Para engrandecer la metáfora del chicle de fresa sin sabor de la que me apropié en una entrada anterior, he encontrado esta imagen de una damisela joven, pensativa, lánguida, que refleja perfectamente "Il dolce far niente" (Lo dulce de no hacer nada u ociosidad que resulta agradable) de los cánones de "Il dolce stil nuovo", que contrasta con la máxima latina: "Vitanda est improba siren desidia" de Horacio (Debes permanecer atento a la malvada tentación, la pereza). Pues así estoy yo, salvando todas las distancias de la edad y el marco idílico, reposando sin guerrero y luchando a estas alturas de la pandemia con los dos opuestos: pereza/diligencia en los que he sido educada.
Recomiendo a todos hacer clic en el enlace pereza/diligencia. El artículo al que nos dirige es muy interesante.
Sólo puedo entender la pereza como un pecado si nuestra pereza repercute en un mayor trabajo para otros, pero si nuestro "tiempo libre" lo dedicamos al Dolce Far Niente seguro que nuestra salud mental y física lo agradecerá. La visión cristiano-protestante de la vida como una constante búsqueda y acumulación de riquezas y "éxitos" lleva siglos impidiendo y ocultándonos el camino y la forma de la felicidad .
2 comentarios:
Recomiendo a todos hacer clic en el enlace pereza/diligencia. El artículo al que nos dirige es muy interesante.
Sólo puedo entender la pereza como un pecado si nuestra pereza repercute en un mayor trabajo para otros, pero si nuestro "tiempo libre" lo dedicamos al Dolce Far Niente seguro que nuestra salud mental y física lo agradecerá.
La visión cristiano-protestante de la vida como una constante búsqueda y acumulación de riquezas y "éxitos" lleva siglos impidiendo y ocultándonos el camino y la forma de la felicidad .
Gracias por tu comentario, Guillermo.
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