lunes, 1 de enero de 2024
viernes, 29 de diciembre de 2023
David Araújo, un tuitero ilustrado: Tú dices..., Bécquer decía ...
David Araújo, un enamorado de las palabras, se define así en su cuenta Chuzo de punta: Lacónico con grelos. De Vigo sin viguir en mí. Covachuelista. Estos son mis tuits. Son como son. A nadie los pedí prestados.
Tú dices: "Aún flipo cuando recuerdo nuestro primer polvo".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) April 2, 2018
Miguel Hernández decía: "Aún me estremece el choque primero de los dos; cuando hicimos pedazos la luna a dentelladas".
Tú dices: "Me puto flipas cuando llevas el pelo suelto".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) June 26, 2022
Quevedo decía: "En crespa tempestad del oro undoso nada golfos de luz ardiente y pura mi corazón, sediento de hermosura, si el cabello deslazas generoso".
Tú dices: "¿Por qué siempre acabamos liándola parda?".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) May 11, 2021
Emilia Pardo Bazán decía: "¿Por qué el hombre ha de dejar que lo pesque el diablo con tan tosco anzuelo y cebo tan ruin?".
Tú dices: "Pues claro que buscamos el retuit, no te jode".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) January 1, 2021
Larra decía: "Porque la palabra escrita necesita retumbar y, como la piedra lanzada en medio del estanque, quiere llegar repetida de onda en onda hasta el confín de la superficie".
Para saber más: https://www.yorokobu.es/david-araujo-chuzo-de-punta/
domingo, 24 de diciembre de 2023
Serie para estas navidades: El encargado
La serie de Disney+ El encargado me ha parecido extraordinaria. En sus dos temporadas destila ironía y humor. Es una comedia negra con un buen guión y magníficos actores, entre los que destaca su protagonista Guillermo Francella, que ya me sorprendió en El secreto de sus ojos (2009) y en El clan (2015).
Eliseo es el portero de un edificio de clase alta en Buenos Aires, donde hace uso y abuso de su poder de vigilancia e intromisión. Debajo de su apariencia servicial, oculta un talento extraordinario para manipular. Considera que el edificio es suyo porque lleva décadas trabajándolo, está al servicio de los vecinos y los vecinos, sin saberlo, al suyo. Su existencia se verá amenazada cuando se entera del plan para construir una piscina en la azotea donde tiene su casa. Esto ocasionaría su despido y liquidación tras treinta años. Pero él tiene un plan para solucionarlo.
Eliseo juega a ser dios según sus caprichos, ánimo o ganas de impartir justicia. Aunque eche una mano a vagabundos, empleadas del hogar e inquilinos buenos a punto de ser estafados. Carente de escrúpulos, cobra comisiones a los obreros que vienen a hacer reparaciones, e incluso saca beneficio alquilando por días el apartamento de unos vecinos. Detrás de su apariencia servicial se esconde un maestro del engaño, un bufón mentiroso y demente, un solitario pícaro que vive acompañado de una planta carnívora que alimenta con moscas. Unas veces pierde, pero la mayoría gana. No es una serie de crítica social, pero nos presenta una ficción con personajes reconocibles. Este portero sin uniforme no tiene nada que ver con sus colegas de las series de televisión españolas.sábado, 23 de diciembre de 2023
Muñoz Molina: Un 20 de diciembre (aniversario del asesinato de Carrero Blanco)
Teníamos casi 18 años cuando fue asesinado Carrero Blanco, y a pesar de la impaciencia, no sospechábamos todo el tiempo de espera que todavía nos quedaba, cuánta negrura sería preciso atravesar
(...) Era un tiempo estancado en el que no parecía que fuera a suceder nunca nada. Ahora, retrospectivamente, sabemos que no faltaba mucho para la muerte de Franco, para el vendaval de vértigo y de miedo y ebriedad frágil de esperanza que vendría después. Pero entonces el porvenir era un horizonte cerrado, un bloque sin fisuras, con el negro siniestro de los chaqués de los dignatarios oficiales y de las sotanas eclesiásticas, con el blanco y negro de los telediarios y el gris de los uniformes de la policía, los muebles metálicos de las oficinas y el humo del tabaco que fumaban funcionarios de ademanes despóticos y gesto y aliento avinagrados. Había más colores, desde luego, pero todos eran de una extraordinaria fealdad, una epidemia de sordidez visual que se correspondía con el envilecimiento moral de muchos años acumulados de sumisión a un poder cuartelario: predominaban aquellos horrendos marrones de los primeros setenta, los marrones del vestuario, de los groseros edificios de ladrillo especulativo, los murales de cerámica marrón en las fachadas de las cafeterías, los de las moquetas en las discotecas, las vidrieras de color caramelo; y también los jerséis de cuello vuelto con olor a tabaco, los pantalones de pata de elefante, la proliferación capilar de cejas unidas y bigotes, las corbatas marrones de nudo grueso, las camisas de picos muy anchos. Por algún motivo esa era la modernidad indumentaria de los miembros jóvenes de la Brigada Político-Social, que vivieron entonces sus tiempos de gloria, repartiendo bofetadas en los interrogatorios sin quitarse el cigarro de la boca, ufanos de sus patillas peludas y sus bigotes caídos, imaginándose que actuaban en películas americanas de policías...
Artículo completo: https://elpais.com/opinion/2023-12-23/un-20-de-diciembre.html
Otro magnífico el artículo de Muñoz Molina. Yo tenía 19 años, por eso me resulta muy difícil pensar que algunos jóvenes y no tan jóvenes ahora añoren esos tiempos de negrura y represión.
miércoles, 20 de diciembre de 2023
Felicitación de Navidad de Peter Hassell (2023)
domingo, 17 de diciembre de 2023
La actualidad de la semana en dos viñetas (Eneko y Eduardo Vergara)
La motosierra de Milei: