domingo, 1 de noviembre de 2015

La tentación de vivir: teatro joven y divertido para congelar los problemas


Todos los viernes a las 9 de la noche en la pequeña sala de teatro Estudio 3 se presenta La tentación de vivir, comedia escrita por la autora uruguaya Denise Despeyroux. La recomiendo porque es muy divertida y está muy bien interpretada. Además actúa Luis Riera Ramírez, autor y actor, al que ya he dedicado alguna entrada y que aquí da vida a un joven inseguro que aprovecha las reuniones de Alcohólicos Anónimos para ligar.
¿No puede más con su vida? ¿Le invade la desesperación y llora todas las noches? ¡No espere más!: CONGELE SUS PROBLEMAS.


La Tentación de Vivir habla sobre cosas que no podemos controlar, o de que en realidad no podemos controlar casi nada. Nos conocemos poco, conocemos poco a los demás y conocemos también poco del mundo y de sus leyes. Solo queda ir sorteando escollos o aventuras, relacionarnos con el azar, con el destino, o con la falta de ambas cosas; creer o no creer en los signos, pero no tener otro remedio más que interpretarlos. Mientras tanto, hay cosas que el destino se propone con obstinación.

Samarcanda en otoño

Cuando era pequeña me aburría muchísimo en todas las clases y me entraba un sueño invencible que solo podía esquivar metiéndome en el libro de Geografía donde veía las fotos de lugares exóticos. Me imaginaba visitándolos, viviendo mil y una aventuras como las de los protagonistas de las películas. Por eso siempre quise ir a Atenas, a las pirámides de Egipto, a las ruinas del Machu Pichu  y a los templos budistas de la India. Allí descubrí uno de los sitios más increíbles: la ciudad de Samarcanda, en la ruta de la seda, nudo de comercio y de comunicaciones donde se encontraban todos los viajeros de Oriente y Occidente. 
Por fin, este mes de octubre, aprovechando el clima benigno del otoño, se ha cumplido mi sueño, he viajado a Uzbekistán y he visto con mis propios ojos la insólita ciudad. Como no me atrevo a viajar por mi cuenta, opté por un viaje organizado por Periplos que trabaja con la agencia de Nuestro Pequeño Mundo de Alicante.  El país es barato, pero el viaje no tanto porque no hay vuelos directos y viajar con las líneas turcas encarece los precios; además realizamos un vuelo interno desde aeropuertos sin aviones y un trayecto en Talgo con tecnología española un tanto anticuada. Muchos kilómetros y poco tiempo libre para rentabilizar el viaje de ocho días. Todo estaba medido y bien organizado por Eugenio y Alberto, con un guía acompañante, Ruslan, que nos explicaba con todo detalle la historia, los monumentos y los personajes importantes que hicieron que este país, lejos del mar y situado en espacio inhóspito, apenas sin vegetación, con un clima extremo, fuera el centro del mundo, donde confluían los saberes de Persia, China, India, Bizancio y Roma. La arquitectura impactante, es muy similar en todas las ciudades y al final, con el síndrome del turista empachado, no lográbamos distinguir una madrasa de una mezquita ni una ciudad de otra. Todas las ciudades responden a la arquitectura de las  cinco M: mercados, madrasas, minaretes, mausoleos y mezquitas. Solo vimos camellos de cartón piedra decorando plazas.
A Uzbequistán llegan pocos turistas y los que vamos somos observados con las mismas caras de sorpresa que ponemos nosotros ante esos rostros sorprendentes,  resultado de mestizaje entre mogoles, árabes y rusos. No me gusta fotografiar a las personas porque creo que deben respetarse sus creencias y gustos, pero extrañamente aquí fui yo la fotografiada. Reverencian a los ancianos y llaman la atención, sobre todo, los grupos de mujeres sonrientes con dientes de oro, que según nos explican llevan en su dentadura un capital por si son repudiadas. El fotógrafo Serguéi Mijáilovich Prokudin-Gorski nos dejó unas espléndidas fotos de principios de siglo XX que todavía siguen vigentes, sobre todo sus retratos:



