La novela retrata la trayectoria vital de un adolescente que,
en un impredecible ataque de ira, mata a otro niño en un pequeño pueblo francés
y debe cargar con el sentimiento de culpa el resto de sus días. Con esto no
desvelo el misterio que ya aparece escrito en la contraportada, porque lo
importante es que a partir de ahí se desarrolla una trama imprevisible con
tintes de novela policíaca en la que influye el azar. La historia breve (por
fin, una novela a la que no le sobran palabras ni páginas) tiene una estructura
sencilla y brillante que te atrapa desde el primer instante.
jueves, 19 de enero de 2017
lunes, 16 de enero de 2017
Localismos villeneros 2
Maestre en Dos de mayo |
Aquí pongo una muestra de estos localismos (solo los significados, no las etimologías, porque ese es otro cantar):
Alábega (albahaca), alcaucil (alcachofa), andolero (callejero),
bajoca (judía verde), brocerías (golosinas), buzo (que come mucho), cabezaica (dormir un ratito), camal (pernera del pantalón), carlota (zanahoria), closar (encajar), colfa (cáscara), companaje (fiambre), esfararse (resbalar), frescoreta (frío), gobanilla (muñeca), leja (balda),
manifacero (entrometido), mocho (escoba), perigallo (escalera), peúque (calcetín de
ganchillo para dormir), pozal (cubo),
revenido (rancio), rosigar (mordisquear), solaje (posos, sobras) ...
Sin olvidarnos de la profusión del sufijo -ico. Otra curiosidad, el anís típico de Villena se llama KATAKI: su nombre proviene de la expresión villenense ¡cata'quí! (literalmente "mira aquí").
Caracterización lingüística del habla de Villena (Alicante)
José Fernando Domene Verdú
jueves, 5 de enero de 2017
Calendario literario (enero 2017) de Juan Bautista
Se puede imprimir y clavar en un corcho. Esperaremos las próximas entregas.
Hay que pinchar en el enlace y debajo de cada escritor para acceder a la información audiovisual.
https://docs.google.com/document/d/1YDCjk_caK5OXVa3IkvhWOc6E1FFTDfioQKWjar5o1r8/edit?usp=sharing
Etiquetas:
Calendario de escritores,
Escritores
martes, 27 de diciembre de 2016
Han desaparecido las fotos del blog
No soy la única torpe que ha borrado las fotos del blog después de decir que sí a Google plus http://elbosquedesidel.blogspot.com.es/2013/03/aprendiendo-de-los-errores-fotos.html
Entre su testimonio y el mío he hecho un apaño para explicar los fallos de un sistema que no entiendo y que me lleva volviendo loca más de una semana:
Un mal día de vacaciones sin ordenador me puse a revisar las fotos de mi Samsung Galasy
S-II porque no quería cargarlo de fotos
innecesarias. Descubrí que las fotos de mi blog estaban en la galería de
imágenes de mi móvil y mi mente inocente se preguntó para que quería yo tener
esas fotos ahí, así que sin miedo alguno decidí borrarlas... No fue fácil,
tardo casi diez minutos, al fin y al cabo 600 fotos subidas durante más de
cinco años se tardan mucho en borrar. Unos días después en mi blog aparecía
sobre las fotos el símbolo de prohibido en gris y no se veía ninguna, pensé que
era un fallo de blogger y no le di más importancia, después comprobé que en los
demás blogs todo funcionaba y nadie se quejaba de desaparición de fotos. Por lo
que empecé a sospechar que el problema era solo mío. Me costó asimilar que al
borrar las fotos del móvil las había borrado también del blog. He estado
buscando soluciones por todos lados, aplicaciones para móvil de recuperación de
fotos (si existen), busqué el símbolo que aparecía en la carpeta de imágenes
del blog en mi móvil y descubrí que era Picasa el servidor que usa
blogger para subir fotos y que ya está obsoleto. Me metí en Picasa y no hay papelera de reciclaje. Geogle + se ha apoderado de mis dispositivos y en un momento tonto debí de decir que no quería que esas fotos fuesen públicas. Después de meterme en un montón de foros he descubierto lo peor: NO PUEDO
RECUPERAR LAS 600 FOTOS DE BLOGGELES, a pesar de que algunas están en google, otras serán irrecuperables, pero
armándome de paciencia espero algún día reponerlas todas, por lo que si veis el
blog sin imágenes durante un tiempo ya sabéis el porqué. Ahora estoy invadida por fotos repetidas en todos los lados, en el teléfono, en el ordenador y en el iPad y no me atrevo a borrar ni una, parece que el Gran Hermano Geogle se apodera de mi privacidad pero me impide hacer pública una mínima parte de ella. Y con lo poco que me gustan los cambios y la tecnología, ahora debo adaptarme a un nuevo sistema.
