miércoles, 17 de febrero de 2021

Recuerdos de Carnaval


 

martes, 16 de febrero de 2021

Acertijos literarios con imágenes: Sión de Bolaño


Propongo un acertijo literario que aparece en Los detectives salvajes de Roberto Bolaño y que es la única muestra de la poesía de Cesárea Tinajero y, por ende, de la poesía real visceralista en la novela: el poema visual "Sión", palabra que esconde el concepto de navegación, muestra un barco sobre un mar en calma, un barco sobre un mar movido y un barco en una tormenta. La navegación que, por cierto, es un símbolo de la vida, evidencia los movimientos que puede ofrecer la realidad: tranquilidad, desplazamientos moderados y ruptura. Uno de los puntos interesantes de la explicación de Belano y Lima es que uno de ellos (no sabemos cuál) había visto las tres líneas en sus sueños infantiles. Si la línea recta le producía paz e incluso placer; la ondulada le genera mareos, calor y una pérdida del sentido de las cosas; la quebrada engendra, en tanto, una rajadura “que empezaba en el vientre pero que pronto experimentaba también en la cabeza y en la garganta y de cuyo dolor sólo era posible escapar despertando” Las resonancias oníricas del poema indican que no sólo se trata de un movimiento espacio-temporal sino también mental o espiritual.

Creo que Juanjo Sáez en Las viñetas vitalistas hace una reinterpretación del poema, intentado reivindicar la vida después de una etapa de duelo por la pérdida de sus seres queridos.


Exupéry en El principito (1943) ya nos enseñó que lo esencial es invisible a los ojos: "Mostré mi obra maestra a las personas grandes y les pregunté si mi dibujo les asustaba. Me contestaron: «¿Por qué habrá de asustar un sombrero?». Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas grandes pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones".



 

viernes, 12 de febrero de 2021

Libros electrógenos: léeme despacio

Me ha llegado este comentario a la entrada ¿Cómo te sientes? A pesar de todo, lee un libro,  con el que no puedo estar más de acuerdo: No me gustan los libros electrónicos, son como una especie de acuario con criaturas frías, con las que es casi imposible comunicarse. Me gustan más los libros electrógenos, los que generan corrientes que te llegan adentro y te hacen vibrar y sentir. Y creo que siempre los mejores libros están encuadernados en piel...

Solo añadir dos cosas: quiero leer a tu lado y léeme despacio. Soñar y sentir. 

martes, 9 de febrero de 2021

Relatos de ficción de Ramón y Cajal: El fabricante de honradez

El CSIC exhibe parte del legado Cajal en una exposición en el Museo Nacional de Ciencias y Manuel Ansede en El País (Cajal, Bill Gates y el cuento de la vacuna para controlar a los ciudadanos) nos recuerda un relato de ciencia ficción del premio Nobel sobre una inyección para dominar a la población: "En algún momento de la pandemia, en plena oleada de muertes en primavera, brotó en Internet un delirante relato según el cual el multimillonario estadounidense Bill Gates maneja los hilos de una gigantesca conspiración para aprovechar la vacunación masiva contra la covid para inocular microchips con los que controlar a los ciudadanos. Quizá se podría aplaudir al menos la imaginación de los autores de la teoría, pero al científico español Santiago Ramón y Cajal ya se le ocurrió una idea parecida hace más de un siglo".