En este viaje he conocido historias heroicas de conquistadores legendarios como Gengis Khan,que saqueó el país; el persa Ismael Samanní que gobernó en los siglos noveno y décimo; Tamerlán, el conquistador que creó el imperio timúrida en los siglos XIV-XV y de sabios como Al Juarizmi, el matemático, introductor del cero y padre del álgebra; Avicena el médico descubridor de la circulación de la sangre;Ulugbek el astrónomo, nieto de Tamerlán. En Samarcanda nos encontramos con una calle con el nombre de Rui Gonsalez de Clavixo, embajador madrileño que envió Enrique III de Castilla en 1403 con el fin de convencer a Tamerlán para que guerreara con los turcos otomanos y así impedir que se expandieran por Europa.
En la actualidad, las ciudades más importantes son calcos de una ciudad rusa: grandes avenidas y jardines, aceras  inapropiadas para el peatón por su falta de iluminación, asfalto estropeado por los hielos y monumentos megalíticos a sus antepasados (las esculturas de Lenin y Marx han dejado paso a Tamerlán en todas las plazas).  No ocurre lo mismo en  Khiva y Bukhara, ciudades menos conocidas, que todavía conservan su casco antiguo.
La comida es rica y abundante, numerosos entrantes de verduras, sopa y carne. El plato típico de las celebraciones es el plov, una especie de cuscús con arroz que ellos tratan de relacionar con la paella. 
 El estado es laico aunque en su calendario conservan todas las fiestas islámicas  y deja solo una pequeña parte de las mezquitas para el culto, vigilando y censurando todo lo que suene a fundamentalismo porque tiene como vecina a Afganistán. El gobierno es supuestamente democrático con un dictador claramente pro-ruso; admiten el aborto y han abolido la pena de muerte. Se están abriendo ahora al turismo y sorprende que, en lugares históricos en plena reconstrucción, se pida una pequeña cantidad para hacer fotos sin que conste en ningún lugar. Los museos son pequeños y cutres, pero los artesanos y los mercaderes de baratijas han usurpado el lugar de los antiguos estudiantes de las madrasas para vender sus productos, lo que nos choca sobre todo a los cristianos acostumbrados a oír el episodio de Jesús y los mercaderes en el templo.  No hay muchos hoteles y estos no responden a los gustos del viajero occidental. Los aseos públicos son escasos y sucios, unisex y a la turca, a pesar de que también te cobran dinero. En un largo trayecto en autobús no quedó más remedio que parar en medio de la carretera y hacer nuestras necesidades entre campos de algodón con el culo en pompa reluciendo al sol. No vimos pobreza en ningún momento y los zocos eran un ejemplo de higiene.
Samarcanda responde a su aura de leyenda: no tiene mar pero es azul, por su cielo, por los reflejos de las cúpulas turquesas y los azules de los minaretes. La cerámica y los mosaicos que recubren sus estructuras de barro relucen majestuosas bajo un sol implacable. Es un oasis en medio del desierto que lleva siglos sorprendiendo a los cansados viajeros. Un faro para guiarte en el desierto. Se siente el síndrome de Stendhal: la belleza de su construcción arquitectónica es sublime, los espacios son majestuosos tanto de día como de noche.  Pero, en realidad es un espejismo, queda muy poco de la ciudad antigua de Samarkanda, excepto los monumentos, que están muy reconstruidos desde la época soviética. Se ha perdido la pátina del tiempo y se tiene la impresión de estar en un magnífico e insólito decorado de cine. 
En uno de los mausoleos de la colina de Shahi Zinda se pueden ver fotos del antes y el después de la reconstrucción y se duda si lo que vemos en la actualidad es lo que existió antes.  En una ciudad azotada por vientos implacables, los arquitectos querían sorprender a la gente con la majestuosidad de las cúpulas y los minaretes nunca vistos para engrandecer al Islam, aunque no tuvieron en cuenta que los materiales utilizados, sobre todo los mosaicos y azulejos, no durarían siempre.
Estoy convencida de que se volverán a estropear (las palomas anidaban bajo cúpulas recién abiertas al público) y habrá que volver a reconstruirla mil y una veces, como una muestra más del esfuerzo inútil que supone la frágil existencia humana. 
Cuando volví a Madrid, después de tocar los sueños con la mano, exhausta, presentaba las tres C del viajero: cagalera, constipado y estaba llena de morados por las caídas.  

Nuestro amigo y viajero Jaime Ortolá Crespo ha hecho unas magnificas fotografías:
Aconsejo admirar las fotos y oír la música de Borodin al mismo tiempo. 


En El rincón de Sele se encuentran fotografías de todos los lugares visitados y 
muchos más datos, sobre todo para los que quieran viajar por libre.

domingo, 25 de octubre de 2015

Alfabetos del mundo

Ir a https://docs.google.com/presentation/d/1W4GSNjyXNz6mQWuYMO4Hz03krGmeheIGAhy9azp_Eao/edit#slide=id.p4

martes, 20 de octubre de 2015

Demolición del edificio que albergó la sala Cadarso y el Colegio Covadonga


Observo estos escombros de recuerdos imborrables y rememoro todos los poemas que han hablado de ruinas y las han comparado con la naturaleza humana. El despedazado edificio evoca en mí voces dormidas, memorias funerales que el alma siente, reliquias de la edad temprana. Derribados los sueños, antaño fuertes ahora desmoronados, he mirado los escombros reconvertidos en metáfora del tiempo y me ha invadido la desolación. Ya no volveré a escuchar las risas jóvenes, ahora transformadas en silencio mudo, que poblaban la peligrosa escalera que ascendía hasta las clases para envidia del mundo.
¡Qué absurdo! El colegio, para mí, desapareció cuando lo abandoné en 1991 en una regulación de empleo porque quitaron el concierto al nocturno, a pesar de que era demasiado joven para quedarme y demasiado vieja para irme. Trece años intensos que me marcaron, porque me formé como persona y como profesora. Allí vivimos todos, profesores y alumnos, los avatares de la transición. Desde mi huida hacia adelante, no he vuelto la cabeza atrás ni una sola vez para no convertirme en una estatua de sal. Y esas fotos están removiendo los cimientos de mi plano del mundo. Todo desapareció, cambió la suerte.
La sala Cadarso, donde los madrileños pudieron ver los mejores espectáculos de los grupos de teatro independiente, estará siempre unida a mi colegio porque ambos estuvieron condenados a peligro de cierre por no reunir los requisitos establecidos por la Ley y porque, cuando no tenían público, nos invitaban a asistir gratis a sus representaciones. Se clausuró primero la sala Cadarso (1982) y se incorporó como salón de actos al colegio reconvertida en gimnasio de corta vida.  El colegio lo hizo en 2008 (“Porque tenemos un marco sin puerta”):


