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lunes, 10 de febrero de 2020

La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, Santiago Posteguillo


Santiago Posteguillo, escritor y profesor de literatura inglesa, en La noche en que Frankenstein leyó el Quijote (Planeta, 2012), desvela secretos muy guardados sobre libros y autores esenciales que harán las delicias de los lectores curiosos. A modo de relatos cortos e independientes, el autor hace un repaso a algunos de los acontecimientos de la literatura más importantes y significativos, desvelando algunos de sus secretos mejor guardados: ¿Quién escribió realmente las obras de Shakespeare? ¿Quién descubrió realmente el potencial de Harry Potter? ¿Quién pensó por primera vez en el orden alfabético para ordenar los libros? ¿Qué escritor era capaz de escribir dos obras maestras al mismo tiempo? ¿Qué autor burló la lista de libros prohibidos de la Inquisición?



sábado, 8 de febrero de 2020

Masato Tanaka, Gran historia visual de la Filosofía


La editorial Blackie Books presenta Gran historia visual de la Filoosofía, una guía ilustrada por un japonés con sencillos gráficos para entender los personajes y conceptos clave del pensamiento occidental. Pongo a continuación la ilustración feminismo y género como ejemplo. 

7. Feminismo y género


Simone de Beauvoir y  Judith Butler

Por desgracia, la mayoría de la historia de la filosofía occidental está escrita en masculino y tenemos que esperar hasta bien entrada la edad contemporánea para encontrar pensadoras como Simone de Beauvoir. Se encargó de definir el feminismo como un movimiento para denunciar el privilegio de lo masculino y las relaciones de poder patriarcal, proponiendo como alternativa una sociedad basada en la igualdad de género que se alcanzaría a través de diferentes olas para, finalmente, abandonar el falocentrismo.


En este sentido también se pronunciaría la filósofa estadounidense Judith Butler, que habló del género como una construcción social que a menudo acarrea significados ocultos negativos para las mujeres. Ocurre, por ejemplo, cuando se habla de ellas como "más emocionales", afirmación que escondería otro razonamiento: que son ilógicas.


domingo, 15 de diciembre de 2019

Tres exposiciones de un tiro en la Biblioteca Nacional

Benito Pérez Galdós. La verdad humana
La exposición refleja todos los aspectos destacados de la vida y obra de Galdós que celebrará en 2020 el centenario de su muerte. Entre paneles explicativos encontramos fotos, esculturas, cuadros, carteles, libros, tanto del autor como de sus amigos. Un buen intento de acercar al autor al gran público. Afortunadamente no contenía gafas, bastones y otros enseres del autor como nos tienen acostumbrados los museos instalados en las casas de los escritores. Me ha extrañado que no hubiese ningún cuadro pintado por él porque era un excelente pintor, tal vez no lo haya visto. Los que sí me parecen imprescindibles, y una gran ayuda para las clases de Literatura, son los audiovisuales de la exposición donde varios escritores analizan las influencias en su obra y en la literatura española: Muñoz Molina, Elvira Lindo, Andrés Trapiello y Almudena Grandes, entre otros, que se pueden ver en Youtube sin necesidad de acercarse a la Biblioteca Nacional.



Guía del Madrid galdosiano, Miguel García-Posada (pdf)

Valentín Carderera, Dibujante, coleccionista y viajero romántico
No conocía la trayectoria vital de Valentín Carderera y Solano (Huesca, 1796 – Madrid, 1880) marcada por los esfuerzos dedicados a la salvaguarda del patrimonio histórico español, aunque sí algunas de sus pinturas que han ilustrado muchos libros de texto de la asignatura de Literatura y de Arte del antiguo Bachillerato. Menos mal que había pocos visitantes porque el espacio para transitar era mínimo. 


El libro de horas de Carlos V
Esta exposición es una oportunidad única para acercarse a la riqueza de imágenes de este libro de oración, más de 1.200, muchas de ellas de gran originalidad iconográfica. La restauración del Libro de horas de Carlos V, realizado en un taller parisino hacia 1.500, ha motivado que sea desencuadernado y que sus hojas puedan ser expuestas por separado. Uno de los aspectos más destacados es el calendario con que se abre el libro, sus doce páginas, con sus doce meses, van acompañadas por la historia de dos hermanos, uno bueno y uno malo, que mueren en diciembre, y mientras el primero sube a los cielos, el segundo baja al infierno. También podemos destacar sus magníficos dibujos en miniatura, dedicados a pasajes de la Biblia, como David venciendo a Goliat.
Me ha extrañado que las vitrinas donde están expuestas sus páginas estén a la altura de un niño de 7 años y no a la de la vista de los visitantes, casi todos de la tercera edad.


Estas tres exposiciones, dada su variedad, si se pueden ver un mismo día. 


miércoles, 26 de junio de 2019

La ciudad secreta de los libros, sede de la BNE en Alcalá de Henares


La Biblioteca Nacional de España es nuestro tesoro secreto, pero nadie parece estar prestándole mucha atención. Es una pena.

