Odio las cadenas de mensajes que te prometen suerte o dinero si se las reenvías a otras personas. O las que te amenazan de fuentes bien informadas con un virus informático que va a acabar con todos tus secretos guardados en el ordenador. Tampoco me gustan las que se aprovechan de la buena fe de las personas para pedir ayuda con una enfermedad y encima muestran a niños. Lo que me extraña es que todos entramos en este juego confuso que no parece limpio. Tenemos el gatillo fácil y a veces hacemos de correa de transmisión sin haberlo leído, molestando al receptor y contribuyendo a que una persona o una organización se lucren gracias al engaño.
Hace
tiempo caí por codicia en un falso mensaje de Mercadona que me regalaba un
cheque de 150 euros si contestaba a una encuesta y se lo volvía a
mandar a otras diez personas. Ni que decir tiene que ese cheque nunca llegó y
fue un timo reconocido por la policía. Ahora estoy alerta.
Esta
semana se ha vuelto a poner de moda, ahora circulando por WhatsApp, el corto La vuelta a la tortilla que Paco León lanzó en 2013.
Entonces formaba parte de la campaña de una cerveza sin alcohol para recaudar
fondos destinados a la lucha contra el cáncer. Un ejemplo extraño de publicidad
solidaria donde se dice que el 100% de los beneficios irá destinado a la
investigación del cáncer de mama. Mentira, la empresa
cervecera ha tenido que añadir al vídeo de youtube: "Las plataformas de donación que
se indican al final del vídeo ya no están disponibles". Actualmente, el
corto suma más de 4,3 millones de reproducciones y se ha colado en
la lista de los vídeos más populares en España. Además coincide con una nueva
película del actor.
El vídeo es un
cuento de hadas que trata de ser positivo y amable, aunque muchas mujeres que
han vivido el cáncer opinan que no tiene nada que ver con el doloroso proceso
emocional y físico de la enfermedad. Otra mentira que quizá sirva para animar
las donaciones. O no, porque muchos creemos que la publicidad y la investigación sanitarias deben ser fomentadas por el Estado con nuestros impuestos. Tenemos que romper entre todos estas cadenas que nos atan a extraños intereses y que inundan con su ruido las relaciones personales.
P.D. (Enero 2017) También se extendió a través de whatsapp un bulo con la posible retirada de Salvados de Jordi Évole por presiones del poder económico y político a Atresmedia, grupo propietario de La Sexta. El falso ‘comunicado’ anónimo se propagó tras el programa de las eléctricas de 2012 y en el 2014 y, desde hace dos días, se está volviendo a difundir con fuerza.