 Porque no haya más finales para los principios
 Porque éste no sea el principio del final 
 Porque nunca, nunca, nunca más 
 Se cierre un colegio como el Covadonga
En mayo de 2020, el edificio de Cadarso 18 apareció en todos los periódicos porque en los apartamentos de lujo que se habían construido allí estaba pasando la cuarentena la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Para los nostálgicos recomiendo ver el documental que se elaboró con motivo de la celebración de los 50 años de la Fundación del Hogar del Empleado, se puede ver en cuatro partes en rtv.es  A la Carta UNED (26/2/2016):
FUHEM un hogar para pensar, educar y transformar
El capítulo inicial no tiene desperdicio:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/uned/uned-1-26022016-fuhem/3501581/

“El Hogar del Empleado también dejó una de las obras más desconocidas y llamativas del arquitecto en Madrid: el Colegio de Nuestra Señora de Lourdes, construido entre 1961 y 1963. Tras la Colonia de Puerta del Ángel, los arquitectos proyectaron la de Lourdes en Batán, al sur de la ciudad. La ideología de todas aquellas colonias bebía del movimiento arquitectónico moderno europeo, con Le Corbusier a la cabeza, que consistía en crear barrios enteros: "unidades vecinales" dotadas de servicios de las que apenas tuvieras que salir. A la de Lourdes le pusieron locales comerciales, una iglesia y un instituto. Ya entonces, mucho antes de El Ruedo y Torres Blancas, Oiza construía de forma circular.”

martes, 6 de octubre de 2015

Blog Palabras por Madrid

Divertido e interesante blog por el que merece la pena dar un paseo. Esté pensado para aprender español callejeando por Madrid.
http://palabraspormadrid.blogspot.com.es/

domingo, 4 de octubre de 2015

Leonardo Padura y la generación escondida

Leonardo Padura ha sido para mí todo un descubrimiento. Empecé leyendo Herejes que me parece una novela redonda y he terminado con las  cuatro novelas del detective Mario Conde que hacen referencia a las cuatro estaciones. Mario es un policía triste (no un triste policía) que lucha para que los malos la paguen en la Habana de finales de los ochenta, un tipo empecinado en rehacer la historia.  Con ecos de sus novelas favoritas del género, es un (¿apetecible?) soltero de treinta y seis años, prealcohólico, adicto a las duralginas, pseudoescritor, cuasiesquelético, posromántico, con principios de calvicie,  úlcera y depresión y finales de melancolía crónica, insomnio y existencias de café descompuesto, dispuesto a compartir su cuerpo, fortuna e inteligencia con una mujer de cualquier color, incluso árabe si no es musulmana. Es de los que se enamoran: sufre y canta boleros.
Las novelas cuentan la historia del detective y sus amigos (la generación escondida: hijos de la revolución, atados a Cuba, pero con necesidad de huir) antes y después de todos los desastres: físicos, morales, espirituales, matrimoniales, laborales, ideológicos, religiosos, sentimentales y familiares, de los que solo se salvaba la célula originaria de la amistad, tímida pero insistente como la vida. Padura se presenta como un escritor inteligente y lúcido, autor de unos diálogos tan ingeniosos como los de otros escritores nacidos en ese país hecho de mestizajes.
Estuve en Cuba como turista por aquellos años y me enamoré de sus gentes y de su paisaje. Nunca pude comprender como el bloqueo de EEUU les estaba asfixiando sin que ningún país les defendiera, una vez caído el imperialismo ruso. 

sábado, 3 de octubre de 2015

Vuelven los recortes en los institutos

Los directores de instituto denuncian que la mayoría tienen más de 30 alumnos por clase 

La consejería ha dado instrucciones ya en octubre a un instituto de Aluche (IES Iturralde) para que se desdoble un grupo con casi 40 estudiantes. 
Los directores de instituto de Madrid estiman que un 51,3% de las clases de los centros tiene más de 30 alumnos. El cálculo lo han realizado a raiz de una encuesta a través de internet y a la que han contestado medio centenar de institutos. El sondeo detalla que de esa mitad de grupos con más de 30 alumnos un 38% tienen entre 30 y 35 estudientes y más del 12% supera los 35. El límite legal fijado por el Ministerio fija en 30 el máximo de alumnos de ESO y en 35 el de Bachillerato por aula. La encuesta de los directores no desglosa los datos por curso, así que no especifica si hay grupos que superen el límite legal. La Consejería de Educación niega que haya grupos en Madrid que superen el número de alumnos legal ni en ESO ni en Bachillerato. Un portavoz ha insistido además en que las ratios medios están bastante por debajo del máximo permitido. No obstante, han tenido que actuar en sentido contrario en algún caso concreto. De hecho, la propia presidenta Cristina Cifuentes ha pedido "comprensión y paciencia" hoy para ajustar las ratios (...).

Como decían Las madres del cordero, admirado grupo de Moncho Alpuente: A pesar de todo, todo sigue igual.

Luisa Juanatey y su "Elogio al profesor"





Leyendo este artículo de EL Confidencial sabemos mejor lo que pasó con la enseñanza en estos últimos años cuando la la educación española se echó a perder.

jueves, 1 de octubre de 2015

¿Verdaderamente son culturales y apropiados para los mayores de 60 años los viajes de la comunidad de Madrid?