El artículo de Rosa Montero La ciudad de los libros, sobre la segunda sede la Biblioteca Nacional de España en Alcalá de Henares, me ha hecho recordar los tres meses que pasé realizando el Servicio Social en la sede central. El Servicio Social femenino, instaurado por la Sección Femenina de la Falange Española en 1937 y abolido en 1978, era el equivalente al Servicio Militar obligatorio (la popular mili) establecido para los hombres. Se trataba de una prestación obligatoria para las mujeres solteras entre 17 y 35 años que quisieran acceder a un trabajo remunerado o a un título académico u oficial, pero también se exigía para unirse a una asociación, obtener el pasaporte o el carné de conducir. Me presenté voluntaria porque quería acceder a todo lo que me posibilitase ser libre y no depender de un hombre: estudiar, trabajar, viajar... Además soñaba con ser bibliotecaria, no se me ocurría mejor trabajo que estar rodeada de libros.
La prestación la realicé en el año 71, de 9 a 1, en la sección de Cartelería, un bajo oscuro que olía a polvo y suciedad donde se guardaban en estanterías todos los carteles publicados en Españaplegados y recogidos con cuerdas, además de folletos y programas de fiestas. Mi jefe llevaba manguitos y en los dedos se ponía dediles para separar bien las páginas. Toda la catalogación se hacía a mano en grandes cuadernos, exactamente igual que en siglos anteriores. En el tiempo que estuve nadie acudió en busca de un ejemplar. Además llevábamos la estadística de los libros que se pedían en la sala de lectura. Como no tenía mucho trabajo, podía recorrer otras secciones a mi gusto; recuerdo, sobre todo, la de África y Manuscritos porque tenía dos amigas allí. Ellas se encargaban de hacer las fotocopias, una novedad en aquella época (se realizaban solo para los investigadores). Éramos las becarias no remuneradas de entonces.  
Por eso me quedé atónita viendo el vídeo de Instagram sobre la nuevas instalaciones que no tienen nada que ver con los lúgubres sótanos habitados por diligentes bedeles de la sede de Recoletos y suscribo el comentario de Rosa Montero: "Ha sido un momento cumbre de mi vida". Para mí lo fue cuando accedí al edificio central y lo ha sido ahora cuando he visto la modernización de la sede de Alcalá para que el legado llegue más rápido a los lectores y en mejores condiciones a nuestros descendientes. Y es que los tiempos están cambiando en muchas cosas para mejor.



martes, 25 de junio de 2019

Luciano López Gutiérrez, Amor y sexo en el Siglo de Oro



Interesante reseña, casi un resumen, sobre el nuevo libro de mi colega del IES Iturralde Luciano López Gutiérrez, Amor y sexo en el Siglo de Oro, periodo sobre el que ya publicó Portentos y prodigios del Siglo de Oro. Los dos libros, oro fino, no tienen desperdicio, son amenos y rigurosos. La capacidad de trabajo de Luciano es extraordinaria, a pesar de unas jornadas interminables en el instituto, es capaz de dedicar el poco tiempo libre que le queda a investigar con excelentes resultados. ¡Enhorabuena!

sábado, 8 de junio de 2019

Paseo por el museo ABC

La quema del colesterol me llevó a la calle Amaniel, al Museo ABC. Un placer pasear por sus salas solitarias para ver tres exposiciones. Y una extrañeza, la insistencia del amable personal en que contribuyera con un donativo a la entrada. Siempre me he preguntado si esa costumbre de pedir la voluntad es solo de los españoles y pueblos afines o de todos los pueblos en general.

1. La exposición Dibujantas. Pioneras de la ilustración  hace referencia al aclamado I Salón de Dibujantas* que tuvo lugar en el Lyceum Club Femenino en 1931, reúne en una exposición las obras de las principales ilustradoras que trabajaron para Blanco y Negro y ABC desde 1891 hasta finales de los años noventa del siglo XX. El resultado es un compendio de 136 obras de 40 ilustradoras —de las 105 que trabajaron para estas publicaciones—. Una ocasión única para descubrir una parte de los tesoros ocultos en la Colección ABC y reivindicar el papel de la mujer en la ilustración española.

*Fundado en 1926, el Lyceum Club de Madrid fue un centro que funcionó como plataforma pública de la emancipación femenina. Para los poderes patriarcales, aquel espacio era poco menos que un nido de depravadas que habían perdido el sentido de la dignidad. Un discurso que caló en ciertos intelectuales del momento, que se negaron a participar en las actividades promovidas desde la institución. Tal fue el caso de Jacinto Benavente, quien, como recordaba la poeta Concha Méndez, se negó a acudir con una frase célebre del lenguaje popular: «¿Cómo quieren que vaya a dar una conferencia a tontas y a locas?». Pese a las numerosas e intensas oposiciones, el Lyceum logró consolidarse como un refugio para mujeres cultas donde era posible crear vínculos personales y concienciarse sobre cómo mejorar la condición social de su género. 




