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lunes, 27 de febrero de 2023

Juan Tallón, ‘Obra maestra’ sobre la escultura desaparecida de Richard Serra


Una historia lleva a otra porque los paralelismos existen y la inoperancia del ser humano la llevamos en el ADN. La entrada anterior del blog nos recordaba la desaparición de una escultura 
El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella en tiempos donde todo era posible y su posterior recuperación. La de hoy se refiere a una desaparición en democracia. Las dos son historias inverosímiles sobre dos obras maestras que sin embargo existieron y que tienen muchos puntos en común (desaparición, relación con el Guernica y con el Reina Sofía).

Es increíble, pero es verdad: un museo de primer nivel internacional −el Reina Sofía− encarga para su inauguración en 1986 una obra a una estrella de la escultura, el norteamericano Richard Serra. El escultor entrega una pieza creada ad hoc para la sala en la que iba a exhibirse. La escultura en cuestión −Equal-Parallel/Guernica-Bengasi− consta de cuatro bloques de acero independientes de grandes dimensiones. Inmediatamente se eleva la pieza a obra maestra del minimalismo. Finalizada la muestra, el museo decide guardarla, y en 1990, por falta de espacio, la confía a una empresa de almacenaje de arte, que la traslada a su nave en Arganda del Rey. Cuando quince años después el Reina Sofía quiere recuperarla, resulta que la escultura −¡de treinta y ocho toneladas!− se ha volatilizado. Nadie sabe cómo ha desaparecido, ni en qué momento, ni a manos de quién. Para entonces la empresa que la custodiaba ya ni siquiera existe. Cero pistas sobre su paradero.

He disfrutado mucho leyendo Obra maestra, novela de Juan Tallón, nuestro Georges Pérec gallego*, que investiga sobre la siguientes incógnitas: ¿Cómo pudo desaparecer de un almacén del Museo Reina Sofía una enorme escultura de Richard Serra de treinta y ocho toneladas? ¿Cómo se convierte en original una copia? ¿Qué es arte en el arte contemporáneo? ¿Cuál fue el verdadero destino de la famosa, enorme y pesada escultura de acero convertida en aire? ¿Es posible que un día aparezca? Para responder a estas y otras preguntas, las páginas de la novela acogen una sucesión de voces muy dispares: las de la fundadora del Reina Sofía, algunos de sus directores, los policías de la Brigada de Patrimonio que investigaron la desaparición, la jueza que instruyó el caso, personal del museo, ministros, el empresario que custodió la obra, galeristas americanos, el propio Richard Serra, su amigo −y antiguo ayudante− Philip Glass, marchantes de arte, críticos, artistas, concejales, coleccionistas, un coreógrafo que danzó alrededor de la escultura, ingenieros, periodistas, historiadores, vigilantes, políticos, una terrorista, un jubilado, un camionero, un chatarrero, un taxista, una agente de la Interpol, el propio autor del libro, en tratos con una editora para escribirlo, o César Aira, que propone una teoría tan loca como deliciosa sobre el verdadero destino de la escultura.

 * Animo a leer su mágnifico preámbulo (arte del puzzle) a La vida instrucciones de uso dedicada a la memoria de otro genio: Raymond Queneau

No se lo digan a nadie, pero esta novela contiene 38 toneladas de gran literatura

domingo, 19 de febrero de 2023

Personajes aborrecibles en la literatura

 

El escritor Michel Houellebecq

El editor Malcolm Otero Barral (Barcelona, 1973) me ha ahorrado escribir una entrada, me parece muy interesante su artículo La madre de Caperucita Roja y otros odiosos personajes que aparece hoy en el diario Información. Ahonda en el lado oscuro de la condición humana. 

"A quién no le ha pasado que, leyendo una novela, ha acabado detestando a uno de sus protagonistas. Y no hablamos de villanos, ni siquiera de esos personajes que el autor coloca intencionadamente en el lado oscuro, este reportaje pretende indagar en el personaje irritante, odioso, que nos saca de quicio; por tóxico, por pusilánime, por incoherente o por lo nocivo de sus actos sin necesidad de ser intrínsecamente malo".