Pues no, un no rotundo. Ni culturales ni especiales para mayores. Un matapersonas. Mucho autobús y poca información. Nos hemos pasado prácticamente los seis días del recorrido en autobús por Lisboa y alrededores dando una media de 4 vueltas al día por las carreteras en atascos para ir a comer al hotel que estaba en otra  localidad. No hemos estado apenas en Lisboa ni en Sintra, y hemos perdido mucho tiempo en lugares que tenían poco interés (incluso, tuvimos una parada en Estoril para ver el casino que ni siquiera estaba anunciada). Nuestro guía acompañante daba una información escasa y confusa salpicada de dudosos chistes, solo tuvimos una guía local media mañana. Creo que he vuelto sabiendo menos de la historia de Portugal que antes de irme. Pero lo peor de todo ha sido el viaje de regreso: estuvimos más de tres horas seguidas en el autobús después de comer sin hacer una parada técnica y hubo gente que lo pasó muy mal, toda una falta de consideración para los viajeros que rondaban los setenta años. Los autobuses ni tenían confort ni wifi, y el servicio, tan necesario en estos casos de emergencia, estaba cerrado. Tal vez estos viajes, parecidos a una tortura, sean una forma sofisticada  de deshacerse de la tercera edad y así pagar menos pensiones. Esta vez la mayorista era Interrías y a ella hay que achacarle la mala organización del viaje.
Es la segunda vez que tropiezo con estos viajes y (espero) la última. En fin, que la culpa es mía por no leerme bien el recorrido y haber accedido porque mis amigas me acompañaron a Malta (este último viaje ha hecho mucho mejor al anterior) con la condición de que fuésemos a Lisboa. Los organizadores deben pensar a quién van dirigidas las rutas que programan, porque, para ir casi cincuenta personas como borregos en el autocar, los precios tampoco son tan baratos. La comida regular (eso sí con vino peleón del lugar) y repetitiva,  y el hotel con una moqueta que clamaba a gritos ser sustituida.
Lo mejor, un paseo solitario por la extensa playa Caparica rodeada de gaviotas y surfistas. Cuando volvíamos, vi caer por fin al Cristo Rey en un planeado salto del ángel al hermoso río Tajo.

Carles Capdevila: enseñar con humor

La risa es fundamental en la vida y en la profesión de profesor

martes, 29 de septiembre de 2015

Trabajo sobre grandes parejas de la literatura universal (1º Bachiller)


Interesante trabajo realizado por los alumnos del IES Avempace de Zaragoza
http://www.avempace.com/articulo/LU-literatura-universal-optativa-2-bachillerato.
"En este trabajo encontrará el lector amoríos y desamores, pasiones, venganzas, adulterios, raptos, engaños, traiciones, sacrificios, finales trágicos y afortunados… En fin, todos los sentimientos vinculados al dardo de Cupido: enamoramiento, odio, dolor, felicidad, temor… Nada menos que un completo catálogo de la sentimentalidad humana. Los autores de este trabajo colectivo son los alumnos de 1º B de Bachillerato, del curso 2012 - 2013, que efectuaron una pequeña tarea de investigación para llevar a término las tareas que les fueron encomendadas.He aquí  el resultado de sus pesquisas."

Para 4º de la ESO :http://www.tareasdeeducacion.es/combas/materiales/lengua/htas_amor.pdf

sábado, 12 de septiembre de 2015

Inexplicable muerte en agosto

Tres personas mueren ahogadas en playas y ríos de Valencia 
  
12 de agosto 2015. El primer suceso se ha producido sobre las once de la mañana de este domingo en la playa de Piles, donde una mujer de unos 60 años se ha ahogado por causas que se desconocen.

Era su último día de vacaciones, se fue antes que los demás para comprar el pan y plantar la sombrilla. Le gustaba pasearse por la orilla de la playa y nunca consintió que el agua le llegase al pecho, le daba miedo. Cuando bajó el marido para reunirse con ella, observó cierto  revuelo. ¿Qué habrá pasado?, se preguntó. Se acercó y vio que sacaban a una mujer del agua con el mismo bañador que llevaba su esposa. Allí se le hundió su vida. No le pareció la ahogada más hermosa del mundo, en su cara había un rictus de dolor. Todas las preguntas se han quedado sin respuesta. No valen las lamentaciones. Ahora toca salir adelante y  olvidar esta muerte prematura e inexplicable. 

Farsante


 Para G. que piensa que todo lo que aparece escrito en el blog es verdad y está escrito por mí
Le va tan mal en la vida cotidiana que se siente como un personaje de la serie de televisión Big Ban Theory: es muy capaz para el pensamiento abstracto pero incapaz de desenvolverse ante los problemas más comunes. No entiende como a los demás les gustan el ruido, las fiestas populares, las reuniones multitudinarias y los chistes. Recuerda siempre las palabras dadas e incumplidas. Le sorprende que los demás olviden y se dejen llevar por espejismos, que sepan desenvolverse en las situaciones más absurdas para él como una boda, un funeral o un bautizo. Se siente extranjero en su familia,  con sus amigos y sus compañeros de trabajo. Así que ha optado por el silencio y la marginación: se ha convertido en el raro, el friki de turno. Es rígido y tolerante al mismo tiempo, olvida lo superfluo y se acuerda de lo fundamental, evita el conflicto en un intento de  huir hacia delante y calla para evitar levantar ampollas en los que están anclados en la normalidad.  Tiene tanto miedo a la palabra escrita que se ha convertido en un farsante, a veces utiliza los escritos de otros para tapar sus vergüenzas. Por eso está enganchado a esa serie donde personalidades estrafalarias, ridículas e insólitas, se alían entre sí para ayudarse y perpetuarse en ese mundo de los juegos de la infancia con mucho sentido del humor.

