sábado, 14 de mayo de 2011
Testeando: test Lengua y Literatura
Tests autoevaluables sobre distintas asignaturas. http://www.testeando.es/
Testeando es una herramienta educativa y lúdica pensada para profesores y estudiantes de ESO y Bachillerato de los colegios españoles. Consiste en un juego de preguntas y respuestas tipo trivial, agrupadas por cursos y asignaturas que responden al desarrollo curricular marcado por el Ministerio de Educación.
lunes, 25 de abril de 2011
Escritores que destruyen sus obras
Son muchos los escritores arrepentidos de sus publicaciones. Virgilio, antes de morir, pidió al emperador Augusto que destruyera la Eneida, menos mal que el emperador se opuso rotundamente y no cumplió la petición. Cuenta la leyenda también que Juan Ramón Jiménez se arrepintió de haber escrito Platero y yo e intentó rescatarlo de las librerías.
Sabemos que muchos incipientes escritores queman y rompen lo escrito. La lectura de sus escritos les resulta insoportable: exceso de adjetivación, incongruencias argumentales, enredos sintácticos y confusiones semánticas. La destrucción no puede ser más útil: reduce la egolatría y hace reflexionar. Pero nos sigue sorprendiendo que muchos de los grandes escritores destruyeran parte de su obra. Francisco Ayala explicaba en una entrevista que destruyó sus poemas porque le parecía que no tenían altura: ” Los destruí. Como destruí mis pinturas, las que había hecho en un momento de mi vida cuando pensé que podía ser pintor, que era una tradición que existía en mi casa. Tenía los medios materiales, pero mis pinturas no me satisfacían y las destruí, en lugar de dejar esos testimonios de mi torpeza”. También el premio Nobel, Vargas Llosa, como cuenta en El pez en el agua, pidió a ayuda a su amigo Javier Silva Ruete para quemar un cajón lleno de versos porque “no era bueno como poeta”
Afortunadamente algunas maravillas desechadas fueron rescatadas del olvido en baúles, rincones o basureros; otras, en cambio, desaparecieron, consumidas por el fuego invencible, iniciado por autores más precavidos. Ernesto Sábato iba a quemar Sobre héroes y tumbas, pero su mujer le disuadió. Stephen King tiró Carrie a la basura y su esposa lo rescató.
Eduardo Lago reflexiona sobre este tema en su novela Llámame Brooklyn: " Naturalmente sólo
tenemos conocimiento de los casos en que los amigos desobedecieron. ¿Cuántos
habrá que, por el contrario, respetaron la voluntad del muerto? ¿Cuántos kafkas
y virgilios habrán desaparecido sin dejar rastro de su paso por la tierra?"
En el suplemento Cultura/s de La vanguardia se dieron las razones principales de la destrucción de las propias obras artísticas:
- Insatisfacción con la propia obra: 30%
- Depresión: 26%
- Falta de espacio o materiales: 15%
- Temor a acciones legales: 8%
- Preocupación por su legado: 7%
- Ritual: 5%
- Otros (aumentar la cotización, locura...): 9%
Veamos algunos ejemplos de hojas quemadas:
Gógol
Gógol publicó Almas Muertas en 1842, pero, tras una larga peregrinación a Jerusalén, decidió abandonar la literatura para concentrarse en la religión y quemó lo que había escrito de la segunda parte de Almas Muertas diez días antes de su muerte en Moscú. Sólo algunos fragmentos de esa segunda parte sobrevivieron a la quema y han sido publicados.
Kafka
Kafka sólo publicó algunas historias cortas durante toda su vida, una pequeña parte de su trabajo, por lo que su obra pasó prácticamente inadvertida hasta después de su muerte. Con anterioridad a su fallecimiento, dio instrucciones a su amigo y albacea Max Brod de que destruyera todos sus manuscritos; Brod hizo caso omiso de esas instrucciones, y supervisó la publicación de la mayor parte de los escritos que obraban en su poder. La compañera final de Kafka, Dora Diamant, cumplió sus deseos pero tan sólo en parte. Dora guardó en secreto la mayoría de sus últimos escritos, incluyendo 20 cuadernos y 35 cartas, hasta que fueron confiscados por la Gestapo, en 1933.