"Asimismo, es indiscutible que no podemos evitar sentir cierta devoción por la imperfección. Incluso la novela policiaca ha ido abandonando al héroe por una versión (el antihéroe) menos impoluta y ejemplar. Y es que, por mucho que admiremos a personajes luminosos, hay pocas cosas tan sugestivas como adentrase en el cuarto oscuro de la condición humana".

"Lo cierto es que estos personajes, muy frecuentemente al borde del abismo vital, tienen un magnetismo mayor que aquellos que se mueven en la (no nos engañemos) aburrida línea de la rectitud sin vacilaciones morales. Asimismo, estos odiosos personajes sirven, a menudo, como instrumento de reflexión o denuncia".

https://www.epe.es/es/autor/malcolm-otero-barral-1739044


jueves, 16 de febrero de 2023

Vargas Llosa: Los vientos (la verdad en las mentiras)

Lejos de lo que nos han contado las revistas y las tertulias del corazón sobre Los vientos ( octubre de 2021), el relato de Vargas Llosa no es un ajuste de cuentas con Isabel Preysler, sino una parodia en clave de humor de un escritor viejo y cansado que no reconoce ya el mundo en el que vive. Su mirada de otro siglo se posa en unas costumbres actuales que abomina, mientras se ve afectado por la melancolía que le hace reflexionar sobre su pasado amoroso. Se pasea por un Madrid desconocido y distorsinado a la vez que reconocible, donde la cultura se ha convertido en un espectáculo con un dominio absoluto de pantallas e imágenes sobre la razón y las ideas. También se queja del cierre de cines, librerias y blibliotecas; la imposición del vegetarianismo y la asepsia de la nuevas generaciones ante el sexo).

 El título del relato en principio parece romántico, pero se refiere a las ventosidades (gases, flatulencias) que se le escapan al protagonista junto a su propia vida. En definitiva, da una vuelta de tuerca a un artículo de costumbres que nos recuerda a los del último Larra que, desengañado, narra su desolación mientras conversa con su criado, en Los vientos, el protagonista con su amigo Osorio. 

El cuento crepuscular es ingenioso y divertido como casi toda la obra de Vargas Llosa que es un maestro en esconder la verdad entre las mentiras (La verdad de las mentiras). Nos presenta a un hombre en un momento airado, llevado por sus enfermedades (vientos) que está a punto de irse a tomar vientos (a morirse).

jueves, 2 de febrero de 2023

Las cigarreras en la Literatura: Romanticismo y Realismo

Las cigarreras' de Gonzalo Bilbao (1915)

 El  DRAE afirma que la palabra cigarro proviene del maya "siyar", pero otros autores afirman que deriva de la voz cigarra (a su vez derivada del latín "cicada"), nombre del ruidoso insecto al que recordaban por su aspecto las hojas de tabaco enrolladas formando un cilindro que se introducía en la boca por una de sus puntas y se encendía por la opuesta. Hacia finales del siglo XIX, existían en España distintas fábricas de tabaco en Sevilla, Cádiz, Alicante o Madrid, que se encargaban de elaborar el tabaco venido de América. El oficio en un principio fue también de hombres, pero pronto las mujeres los relegaron porque su habilidad con las manos, más finas y pequeñas, permitían liar más rápido el tabaco y, sobre todo, porque se las consideraba poco conflictivas y cobraban menos.

La cigarrera española ha dado vida a uno de los seres más insólitos de la cultura popular y casi universal, el mito de Carmen: una mujer independiente, rebelde y apasionada. Por la ópera Carmen de Bizet (1875), basada en la novela de  Prosper Mérimée (1847) nos ha llegado una versión romantizada del oficio. Concebida por una imaginación francesa, recibió los legados míticos de la mujer fatal y los atributos pintorescos de la época. Su historia no puede tener más tópicos, una cigarrera gitana que traerá la desgracia de los hombres con los que se cruza, desde un torero granadino a un cabo navarro. La narración está ambientada en la fábrica de tabacos de Sevilla.

Pero la realidad de las cigarreras fue menos sofisticada y bastante más interesante. Fueron las primeras mujeres que lucharon en grupo por sus derechos y en afiliarse a los sindicatos. Constituyeron una Hermandad de Socorro para ocuparse de toda aquella compañera que se encontrase en apuros y consiguieron salas de lactancia y escuelas. Finalmente, no pudieron competir con la llegada de la maquinaria de producción.