viernes, 28 de agosto de 2015

Cinco películas para mejorar la autoestima


Durante el verano, tenemos muchas más oportunidades de mostrar el cuerpo. Y, en ocasiones, de avergonzarnos de él. "No debemos olvidar, sin embargo, que somos excepcionales. Y que en esa originalidad reside la belleza", recuerda Mercedes Martínez Moreno, criminóloga y psicoterapeuta, creadora de MEDI-CINE (www.medi-cine.es). ¿Por qué nos cuesta tanto? ¿Qué nos hace tan vulnerables a los persuasivos señuelos imposibles que aparecen en el mercado de la imagen?


Pincha aquí para saber cuales son estas cinco películas 

miércoles, 26 de agosto de 2015

Ensaladas de verano

Él esperaba sus noticias ansiosamente. Una llamada, un mensaje, un correo, una carta, algo que le indicase que la llama seguía viva, que a muchos kilómetros, en un pueblo pequeño, cercano a una gran ciudad, ella, entregada a reformar su dieta, se metería en el agua recordándolo. Cada una de las brazadas que diese en la piscina, la acercaría más a su pensamiento y a su corazón; pero después de veinticuatro días de silencio, se encontró con un correo que resumía sus coqueteos con diversos autores a los que amorosamente había colocado junto a su cama. Su sitio había sido literalmente invadido por sus libros.  