Cortázar
Cortázar quemó una novela que se llamaba Soliloquio, una historia real, basada en su propia experiencia, donde un profesor culto se enamora de una alumna rebelde, pero no es correspondido. También quemó una serie de cuentos que se llamaban La otra orilla, de los que había dado copias a amigos, que la publicaron. Y se arrepintió de que reeditaran el primer libro de sonetos Presencia.
http://pedantoteca.blogspot.com/
Por qué el ebook no reemplazará nunca al libro tradicional
Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks.
Joaquín Sabina
En el Algarve, a 23 de abril de 2011, mi flamante ebook (marca Overtech, conseguido con los cupones de "2O minutos") se quedó con la pantalla colgada sin más explicación en la página 205 de La leona blanca. No ha llegado a cumplir ni un mes. Me dejó compuesta y sin libro. Así que me desdigo de lo escrito en el último párrafo de otra entrada:
http://bloggeles.blogspot.com/2010/06/un-invento-inmejorable.html
domingo, 24 de abril de 2011
Maldito domingo por la tarde
ELVIRA LINDO El País 24/04/2011
Montar un melodrama
Que la tarde del domingo tiene un nosequé tristón, ya se ha dicho; que llevamos impreso en la memoria el calendario escolar, ya está dicho; que sobre las seis de la tarde del domingo empieza a asaltarnos la antigua sensación de no haber hecho los deberes y haber imaginado que el fin de semana sería eterno, ya está dicho; que el efecto es demoledor si al hecho de ser domingo se le añade que es el último día de Semana Santa, ya está dicho. A eso se le puede sumar la sensación de acabamiento del mundo que da salir del cine y que sea de noche, que el taxista te torture con una retransmisión deportiva a un volumen irritante, que no encuentres un restaurante abierto, o que vayas a un bar de tapas y esté vacío y nadie te propine codazos para pelear un lugar en la barra. Todo muy triste. Esa es la razón por la que el domingo hay que tomar medidas terminantes que impidan que brote esa tonta melancolía infantil. Opino que es mejor recogerse pronto: pasear por una calle con los establecimientos cerrados y las aceras vacías es algo que sólo puede gustarle a aspirantes a escritores, de esos que todavía creen que hay que favorecer experiencias lánguidas para escribir libros lánguidos en los que se aborde la incomunicación de nuestro tiempo. No. Eso es un sarampión. Se padece una vez y queda uno inmunizado. Prosigamos: se vuelve a casa pronto tras haber pasado la mañana comprando cosas inútiles en los mercadillos y tras la lectura de dos o tres artículos del periódico (puede ser el mío o puede ser el de otro) se disponen él o ella a preparar una cena ligera y exquisita, evitando, en la medida de lo posible, batir huevos. El sonido de batir de huevos es demoledor, nos retrotrae a patios interiores y cenas para salir del paso. No. En la cena del domingo hay que esmerarse. Se coloca todo artísticamente en la mesa baja del sofá, como si fuéramos a recibir a una visita, y se abre un buen vino. El sonido del descorche es altamente recomendable. El remate perfecto es tener capítulos de una serie por ver. (...)
Ejercicios con fábulas
Las fábulas son relatos breves, generalmente protagonizados por animales u objetos a los cuales se dota de características humanas, y que sirven para ilustrar el comportamiento de los hombres. Suele tratarse de historias inverosímiles y muy imaginativas, pero lo más importante de las fábulas es su afán didáctico. Se caracterizan por incluir una moraleja, una breve frase que resume la enseñanza que el lector debe extraer de la fábula.
Son relatos muy conocidos y que se transmiten de boca en boca. Por ello, no siempre se conoce quién es el verdadero autor de una fábula. Sin embargo, a lo largo de la historia de la literatura se han destacado algunos autores, aquellos que tal vez tomaron la fábula del folklore popular y se encargaron de darle la forma que tiene hoy en día.