Santiago Ramón y Cajal, padre de la neurociencia, además de ser un gran histólogo, investigador y docente, mostró interés por la fotografía, la filosofía, la astronomía, el ajedrez y la hipnosis. Escribió obras científicas y biográficas muy relevantes así como los Cuentos de vacaciones (1905). Narraciones pseudocientíficas, cinco relatos con finalidad pedagógica en los que se mezclan conceptos científicos, ficción, algo de ironía y donde siempre están presentes el microscopio y la microbiología. Los relatos plantean dilemas sociales o morales de difícil solución motivados por avances de la ciencia o por una incorrecta educación científica de la población. El segundo de los cuentos es «El fabricante de honradez», narración dividida en ocho secuencias. Alejandro Mirahonda, doctor en Medicina y Filosofía, es un eminente hipnólogo que acude a Villabronca —nótese el valor simbólico de los nombres—, donde prepara una experiencia psicológica con un suero antipasional de su invención que modera las pasiones negativas de las personas; con su aplicación busca «la purificación ética de la raza humana y la conversión de los viciosos y criminales en personas probas, decentes y correctísimas» (p. 60). Se aplica la vacuna moral en Villabronca y, en efecto, el vicio huye, viviéndose en el pueblo una verdadera edad de oro. Pero con esa vida uniforme y aburrida, comienzan a surgir protestas, todos piden que se vuelva a la situación anterior y Mirahonda les aplica la contratoxina pasional, el licor del mal, que no es sino agua. Sin embargo, la contrasugestión surte su efecto y estallan las pasiones reprimidas durante todo un año. Ante la locura agresiva y amenazadora que se desata en Villabronca, el doctor huye, redactando una memoria del experimento en la que concluye: Todo hace creer que el dolor, la pobreza y la injusticia son leyes inexorables de la vida, íntimos resortes de la ascensión progresiva del espíritu a las cimas del ideal» (p. 87). Y poco después se explicita la moraleja: quizá en lo porvenir se consiga una convivencia pacífica y honrada de los ciudadanos sin presiones exteriores, pero mientras llega ese momento resulta necesaria la sugestión de la autoridad, la religión y la disciplina.

«El fabricante de honradez» también refleja otro de los temas que interesó a Cajal durante su estancia en Valencia: el estudio experimental del hipnotismo. Cajal fundó, junto a varios amigos, un Comité de  investigaciones psicológicas, y recogió  en su domicilio una  amplia casuística de hipnosis tanto en personas sanas como enfermas. Sus éxitos se extendieron por toda la ciudad y, ante la elevada demanda, se vio obligado a cerrar su consulta. Cajal llegó a practicar la hipnosis a su propia esposa, Silveria Fañanás, durante los alumbramientos de sus dos últimos hijos atenuando los dolores del parto. Su resultados, al igual que los del experimento de Mirahonda, fueron publicados en una revista científica, La Gaceta Médica Catalana. Cajal se convertía así en pionero de la hipnoterapia. Otras ideas que se desprenden del relato son su interés por la inmunología (habla de toxinas, antitoxinas, sueros y vacunas para referirse a las inyecciones inocuas que disfrazaban su procedimiento de hipnosis) y su afán en cambiar la sociedad propio del regeneracionismo de la época.

Aquí puedes leer el relato

Susana Collado-Vázquez y Jesús María Carrillo, Cuentos de vacaciones. La literatura de ficción de Santiago Ramón y Cajal.  Con una interesante introducción sobre el nacimiento de la ciencia-ficción. 


lunes, 25 de enero de 2021

¿Cómo te sientes? A pesar de todo, lee un libro

 


jueves, 21 de enero de 2021

Aporofobia/xenofobia

Adela Cortina, filósofa y catedrática de Ética de la universidad de Valencia, en su último ensayo Aporofobia, El rechazo al pobre (Paidós), reflexiona sobre uno de los problemas sociales y políticos más acuciantes de nuestro tiempo: "No es el extranjero sino el pobre el que molesta, el que parece que no puede aportar nada positivo al PIB". La aporofobia (del griego ἄπορος áporos ‘pobre’ y φόβος fóbos ‘miedo’) es el miedo y rechazo a la pobreza y a las personas pobres. Es la animosidad, hostilidad y aversión, a las zonas o barrios carenciados y a las personas que se encuentran desamparadas y con muy pocos recursos. El neologismo aporofobia fue acuñado por la propia escritora para diferenciar esta actitud de la xenofobia, que solo se refiere al rechazo al extranjero y del racismo, que es la discriminación por grupos étnicos. La diferencia entre aporofobia y xenofobia o racismo es que socialmente no se discrimina ni margina a personas inmigrantes o a miembros de otras etnias cuando estas personas tienen patrimonio, recursos económicos y/o relevancia social y mediática. En 2017, fue incluido en el diccionario de la RAE y palabra del año 2017, promovida por la Agencia Efe y la Fundación del Español Urgente (Fundéu).  

