Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante, en el que hay dos profesores de Villena, integrantes del grupo de Investigación de “Botánica y Conservación Vegetal”, han estudiado, analizado y confirmado una nueva especie de planta, a la que han puesto el nombre de “Helianthemum bilyanense”, Villena en árabe*.
Este nuevo “tesoro” descubierto en Villena es un ejemplo de la flora peculiar en zonas interiores del sureste de España donde abundan los arenales y formaciones dunares, hábitats poco comunes y de elevada rareza. Se trata de una planta pequeña y leñosa, postrada en el suelo, con unas vistosas flores amarillas, que en la morfología floral es similar a otras jarillas de nuestro municipio –pertenecientes a mismo género -las Cistáceas–, pero sus caracteres vegetativos (hábito y hojas) son completamente diferentes y permiten reconocerla fácilmente. Fue descubierta por José Carlos Hernández, el actual presidente de la asociación ecologista local “Salvatierra”, un buen conocedor del término y de su flora, que trabaja por la conservación del territorio en contra de las especulaciones del suelo. Cuenta con un escaso número en la vereda de Cabrera y está en peligro de extinción. Su principal enemigo es la implantación de las fotovoltaicas en la zona. Las administraciones públicas tienen que decidir si salvar la biodiversidad o destruirla, una vez más la lucha de David contra Goliat.
*El origen del topónimo sería el término بليانة «Bilyāna», y significaría «la llenada (por Alá)».
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