       El verano es época propicia a picotear, a saltarse las normas y dietas, a hacer habitual lo excepcional. Este verano que casi acaba ha sido una de las épocas más caóticas que recuerdo para mis lecturas y con menos constancia para rematar libros. Veamos algún ejemplo.
       A finales de la primavera compré Campo de retamas, de Sáchez Ferlosio, conjunto de textos subtitulado Pecios reunidos, muchos de ellos ya publicados. Son fragmentos que raramente sobrepasan la página de extensión, a veces aforísticos, otras veces comentarios del momento, algunos literarios o embriones filosóficos, incluso poemas. La prosa de Ferlosio es inapelable, un “monumento más perenne que el bronce”, pero en este volumen a veces decae y se tiene incluso la sensación de que algún fragmento no debería haber sufrido las prensas. No he podido acabar todavía el libro, entre otras razones por la fatiga que produce la capacidad de Ferlosio (y es también una de sus mayores virtudes) para hacerte pensar lo que no quieres. Espero terminarlo antes del otoño y poder rumiar, como ya he hecho esta temporada, algunos de los mejores fragmentos del libro.
        Por los mismos días alcancé Génesis, presunta novela de Félix de Azúa, de estructura tan peculiar que de entrada no se comprende; ¿será una nivola como las de Unamuno? Más bien puede ser una venola, lo que sale cuando a uno le da la vena de escribir sea como sea. No me atrapó, y ha quedado en la mesilla como en la sala de espera de 2ª clase; confío en que la escritura magnética de Azúa me envuelva a no mucho tardar.
       Por si no quieres caldo… me dio por mirar una cita leída en un periódico y me amarré al barco que llevaba a Kafka, o a su héroe, a América, lectura mitificada hace 40 años. Ahora sólo he releído entero el último capítulo conservado, El Gran Teatro Integral de Oklahoma, uno de los pasajes más simbólicos, surrealistas y desconcertantes del Autor (a algunos hay que ponerles mayúsculas): son textos que no nos dejan en toda la vida.
       Para desengrasar, y ya en plena caldera juliana a más de 400, me lancé a la literatura de evasión. Me topé en la cabaña con unos tomitos de novela negra de los años 90, que daban con una revista de entonces. Elegí al azar Cazadores de herederas, firmado por Bill S. Ballinger, un escritor norteamericano de segunda fila muerto hace muchos años, según pude averiguar; el librito no presenta nombre de traductor ni copyright original; en fin, un apaño. Bueno, pues la novelita no está mal escrita y tiene algo de ingenio. Para empezar, el título, que sugiere pérfidos seductores al acecho de inocentes doncellas adineradas (como Monty Clift en La heredera), encubre en realidad a unos detectives zarrapastrosos tras la pista de una joven que desconoce haber heredado una importante suma, a la espera de una comisioncita… Con todo ello, no pude llegar a la mitad de las 100 y pico paginitas, que deberán aguardar tiempos peores de mis lóbulos frontales.
       Al pasar por una mesa de libros viejos en Trafalgar St pico algunas cosas por un duro: ante todo, Nada de Carmen Laforet; sólo con releer los primeros párrafos me siento aliviado de las fatigas pasadas; las grandes obras lo son porque hacen olvidar otras muchas. Queda la duda de la clave sentimental de la novela, aparentemente ocultada durante lustros.
       El otro librito que pesco en las aguas de Trafalgar es un Austral con La comedia nueva o el café y El sí de las niñas, de Moratín. De la primera tengo varias ediciones, de modo que esta es más bien para regalar. Desde hace muchos años me domina el fetichismo por una frase de La comedia nueva que repito a menudo: “Pero lo diré en griego, para mayor claridad”, en boca de Don Hermógenes, el gran pedantón o erudito a la violeta que vertebra la comedia. Salvando las insuficiencias y ambigüedades de la obra, me resulta inevitable volver de vez en cuando a ella (con una ojeada, de paso, a El sí de las niñas), como un hito en nuestro teatro y en lo que fue nuestra impotente ilustración.
       Por cierta película homónima, doy en leer el relato de Paul Bowles Tú no eres yo, que te deja impactado y con ganas de leer otros cuentos del autor, y también El cielo protector, que me espera hace años y cuyo comienzo, al menos, parece interesante.
       Un nuevo rescate de una mesa callejera: San Manuel Bueno, mártir, y tres historias más, otro Austral. Hojeando, me atrapa La novela de don Sandalio, jugador de ajedrez, que no conocía; me enredo en ella. Por encima de todo, me descubro en el placer de la lectura. Debe de ser que mis gustos están completamente estragados, pero me sigue atrayendo la escritura de mis abuelos por encima de la de mis padres, y no digamos la de mis primos; de mis hijos y nietos mejor no hablar, por falta de datos.
       En la feria local serrana me topo con los Aforismos de la cabeza parlante, de Bergamín: 70 páginas que espero merecer acabar algún día; me suenan bien.
       En el mismo caladero soy pescado por una edición bilingüe de la primera parte de Alicia de Carroll: me deleito con la prosa del ultracuento pese a mi incompetencia en inglés; de ilusión también se vive.
       Como pasa tantas veces, buscando algo en las estanterías del pasillo se encuentra otra cosa abandonada, pero que atrae: El imitador de voces, de Thomas Bernhard, colección de minicuentos (más que microrrelatos) de tono poco habitual en uno de los escritores más malditos y maldecidos o maldichos del siglo XX. A veces resultan exasperantes y a punto estoy de lanzarlos por la ventana, pero sólo alcanzo a situarlos en la cima de la montaña de libros de mi mesilla.
       En la cabaña yacía desde hace años Las crónicas del sochantre, de Álvaro Cunqueiro, sacado también de una mesa de viejo en la añeja colección Salvat de rtv, donde hay títulos para mí indispensables. La narración, realismo mágico avant la lettre, o sea algo que siempre ha habido, presenta una peculiar santa compaña o hueste antigua en un lenguaje donde se mezclan los galleguismos con lo arcaico y lo personal. Creo que es el único libro del verano que voy a leer entero y más o menos seguido.
       Pero las ensaladas suelen estar faltas de proteínas. Para reforzar mi dieta he añadido porciones de lecturas más musculosas, siempre en la línea fragmentaria y mixturera.
       Lo primero, unas caladas en La rama dorada, de Frazer, me llevan a los albores de la antropología cultural, un acervo de mitos, ritos y gritos primitivos donde han bebido generaciones de filósofos, psicólogos e historiadores de toda laya, desde Freud hasta los postmodernos y el mismísimo Agustín García Calvo. Un monumento a las mejores y peores tradiciones investigadoras del humanismo occidental. Uno de esos librones que te hacen desear tener más vidas para dedicarlas a más cosas.
       Otro librón, o librazo, Paideia, de Werner Jaeger, subtitulado Los ideales de la cultura griega, un mamotreto de 1200 páginas en letra menuda. Es otro clásico de los estudios histórico-filológicos, para desmenuzar los valores y formas de la educación a través de la cultura helénica. “Paideía” en griego suele traducirse “educación”, pero su raíz le hace decir “niñería”, “trato de niños”. Pese a todas las distancias que haya que poner con las tesis del autor, la obra es una mina de datos y reflexiones sobre una cultura que no es que sea fundamental para la nuestra, es que, como dijo alguien, los griegos somos nosotros (que no se entere Frau Merkel).
       Todo esto venía por la necesidad de leer, por razones externas, ciertos pasajes de las Lecturas presocráticas (con el poema de Parménides). Este libro de Gª Calvo, dentro del refuerzo alimentario arriba aludido, es un auténtico superconcentrado proteínico. Aquí ya hay que recurrir a las hipérboles de los antiguos poetas: aunque tuviera cien vidas, cien almas y mil mentes, no podría desentrañar tamañas tiradas donde la lógica, la matemática, la filosofía y el pensamiento puro se lanzan a la velocidad de la luz hasta orillas inalcanzables para algunos mortales. Peor aún fue meterle el diente a otra obra del mismo: Es: estudio de gramática prehistórica, que para mí desde hace mucho es ya como el 5º arcano de Fátima.
       En uno de mis convulsos intentos de rellenar oceánicas lagunas, me compro La lingüística cognitiva. Análisis y revisión, de J. Martínez del Castillo. Con un tercio leído, algo me ha enseñado sobre la materia, desde mi ignorancia. El libro es un ataque frontal a ese enfoque del lenguaje, pero algo desordenado y, lo que es peor, no muy bien escrito. Pero a buen hambre no hay pan duro, y el pan más vale duro, duro, que ninguno. Veremos si algún día remato el intento.
       Por último, picoteo de nuevo en un libro ya tentado: La manía de leer, de Víctor Moreno. Es un ensayo contra los apóstoles de la lectura, los fundamentalistas de la cultura (¿Kultur?) y el discurso semioficial de defensa de los supervalores de las letras. La tesis central va sólo contra lo que a veces es palabrería y pseudomisticismo, pero la gruesa artillería empleada da continuamente la impresión de que esto de los libros y la lectura es una gilipollez que nos venden para que pasemos el rato y hacer dinero los de siempre. O sea, nos queda una sensación ya antigua: partiendo de la nada, hemos llegado a la más absoluta miseria.
       

martes, 25 de agosto de 2015

Sol de los ángeles


Qué podría decirte, qué ofrecerte que te merecieras, sol de los ángeles, sólo soles para este día que espero pases mejor que otros.

