El escritor, hasta el siglo XIX, era un ser respetable y normalmente sofisticado, de elevada posición social y alto nivel de cultura, que cultivaba el arte para mayor gloria de Dios y de los hombres (excepto honrosas excepciones como Francois Villon). Los mecenas, nobles, príncipes, aristócratas, financiaban a los artistas y sus obras. En el siglo XIX aparecen los primeros autores que escriben por un nuevo motivo, que es el de ganar dinero, que firman contratos a destajo, a tanto por palabra, que deben escribir día y noche para pagar sus deudas y que deben entregar sus cuartillas repletas en la fecha fijada. En el fondo, quieren ser aristócratas, príncipes absolutos, pisar mullidas alfombras y frecuentar la alta sociedad. La imagen maldita del artista es sin duda la expresión de su desamparo, forzado a llevar una vida de marginado, más cerca del lumpen que de la aristocracia.
En realidad, un poeta maldito es un snob que quiere llevar la vida de un dandi. Un esnob (anglicismo que proviene del latín sine nobilitate) es una persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos para aparentar ser igual que ellos. Un dandi (del inglés dandy) es un hombre que se considera elegante y refinado, y cuya actitud ante la vida se caracteriza por la falta de deseo, la desgana, el aburrimiento y el desprecio por los gustos del vulgo.
La expresión “poetas malditos” se acuñó en el año 1832 cuando Alfred de Vigny llamó en su drama Stello a los poetas “la raza que siempre será maldita por los poderosos de la Tierra y se consolidó en un libro de Paul Verlaine llamado “Les poetes maudits”, publicado en 1888 donde realiza un homenaje a su amigo poeta y amante Arthur Rimbaud y en él evoca y elogia a toda una serie de poetas contemporáneos como Tristan Corbiere o Stéphane Mallarmé.También se les conoce bajo el nombre de Decadentismo. Nacido como reacción al realismo imperante, el decadentismo explora las regiones más extremas de la sensibilidad y del inconsciente, arremetiendo contra la moral y las costumbres burguesas, defendiendo la evasión de la realidad cotidiana y la celebración de la individualidad heroica o desdichada.
Por tanto, cinco rasgos caracterizan fundamentalmente a estos escritores:
1) Marginalidad. Se glorifica lo raro, el artista se considera como ser marginal, no común y maldito. Pero son malditos a su pesar, "cortesanos de rentas escasas", como se autodefine Baudelaire. Derrotados por todas las batallas, abatidos por los reveses cotidianos
2) El abuso de las drogas o el alcohol, la locura, el crimen, la violencia y ,en general, cualquier conducta no aprobada por la sociedad.
3) Sus vidas terminan con frecuencia de manera trágica o con muertes prematuras,
4) No llegan a recibir un reconocimiento en vida sino que su figura se hace famosa póstumamente.
5) Cultivan un arte de alto nivel poético, de oscuros significados.
Es muy común asociar también el término “poeta maldito” a autores como Baudelaire –cuya poesía encarna el sufrimiento-, Edgar Allan Poe, Thomas Chatterton, el conde de Lautréamont, Émile Nelligan, John Keats, García Lorca y otros tantos.
La figura del poeta maldito, en los últimos años, apareció muy ligada al mundo del rock: Janis Joplin, Brian Jones –uno de los fundadores de los Rolling Stones-, Jim Morrison, Jimmy Hendrix y Kurt Cobain representan perfectamente la figura del artista cuya vida se consumió antes de tiempo y que pasa a ser leyenda.http://www.poeticas.com.ar/Biblioteca/Flores_del_mal/Poemario/la_modernidad.html
Si quieres ver completo el poema que Cernuda dedica a la extraña pareja de Verlaine pincha aquí
"BIRDS IN THE NIGHT - Luis Cernuda
El gobierno francés, ¿o fue el gobierno inglés?, puso una lápida
En esa casa de 8 Great College Street, Camden Town, Londres,
Adonde en una habitación Rimbaud y Verlaine, rara pareja,
Vivieron, bebieron, trabajaron, fornicaron,
Durante algunas breves semanas tormentosas.
Al acto inaugural asistieron sin duda embajador y alcalde,
Todos aquellos que fueran enemigos de Verlaine y Rimbaud cuando vivían.
2 comentarios:
Están los escritores malditos, que suelen ser muy interesantes, y también están los malditos escritores (por su escasa calidad). Además de otras variantes de escritores, claro. Pero bueno, generalmente la gente tiene que buscarse la vida y esta es una de las maneras. Y, aunque un escritor también puede hacer mucho mal, hay profesiones peores en ese sentido. Además, mueven la economía y crean puestos de trabajo.
Un comentario un poco tonto el mío, muy mejorable.
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