2.  La exposición Yo-Tú. Javier Pagola en papel reúne la obra gráfica del artista Javier Pagola (San Sebastián, 1955). Un autor que ha hecho del dibujo su principal arma creativa para configurar un mundo poblado de extraños personajes. El sugerente cartel es todo un acierto. Y las huellas de Goya y Antonio Saura, palpables. Para mí, todo un descubrimiento.








3. La exposición Cuentos de la selva por Antonio Santos muestra los dioramas que realizó para ilustrar el libro homónimo de Horacio Quiroga editado por Nórdica, galardonado recientemente con el Premio al Libro Mejor Editado en 2018 del Ministerio de Cultura.





lunes, 4 de febrero de 2019

Primo Levi, El sistema periódico


Nunca me aprendí la tabla de los elementos químicos* en cuarto de bachiller, no sé si culpabilizar a las malas profesoras que tuve en el colegio de monjas o a mi propia incapacidad. De mayor me parece una representación del hemiciclo del Congreso de los Diputados colocados en función del número de votos*. Para conmemorar su siglo y medio de vida, Naciones Unidas ha declarado 2019 su Año Internacional y he descubierto que Primo Levi, escritor, químico y superviviente de Auschwitz con el número 174517 tatuado en su piel, hizo su particular homenaje en El sistema periódico (1975), uniendo literatura y ciencia. Editado en España por Alianza en 1999, el libro cuenta nada menos que con Carmen Martín Gaite como traductora. El sistema periódico está compuesto por 21 capítulos dedicados, cada uno de ellos, a un elemento químico, que el autor convierte en distintas metáforas para hablar de las relaciones humanas en tiempos bárbaros. Levi recuerda al lector al terminar el libro que: “al llegar a este punto, se habrá dado cuenta de sobra de que éste no es un tratado de química. (…) No es tampoco una autobiografía, sino dentro de los límites parciales y simbólicos donde cabe considerar como autobiografía cualquier escrito, es más, cualquier obra humana. Pero historia, en cierto modo, sí lo es”. 
Microhistoria de toda una generación, El sistema periódico fue recibido por Ítalo Calvino como «un libro extraordinario y fascinante que no puede por menos de dejar una profunda huella en el lector».

Aquí puedes descargártelo en pdf.

* Tabla donde todos los elementos se ordenan por su número atómico (número de protones). Fue en 1869 cuando el químico ruso Dimitri Mendeléiev presentó su sistema de ordenación. Hasta ahora se han descubierto y confirmado 118 elementos. Los cuatros últimos son nihonio, moscovio, teneso y oganesón, nombres que parecen los personajes de una tragedia shakesperiana, pero no, aluden a Japón, Moscú, Tennessee y al físico ruso Yuri Oganessian.

*Conferencia "Química y política" de Alfredo Pérez Rubalcaba.

martes, 25 de septiembre de 2018

Los libros son...

Los libros son
como sos vos.

jueves, 12 de abril de 2018

Luciano López Gutiérrez, En torno a las palabras de Delibes

Luciano López Gutiérrez ha publicado un nuevo libro:  En torno a las palabras de Delibes, editado por la Fundación Miguel Delibes y Castilla Ediciones y con prólogo de Luis Mateo Díez:
"En este libro se explica el vocabulario más característico de Miguel Delibes y, por su excelente documentación, es una herramienta imprescindible para la comprensión de su léxico y de su obra. Sin embargo, no es un frío repertorio de términos, ya que, con sus amenos comentarios de diversa índole, ofrece a los lectores un contexto lo suficientemente amplio para evocar, recordar y entender el universo de un autor que sobresale, entre otras facetas, por la precisión y la propiedad en el manejo de la lengua, lo que le lleva a incluir en sus escritos todo tipo de palabras, desde las que yacen olvidadas en los diccionarios a falta de oreo, hasta las que ni siquiera han sido registradas aunque sigan resonando, bravías y tenaces, en muchos rincones de España, e incluso de Hispanoamérica. El libro constituye, además, una pequeña antología de uno de los últimos grandes estilistas de nuestro idioma y, en fin, es de obligada lectura para los que sienten amor y curiosidad por las palabras del castellano, y gustan de buscar el nombre exacto de las cosas, huyendo de las vagas generalizaciones y sin resignarse a los límites marcados por los diccionarios".

¡Enhorabuena, compañero! Tengo muchísimas ganas de leerlo.

sábado, 7 de abril de 2018

Mapas literarios de Madrid


Paseando ayer por mi barrio, encontré este póster que no conocía y descubrí otros mapas de viajes literarios al pasado como el de Pérez Galdós.  

Las ciudades existen gracias a sus habitantes, calles y costumbres, pero también se construyen con literatura. Muchos autores han escogido Madrid como escenario para sus historias. En el año 2008 Prodigioso Volcán encargó al ilustrador Raúl Arias un trabajo muy especial, la creación de un Mapa literario de Madrid. El reto era representar con caligrafía las formas y líneas de la ciudad a través de citas con las que algún escritor se hubiera referido a ella en sus obras. Así, Madrid se dibuja gracias a los textos de Cela, Umbral, Puértolas o Cervantes. En el año 2013 decidieron editar una pequeña tirada del mapa en formato póster. La distribución fue muy limitada, pero en 2017, con motivo del Día de los libros se realizó otra más amplia. 