Para conocer mejor a estas mujeres es imprescindible acercarnos al artículo «La cigarrera», publicado en la colección costumbrista Las mujeres españolas, americanas y lusitanas pintadas por sí mismas a principios de la década de 1880, y a la novela La Tribuna (1883), ambas de la escritora realista Emilia Pardo Bazán. En el prólogo, la autora califica la novela como un «estudio de costumbres locales», aunque dada la presencia en la trama argumental de sucesos políticos tan recientes como los derivados de la revolución de septiembre del 68, decidió situarla en un microcosmos de ficción, Marineda, trasunto de la Coruña. Como era preceptivo en la novela realista, se documentó durante dos meses, oyendo conversaciones, delineando tipos, cazando al vuelo frases y modos de sentir: "Me procuré periódicos locales de la época federal (que ya escaseaban); evoqué recuerdos, describí la Coruña según era en mi niñez (…) y reconstruí los días del famoso Pacto, episodio importante de la historia política de esta región..." La novela nos presenta la evolución de una niña, Amparo, de condición humilde y aficionada a callejear sin rumbo, hasta convertirse en una atractiva obrera revolucionaria, que recibirá el apodo de «Tribuna del pueblo». La protagonista está Inspirada en la figura histórica de Águeda Montes, La Republicana, una revolucionaria santanderina que provenía también de una tabacalera. También se ha relacionado la novela con la obra de Faustina Sáez de Melgar, Rosa la cigarrera de Madrid (Barcelona, 1872).

El relato "La cigarrera" (descargar aquí) de rápida y amena lectura nos dará una idea más acertada del duro trabajo de estas mujeres con pinceladas naturalistas. El artículo vaticina la desaparición del oficio de cigarrera por los higienistas y moralistas que proscriben el tabaco que junto al café y el alcohol son los verdaderos venenos intelectuales de los hombres. De su pluma asistimos a la descripción de la fabricación del tabaco a destajo en los talleres insalubres que sostiene el Estado ("colmena inmensa donde las abejas son mujeres, y la miel y la cera puros y pitillos"), donde son ayudadas por sus hijas. Las cigarreras son listas en el trabajo, tienen opiniones políticas, son más atrevidas y libres que las otras mujeres del pueblo y están unidas por misteriosos lazos sociales ("por esa especie de solidaridad masculina de los clubs, de los círculos"). Finalmente, la autora considera: "Mientras haya sol y hombres, habrá cigarros".




Recientemente se ha estrenado una adaptación teatral de la novela de Emilia Pardo Bazán "La Tribuna", en la que su director, Cándido Pazó, subraya el mensaje feminista de la obra y el papel de la mujeres en la historia de la lucha obrera. Siete mujeres son las protagonistas de "Cigarreras", dos de ellas vivirán un amor imposible, una con un burgués y la otra con un militar, de tal manera que puede interpretarse como un testimonio de la crisis de la "Gloriosa".


Para saber más


martes, 10 de enero de 2023

Doña Emilia ilustrada, los cuentos de Pardo Bazán en el centro Clara del Rey

 

El recorrido por la exposición ‘Los cuentos de doña Emilia’, publicados en la revista Blanco y Negro, nos acerca a 14 de los más de 600 cuentos que escribió doña Emilia Pardo Bazán a lo largo de su vida. En ellos encontramos un desfile de diferentes personajes de todas las condiciones; temas universales como el amor, la religión, el terror o la historia; la preocupación de la autora por los temas sociales y políticos; y la vinculación a su tierra, Galicia. Los cuentos son un fiel reflejo de la sociedad española de finales del siglo XIX y principios del XX. El principal ilustrador de los cuentos de la autora gallega es Narciso Méndez Bringa, un todoterreno de la ilustración literaria.

-‘Primaveral-Moderna’ (18/09/1897). Sátira en la que 2 personajes muy distintos coinciden en un tren. Y, como telón de fondo, la belleza y la naturaleza también lo hacen.

-‘Entre razas’ (11/06/1898). Historia de un hombre español que recibe la visita de un estadounidense. Y ese encuentro permite conocer 2 modos de vida y cultura muy distintos en la época.

-‘Zenana’ (12/10/1898). Alejandro Magno y Zenana son los protagonistas de esta historia de amor. Y en ella la belleza puede parecer lo más importante… ¿O no?

