No doy crédito. ¡Qué falta de sentido común! Hace unos días el presidente de la
Universidad Católica de Murcia, José Luís Mendoza, aseguraba ante medio centenar
de fieles que la vacuna del coronavirus es "para poner un chip en cada uno
de nosotros para controlar nuestra libertad". Un grupo de manifestantes antivacunas se
congregó este sábado en la plaza de Callao de Madrid, la mayoría de ellos sin
mascarillas y sin respetar la distancia de seguridad, para negar los efectos
reales de la pandemia a la vez que acusan a la telefonía 5G y a Bill Gates como
responsables para implantar microchips a través de vacunas y así
controlar las mentes de los ciudadanos. Un curandero, Josep Pàmies, realiza un
encuentro ("besos y abrazos") con sus seguidores para contagiarse de
la Covid-19. Algunos discípulos de un conocido lingüista y filósofo ya fallecido se reúnen en Madrid con el saludo de
"babas y mocos". No me extraña que, con estos ejemplos, al final los
jóvenes ávidos de juerga y llenos de alcohol utilicen caprichosamente la
mascarilla.
martes, 14 de julio de 2020
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