Meme de internet |
El viernes 31, sin saber que Madrid estaba tomada por las hordas de la pérfida Albión, se me ocurrió dar una vuelta por Sol, donde me sorprendió una pasarela con una larga cola de turistas esperando. Estaba claro que no venían a la Feria del Libro. Solo al llegar a casa pude saber que se trataba de un photocall para hacerse fotos junto a la Orejona, la copa de la Champions League. Después emprendí un largo paseo por calle Fuencarral que me llevó a visitar tres exposiciones, dos de ellas en el Museo de Historia de Madrid.
Madrid se escribe con M de Mingote me produjo una gran decepción, un
espacio reducido y mal iluminado recoge apenas 125 dibujos originales del
artista, junto con algunos objetos, como recortes, libros, caricaturas,
carteles, estatuillas, y el bastón de mando y la medalla recibidos del
Ayuntamiento de Madrid. Creo que un hombre tan singular, que nos ha acompañado con
su sentido del humor y su bonhomía durante muchos años desde las páginas del
ABC en unos años difíciles, se merecía un despliegue mayor de medios, incluidos
los audiovisuales.
En cambio, la exposición Madrid, ciudad educadora. Memoria de la Escuela Pública (1898/1938), que trata de recuperar la memoria y la historia de los numerosos centros públicos que abrieron sus puertas durante el primer tercio del siglo XX, me sorprendió gratamente. La recomiendo para todo el mundo, no solo para los enseñantes.
Por último, el paseo me llevó a disfrutar de las obras visuales del colectivo artístico japonés teamLab, que se presenta por primera vez en España de la mano del Espacio Fundación Telefónica. En esta experiencia interactiva, que une el arte y la tecnología, los visitantes nos convertimos en protagonistas de las obras, mientras paseamos por un paisaje de olas negras rodeados de mariposas que surgen y revolotean a nuestra voluntad. Impactante y relajante. Mereció la pena desconectar del bullicio exterior y adentrarse en el sugerente mar. No os la perdáis.