El artículo de National Geographic Aventuras Literarias: mapas para viajes literarios invita con bellos mapas a viajar al Nueva York que encontró Federico García Lorca, al Buenos Aires y al París de Julio Cortázar, al Londres de Sherlock Holmes, al Madrid de Benito Pérez Galdós y a otros muchos lugares que todo lector ha deseado recorrer alguna vez en su vida. El Madrid más literario de Galdós, nos traslada a las novelas más importantes del autor, cafés de la época y calles que transitó el autor clave de la novela realista del XIX.


jueves, 5 de abril de 2018

Poemas en el equipaje de una veinteañera

Siempre es una alegría saber que los jóvenes se regalan y consumen libros de poesía. De los muchos libros que había en la mochila de mi sobrina me fijé en tres por su titulo: Más cicatrices me hacen más alta, La triste historia de tu cuerpo sobre el mío y Te odio como nunca quise a nadie. Sus autores rondan la cuarentena, sus poemas responden a un deseo de comunicación y para mi sorpresa utilizan formas y temas clásicos muy relacionados con la música. Ha sido una delicia leerlos.

Alicia García Nuñez es ilicitana y militante lesbiana, y sus versos, necesarios y mentirosos, de ritmo abrupto, son una apuesta vitalista a la afirmación de su yo (“Estamos vivas, vamos, / por favor, a celebrarlo”). En la contraportada de su libro Más cicatrices me hacen más alta podemos leer:

Mi cuerpo es
un mapa de cicatrices
y tatuajes, lo cruzan letras,
algunos símbolos, muertos
que no desaparecerán.
Mi sangre transporta tinta,
afanada, queriendo ser escrita.


Marwan es un cantautor madrileño, nacido en Aluche de madre española y padre jordano. Su curriculum es la gente a la que ha querido y que le ha querido. En la triste historia de tu cuerpo sobre el mío se reflejan territorios afectivos y sociales.


Un álbum de cromos inacabado.
El gol que no marco Pelé.
Una noche de ensueño que acaba sin un te llamaré.
La flor exacta de un cactus.
Mirar el mar a través del cristal.



Te odio como nunca quise a nadie primer libro de poemas de Luis Ramiro, otro cantautor madrileño, seguidor de Sabina y de Aute, prologado por Marwan, es la crónica de un hombre que vive instalado en la duda y solo encuentra certezas agarrado a la piel de una mujer. Eterno adolescente inconformista que no se conforma con poco, quiere lo que no tiene y que a veces no quiere lo que tiene. 


Resultado de imagen de poemas de te odio como nunca quise a nadie




lunes, 19 de marzo de 2018

Monstruos de buenas esperanzas, una novela bizantina de Nicholas Mosley

Nicholas Mosley, Monstruos de buenas esperanzas, traducción de Celia Montolío, Siruela, Madrid, 2000, 602 páginas.
Abandonados el ganchillo y las series, volví al remanso de los libros y me dediqué a leer esta novela que me habían prestado aunque no recomendado. En primer lugar, debo decir que el sugerente título no se corresponde con una novela de terror, un "monstruo de buenas esperanzas" es un término inglés que alude a un espécimen biológico nacido antes de tiempo, cuando las condiciones biológicas del entorno no le son todavía plenamente propicias. Tampoco es un libro de biología, es un totum revolutum con estructura de novela bizantina.
Mosley narra las vidas paralelas de Max, un estudiante inglés de física y biología, y Eleanor, una chica judía alemana educada en los círculos revolucionarios de Rosa de Luxemburgo, y sigue sus encuentros por los escenarios de la Europa de entreguerras. A la vez, nos muestra el pensamiento científico y filosófico de esas décadas, desde el furor por Freud hasta el principio de incertidumbre de Heisenberg y las profundidades del átomo, desde las teorías darwinistas hasta las paradojas lógicas, desde las clases magistrales de Heidegger y los experimentos antropológicos hasta la argumentación cientificista de la bomba atómica. Y como fondo histórico, registra los cambios en la forma de vida y la ascensión del nazismo, el período estalinista de la revolución soviética y el inicio de la Guerra Civil Española.
Para mí, la originalidad de la obra radica en que, a finales del siglo XX, sigue algunos de los esquemas de la olvidada novela bizantina renacentista: encuentros y separaciones de una pareja de enamorados que tras diversas vicisitudes acaban juntos como premio a su constancia.  Estos enamorados van recorriendo diversos países y conocen remotas y exóticas culturas, el cautiverio, los sueños premonitorios, las muertes simuladas, el regreso a la patria. No se dan, en cambio, los principios de idealización y castidad, ni el narrador en tercera persona. Los capítulos están alternativamente escritos por Max y Eleanor como parte de sus diarios con un epílogo del conarrador que da al traste con un final feliz: el mundo se derrumba irremediablemente y tal vez la humanidad sea inviable. Desde el comienzo aparece una rara naturalidad para las relaciones sexuales entre insufribles diálogos con incontables dijo-dije.
En resumen, una novela  que prometía mucho y que se va desinflando por el camino, peca de superficialidad porque la ficción literaria no es la manera más eficaz de explicar la ideología y los acontecimientos históricos y porque los personajes son planos y poco creíbles y sus abundantes peripecias poco interesantes. A la novela le falta vida y descripción de ambientes y personas. Ya se sabe que el que mucho abarca poco aprieta,