-‘La exangüe’ (15/04/1899). Un cuento que se desarrolla en Filipinas durante el alzamiento contra España. Y narra la relación entre un doctor y diferentes personajes.

-‘La enfermera’ (5/05/1903). Una historia idílica de 2 personajes, un enfermo y su mujer.. Aunque no todo es tan idílico como se presenta.

-‘El montero’ (18/07/1903). Narra la vida de un cantero, cuya historia se transforma tras una huelga y un accidente con otros trabajadores.

-‘Comedia’ (4/03/1904). Cuenta la vida de Lorenza, una niñera que cambia la vida del campo por la ciudad. Y cuyo amor por un actor le lleva a un trágico final.

-‘La mujer española’ (5/01/1907). Una historia que acerca al lector la postura de la propia autora sobre el feminismo. Así como a la situación de la mujer en España en el año de su publicación.

-‘Error de diagnóstico’ (21/12/1907). El futuro de una adolescente cambia de un día a otro sin conocer en realidad qué lo ha provocado.

-‘La clave’ (7/11/1908). Un encuentro entre Tolina y Calixto. Su futuro, su herencia, nada es lo que parece.

-‘La Pepona’ (2/02/1909). La triste historia de una niña de 2 años que es robada durante un paseo dominical. Y cuya vida transcurre a partir de entonces en el mundo de la mendicidad hasta su edad adulta cuando logra descubrir sus orígenes.

-‘Las náufragas’ (19/06/1909). Un cuento que tiene como telón de fondo un negocio ruinoso y los avances de la ciencia.

-‘La danza del peregrino’ (8/10/1916). Un relato ambientado en Santiago de Compostela. Y que se centra en la figura de un ermitaño y en su viaje a la catedral compostelana para conocer la figura del santo.




https://pongamosquehablodemadrid.com/2023/01/20/los-cuentos-de-dona-emilia-en-el-distrito-salamanca/

domingo, 25 de diciembre de 2022

El chasco de la Lotería (romances, sainetes, relatos y teatro)

El día 22 de diciembre ha pasado y el tradicional sorteo de Lotería de Navidad ha dejado la fortuna en manos de unos pocos y la sensación de vacío en la mayoría. En España gastamos más dinero en el sorteo de la Lotería de Navidad que en libros durante todo el año. El juego de azar nos atrapa a todos, no sólo a ludópatas e ingenuos, despierta una ilusión y unas expectativas inusuales. Si no nos ha tocado, siempre nos queda el consuelo de la Literatura, leer algunas de las narraciones que tienen como eje la lotería y otros juegos de azar desde múltiples enfoques. El tema lo han tratado algunos de los más grandes escritores. 


Estas reflexiones  están motivadas por la lectura del admirable blog Almanaque de Antonio Lorenzo (El chasco de la lotería) donde recoge el pliego titulado El chasco de la lotería que guarda una estrecha relación temática con dos sainetes del  siglo XVIII de Sebastián Vázquez: El día de la lotería y El chasco del sillero que nos acercan a los primeros tiempos de la lotería primitiva y a los pícaros que tratan de conseguir dinero y comida a costa ajena. Así que me puse a buscar otras obras literarias y encontre bastantes:

Relatos

Julio Verne, Un billete de loteria 

 A. Chèjov, El billete de loteria

Shirley Jackson, La lotería.

 Emilia Pardo Bazán, Suerte macabra

 William Tenn, El billete de lotería.

 Mark Twain, El billete de un millón de libras

Jorge Luis Borges,  La lotería de Babilonia.

Shirley Jackson, La lotería

Novelas

Patricia wood,  La lotería

David Baldacci, The winner

Habría que citar El jugador de Dostoievski, que nos muestra la adicción al juego de la ruleta, y Charlie y la fábricade chocolate de Roald Dahl. Willy Wonka es el propietario de una fábrica de chocolate y en sus barritas esconde cinco billetes dorados que suponen chocolate de por vida a quienes las encuentren. 

 Teatro

 Luces de Bohemia de Ramón María del Valle-Inclán que está encuadrada con la compra de un boleto que resulta premiado y con el que se quedará a su muerte el avaricioso don Latino. Todo un sarcasmo, el ilustre y pobre poeta Max Estrella muere rico sin que lo puedan disfrutar ni él ni su familia. 