Autores de fábulas
Esopo fue, entre los antiguos griegos, el más famoso autor de fábulas. Se calcula que vivió en el siglo VI a. C., pero al no existir documentos contemporáneos a su existencia, es imposible determinar una época exacta o siquiera un lugar. Incluso se ha llegado a dudar de que se tratase de una persona real. Sin embargo, sus fábulas han trascendido y llegado hasta nosotros, muchas veces transcriptas por otros autores, como Demetrio de Falero, Fedro, Jean de La Fontaine y Félix María Samaniego. Algunas de las fábulas más conocidas de Esopo son: la cigarra y la hormiga, la zorra y las uvas, el león y el ratón, el ratón de campo y el ratón de ciudad, la gallina de los huevos de oro. Las enseñanzas que se quiere transmitir con ellas es generalmente de base moral.
Características
·Brevedad narrativa. El texto puede estar escrito en prosa o verso y en la mayoría de los casos es un esquema dramatizado con diálogos en estilo directo o indirecto. El estilo directo tiene lugar cuando el autor reproduce las palabras de los personajes que hablan, y el estilo indirecto cuando se reproduce la conversación entre dos personajes, pero no de manera textual.
·El texto se basa en una conversación mantenida entre animales, que suelen ser los personajes en este tipo de relato. Estos animales suelen representar "tipos" o modelos con unas características muy definidas (ejemplo: la zorra es astuta, la hormiga es trabajadora, el lobo es feroz, etc.)
·No todos los personajes de las fábulas han de ser forzosamente animales; también podemos encontrar plantas, objetos e incluso seres humanos.
·Conclusión en moraleja o sentencia (a ser posible de carácter moralizante).
Ejercicio interactivo
C:\Documents and Settings\Administrador\Mis documentos\¿CUÁL ES LA MORALEJA.mht
Actividades
·Escribe una fábula con animales utilizando algunos de los recursos propios de este género.
·Pon una moraleja a esta fábula:
Tuvo antiguamente el milano otra voz, una voz penetrante. Pero oyó un día a un caballo relinchar admirablemente, y lo quiso imitar. Pero a pesar de todos sus intentos, no logró adoptar exactamente la voz del caballo y perdió además su propia voz. Así, quedó sin la voz del caballo y sin su voz antigua.
·Desarrolla una fábula a partir de esta moraleja
"No embellezcas tu aspecto, sé bello en tus actos." (Tales de Mileto)
Fábulas on line:http://www.eljardinonline.com.ar/cuentosfabulas.htm
http://www.xtec.es/~jrafols/viajeliterario/fabulas.htm#Inicio
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/guias/fabulas/gallina.asp
Para acabar con las moralinas
Son muchos los autores que han intentado acabar con la moralina de muchas de las fábulas de nuestra niñez. Te presento algunos ejemplos:
1) La versión de La cigarra y la hormiga que aparece en la película Los lunes al sol.
http://www.youtube.com/watch?v=KnL5GRrM3P4
2)
EL LOBITO BUENO (José Agustín Goytisolo)
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.
3) El poeta Ángel González también tiene un poema sobre las fábulas (Introducción a las fábulas para animales). Lo puedes oír en su voz:
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=47&p=%C1ngel%20Gonz%E1lez&t=Introducci%F3n%20a%20las%20f%E1bulas%20para%20animales&o=%C1ngel%20Gonz%E1lez
Vamos a ser subversivos: Ahora se trata de que hagas una versión políticamente incorrecta de una fábula.
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sábado, 23 de abril de 2011
Chesil Beach
La probadora de libros me recomendó Chesil Beach de Ian McEwan. 184 páginas de una prosa exquisita que describe la noche de bodas de una pareja, una larga noche de desencuentros que les hace distanciarse, pero que les mantiene unidos para siempre en el recuerdo culpable. Para Florence el estreno de caricias y el descubrimiento del placer resultan un territorio enemigo –un requisito y no un gusto–; para Edward, en cambio, es la culminación del deseo desviado y postergado, la cristalización de fantasías. La novela nos muestra el cambio producido en los códigos de la sexualidad desde los años sesenta y me ha recordado cómo fueron muchos de los encuentros sexuales de la juventud en los años 70: conservadurismo, miedo, culpabilidad, temor al embarazo, soledad... Se lo recomiendo sobre todo a los de mi quinta.
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