En los foros se dice que van a una papelera de reciclaje. Mentira, la mía está vacía.
En los foros se dice que van a una papelera de reciclaje. Mentira, la mía está vacía.
Dan ganas de mandarlo todo a paseo.
P.D. Ha pasado casi un mes y doy por terminada la
reconstrucción del blog. La mayor parte de las fotos estaban perdidas, los
enlaces rotos y los vídeos desaparecidos (sobre todo lamento el vídeo de Ángel
Guinda en el IES Vista Alegre que grabó Yago Morais). ¿Y todo esto para qué?
Porque soy muy cabezota y no puedo dejar sin terminar un trabajo. La media de
entradas que recibo en el blog es de unas 100 al día y supongo que me debo a
esos profesores que encuentran una ayuda en mi modestísimo blog. Pero los
problemas continuaron, las fotos que incluí nuevas desaparecieron detrás de un
triángulo gris de obras y las tuve que volver a subir, ahora me resulta imposible centrar los textos o
ajustar el espaciado, parece que las entradas se han llenado de basura (HTML) que no
sé cómo arreglar.
La conclusión: los blog son tan efímeros como la energía y
el trabajo que pones al abrirlos, desaparecen lentamente de muerte natural ayudados
por los cuidados paliativos de blogger. Los servidores iniciales son absorbidos
por otros más modernos y, sin avisar, el embed ya no sirve. Tal vez la causa sea
que todo es gratuito. Ya borré hace unos meses bloggeleslecturas porque los
libros en pdf que había subido para mis alumnos desaparecieron. He realizado una copia de
seguridad que ahora está en mi ordenador sin que sepa con qué programa abrirla. Prefiero adentrarme en un poema barroco antes que intentar comprender un manual de instrucciones.
27/5/2019 Los problemas continuaron, eliminé un álbum de fotos de Google Fotos porque entendí que no se borrarían del blog y hete aquí que es el único caso en que desaparecen también de las fotos. Estoy jurando en checheno porque precisamente ha sido en la entrada Retratos de familia y me temo que las fotos están en el pc pero a saber dónde. Las fotos eliminadas del álbum las he encontrado pero no hay manera de restaurar el álbum al completo. Mucho me temo que tropezaré más veces con la misma piedra dada mi incapacidad informática.
27/5/2019 Los problemas continuaron, eliminé un álbum de fotos de Google Fotos porque entendí que no se borrarían del blog y hete aquí que es el único caso en que desaparecen también de las fotos. Estoy jurando en checheno porque precisamente ha sido en la entrada Retratos de familia y me temo que las fotos están en el pc pero a saber dónde. Las fotos eliminadas del álbum las he encontrado pero no hay manera de restaurar el álbum al completo. Mucho me temo que tropezaré más veces con la misma piedra dada mi incapacidad informática.
Las imágenes de blogger se almacenan en el Archivo de Álbumes de Google Fotos hay que tener cuidado con lo que se elimina de ahí, en cuanto a la posible recuperación revire en los siguientes sitios:
- https://photos.google.com/trash papelera
- https://drive.google.com/drive/trash papelera
- https://get.google.com/albumarchive/ albumes
- https://photos.google.com/archive papelera
Un consejo, si quitas las fotos de blogger desaparecen en blogger pero en los álbumes se mantienen intactas, pero si las quitamos de los álbumes también desaparecen de Blogger.
lunes, 19 de diciembre de 2016
Observada, Renée Knight
Como mi reseña no puede ser mejor que la de Juan Carlos Galindo, aquí la copio:
“ La culpa, el silencio, los secretos y los prejuicios. Con
estos cuatro ingredientes básicos, Renée Knight construye la narración de
Observada, (Black Salamandra, traducción de Carlos Mayor) su primera novela,
una hábil incursión en el terreno tan de moda del domestic noir. Una mujer de
clase acomodada, con una vida profesional exitosa y un entorno familiar más que
aceptable, vivió un episodio traumático en unas vacaciones hace 20 años y
calló. Ese capítulo de su vida vuelve a través de un libro, El perfecto
desconocido, que le turba hasta el vómito. Sabe que es ella, lo lee y se ve,
tiembla al sentir que su secreto está al descubierto…ª
También me gustó La chica del tren de Paula Hawkins
También me gustó La chica del tren de Paula Hawkins
sábado, 17 de diciembre de 2016
Adjetivos terminados en -ando/a y en -endo/a y afines
La mayoría
son cultismos que proceden del participio pasivo latino llamado "de
obligación", formado con la terminación -ndus -a -um: servandus 'el que ha
de ser salvado', amanda 'la que debe ser amada', dicendum (neutro) 'lo que ha
de ser dicho', que a menudo se pueden traducir en forma refleja 'lo que se ha
de decir' o directamente activa 'lo que hay que decir', 'el / al que hay que
salvar', etc.; a veces se usa el giro 'digno de': amandus 'digno de ser amado',
o incluso un adjetivo en -ble: 'amable', etc. Estos participios latinos entran en la llamada
"conjugación perifrástica pasiva", con el verbo sum: patria servanda
est 'la patria ha de ser salvada', 'hay que salvar a la patria'; “la virtud ha
de ser cultivada por mí” (en activa “tengo que cultivar la virtud”); otros
ejemplos famosos son la frase atribuida a Catón el Viejo "Delenda est
Carthago" ('C. ha de ser destruida'), y el célebre artículo de Ortega en el periódico El Sol "Delenda est Monarchia", que ha
llevado a usos como "algo delendo".