En estas fechas siempre me acuerdo de la obra de teatro Hoy es fiesta (1956) de Buero Vallejo que refleja la convivencia en una casa de vecinos de un barrio humilde madrileño: sus esperanzas y frustraciones, sus recuerdos, sus problemas y sus temores. Todos han comprado ilusionados participaciones del billete custodiado por Doña Balbina, una señora empobrecida de la que todo el mundo se mofa por su cursilería absurda en un barrio pobre. Les toca el gordo y se descubre que las participaciones son falsas. Eso sí que es un chasco de verdad, tocar la ilusión y ver que desaparece. 


Debo de ser una de las pocas personas que juega nada o muy poco a la lotería. Supongo que por muchas razones: porque soy mayor y ya he abandonado el pensamiento mágico que nos hace creer que la suerte  puede estar a nuestro alcance con solo desearla mucho; porque mi situación económica no es muy mala comparada con épocas anteriores; porque sé que el dinero no da la felicidad, aunque ayuda; por ir a contracorriente. Es más, creo que los que aparecen en la televisión derrochando champán y obteniendo su minuto de gloria son actores contratados por Loterías y Apuestas del Estado, pero no me atrevería a afirmar como el libro de G.G. Márquez (El otoño del patriarca) que el dictador manipula los sorteos de la lotería para atribuir los premios a sus favoritos. Resumiendo, es un impuesto para las personas que no saben de matemáticas, el verdadero ganador es el Estado.

La expresión ‘tirar la casa por la ventana’ tiene su origen en la costumbre que había en el siglo XIX de arrojar por la ventana los enseres de la casa cuando a alguien le tocaba la lotería. Los agraciados, eufóricos, lo hacían porque podían permitirse el lujo de comprar otros nuevos y para mostrar a sus vecinos que se habían hecho ricos. Esta costumbre de tirar muebles por las ventanas  a la calle sigue vigente en el Sur de Italia, aunque de forma más simbólica, cada Nochevieja es una manera de desear buena fortuna para el año que empieza.   


De todas maneras, tanto si os ha tocado o no, como Antonio Lorenzo, os deseo:

 ¡Suerte y felicidad, ventura y riqueza para todos!

Para saber más:

https://cicutadry.es/la-loteria-en-la-literatura/

https://www.librosyliteratura.es/libros-y-loteria.html


jueves, 8 de diciembre de 2022

Nobel para Annie Ernaux: autosociobiografía

Cada 10 de diciembre, fecha de la muerte de Alfred Nobel, se entregan los premios que llevan su nombre. Este año el galardón literario lo recogerá la escritora francesa Annie Ernaux (1940). El día 6 pronunció su discurso de aceptación* ante la Academia sueca. Como la propia autora afirma "Creo que el Nobel no premia a la escritora en primera persona, sino a la que, a través de una escritura transpersonal y clínica, ha abordado temáticas relativas a las mujeres y la sociedad, a la memoria". 

Estoy de acuerdo con ella. He leído varios de sus libros, breves y perturbadores por su crudeza, que no solo hablan de sus propias experiencias vitales, sino que usan la primera persona para hablar de experiencias compartidas por muchos. Hay una palabra que utiliza Ernaux para explicar su escritura "autosociobiografía", una manera de relato “en el que una biografía personal sirve como ejemplo de lo que le sucede a una persona para denunciarlo y para que los otros se reconozcan en ello”. 

  El acontecimiento (2000) es el que más me ha impactado, en él narra la experiencia de su propio aborto. En octubre de 1963, cuando Annie Ernaux se halla en Ruán estudiando filología, descubre que está embarazada. Desde el primer momento no le cabe la menor duda de que no quiere tener esa criatura no deseada. En una sociedad en la que se penaliza el aborto con prisión y multa, se encuentra sola; hasta su pareja se desentiende del asunto. Además del desamparo y la discriminación por parte de una sociedad que le vuelve la espalda, queda la lucha frente al profundo horror y dolor de un aborto clandestino.

 En estos momentos se puede ver en Movistar una adaptación al cine de esta novela galardonada con el último León de Oro de Venecia. La película, con buenas intenciones y grandes críticas, me parece que no reconstruye bien ni la época ni el universo de la autora.


