La poesía y la pintura. Francesco Furini. |
-"Una
pintura es un poema sin palabras".
Horacio (65 a.C.-8 a.C.), poeta.
-"La
pintura es poesía muda, la poesía pintura ciega". Leonardo da Vinci
(1452-1519), pintor e inventor.
-"La
poesía es pintura de los oídos, como la pintura poesía de los ojos". Lope de
Vega (1562-1635), poeta y dramaturgo.
-"La
pintura es poesía; siempre se escribe en verso con rimas plásticas". Pablo
Picasso (1881-1973), pintor y escultor.
La entrada anterior se refería a la redacción de nuevas cartelas para los cuadros del Museo del Prado, aprovechando la simbiosis que siempre ha habido entre la poesía y la pintura, dos artes complementarias que pueden versar sobre un mismo tema. Una relación que, en el terreno literario, va de la reflexión a la descripción, de la glosa interpretativa a la generación de un relato. Una forma de dar voz a las imágenes contenidas en las pinturas. Un modo de emparejar la pluma con el pincel.
Los artistas no se conforman con un lenguaje único ni una sola manera de mirar. A lo largo de la historia, los escritores han buscado su fuente de inspiración en el arte y los pintores han ilustrado las obras de los grandes escritores. De tal manera que nos encontramos con pinturas escritas y con poemas ilustrados, pinturas de poetas y poesía de pintores. Aquí solo recojo, a modo de resumen, algunos ejemplos que me han sorprendido gratamente. Los que aparecían en los libros de texto que he utilizado los recoge el documento de slideshare:
La
formulación de las analogías entre la poesía y la pintura se remonta a la
afirmación de Simónides de Ceos en el siglo V a. C., recogida por Plutarco,
según la cual "la pintura es poesía silenciosa, la poesía es pintura que
habla", y reconocida por Horacio en su célebre verso "ut pictura
poesis" (como la pintura así es la poesía) en la Epístola a los Pisones. Según Krieger, la poesía imita las imágenes
de la naturaleza gracias a la figura retórica de la La écfrasis o ecfrasis. La écfrasis en un principio era entendida como una
“descripción extendida, detallada, vívida, que pretende mostrar el objeto ante
los ojos de una obra de arte tanto real como ficticia”.
El
ejemplo más citado de écfrasis sobre una obra de arte ficticia es el verso 478, y siguientes, del canto XVIII de la Ilíada. En el cual se relata con sumo
detalle el tipo de relieves que labró Hefesto en el escudo de Aquiles:
Empezó por hacer un escudo grande y pesado; lo labró con arte por todas partes; alrededor le adosó un triple reborde brillante, y a partir de éste, un tahalí de plata. Cinco eran las capas del escudo, en el que hacía sus obras de arte con ingeniosa inventiva. Allí cinceló la tierra: allí, el cielo: allí, el mar: el sol infatigable, la luna llena; allí, las constelaciones todas, de que el cielo se corona: las Pléyades, las Híades y la fuerza de Orión; la Osa, a la que llaman Carro por otro nombre; ella gira sobre si misma y contempla a Orión: sólo ella no tiene parte en los baños del océano. Allí labró dos ciudades de hombres mortales, ciudades hermosas las dos. En la una se celebraban bodas y festejos. A las novias las llevaban por el pueblo desde sus aposentos, bajo antorchas encendidas y al son de muchos cantos nupciales. Los mozos daban vueltas bailando, mientras entre ellos las flautas y las liras hacían oír sus sones. Las mujeres del pueblo, cada una en el portal de su casa, los contemplaban admiradas.
Empezó por hacer un escudo grande y pesado; lo labró con arte por todas partes; alrededor le adosó un triple reborde brillante, y a partir de éste, un tahalí de plata. Cinco eran las capas del escudo, en el que hacía sus obras de arte con ingeniosa inventiva. Allí cinceló la tierra: allí, el cielo: allí, el mar: el sol infatigable, la luna llena; allí, las constelaciones todas, de que el cielo se corona: las Pléyades, las Híades y la fuerza de Orión; la Osa, a la que llaman Carro por otro nombre; ella gira sobre si misma y contempla a Orión: sólo ella no tiene parte en los baños del océano. Allí labró dos ciudades de hombres mortales, ciudades hermosas las dos. En la una se celebraban bodas y festejos. A las novias las llevaban por el pueblo desde sus aposentos, bajo antorchas encendidas y al son de muchos cantos nupciales. Los mozos daban vueltas bailando, mientras entre ellos las flautas y las liras hacían oír sus sones. Las mujeres del pueblo, cada una en el portal de su casa, los contemplaban admiradas.