    Gotas de miel y ámbar en el aire

          ondas de plata y oro que llegan a la playa 

             y a las suaves dunas doradas

                el surtidor de campanitas de cristal

                    que llenan todo el espacio vacío

                        el aire que alienta en la sombra

                            y da la vida cálida, cercana

                               el latir incesante y veraz

                                  la luz invisible que nunca se apaga

                                     y más allá y más alto y más dentro

                                        y más hondo y más grande, más grande

                                            y sin fin y sin fin y sin fin y sin finnnn

                               

                

         




sábado, 11 de julio de 2015

Obras son/sin amores

Otra vez estoy de obras, esta vez en casa de mi madre. Lo que parecía un lavado de cara se ha convertido en una reforma total: los cables estaban forrados de tela y las tuberías eran de plomo. Por ahora estamos en la fase de destrucción.
 "Por sus obras los conoceréis", decían los evangelios: ¿será que por el tipo y frecuencia de las reformas domésticas se conoce a la gente? O quizá: "Por sus sobras los conoceréis": la basura que producimos nos delata. O por lo que nos sobra: cuando decimos "me sobra todo", ya se sabe. Y sobrar viene de superare: me supera, me sobra.  Conclusión: obras sin amores no son buenas razones. 

martes, 30 de junio de 2015

Timo de "la siembra" en el cajero

Uniendo esta entrada con la anterior. Otra de las cosas buenas de Malta es la ausencia de delincuencia y la tranquilidad con la que vas despreocupándote del bolso.

Ayer fui a sacar dinero del cajero del  banco y sufrí un intento de robo por el método, según he leído en internet, de “la siembra” de billetes. Me he librado por poco, porque el cajero iba lento y el ladrón actuaba solo. Me equivoqué con la primera operación y observé como un chico joven con barba se situaba a mi derecha y no me quietaba ojo. No le di importancia, pensé que estaba harto de mi demora y, además, desapareció pronto de mi ángulo de visión. Cuando esperaba la cantidad solicitada, oí detrás de mí una voz extranjera que gritaba: “Señora, señora” y vi que una mano se introducía por mi izquierda tirando dos billetes al suelo, uno de diez euros y otro de cinco.  Instintivamente miré al dinero, que no respondía a lo que intentaba sacar,  y al individuo, que era el mismo de antes, joven, delgado, con barba pelirroja y bien vestido. En un segundo se dispararon mis alarmas y me di cuenta de que iba a robarme. No me agaché y tapé con mi cuerpo la salida del dinero y lo recogí. Salió escopetado. Me quedé temblando y sin saber qué hacer. Me había librado por los pelos.
Su impericia me salvó, él contaba con que el dinero saldría en el mismo momento que tiraba al suelo el dinero, que yo me agacharía y él aprovecharía ese movimiento para robarlo. Por lo menos los que se dedican a estos timos-robos no son violentos.
Todo ocurrió a las doce  del mediodía, en la calle Fuencarral y rodeada de gente. Así que recomiendo a todo el mundo que sea cauto y anule la operación ante cualquier sospecha. Vigilad que no haya ningún sospechoso cerca, cubrid bien las teclas para que no se pueda ver el número que marcáis y no atendáis a las palabras de nadie hasta no haber guardado dinero y tarjeta. Si tenéis más de 60 años, sois los objetivos preferidos de estas bandas. Mejor sacad el dinero dentro de las sucursales o en compañía de algún familiar.
En internet he leído que normalmente van en grupo y hay dos modalidades de siembra: memorizar el pin, llevarse la tarjeta y darte el cambiazo por otra para luego vaciarte la cuenta, y/o recoger el dinero mientras te agachas. 

jueves, 11 de junio de 2015

Viaje a Malta con la Comunidad de Madrid (mayores de 60)

La vida se va en un pispás, empiezas viajando en Mundo Joven y acabas en Mundo Senior, sin saber muy bien en qué se te han ido los años intermedios. Era la primera vez que viajaba con un grupo tan homogéneo: todos mayores de sesenta años. Y no me ha gustado, prefiero la diversidad, que haya personas de distintas edades y condiciones como en la vida misma. Además, ahora prefiero calidad en los servicios, por lo menos que el hotel esté céntrico y reúna las condiciones mínimas, porque ahora me canso, duermo mal y no me importa gastarme un poco más. Elegí el viaje porque pensé que, al viajar fuera de temporada, el grupo sería reducido; craso error, porque estaba masificado. La mayorista es Panavisión y a esta agencia hay que achacarle los fallos en el viaje para que los pueda subsanar, porque la Comunidad de Madrid es el cebo, no pone un euro: el pequeño descuento recae en las propias agencias que venden más al cobrar un poco menos. El paquete turístico presenta pensión completa, lo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes: te lo dan todo hecho, pero a cambio te impiden tener tiempo libre y degustar la cocina local. El tiempo se nos iba esperando que los del otro grupo, parece ser de viajes del Corte Inglés, alojados más cerca de la civilización, se reuniera con nosotros. Además, el grupo era demasiado numeroso (48 personas) y era imposible enterarte de las explicaciones. La guía, Rita, es una gallega muy competente que aparece en el programa de televisión Españoles por el mundo (2011).

