jueves, 15 de julio de 2010

La pluma y el bisturí


Yo también quiero que me atienda el doctor Montes.
"Yo creo, que llegará el día; en que el enfermo de no se qué, se abandonará a las manos de los médicos sin preguntarles nada.
Estos médicos; le extraerán sangre, calcularán algunas variables, multiplicarán unas por otras y curarán a este enfermo con una sola píldora.
Sin embargo; si yo caigo enfermo, me dirigiré a un viejo médico de familia.
El me mirará en el ángulo del ojo, me tomará el pulso, me palpará el vientre, me auscultará.
Después toserá, prenderá su pipa, se frotará el mentón y me sonreirá para calmar el dolor.
Desde luego yo admiro la Ciencia; pero también admiro la Sabiduría."

Antoine de Saint-Exupery

Las relaciones entre la literatura y la medicina son innegables. La literatura, como la medicina, tiene a la condición humana como uno de sus objetivos. Los grandes temas que se suelen tratar en las novelas relacionadas con la medicina son:
1. Las repercusiones psicológicas de la enfermedad: Cómo la enfermedad afecta a la vida de aquellos que la sufren, especialmente cuando es irreversible o mortal (Thomas Mann: “La Montaña Mágica”).
2. La enfermedad contada en primera persona: cómo la viven los afectados, y su opinión sobre los médicos y el resto de los profesionales sanitarios (Tolstoi: “La muerte de Ivan Illich”).
3. Los aspectos sociológicos de la enfermedad: las repercusiones en la conducta de las sociedades en las que viven (Camus: “La peste";John Irving "Príncipes de Maine".
4. La medicina como profesión: la relación médico-enfermo. Las dificultades del ejercicio de la medicina, las diferencias entre la medicina hospitalaria y extrahospitalaria, así como los conflictos entre médicos y pacientes (Mika Waltari: “Sinué El Egipcio”; Van der Meersh: “Cuerpos y Almas”).
5. Los límites de la investigación médica: el conflicto entre el respeto a los enfermos y el progreso de la medicina (Mary Shelley: "Frankenstein"Stevenson: “Doctor Jekill y Mr. Hyde”; “El ladrón de cadáveres”).

Hipócrates comparó el ejercicio de la medicina con un drama en el que intervienen tres actores: el paciente, el médico, y la enfermedad. Quizás sea ésta la razón que explique que la literatura y la medicina han marchado de la mano a través de los siglos, interesadas ambas en la vida y tribulaciones del ser humano. Los escritores han abrumado a sus personajes con un sin fin de enfermedades, con objeto de incorporar crisis y conflictos a los argumentos de sus obras y los médicos han utilizado su experiencia clínica como fuente de inspiración de sus obras literarias. Hay escritores que abandonaron su profesión primitiva de médicos y tuvieron un éxito notorio como profesionales de la literatura, otros continuaron con sus dos profesiones. Cuando, en los comienzos de su carrera literaria Antón Chéjov (1860-1904) se vio obligado a renunciar a la medicina, hizo la famosa observación: “ la medicina es mi esposa y la literatura mi amante, esto puede resultar poco respetable pero desde luego no es aburrido”. A diferencia de Chéjov, el célebre Arthur Conan Doyle (1859-1930) no trató de mantener a dos mujeres a la vez: tras diez años infructuosos dedicados a la medicina, abandonó esta para dedicarse a la literatura. En España, Pío Baroja (1872-1956) dejó pronto la medicina y narró sus experiencias en El árbol de la ciencia (1911), a los 22 años de edad se graduó en Medicina y para su tesis doctoral eligió el tema El dolor: Estudio Psicopatológico.
Otros escritores también médicos son: Diego de Torres Villarroel, Felipe Trigo, Luis Martín-Santos, Gregorio Marañon, Pedro Laín Entralgo, Andrés Bello, François Rabelais, W. Somerset Maugham, Mijail Bulgákov.

Para saber más:
http://www.fisterra.com/human/1libros/libros.asp donde aparece un listado muy completo de obras literarias relacionadas con la medicina en todos los géneros literarios.Sobre todo, las novelas permiten conocer hechos y situaciones que difícilmente se encuentran en los libros de texto tradicionales de Medicina.
http://www.fisterra.com/human/4miscelanea/varios/medicosEscritores.asp donde se repasa la vida de alguno de los médicos-escritores más famosos.

