Este verano no he tenido mucha suerte con las novelas que he
leído. A duras penas terminé tres que inundan todavía las librerías y que
sorprenden por el nulo interés de sus protagonistas. Carmen Mola no mola ni molaba antes, cuando no
sabíamos que se escondían tres hombres bajo su seudónimo, parecía un ejemplo
más de prosa "cipotuda" protagonizada por una mujer. Los
vencejos vuelan bajo, la novela de Aramburu es tan roma, aburrida y
predecible como su protagonista, un profesor machista hasta las trancas. Sira es un "remake" de Tiempo entre costuras, cosida con los
hilos de la novela anterior y adornada
con explicaciones históricas sacadas de manuales y descripciones cursis de fragmentos
del NO-DO.
La cuarta se me atragantó, Los años extraordinarios de Rodrigo Cortés me pareció un auténtico absurdo insufrible.
La cuarta se me atragantó, Los años extraordinarios de Rodrigo Cortés me pareció un auténtico absurdo insufrible.
Un ejemplo más de lecturas no recomendadas. Que quede clara mi admiración por todos los que escriben y publican. Los comentarios se deben a la desilusión al haberme encontrado con obras que no estaban a la altura de lo que me esperaba después de ser bombardeada por las campañas de publicidad de las editoriales y haber leído con gusto algunas de las obras de los autores citados.
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