"Los estereotipos, los prejuicios, la diferencia de géneros y el machismo en las puertas de unos aseos. Lamentable".
Manuel Casal
Le doy la razón a Manuel Casal, siempre con un comentario certero. Es un estereotipo de libro. Los letreros, debo confesarlo, me hicieron gracia, se los enseñé a una amiga que, sin dudar, me dijo: no hay equívocos, se distingue perfectamente el aseo femenino del masculino, las mujeres vamos de dos en dos al servicio y aprovechamos para arreglarnos y hablar. No lo creo, si nos juntamos allí es porque tardamos más en miccionar, el tiempo se nos va en luchar contra el impedimento de la ropa. Lo que es costumbre nada tiene que ver con lo innato. ¿Realmente hablan más las mujeres que los hombres? De ninguna manera. Ni los hombres son de Marte, ni las mujeres de Venus. Ni los hombres están más dotados para las matemáticas, ni las mujeres para el lenguaje porque utilizan más palabras. Estas afirmaciones se basan sobre todo en la situación social y la educación, y exponen los prejuicios, opiniones y tópicos sobre las mujeres con los que se han forjado las bases en las que se sustenta el discurso misógino, en el caso del aseo que las mujeres son charlatanas y los hombres discretos por naturaleza.
Inmediatamente me acordé de las obras de la literatura española de todos los tiempos que han transmitido los estereotipos. Entre ellas, destaca la obra del Arcipreste de Talavera Corbacho o Reprobación del amor mundano (1438). Para Alfonso Martínez de Toledo, como para la mayoría de autores medievales, las mujeres encarnan el mal, son de naturaleza avariciosa, detractora, lujuriosa, codiciosa, envidiosa, inconstante, desobediente, mentirosa y vanidosa, “común regla es dello”, lo que procede de nuestra madre Eva. Especialmente condena su proclividad a la charlatanería en el capítulo XII (De cómo la mujer parlera siempre habla de hechos ajenos), es incapaz de guardar silencio, sus conversaciones son superfluas y sus discursos incoherentes:
«la muger ser murmurante e detractora, regla general es dello: que si con mill fabla, de mill fabla cómo van, cómo están, qué es su estado, qué es su vida, quál es su manera. El callar le es muerte/ muy aspera/: non podría una sola ora estar que non profanase de buenos e malo».
Sacramento Martí, Lo que nuestros clásicos escriben de las mujeres.
¿Cómo se crean y se transmiten los estereotipos y los roles de género?