Algunas curiosidades sobre el léxico médico
:

·El nombre de Himen, hijo de Apolo y dios del matrimonio pasa a ser el término que designa la membrana mucosa que cubre la entrada de la vagina.
·Morfina derivación a partir de Morfeo, nombre del dios de los sueños.
·A partir del nombre de Venus, la diosa que representa la feminidad, el amor y la belleza en la mitología latina, tenemos epónimos médicos que se han formado tanto por adjetivación —enfermedad venérea—, como por una construcción de genitivo —monte de Venus o collar de Venus—. También Afrodita, la equivalente de Venus en la mitología griega, nos ha dejado en medicina diversos términos como afrodisíaco, anafrodisia o hermafrodita.
-Hipnosis, trance inducido artificialmente en el que parte de la estructura mental del sujeto se pone al alcance del hipnotizador. Este nombre, propuesto por el francés Cuvillers en 1821, tiene su origen en uno de los hijos de la Noche, Hypnos (sueño), hermano de Tánatos (la muerte),que tiene como misión permitir el paso de los sueños verdaderos —no falsos o halagüeños— a los mortales.
-Atropina, alcaloide de la belladona (atropa),rinde con su nombre homenaje a Atropos, una de las tres Parcas —que son las encargadas de ejecutar las órdenes del Destino—, cuya misión es cortar de improviso y cuando le place el hilo
de la vida de los mortales.
- Atlas, nuestra primera vértebra cervical, quesoporta el cráneo mediante su articulación con el hueso occipital, se llama así por Atlas, el titán de la mitología griega que, por tomar partido contra Júpiter en la Guerra de los Titanes, fue castigado a cargar eternamente sobre sus espaldas la bóveda
celeste.
-Síndrome de Arlequín: designa un problema benigno de la circulación en el recién nacido, en el que cada una de las mitades del cuerpo presentauna coloración diferente: una más pálida y otra más rosada, o incluso rojiza. Debe su nombre, supuestamente, a la vestimenta habitual de Arlequín, célebre personaje de la Commedia dell’arte. Decimos supuestamente porque, en realidad, el traje original de Arlequín no es el dividido en dos partes, una blanca y otra negra, sino elformado por varios cuadros o «parches» en forma de rombo, de diferentes y vivos colores.
-Sífilis: personaje del poema De Morbo Gallico, escrito en 1525 por el médico italiano Girolamo Fracastoro, donde se hace una descripción de esta enfermedad, conocida por otros nombres, como «mal francés», «mal de Nápoles», «mal de bubas», etc. El nombre Sífilis, atestiguado en las Metamorfosis de Ovidio y presente con distintas variantes gráficas en diversos manuscritos medievales y poemas renacentistas, parece tener su origen en Sipylus (segundo hijo de Níobe, hija de Tántalo, rey de Lidia), inspirado a su vez en el monte Sipilo de Lidia.
- Síndrome de Lasthénie de Ferjol, cuadro anémico debido a pequeñas sangrías que el paciente se practica voluntariamente. Le debe el nombre a Lasthénie de Ferjo, personaje de lanovela Une histoire sans nom, de Barbeyd’Aurevilly—, que murió por las pérdidas repetidasde sangre que ella misma se producía en secreto. Por su parte, el nombre de Lasthénie lo formó claramente el escritor a partir de «astenia», en lo que puede verse un ejemplo a la inversa de lo que aquí hablamos; es decir, de la influencia de la medicina sobre la literatura.
-Bovarismo: término que se refiere a la confusión o la imposibilidad para distinguir la fantasía de la realidad. Tiene su origen en la novela de Gustave Flaubert "Madame Bovary". En ella, Emma Bovary trata de escapar del aburrimiento que le producen la seriedad y sobriedad de su marido Charles mediante la evocación de imágenes de su juventud relacionadas con fantasías sexuales y deseos adúlteros, de los que ella va convirtiéndose en protagonista. Esto la irá llevando a sentir como si fueran reales a hombres imaginarios, confundiendo progresivamente la fantasía con la realidad.