*"Encontrar la frase que me dará la libertad y la firmeza de hablar sin temblar, en este lugar al que me invitan ustedes esta tarde.No necesito ir muy lejos a buscar esta frase. Surge. Con toda nitidez, con toda su violencia. Lapidaria. Irrefragable. La escribí hace sesenta años en mi diario íntimo. Escribiré para vengar a mi raza. Era un eco del grito de Rimbaud: “Soy de raza inferior por toda la eternidad”. Tenía yo veintidós años. Era estudiante de Literatura Francesa en una facultad de provincias, rodeada de muchachas y muchachos procedentes de la burguesía local".

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Preferiría no hacerlo (agere nolim)


" Preferiría no hacerlo" es otra de mis frases favoritas que pocas veces he pronunciado en alto y que he tapado con excusas de todo tipo, sustituyéndola por "preferiría que", dándole un tono condicional. Se trata de una expresión que demuestra más que falta de voluntad y de comunicación, una insatisfacción tremenda que sale de lo profundo del alma, por eso no es bien aceptada ni en el entorno laboral o familiar, ni con los amigos. No refleja pasotismo ni vagancia ese extraño símbolo de rebeldía individual que termina con altos costes personales. 

Melville no obtuvo éxito con Moby Dick. Acabó aceptando un trabajo administrativo en un despacho de aduanas. De ese tiempo saldrían relatos como  Bartleby, el escribiente (1853), protagonizado por ese hombre que se enfrentaba a la vida con una educada obstinación atrincherado en su frase predilecta: “preferiría no hacerlo"*. En latín: "agere nolim" y en estos tiempos: "no quiero hacerlo" o "no me da la gana hacerlo”.

 La historia de Bartleby empieza con un tono de humor que va perdiendo a medida que avanza la historia, es contada a través de un abogado de nombre desconocido. En su oficina en Wall Street (Nueva York) tiene tres empleados, los dos escribientes apodados Turkey («Pavo»), Nippers («Pinzas») y Ginger Nut («Bizcocho de jengibre») de doce años, que es el chico de los recados. Pero los dos escribientes no son suficientes y pone un anuncio para contratar un nuevo empleado. Bartleby se presenta y es contratado de inmediato. Su figura es descrita como «pálidamente pulcra, lamentablemente respetable, incurablemente solitaria». El antagonista es el jefe que rompe los estereotipos al tratar a sus subalternos de manera comprensiva y cariñosa, que pretende establecer por todos los medios una comunicación, sin conseguirlo, con el escribiente. Finalmente, tendrá que cambiar la sede de su oficina para quitárselo de encima, sin dejar por eso de preocuparse por él. 

Todo el rencor y amargura de Melville se refleja en el protagonista que se presenta como su alter ego, que poco a poco se va distanciando de la sociedad porque se niega a hacer lo que los demás esperan de él. Al principio muestra diligencia, pero luego la rebeldía se convierte en una resistencia pasiva, que le lleva a vivir sin deseos ni emociones, sin pasado ni futuro. Se ha convertido en un estoico alienado que acepta lo que se ha buscado: la muerte por inanición en la cárcel.   


El relato, que se lee de un tirón en poco tiempo se presenta como precursor del existencialismo y de la literatura del absurdo donde aparecen otros antihéroes que aceptan su destino sin inmutarse: Gregor Samsa (La metamorfosis),  El extranjero de Camus, los personajes de Samuel Becket o  El desierto de los tártaros de Buzzati que casi un siglo después, en 1940, analiza a este militar sin atributos para hacer una crítica más explícita del trabajo tedioso y monótono, sin esperanza que consume la vida. En el 2000, Vila-Matas publicó Bartleby y compañía, donde llama bartlebys a aquellos escritores que renunciaron, por diversas razones, a seguir escribiendo.


Durante los tiempos de Occupy Wall Street (en español Ocupa Wall Street o Toma Wall Street), el filósofo esloveno Slavoj Žižek propuso "Preferiría no hacerlo" como lema oficial del movimiento: estos indignados, como Bartleby antes que ellos, utilizaron la inacción como motor revolucionario para convertirse en palos en la rueda del capitalismo. 