El hotel, Sunflower, pequeño, cutre, aislado en la zona alta de Bugibba, dejaba mucho que desear: el colchón no tenía protector, las sábanas no eran del tamaño de la cama y tenían, como las toallas, un tono gris. La manta, de un marrón sospechoso,  parecía de la  segunda guerra mundial. La cortina del baño era pequeña y el baño se inundaba. La luz cenicienta. La televisión pequeña y antediluviana. Todo anclado en los 90. La piscina pequeña, rodeada de butacas desgastadas por el uso. Supongo que ideal para viajes de estudiantes, pero inaceptable para personas mayores.

Malta
El archipiélago es el país más habitado y pequeño de Europa. Apenas un peñasco de 316 metros de superficie con una imponente fortaleza (si siguen construyendo al ritmo actual  se quedarán sin terreno para cultivar). Lugar propicio para la caza (de ahí la fama de sus halcones) y el pirateo. Dividida en minifundios, fue un error arrancar los olivos que la poblaban porque se aceleró el proceso de desertización. No hay ni un solo río ni arroyo. Los griegos la llamaron Melita, la isla dulce. Visitada por accidente por san Pablo, conquistada por árabes y bizantinos hasta que en 1282 pasa a la corona de Aragón, para ser cedida posteriormente por Carlos I a los caballeros de la orden de Malta. Conquistada más tarde por Napoleón y por el Imperio británico en 1814, se hizo independiente en 1964, es una república desde 1974 y se incorporó a la Unión Europea en 2004.
La isla de Malta es inquietante, distinta, a veces maravillosa y otras, insoportable. Nada que ver con otras del Mediterráneo. Posee más coches que viviendas, lo que, junto a la remodelación de las carreteras, produce continuos atascos. Parece un parque temático sacado de la factoría Playmobil, que tiene su sede allí. A pesar de su pequeñez, tiene de todo: acantilados, monumentos megalíticos, restos romanos, catacumbas, casas normandas y de origen otomano e  iglesias barrocas con cúpulas que imitan a las del Vaticano. Y muchos museos dedicados a las armas y a las guerras. Hasta la lengua es una mezcla extraña de árabe y fenicio con alfabeto romano. Llana y árida, la vegetación a finales de mayo  correspondía al mes de agosto.  Apenas hay playas de arena y son artificiales. La entrada a La Valeta, muy reconstruida, es espectacular,  y pasear por sus calles, mezcla de oriente y occidente, tiene un encanto extraño; se tiene la sensación de dejá vu, porque en ella se han rodado películas como Gladiador, Ágora o Troya. 


Sus habitantes son ultra católicos (no existe el divorcio) y en la isla existen unas 365  iglesias, una para cada día del año, las calles y las casas están llenas de santos y vírgenes de dudoso gusto. Se mantiene envuelta en un sabor inglés, se conduce a la izquierda y están en uso las cabinas y los buzones de color rojo, hace poco que han retirado los autobuses urbanos antiguos. Otra curiosidad es la numeración en herradura de las calles de la Valeta con los números seguidos.  Los dulces y  helados son variados y exquisitos, como la bebida nacional (que habría que importar) kinnie, mezcla de hierbas que recuerda el sabor de la Coca-Cola y el regusto amargo del bíter.

En la actualidad, Malta es un país emergente y en construcción con un IVA por debajo del resto de Europa, muchas multinacionales se han beneficiado de este semiparaíso fiscal, y algunos casinos online tienen allí su sede.  Además de alumnos que van a estudiar inglés, reciben muchos inmigrantes titulados, sobre todo enfermeras y médicos, porque allí gobiernan "los rojos" y están llevando a cabo muchas políticas encaminadas a conseguir un estado de bienestar, que comienza dedicando mucho dinero a la sanidad y la educación.  
Me sorprendieron sus monumentos megalíticos, anteriores a los Stonehenge y Las llamadas Venus de Mal'ta, alrededor de 30 estatuillas femeninas de diferentes formas que se encuentran en el Museo Arqueológico y datan del Paleolítico. Gorditas entrañables en las que parece haberse inspirado el escultor Botero. Se puede observar que el aspecto que presentan coincide con el desnudo de muchas de las viajeras del grupo.   


Malta fue también el refugio de Caravaggio y en su catedral se encuentra el impresionante y teatral cuadro Decapitación del Bautista.



Estaba como en casa, oyendo continuamente el nombre de mi pueblo, Villena, porque la guía citaba continuamente a uno de los maestres de la orden de Malta entre 1722 y 1736, de origen portugués, Manuel de Villena, Durante su maestrazgo, impulsó un ambicioso proyecto de obras públicas, entre las que cabe destacar la remodelación completa de la ciudad de Florinana  por lo que aquella fue conocida como borgo Vilhena, y las llevadas a cabo en las murallas de la ciudad de Mdina, cuya puerta monumental lleva las armas del gran maestre sobre el arco de entrada. En 1731, ordenó la construcción del Teatro Manoel, el tercero más antiguo de Europa en funcionamiento, y actualmente Teatro Nacional de Malta.

No creo que vuelva a Malta ni a viajar con la Comunidad de Madrid. Pero ya sabemos que nunca se puede decir de esta agua no beberé. No me puedo imaginar el calor tiene que hacer allí en el mes de agosto. 
  Para saber más