viernes, 9 de febrero de 2018

Guías de lectura para alumnos

En el blog hablandodetodounmucho podemos encontrar guías de lectura para utilizarlas en clase. Su autor, Carlos Javier Herrero Canencia, nos invita a compartir sus recursos:
Estudiantes, profesores, curiosos y despistados, bienvenidos a mi blog. En él encontraréis recursos que me han valido para enseñar y aprender lengua y literatura. Espero sinceramente que os sean útiles y que os aporten ideas. 

martes, 19 de diciembre de 2017

10 libros lingüísticos por Navidad


10 libros lingüísticos para Navidad:


lunes, 16 de octubre de 2017

Llámame Brooklyn, Eduardo Lago

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Once años después, por fin, he leído el libro de mi colega Eduardo Lago que ganó el premio Nadal, un año después de que saliera una nueva edición con un prólogo que explica la gestación del libro. Llámame Brooklyn es un homenaje a nueva York, ciudad en la que el autor lleva viviendo desde 1987; una historia de historias que transcurren en diversos tiempos y en varios lugares; y una novela de un amor imposible, de amistad y de pasión por la literatura, donde se reflejan sus gustos literarios. Porque el libro es el reflejo de un lector voraz, un cuidadoso traductor, un entusiasta profesor de literatura y un gran escritor.
Como en Las mil y una noches o en El Decamerón, la trama, aquí excesivamente complicada, es lo menos importante; lo mejor son los relatos que el autor fue recopilando durante muchos años, porque, como el mismo afirma, las historias tienen vida propia: "Leyendo las noticias del Times me tropezaba inesperadamente con embriones de cuentos, historias cuyo contenido parecía pedir a gritos que alguien las convirtiera en relatos". La recreación del suicidio del pintor Rothko es una buena muestra de su estilo.
Un periodista del New York Post recibe la noticia de que su amigo Gal Ackerman, veinticinco años mayor que él, ha muerto. El suceso le obliga a cumplir un pacto tácito: rescatar de entre los centenares de cuadernos abandonados por Ackerman en un motel de Brooklyn, una novela a medio terminar. El frustrado anhelo de su autor era llegar a una sola lectora, Nadia Orlov, de quien hace años que nadie ha vuelto a saber nada. La novela supone la reconstrucción de la novela que lleva por título el nombre de la hija que siempre quiso tener con su antiguo amor: Brooklyn. Así pues, estamos ante una novela puzle, mosaico, collage, caleidoscopio, con estructura de matrioska. Lago destaca por su precisión estilística en los diálogos y en las descripciones tanto de lugares como de personajes.
A pesar de que el conjunto de la novela me parece algo confuso y desigual, he disfrutado de su lectura y la recomiendo. Original y diferente dentro del panorama español y más aún dentro de la tónica de las galardonadas con el premio Nadal.

viernes, 13 de octubre de 2017

La premonición de Safeyce

La premonición de Safeyce es una novela ambientada en El Cabezo de la Escoba, un yacimiento de la Edad del Bronce, ubicado en el término de Villena, con una cronología que lo sitúa en el Bronce Antiguo (2200-1500 a.C). Este yacimiento se halla en la confluencia de tres áreas culturales: El Argar, el Bronce valenciano y el Bronce de La Mancha. Precisamente allí, José María Soler, arqueólogo local, y su equipo habitual encontraron en diciembre de 1963 el Tesoro de Villena, conjunto de piezas heterogéneas en oro y plata que está considerado el segundo más importante de Europa, tras el tesoro de las tumbas principescas de Micenas. Las más de sesenta piezas  tienen un peso de algo más de nueve kilos de oro y seiscientos gramos de plata. También hay unos pequeños objetos en hierro, considerado en el tiempo de la ocultación un metal precioso. Sin embargo, es sorprendente que fuera de Villena, incluso en las mismas poblaciones de alrededor, no se conozca.
He conocido la existencia de esta novela gracias a facebook, alguien del pueblo a quien no conozco, me hizo una solicitud de amistad y acepté, después llegó la anónima de "La premonición de Safeyce" y también dije que sí. Durante meses, intrigada, he ido leyendo diversos artículos sobre la Edad del Bronce y el Tesoro de Villena sin saber la identidad del autor o autora, extrañada sobre todo por esa forma peculiar de entrar en contacto con futuros lectores, en poco tiempo ha llegado casi a 1.400, utilizando el novedoso método de publicidad por entregas. Hasta que cayó el velo y su autora, Rosario Mondéjar, se dio a conocer ahora que la novela está a punto de salir, después de estar gestándose más de cuatro años. Rosario cuenta cómo surgió la idea: "Después de asistir de forma continuada a las visitas a Cabezo Redondo, tanto en las jornadas de puertas abiertas como en las visitas programadas, me di cuenta de que el poblado estaba muy bien; sus casas, sus callejas, sus supuestos techados, sus hornos, sus restos de fauna, sus restos humanos, pero... A Cabezo Redondo le faltaba algo: ¡le faltaba vida! Faltaban ruidos, olores, niños corriendo, mujeres moliendo trigo, pastores controlando el ganado, jefes intercambiando objetos con viajeros... "
La protagonista es una mujer: "La primera vez que me senté frente al ordenador, con la hoja en blanco, reflexioné sobre quién iba a llevar la voz cantante en esta historia. Quería que fuera un personaje con mucha fuerza y con mucha intuición. Inevitablemente pensé que una mujer podía responder con facilidad a ese papel, pero tenía un problema: las mujeres en la Edad del Bronce no valían nada. Las mujeres eran "cosas" que los padres y los maridos traían, llevaban y manejaban a su antojo (tampoco hemos cambiado tanto tres mil años después, no hay más que asomarse a las noticias, por desgracia). Pero, a pesar de todo, puse a una mujer entre los personajes claves de la novela ¡bastante nos ha quitado ya la Historia!".
Esta novela histórica, que parece que es la primera ambientada en esta época en la Península Ibérica, verá la luz muy pronto. Esperemos que esté a la altura de las expectativas creadas.