 Una frase y un personaje así se presta a múltiples interpretaciones. Que cada uno elija la suya. Hay muchas razones que llevan al silencio. Tal vez Bartleby sea un enfermo de autismo y depresión en una sociedad capitalista.

* En inglés, I would prefer not to do it. 

Puedes leer el texto aquí


viernes, 11 de noviembre de 2022

Luciano López Gutiérrez, reivindicación de la copla

Qué buena noticia la publicación de un nuevo libro de Luciano, excelente compañero, profesor y escritor.

 "No hay peor mentira que la que se repite hasta la saciedad y llega al punto en que es admitida como una verdad incontrovertible. Algo de esto ha pasado con un género tan excelso y español como la copla al que se ha querido vincular con el franquismo, como si no hubiera existido mucho antes de dicha etapa histórica y sobrevivido en plena lozanía hasta nuestros días. Lo demuestra fehacientemente el filólogo Luciano López Gutiérrez en Poesía y universo de la copla (Renacimiento). 

Como especialista en el Siglo de Oro, López Gutiérrez  tiene plena autoridad para encontrar precedentes o paralelismos de la copla en los pliegos de cordel, las jácaras, las mojigangas o los pregones, así como el flamenco e incluso en ciertos textos literarios (el autor cita, entre otros, El caballero de Olmedo)  A partir de ahí va surgiendo un género estrechamente vinculado a la poesía, pero que alcanza su plenitud cuando es cantado y que dio lugar a diferentes especímenes -entre ellos, el cuplé- que pueden ser reunidos bajo la común denominación de copla. Un género que nace, canta y populariza el pueblo y que actúa como puente entre la tradición y la literatura culta".

Seguir leyendo a Pablo Ignacio de Dalmases: “Poesía y universo de la copla”: reivindicación de la estirpe literaria e histórica de un género popular


sábado, 5 de noviembre de 2022

La empatía de Atticus y Scout Finch


Matar a un ruiseñor (1960) de Harper Lee es una historia sobre los prejuicios y el racismo que dio lugar a una excelente película. La narra Scout Finch, una niña de seis años que, a través de sus inocentes ojos y acompañada de su hermano y su mejor amigo, descubre  la realidad de un mundo repleto de injusticias y prejuicios. Comienza la historia con seis años y la termina con nueve, y en estos tres años evolucionan sus ideas sobre la igualdad y la amabilidad, algo que aprende de su padre Atticus, todo un ejempo de honestidad, templanza e integridad. Cuántas veces me he identificado con la pequeña Scout, que se refugia en los brazos de Atticus al volver del colegio diciendo que todo le ha ido mal. En ese breve diálogo su padre le explica el concepto de transigencia empática: «Uno nunca termina de entender a una persona hasta que haya considerado las cosas desde su punto de vista —le dice Atticus a Scout—… hasta que te hayas metido en su piel y caminado dentro de ella».

 La empatía es la capacidad que tenemos para identificarnos con alguien y compartir sus sentimientos incluso cuando son radicalmente opuestos a los sentimientos propios. Con la empatía no solo se presta ayuda a otra persona, sino que se mejora como ser humano. Yo echo de menos la empatía en las relaciones personales, sobre todo en las redes sociales tanto en la familia como con los amigos. Jugamos a ser ingeniosos, a no olvidarnos de un cumpleaños, pero no dedicamos tiempo a preguntarnos cómo se siente el otro. Lo contrario de la empatía es la "ecpatía", definida como un proceso mental voluntario de exclusión de sentimientos, actitudes, pensamientos y motivaciones inducidas por otro.

Ahora la empatía se define como ponerse en los zapatos de otro que es un calco de inglés "means standing in another's shoes". Expresión que a mí me parece casi un sarcasmo, porque no hay nada peor que reutilizar unos zapatos, que no son ni flexibles ni se adaptan a la piel del nuevo usuario. Es imposible andar con ellos. En España la frase debería traducirse en todo caso como ponerse en las alpargatas de alguien, porque para entender su historia y su cultura, es necesario tener presente que la mayor parte de su población viene de una pobreza de siglos. Y esa larga miseria siempre ha caminado en alpargatas.



Atticus Finch  fue el nombre de una excelente librería que tuvo una vida efímera en la calle La Palma.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Justo antes de empezar: el temor a la locura

 El escritor mejicano Emiliano Monge se adentra en la enfermedad mental de su madre en su novela Justo antes del final.