Anecdotario médico:


Al igual que los profesores, los médicos y las enfermeras han escrito muchos libros sobre las distintas anécdotas que han vivido: como la de llamar al pediatra pederasta, la de confundir una biopsia con una autopsia, ir al dentista con «pedorrea» en vez de piorrea.
Estas anécdotas que ridiculizan al más débil nos hacen reír, pero en el fondo nos provocan indulgencia. Hay mucho sarcasmo y poca comprensión en ellas, la mayoría se producen porque el enfermo, como el alumno, no entiende las palabras de la jerga médica o no prestó suficiente atención a nuestras explicaciones. Si diéramos menos cosas por supuestas y comprobáramos más si el paciente o el alumno nos entendió, evitaríamos muchos de estos errores de comunicación que no son errores médicos.
Hace unos años los estudios y la cultura no estaban al alcance de cualquiera. La jerga médica, como la de los profesores y los juristas, no deja de ser una barrera que se coloca como una defensa para colocar a cada uno en su sitio.

-"Diga treinta y tres. Anecdotario médico" de J. Ignacio de Arana, Espasa Calpe.
-"Anécdotas de enfermeras" de Elisabeth G. Iborra

Galdós y Alcorcón

El escritor Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria 1843 - Madrid 1920), aunque no nació en Madrid, situó la mayor parte de sus novelas en esta ciudad. En Los Episodios Nacionales narra de forma novelada la mayor parte de la historia del siglo XIX. En concreto, en el episodio España Trágica que sigue a la revolución de 1868 y al destierro de Isabel II, en el capítulo IX, refleja la situación del momento: la muerte del infante don Enrique de Borbón a manos del Duque de Montpensier y el misterioso asesinato del General Prim. Precisamente el duelo tiene lugar en Alcorcón el 12 de marzo de 1870, dos de los protagonistas del episodio, Don Ángel Cordero y Vicente Halconero acuden al duelo para ser testigos de lo que va a ocurrir:

“A campo traviesa anduvieron los dos amigos largo trecho a corta distancia de la carretera de Extremadura” (…). “Vieron los amigos que los coches paraban en el llamado Portazgo de Alcorcón. Largo trecho anduvieron sin poder penetrar en el coto militar” hasta que un oficial amigo les permitió la entrada. “El terreno era extenso, ondulado, con pabellones y casetas aquí y allá, raso de arboledas, resplandeciente de luz vivísima y batido por aires matinales de picante frescura”. Una vez transcurrido el duelo, tras llegar los camilleros, fue recogido el cadáver y los protagonistas se fueron en procesión hacia la Venta de Retamares. Después el suceso fue desvirtuado con la fabulilla oficial de que don Enrique había muerto “probando unas pistolas en el Campo de Tiro” (...).
"Largo trecho anduvieron por el camino real y fuera de él hasta dar con la Venta de la Rubia, donde un adusto ventero y una Maritornes amable les sirvieron opulenta tortilla con jamón y unas magras carneriles con cartílagos y osamenta, vino peleón, y para postre, blandas y melosas torrijas" (...).

El príncipe era primo y cuñado de Isabel II, tío carnal del futuro Alfonso XII y primo hermano de la esposa de Montpensier. Cuando era joven fue pretendiente de Isabel, pero desdeñado por ser demasiado liberal.

miércoles, 14 de julio de 2010

Los lugares secretos: El Capricho de la Alameda de Osuna

El capricho, paradigma de parque romántico, se construyó por orden de una duquesa de Osuna, a finales del s. XVIII, que lo convirtió en una fantasía de fuentes, canales, estatuas clásicas, puentes, edificaciones, arboledas. En él transcurre una de las peripecias de la protagonista de la novela "Los lugares secretos" de León Arsenal (Martínez Roca) donde aparece un estudio sobre la simbología presente en diferentes edificios de Madrid.



Otro de los lugares secretos es el Humilladero en la esquina de Fuencarral con Augusto Figueroa. Capilla y oratorio con grandes puertas y ventanales para que los transeúntes puedan ver, a través de las rejas, las imagenes de un Cristo y una Virgen de la Soledad. Foto de Emilio G. Ruiz

Marcapáginas de mujeres científicas

Esta colección incompleta de marcapáginas, editada por el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, me la regaló mi compañero y amigo Juan A. Torresano, no las he encontrado en la red y, con grandes dificultades y poco éxito, he logrado escanearlas. Pasado un tiempo he conseguido saber, siempre por azar, quién es la ilustradora: Eulogia Merle.











El resto de los marcapáginas escaneados se perdieron cuando por error borré un archivo.