Este
participio en -ndus ha derivado también a las formaciones latinas llamadas
gerundio y gerundivo, que servían para complementar las funciones del
infinitivo cuando no hacía de sujeto ni de objeto. El ablativo del gerundio latino ha dado origen al gerundio castellano
(amando 'amando', audiendo 'oyendo')
1.
Adjetivos
verbales con "base verbal directa" en español: sumando (de sumar),
educando, graduando, examinando, tutorando, memorando,
ordenando, consagrando, execrando, venerando, laureando, alfabetizando;
y los que no la tienen en español sino en su original latino: tremendo (del
latín tremo -ere 'temblar, temer mucho'), nefando (que no se puede decir), reverendo,
vitando, estupendo, horrendo, pudendo…
2.
Adjetivos
sustantivados masculinos que indican términos matemáticos: sumandos, sustraendo, minuendo, multiplicando, dividendo.
Sustantivos femeninos que en origen eran plurales neutros latinos en –a, en los
que cuesta más ver el valor pasivo de obligación: molienda, prebenda, leyenda,
vivienda, hacienda (y el derivado faena)…
3.
Nombres
propios que no suelen evocar su sentido original ni siquiera para algunos de
los cultos que usan estas palabras: Amando -a, Servando, Miranda 'admirable'.
Como hemos
visto, por su origen, estas palabras no deben confundirse con los gerundios,
forma verbal no personal, aunque algunos gerundios españoles se han
sustantivado, por ejemplo en el lenguaje jurídico: el considerando, el
resultando (según los considerandos de la sentencia, el resultando cuarto del
fallo).
Algunas
expresiones de formación parecida como a sabiendas, en volandas, no tienen que
ver directamente con los adjetivos en -ando/-endo, sino que parecen
formaciones analógicas de las locuciones adverbiales del tipo a oscuras, a
solas, a hurtadillas...
En cualquier
caso estas palabras parecen "exterminandas" (que deben ser exterminadas) porque
en la escritura práctica y en el análisis morfológico resultan una jodienda.
viernes, 16 de diciembre de 2016
Dando tumbos
Siempre había sido
una niña torpe, calculaba mal las distancias, tropezaba y se caía dentro y
fuera de casa. Dentro, realizaba vuelos
sin motor al salir de la bañera, le bastaba con que una esquina de una alfombra
estuviera levantada o que el edredón de la cama cayera en el suelo para perder
el equilibrio; se despeñaba al bajar de una escalera de mano después de poner los
visillos. Fuera, la punta de su zapato se quedaba encasquillada en el borde de
cualquier baldosa mal puesta o de un alcorque; resbalaba sobre la única hoja
que conservaba el rocío de la mañana; se deslizaba si había agua en el suelo;
perdía el equilibrio en los autobuses. Y esto le ocurría tanto si iba sola o
acompañada. Con el tiempo y con el miedo a las caídas y a los esguinces, fue
siendo más precavida e intentó pisar firme. Cambió su calzado, dejó los zapatos
de tacón y buscó zapatos planos con suela antideslizante. Pero inexplicablemente,
solo consiguió que su pisada se hiciera más firme y a la vez más resbaladiza. Por eso no podía soportar los vídeos,
supuestamente graciosos, de las caídas torpes de seres anónimos que inundaban
las redes sociales, porque siempre se preguntaba si el protagonista se habría
roto algo, si habría acabado en el hospital, cómo se las apañaría después, cómo
habría sido su rehabilitación. Mientras los demás reían, ella sufría. Ahora
estaba viendo la tele sentada en una silla de ruedas alquilada. Su última caída
más dura había sido en el metro cuando trastabilló con su propia pierna y se
rompió el fémur. ¡Menos mal que fue a la
ida del curso de cata de vinos y no fue a la vuelta!, se decía mientras
intentaba no venirse abajo.
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