Gracias al calendario literario de Juan Bautista, donde aparecía una crítica de la
novela, he leído Jude el oscuro. Su publicación en 1895 estuvo marcada por la
polémica, —incluso un obispo llegó
a quemarla públicamente—, debido al planteamiento que realizó sobre
el matrimonio, el sexo y el ostracismo al que la sociedad condena a
aquellos que no aceptan vivir según sus normas. Controvertida
historia que el propio autor definió como “una novela dirigida a hombres y
mujeres adultos, que quiere delatar sin eufemismos la guerra a muerte que hay
entablada entre la carne y el espíritu, y que trata de hacer ver la tragedia
que suponen las aspiraciones frustradas”.
A pesar de que el tema parece que no es de actualidad, creo que hay muchas personas que siguen atrapadas en las convenciones sociales que les impiden ser felices. La novela destaca por la creación de las atractivas personalidades de los protagonistas, los primos Jude y Sue, y las dramáticas circunstancias que les rodean.
Jude, el pusilánime, el autodidacta, el depresivo, el que nada a contracorriente, es un
espíritu puro, fiel a sus principios, que se verá torturado por sus dos puntos débiles: el alcohol y el sexo y por dos mujeres. Encontrará la horma de su zapato en la voluble
y neurasténica Sue que, como el perro del hortelano, ni come ni deja comer. Los dos arrastran unos matrimonios fallidos, él para salvaguardar el honor de su mentirosa novia deshonrada y ella para convertirse en una mujer honrada
delante de la comunidad. Todo se pudo evitar, pero sus propios temperamentos les llevan
al desastre, a la tragedia familiar y a la desesperación.
Transcribo el argumento, no con el ánimo de destriparlo, sino para que no se me olvide. "Desde muy niño, Jude, un pequeño campesino de Cresscombe,
sintió cómo máxima aspiración la de convertirse en una persona culta. Cómo no
podía pagarse una educación, tuvo que convertirse en autodidacta y a partir de
unos libros que le envía el antiguo maestro del pueblo comienza su propia
formación. Conoce a Arabella, una bella joven propietaria de una granja de
puercos y en poco tiempo se casa con ella. Tras participar con su mujer en la
cruel matanza de un cerdo, decide abandonarla y marchar a Chrisminter, foco
cultural de la zona. Allí viven su ex maestro, persona a la que siempre había
admirado desde el recuerdo; y Sue una prima a la que sólo conoce por una foto y
de la que se ha enamorado platónicamente. En esta pequeña ciudad trabajará como
tallador aunque le será imposible acceder a la universidad. La aparición de la
prima Sue en su vida, se la complicará aun más. Juntos intentaran vivir un amor
lejos de las convenciones sociales, sin estar casados por la iglesia, pero a
todas luces imposible de llevar hasta sus últimas consecuencias y que, por ese
motivo, los hará muy infelices. Se trata de un amor torturado, inestable y
triste que destrozará la vida de ambos y que afectará también dramáticamente a
terceras personas".