Aquí puedes leer el primer capítulo.

martes, 19 de enero de 2021

Nevadas literarias

Tras Filomena, los periódicos se han hecho eco de los reflejos que la nieve ha tenido en la Literatura.

1. Muñoz Molina, en su artículo de El País Penitencia de la nieve: La mejor nevada que yo recuerdo de la literatura es la que empieza a caer en las últimas páginas de Los muertos, de James Joyce. Tumbado junto a su esposa en la cama del hotel, Gabriel Conroy se vuelve hacia la ventana y ve caer la nieve. Guillermo Cabrera Infante tradujo admirablemente la prosa limpia y honda de Joyce: “Caía nieve en cada zona de la oscura planicie central y en las colinas calvas, caía sobre el mégano de Allen y, más al oeste, suave caía sobre las sombrías, sediciosas aguas de Shanon”. 

Monólogo final de la película "Dublineses", de John Huston, basada en el relato "Los muertos", de James Joyce.

De sobra sabemos que la nieve, en la ciudad, pasa de prodigio inmerecido a material calamitoso, a ennegrecerse, a mancharse de residuos de gasolina quemada, a convertirse en una especie de borra inmunda: es una nieve vieja, que se mezcla con los residuos de las aceras, y que cuando va fundiéndose deja aflorar todas las cosas que cubrió su blancura embustera. (...) Y ni siquiera esa penitencia extrema de la nieve me ha vuelto insensible a la emoción de su advenimiento.

2.Los trece mejores poemas 'helados' que debes leer tras la nevada histórica

De Ángel González a Lorca pasando por Alfonsina Storni o Alberti. Aquí aparecen algunos versos de los mejores poetas hispanohablantes. Ya lo decía el gran poeta Ángel González: "No fue un sueño, lo vi: la nieve ardía". Y es cierto que la nieve ha ardido estos días entre las manos de muchos; entre las de los felices que jugaban a las guerras de bolas o esquiaban en el centro de Madrid, pero también entre las de los que han sufrido sus colapsos, sus heridas a las casas y a los coches, su absoluta locura instaurada.

Con ecos populares, Ángel González en su Canción de amiga, nos recuerda que el corazón se nos puede helar en cualquier día del año:

 Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.

 Las calles de la ciudad son láminas de hielo.

Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.

Las estrellas tan altas son destellos de hielo.

 Helado está también mi corazón,

pero no fue en invierno.

Mi amiga,

mi dulce amiga,

aquella que me amaba,

me dice que ha dejado de quererme.

3. Tormentas de nieve en las novelas

Winston Manrique Sabogal, Cinco grandes libros protagonizados por el invierno y la nieve para disfrutar la ola de frío. Donde las tormentas de nieve son más inclementes en el corazón del ser humano que en la naturaleza. Desde Guerra y paz, de Leon Tólstoi, y Los hermanos Karamazov, de Dostoievski, pasando por capítulos de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, hasta Seda, de Alessandro Baricco.

Karina Sainz Borgo, Literatura y nieve: novelas donde siempre hace frío. De Thomas Mann a Robert Walser, pasando por Joseph Roth, Tolstoi o Victor Hugo... Una selección literaria donde el invierno es al mismo tiempo un escenario y una metáfora.

4. Menchu Gutiérrez, Decir la nieve

Para escribir sobre la nieve y sus metáforas Menchu Gutiérrez se ayuda de su propia experiencia y de la de otros escritores y poetas para quienes la nieve no es o ha sido un mero escenario literario, sino materia misma de la escritura. Cargada de profundos simbolismos, la fascinación producida por su belleza es universal; sin embargo, la nieve actúa como espejo de quien la contempla y, así, puede mostrarse benéfica y maléfica a un tiempo, constituir un paisaje ideal o una cárcel. Esa gran diversidad de miradas hacen que por estas páginas desfilen autores tan dispares como Dostoievski, Walser, Tsvietaieva, Hemingway, Santoka o Maupassant.