Rebuscando he encontrado otros marcapáginas en este enlace:
http://ztfnews.wordpress.com/2010/02/18/zientzia-emakumezkoen-kontua-la-ciencia-cosa-de-mujeres/



Trabajando en el aula:
La aportación de las mujeres a la ciencia se remonta a más de tres milenios. Sus logros han sido, sin lugar a dudas, decisivos para el conocimiento de la Ciencia y para hacer de éste un mundo mejor. Sin embargo, en numerosas ocasiones nos encontramos con que sus trabajos, por circunstancias ajenas a su capacidad y valía, no han tenido la repercusión que merecen. Por eso creo que a imitación de estos modelos, los alumnos podrían trabajar sobre las mujeres científicas o literatas que, superando todas las dificultades y prejuicios de su tiempo, realizaron grandes aportaciones a la ciencia y a la cultura.

Se podría hacer:
- Una selección de fotografías con el siguiente epígrafe para que las busquen en internet: ESTAS MUJERES SON GRANDES ARTÍSTAS, CIENTÍFICAS, MATEMÁTICAS, POETAS. FÍJATE BIEN Y DÍ A CUÁNTAS CONOCES Y QUÉ SABES DE ELLAS.
- Elaborar marcapáginas con los nombres de mujeres que se dedicaron a la literatura.

Mujeres científicas:
El blog mujeres con ciencia
http://revistacienoliletras.blogspot.com/2009/03/dia-internacional-de-la-mujer.html
http://centrospntic.mec.es/cea.pablo.guzman/mujertrabajadora/albumcientificas/index.htm
Lista de Mujeres literatas del s. XX:

Soy una blogópata


Por si no tuviera bastante con otras adicciones: a la cerveza, a los solitarios, a la lectura, a pandadetolos, a tu piel... En estos meses me he convertido en una blogadicta o blogópata, todo gracias al curso TIC. Me lo ha confirmado un test que figura en la red. He contestado afirmativamente a demasiadas preguntas:
-Ingresas a tu propio blog cada cierto tiempo solo para ver si hay comentarios nuevos...
-Empiezas a pensar en futuros artículos en mitad de una cita, de una película, en la ducha, etc...
 incluso en mitad del acto amoroso.
-Te sientes culpable con tus lectores el día que no publicas nada.
-Has tenido un sueño donde aparecía tu blog (o el de otros).
-La primera cosa que haces cada día al levantarte es mirar tu blog.
-Has intentado dejarlo y no has podido.


No lo puedo dejar, hace mucho calor para salir a la calle en las horas centrales del día y disfruto entrando en este mundo alucinante donde todo parece que ya está escrito. Me apropio del trabajo de otros e intento que los otros se aprovechen del mío. Empecé para poner mis apuntes al día -en el instituto se ríen de mis fotocopias amarillentas que he paseado por medio Madrid- y deshacerme de todo el lastre de carpetas que me agobian en casa. Lo que en principio era una buena herramienta para mis futuros alumnos y para ponerme al día en mi asignatura, se ha convertido en una pasión que me consume unas cuantas horas al día. No sé lo que durará, pero estoy encantada. ¿Acabaré siendo una blogópata crónica? Los latinos ya habían calificado a este furor como "cacoethes scribendi o loquendi".

http://www.elpais.com/articulo/portada/vicio/castigo/elpeputec/20051218elpepspor_6/Tes
He descubierto que también hay un diccioblog:
Blog: un lugar en Internet para expresar vivencias, ideas, sentimientos, etc,
Bitácora: es la pagina del blog.
Post: son lo que los blogger escriben, todo lo desarrollado en un blog.
Blogger: son las personas que tienen un blog.
Blogópata: es el tipo de persona que postea mucho, que escribe mucho en su blog.
Fanblogs: seguidores fieles de los blogger.
Así que también he creado mi propia palabra para mis seguidores, si es que los tengo:
Bloggélito: seguidor del blog de Ángeles (bloggeles).

martes, 13 de julio de 2010

Lectores en las fábricas de tabaco


Una tradición en las fábricas de tabaco de Cuba es la del Lector, una persona que lee a los obreros una gran variedad de textos, desde los periódicos hasta las novelas. Como en los monasterios medievales donde un fraile leía a sus hermanos desde un púlpito pasajes de la Biblia o lecturas sacras mientras almorzaban en el refectorio.
Liadores de historias
Los lectores de tabaquerías comenzaron su labor pagados mediante una modesta cuota semanal entregada por los trabajadores, costumbre que perduró hasta el triunfo de la Revolución. En sus inicios, la lectura se realizaba por los trabajadores designados, los que se turnaban cada cierto tiempo. Generalmente era una persona instruida y educada a quien se le dispensaban grandes atenciones. El lector debía poseer las aptitudes necesarias: tener voz clara y pronunciación correcta, ser lo suficientemente culto para poder interpretar cuando leía o, en muchas ocasiones, evacuar las dudas o servir de árbitro en discusiones sobre materias históricas, literarias y hasta científicas. Para probar sus aptitudes, el nuevo lector, por lo regular, debía pronunciar un discurso que ocupara la atención y la voluntad de los obreros. Uno de estos lectores afirma:“Es la mejor profesión del mundo, la única en la que trabajas mientras lees”. Cuando algún pasaje de la lectura generaba gran interés, los tabaqueros manifestaban su entusiasmo golpeando con su chaveta repetidamente sobre la tabla de hacer cigarros.

