. Dragón y dragona se han casado y muchos dragoncitos han criado. Y con este final el resumen se ha acabado". Rakel Roldán, 1º E
Fernando Lalana, Se supende la función
Luis Alonso de Santos: Cuadros de amor y humor
Guías didácticas de Bajarse al moro, Luis Alonso de Santos:
lunes, 3 de enero de 2011
¿Por qué escribo?
Algunos llegaron a la literatura por vocación, por el placer de la lectura y para emular a los autores que admiraban. Ahora crean por necesidad vital o simplemente lo hacen por dinero. Cincuenta autores de renombre nos desvelan los secretos de su obra, los motivos por los que dedican sus vidas a la escritura en el Pais Semanal del 2 de Enero de 2011.
Elvira Lindo, Manolillo y los bomberos
Desde que el mundo es mundo, los niños que soñaban con ser escritores eran los rarillos. Una rareza que no se apreciaba, porque ya se encargaban esos niños fantasiosos de que nadie descubriera su diferencia. En este aspecto las cosas no han cambiado. Tú preguntas en una clase, "¿a alguien le gusta escribir?", y las criaturas bajarán la cabeza como si hubieras preguntado quién se masturba o algo parecido. Tal vez un alumno decida romper la tensión señalando a una compañera, "ésta escribe poesías", y lo más probable es que la pobre enmudezca, deseando que sus compañeros se olviden pronto de su tara. El niño que escribe es el rarillo. La niña, la rarilla. Porque en la niñez la destreza para la acción tienen mucho más prestigio que las dotes reflexivas. Algunos maestros me han dicho que hay niños que aspiran a ser zánganos de Gran Hermano. En fin, cada generación ha dado su camada de zánganos, ahora, además, tienen programa en la tele.
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