lunes, 2 de octubre de 2017

Los Cinco y yo, Antonio Orejudo

Antonio Orejudo (Madrid,1963) estudió en el colegio Montserrat del Hogar del Empleado, luego Filología Hispánica y ahora es profesor en la Universidad de Almería. Reseño aquí su último libro porque me lo han regalado (yo también me leía en las siestas los libros de Los cinco cuando era pequeña) y porque en los primeros capítulos del libro relata su paso por el colegio donde mi amiga Susana (la hermana de Lucía Etxebarría) le dio clase de Lengua y Literatura. Yo estaba en aquellos tiempos en el Covadonga.
Su quinta novela, Los Cinco y yo, comienza con la presentación de un libro titulado After Five, un éxito que ha convertido a su autor en millonario y celebrity global. Esta presentación en el congreso anual sobre Enid Blyton, la escritora que triunfó con las aventuras de Los cinco, servirá de hilo para una autobiografía que se alimenta de hechos reales y fantásticos (disparates y deseos), que pasa de la sátira del mundo que nos rodea a la crítica literaria.
Sus recuerdos son los de la generación que desbordó los colegios a finales de los sesenta. Es esa generación que, según el narrador, ha pasado por la historia sin actuar sobre ella, que llegó demasiado pronto a la Transición y demasiado tarde al 15-M. Una generación pasiva y acomodaticia. A la muerte de Franco, “los que se hicieron con las riendas del país tenían entonces la edad de Cristo. Nosotros, que acabábamos de cumplir diez, once o doce años, teníamos la edad de Los Cinco”. En los años sesenta faltaban viviendas y colegios ante la avalancha de inmigrantes que llegaban con la intención de buscarse un sustento o, en el mejor de los casos, de colocarse en un banco o en una compañía de seguros. Ofrecer vivienda y orientación espiritual a esa legión de futuros empleados de banca, botones y auxiliares administrativos fue la gran obra de Tomás Morales, fundador del Hogar del empleado, residencia masculina que pronto se quedó pequeña y la transformó en una constructora benéfica de viviendas sociales en el extrarradio de Madrid, en cuyos bajos se instalaron colegios subvencionados de EGB,BUP y COU.
Los dos primeros capítulos, para mí los más entrañables, contados con gracia y desparpajo, están dedicados a su infancia y adolescencia en ese barrio de Moratalaz, al descubrimiento del sexo y de las chicas en las clases mixtas, a los primeros pantalones vaqueros, a los porros, a las sesiones de cine porno. Un chico sensible como él se decantó afortunadamente por la guitarra, la literatura y el cine, mientras que otros se quedaron enganchados a las drogas porque nadie les avisó de sus efectos negativos. Recuerda la existencia de tutores en las clases, las huelgas y las asambleas de alumnos. "Visto desde hoy, me admira la templanza de Leonardo, el director de entonces, que nunca puso trabas a nuestras asambleas y movilizaciones políticas. Los delegados asistíamos a las reuniones y a continuación informábamos a nuestras respectivas clases, cada una de las cuales debatía como nos habían enseñado -pidiendo turno de palabra y escuchando los argumentos contrarios". ¡Qué diferencia con las últimas huelgas de enseñanza! Resulta que a pesar de todo en la transición los padres eran más permisivos y los alumnos y los profesores más libres que en la actualidad.
El resto de la novela es desigual, está dedicada a su formación como escritor. Destaco las páginas donde se cuenta qué fue de Julián, Dick, Ana y Jorge porque del perro, Tim, lógicamente se habla poco. 