Habanos ilustrados
Víctor Hugo, Alejandro dumas, Cervantes y Balzac eran los grandes best sellers de la fábrica. Los libros que más entusiasmaron eran Los miserables, Nuestra Señora de Paris, El jorobado de Nôtre Dame, Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo. Las marcas Montecristo, Romeo y Julieta son un claro homenaje a esas lecturas que tardaban en leerlas cuatro o cinco meses.
De esta manera los tabaqueros se convirtieron en unos grandes eruditos analfabetos, porque apenas un quince por ciento de los trabajadores sabía leer. Como en El Lector, de Bernard Schlink, en la que un adolescente lee los libros a una mujer que no sabe leer, en las fábricas de tabaco cubanas la literatura entraba por el oído.

Para saber más:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352007000600004&lng=en&nrm=i
http://www.elnuevoherald.com/2009/09/25/552069/habanos-ilustrados.html

Ladrones de cadáveres: el cuerpo del delito




No sé si a todos os pasará lo mismo, me entretienen las series de forenses en televisión, aunque sus imágenes (CSI, Bones, 'rossing Jordan') me producen cierto desagrado. Cierro los ojos ante tanta víscera y sangre, pero me gusta que los cadáveres acaben denunciando al culpable. La autopsia constituye uno de los procedimientos primordiales para conocer el cuerpo humano sano y enfermo, por eso el interés por asomarse al interior del cuerpo humano se observa desde las sociedades más antiguas; sin embargo, no será hasta el siglo XIX cuando alcance plena sistematización y vigencia.
La medicina ha ido avanzando a pesar de todas las prohibiciones religiosas de diseccionar cadáveres. En esta lucha por aprender anatomía, muchas veces los cadáveres humanos fueron sustituidos por cerdos, los animales más parecidos al hombre, sólo se diferencian en que no tienen apéndice. El médico (novela de Noah Gordon que recomiendo para estos meses estivales) nos relata la pasión de un hombre del siglo XI por vencer la enfermedad y la muerte, para ello recorrerá un largo camino que le conducirá, desde una Inglaterra en que domina la brutalidad y la ignorancia, al esplendor de la remota Persia, donde conocerá al legendario maestro Avicena.
En el siglo XIX escaseaban los cadáveres para las clases de medicina. Ello hizo que proliferase el tráfico ilegal y, con él, el secretismo en torno a la sala de disección. Al mismo tiempo, posar en ella se convirtió en la foto oficial de los estudiantes, `moda´ que desapareció en los 50. El robo de cadáveres era un delito menor, punible sólo con multas y cárcel, pero no con la muerte. El negocio era lo suficientemente lucrativo como para asumir el riesgo de ser detenidos, especialmente cuando las autoridades solían desentenderse del tema. El robo de cuerpos se hizo tan común que no era raro que los parientes del recién fallecido vigilaran el cuerpo hasta el entierro, y que incluso con posterioridad vigilasen la tumba para evitar que fuese violentada.
En 1820, en Edimburgo. William Burke y William Hare estrangularon a 16 personas para vender luego sus cuerpos a un reconocido profesor de anatomía escocés. Burke pasó a la posteridad, porque su apellido sirve para nombrar en inglés la acción de matar a alguien y luego traficar con su cuerpo.
http://www.elpentagrama.com/4006.htm

Basándose en estos hechos Stevenson escribió Ladrón de cadáveres. El relato, ambientado en Edimburgo en el siglo XIX, fue llevado al cine en 1945 por Robert Wise. Boris Karloff interpretaba al ladrón de cadáveres.

-Para saber más:
El cuerpo del delito: historia de la disección, interesante artículo de Javier García Cristóbal en el suplemento XL semanal del 30 de agosto de 2009 con inquietantes fotografías.
http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id=46778&id_edicion=4467