1. Pinturas e ilustraciones inspiradas en obras literarias
La muerte de Ofelia, de Sir John Everett Millais inspirada
en la tragedia Hamlet de William Shakespeare (1852).
William Blake,
poeta, pintor y filósofo (1757- 1827) quiso reafirmar en su obra pictórica y
poética su creencia sobre la fuerza creativa de la imaginación humana frente a
la razón.
3. Poesía sobre pintura
Santiago Elso, en su blog Poesía-pintura por el que merece la pena perderse, realiza una antología de poesías
inspiradas en obras pictóricas (écfrasis) donde confronta la pintura y el
poema, de manera que el lector pueda degustar la relación que las palabras
establecen con la imagen.
Cuadro de Caspar D. Friedrich (Aurora Saura)
Apenas
una figura humana
anónima,
embebida
en la amenaza del mar
o en los abismos
de montañas sin límite.
Lo demás es la niebla,
las voces de la luna,
el incierto color de la mañana
y del ocaso,
los árboles desnudos.
Lo demás es silencio,
es el adiós, la pérdida.
una figura humana
anónima,
embebida
en la amenaza del mar
o en los abismos
de montañas sin límite.
Lo demás es la niebla,
las voces de la luna,
el incierto color de la mañana
y del ocaso,
los árboles desnudos.
Lo demás es silencio,
es el adiós, la pérdida.
4. Poemas de pintores
El diario de Frida Kahlo, Alas rotas, nos muestra una versión de la artista más íntima y personal. Vive lo que pinta. Y escribió pocos pero significativos poemas, como el siguiente que carece de título:
Frida Kahlo:
Frida Kahlo:
Si tan
solo tuviera cerca
de mí su caricia
la realidad de su persona, me haría
más alegre, me alejaría
del sentido que me llena
de gris. Nada ya sería
en mi tan hondo, tan
final. Pero ¡cómo le explico
mi necesidad enorme de ternura!
Mi soledad de años
Mi estructura inconforme
por inarmónica
por inadaptada
Yo creo que es mejor irme, irme y no
escaparme.
Que todo pase en un instante
Ojalá.
5. Poesía visual (caligramas)
Una de las técnicas vanguardistas más interesantes del siglo XX es el caligrama (del francés calligramne), un poema, frase, palabra o un conjunto de palabras cuyo propósito es formar una figura acerca de lo que trata el poema, en el que la tipografía, caligrafía o el texto manuscrito se arregla o configura de tal manera que crea una especie de imagen visual.
6. Pintar la poesía con el pincel de la pintura
El libro A la pintura (1948) de Rafael Alberti, es un mosaico de impresiones, figuraciones y semblanzas sobre pintura y pintores, donde busca la perfecta unión entre pintura y poesía, quiere que sus palabras creen la sensación de estar contemplando la obra de arte. Un ejemplo de esta unión lo vemos en el poema "El Bosco", donde el poeta no solamente alude a la obra maestra, El Jardín de las Delicias, del pintor holandés, sino que además imita el diseño tríptico que utilizó El Bosco en su pintura. O el poema "Van Gogh", además de aludir a las diferentes obras del artista, utiliza unos versos cortos y entrecortados para reproducir las interrumpidas pinceladas del pintor.
En el enlace aparecen tres representaciones de las poesías de los colores azul, rojo y amarillo.
Una de las técnicas vanguardistas más interesantes del siglo XX es el caligrama (del francés calligramne), un poema, frase, palabra o un conjunto de palabras cuyo propósito es formar una figura acerca de lo que trata el poema, en el que la tipografía, caligrafía o el texto manuscrito se arregla o configura de tal manera que crea una especie de imagen visual.
6. Pintar la poesía con el pincel de la pintura
El libro A la pintura (1948) de Rafael Alberti, es un mosaico de impresiones, figuraciones y semblanzas sobre pintura y pintores, donde busca la perfecta unión entre pintura y poesía, quiere que sus palabras creen la sensación de estar contemplando la obra de arte. Un ejemplo de esta unión lo vemos en el poema "El Bosco", donde el poeta no solamente alude a la obra maestra, El Jardín de las Delicias, del pintor holandés, sino que además imita el diseño tríptico que utilizó El Bosco en su pintura. O el poema "Van Gogh", además de aludir a las diferentes obras del artista, utiliza unos versos cortos y entrecortados para reproducir las interrumpidas pinceladas del pintor.
En el enlace aparecen tres representaciones de las poesías de los colores azul, rojo y amarillo.