 Foto insólita de los años 60 de Juan Manuel Pando Barrero de Zona de "los Tejares" próxima al Tejar de Sixto, antes de que se construyese el centro Monserrat. Las de la izquierda son las casas de empleados de la FNMT; las del centro, donde estaban los locales comerciales que servían de aulas del Montserrat; y a la derecha del todo, la que hace esquina entre Dr. Esquerdo y Sainz de Baranda. La foto está tomada desde el terreno que ocupa el Montserrat “de abajo", desde lo que ahora es la calle Juan Esplandiú. Piscinas del Mundial 86.


jueves, 6 de julio de 2017

Podotecología estética o historia del calzado, Pérez de Ayala

Gracias a una amena charla con Alipio Hernández, colega, asturiano de pro y fabulista, me he acercado a la novela de Pérez de Ayala Belarmino y Apolonio (1921). Confieso que solo había leído del autor A.M.D.G, novela más realista donde el autor plasma sus recuerdos en un internado jesuita, y fragmentos de Tigre Juan. Pero lo que me terminó de decidir por su lectura, además de la labia de mi querido amigo y el prestigio del olvidado autor, es que contaba la historia de dos zapateros de Pilares (Oviedo), tema que me interesa porque la familia de mi padre se dedicó casi cuatro generaciones a ese oficio. Por esa misma fecha en Villena (Alicante), mi bisabuelo Trinidad Caturla, dejando atrás la confección artesanal, llevaba unos años incorporando máquinas para la confección del calzado.

Einstein y Pérez de Ayala (1923)
La trama argumental relata la rivalidad entre los dos zapateros que dan nombre a la novela -uno, disparatadamente gongorino; el otro, dramaturgo aficionado-, y el romance quebrado que mantienen la hija adoptiva del primero, Angustias, y el hijo del segundo, el seminarista Pedro (o Guillén). La novela presenta una extraña estructura narrativa cuajada de desordenadas narraciones, algunas rallando en el ridículo del folletín; varios narradores; varios tiempos; sesudos y absurdos diálogos de múltiples personajes que son presentados con las técnicas degradantes del esperpento; citas de autores clásicos y religiosos; utilización de distintos registros, junto con vocabulario inventado, latinismos y términos del bable. Estamos, pues, ante una novela ensayo (casi una nivola), cargada de ironía, pedantería y pintoresca erudición, ejemplo de intertextualidad. No en vano, Andrés Amorós la llamaba novela intelectual.
El comienzo es inigualable con el Elogio a la casa de huéspedes del personaje de don Amaranto  que merece un lugar destacado en cualquier antología como muestra del estilo de Pérez de Ayala. Ahora que se están celebrando oposiciones para enseñanza, me quedé con este comentario “En España se conceden las cátedras por amistad, parentesco o bandería, antes que por mérito; de donde se aprende más y mejor de los opositores que de los mismos catedráticos”.
Respecto al tema del calzado, en La busca de Baroja, ya aparecían dos zapateros rivales y un letrero sobre un local de reparación: «A la regeneración del calzado», frase que evoca el siguiente comentario del autor: «El historiógrafo del porvenir seguramente encontrará en este letrero una prueba de lo extendido que estuvo en algunas épocas cierta idea de regeneración nacional, y no le asombrará que esta idea, que comenzó por querer reformar y regenerar la Constitución y la raza española, concluyera, en la muestra de una tienda de un rincón de los barrios bajos donde lo único que se hacía era reformar y regenerar el calzado». Pérez de Ayala ensancha esta breve idea para que sea una representación hiperbólica no sólo los males de España, sino también de la locura humana en general, empeñada en entender el sentido de la vida por medio de la filosofía y de la literatura.
Destaco la exquisita descripción del taller de Belarmino, remendón de portal, filósofo de pacotilla, creador de un lenguaje propio (no se conforma con el significado usual e inventa otro en consonancia con la fonética o con lo que le sugiere a él y que resulta indescifrable), en su cuchitril-caverna, tan concurrido como la escuela de un filósofo de la antigüedad:
“El menaje profesional de Belarmino se reducía a los más indispensables utensilios de zapatería, de los cuales don Restituto le había hecho graciosa donación: unas pinzas, un rebote de correderas, una gubia, un desborrador americano, un rodillo de picar, un sacabocados, varias leznas y un torno de montar con horma de hierro. El torno era remedo y trasunto fiel de un caballejo; recordaba a Clavileño, si bien de correspondencia equina más semejante que la volátil cabalgadura del manchego. El tronco era realmente un tronco, un leño robusto, asentado sobre cuatro patas, más ancho por la grupa que por los pechos, y sobre ellos se levantaba una tabla ancha y delgada, a manera de cuello, en donde encajaba, con juego articulado y la planta hacia arriba, una horma de hierro, que vista de perfil era enteramente una cabeza de caballo. Montado sobre este diminuto caballete, Belarmino se pasaba la vida".
Apolonio, en cambio, regentaba un lujoso establecimiento con buenos parroquianos pero sin público. He aquí su disparatada disertación sobre «Podotecología* estética, o historia del calzado artístico» (capítulo 5):
“Por lo pronto, soy un maestro artista en zapatería. Mi clientela alaba, en el calzado que yo hago, la resistencia y flexibilidad del asiento, lo suave y duradero del material, lo cómodo y bien conformado del corte; y por eso, nada más que por eso, me pagan bien. Pero las dichas cualidades son secundarias. Un zapato, un brodequín, un botito son obras de arte. ¿Y quién aquí, salvo contadas excepciones, sabe apreciar el calzado como una obra de arte? ¿Quién aquí concede al calzado la enorme importancia que tiene? Se imaginan que el calzado sólo sirve para cubrir el pie, resguardarlo de la humedad, por temor a los reumas, y evitar que se lastime sobre el mal piso; todo lo que piden al calzado es que no críe callo. Pues si el calzado no cumple otro fin más que ése, mejor sería que los hombres echasen casco o pezuña, lo cual se conseguiría fácilmente por procedimientos científicos. Y no es que yo me refiera a esta localidad. Hablo, en general, de toda España. Un amigo mío muy erudito, Valeiro, estudiante compostelano, me contaba haber leído en un libro de un Fray no sé cuántos Guevara, obispo en alguna diócesis de Galicia, que los españoles, en los tiempos del gran Carlos V, cuando el tal obispo escribía, andaban en zancos por las calles, a causa de los lodos. ¡Qué barbaridad! Pues, ¿qué? ¿No se usan todavía en nuestra península almadreñas, zuecos, abarcas y las asquerosas alpargatas? ¡Qué poco dice esto en pro de la cultura de los españoles, y cuánto de su salvajismo! Para mí la alpargata es un insulto a la divinidad, una blasfemia, porque es negar y desconocer la obra más perfecta de Dios, o sea el pie humano. ¿Por qué es el hombre superior al mono y a todos los demás animales? Porque es el único que tiene pies, lo que se dice verdaderos pies. Si el pie fuera menos humano y noble que la mano, los hombres tendrían cuatro manos y los monos tendrían cuatro pies, y no que tienen cuatro manos. Por no ver mujeres con almadreñas preferiría vivir entre chinos, porque al menos los chinos conceden al pie de las mujeres más importancia que a ninguna otra parte del cuerpo”. 
“En lo que yo insisto es en que, como español, me abochorno de que los españoles no hayamos contribuído con ninguna invención al progreso del calzado. No hay una ciencia y un arte zapateriles propiamente españoles. No habrá oído usted decir punta a la madrileña, tacón Isabel II o hechura española, como se dice punta a la florentina, zapato Richelieu, tacón Luis XV, hechura inglesa”.
“No se me hace justicia. Ni como zapatero, y no digamos como poeta dramático. En lo que yo insisto es en que, como español, me abochorno de que los españoles no hayamos contribuido con ninguna invención al progreso del calzado. No hay una ciencia y un arte zapateriles propiamente españoles. No habrá oído usted decir punta a la madrileña, tacón Isabel II o hechura española, como se dice punta a la florentina, zapato Richelieu, tacón Luis XV, hechura inglesa. Todos los filósofos son unos farsantes, charlatanes de feria. ¿Para qué sirve la filosofía? Ya lo dijo Saquespeare--pronunciado así--: «la filosofía no sirve ni para curar un dolor de muelas».
 Debo confesar que a pesar de tener innumerables aciertos y de hacerme reír varias veces, me ha resultado dura de leer, tanto como comer dos tocinos de cielo seguidos, porque tanto azúcar y prodigio de erudición acaban empachando al desocupado lector.

* Así aparece en el epub que he consultado.

https://elblogdeacebedo.blogspot.com.es/2013/10/ramon-perez-de-ayala-fernandez-del.html

miércoles, 19 de abril de 2017

El mapa del mundo con 144 libros

Un usuario de Reddit ha elaborado un mapa del mundo con la obra literaria que él considera más representativa de cada país. Ya lo hizo el año pasado. La gracia de este mapa es que no escoge el libro más conocido, sino que da nuevas ideas para acercarnos a tradiciones literarias poco conocidas. En el enlace se puede observar el mapa en fragmentos ampliables y consultar la lista de las obras, con la traducción del título en español, si la hay.


Elaborar un mapamundi con obras y autores de los distintos países puede ser una buena actividad de clase para celebrar el Día del Libro en la asignatura de Literatura Universal.

domingo, 2 de abril de 2017

Otras lecturas de marzo

He disfrutado leyendo el libro de Angelika Schrobsdorff, Tú no eres como las otras madres, donde reconstruye la vida real e inconformista de su madre, nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los prejuicios de su tiempo y deseosa de casarse con un artista y no con el «exce­lente partido» que le han buscado, un comerciante opulento y maduro. El segundo libro, La calma de Attila Bartis, no me atrevería a recomendarlo, es un libro extraño que perturba tanto por lo que sugiere como por lo que cuenta. En las postrimerías de la época comunista en Budapest se desarrolla la historia que comienza con la muerte de la madre del protagonista, un escritor de treinta y cinco años. Por ella solo deambulan personajes extraños, torturados, solitarios y condenados a la locura.