"La latencia de la locura es también el temor a la locura. Yo sigo y seguiré marcado por ese temor al enloquecimiento de la gente cercana y de uno mismo. Hay un tema que a mí me cuesta mucho resolver. Ante amigos, las crisis o las tragedias de gente cercana sé cómo actuar, casi siempre, sé acompañar. Y en cambio, con el tema de la locura me cuesta mucho. Me alejo de la gente que está cerca. Es algo que trato de explicarme en esta novela y que he visto que también le sucedía al personaje principal ¿Eso por qué? ¿Cómo funciona? No lo sé. Es como la presencia de un abismo, la presencia como de un hueco en la realidad que sabes que está ahí, que en cualquier momento podría decidir succionarte o succionar a la gente que está cerca. Y me aterra".

https://elpais.com/mexico/2022-09-03/emiliano-monge-alguien-no-enloquece-como-si-se-tropezara-eso-se-va-construyendo-en-el-tiempo.html

viernes, 19 de agosto de 2022

A la vejez, comedia



No sé si hacen más daño los años que los perjuicios o las lesiones (los prejuicios, también). Envejecer es una putada, pero es una etapa más de la vida que nos ha dado y quitado tanto. Recuerdo que mi padre siempre leía en el periódico la sección Necrológicas y se ponía contento cuando alguien más joven que él había muerto. Una alegría triste porque sentía enormemente que hubiese sido antes de tiempo, pero de esa manera manifestaba su deseo de seguir vivito y coleando. Y eso que la vejez, como las canas, no nos llega a todos a la misma vez. Se empieza a asomar a cualquier edad cuando el cuerpo se convierte en tu carcelero, andas como una tortuga y vas más a la farmacia que a los bares. Duermes poco y te ilusionas menos. Prefieres quedar a comer que a cenar. Hablas en diferido, los nombres se te enganchan en la punta de la lengua. Miras sin ver y oyes sin entender. Tienes la mente frágil y el metabolismo atascado. Cometes errores imperdonables en el blog. La televisión no tiene nunca el volumen adecuado a tus oídos, los jóvenes actores no saben vocalizar como los que salían en Estudio1. Vendes el coche y no renuevas el carné. Te da pereza llamar por teléfono. No te has fumado un cigarro desde la última vez que hiciste el amor, sino cartones. Gruñes más que ríes y piensas que los demás, que son tu espejo, son insoportables. No nos queda otra que tomárnoslo con humor. Sentimos las molestias de la edad que nos causan dolencias y las molestias que causamos a las demás por nuestras dolencias, pero todavía nos queda mucho por disfrutar. Como dice Maitena, humorista gráfica, todavía hay cosas que son dignas de envidiar a los mayores: no trabajamos, tenemos todo el tiempo libre; vestimos, hacemos y decimos lo que nos apetece; no sentimos apego por las cosas materiales; disfrutamos de los amigos sin competir con ellos... ¡Fuera las prisas! ¡Qué bien que sigo vivo! 
Cuando alguien me pregunte ¿Cómo estás?, responderé: mayor, que es una forma más acertada de decir vieja. Así me ahorro de dar otro tipo de explicaciones que pueden ser engorrosas. 


Para mí, las frustraciones de la edad avanzada se ponen de manifiesto sobre todo a principios del verano, cuando trato de entrar en la ropa y en los zapatos del año pasado, tarea imposible. Encima, el médico me vaticina que mis curvas junto a mis análisis ahora son peligrosas de verdad. Creo que las personas mayores todavía llevamos dentro el joven que fuimos (ver sexalescencia) y algunas almacenan toda la sabiduría adquirida con los años. Por eso me gusta relacionarme con personas de mi misma quinta, me hacen sentirme joven, van a mi compás. 
La vida es rica en todas las edades a pesar de sus ridiculeces y de la manera estúpida en que nos obsesionamos con lo superfluo. El humor es nuestra tabla de salvación, nos hace reírnos de nuestras vulnerabilidades. A la vejez, comedia.

Interesante el artículo de El Confidencial Esas pequeñas cosas que te irritan cuando te haces viejo: la sátira irresistible de Nora Ephron. "El pasado se me escapa y el presente es una lucha constante. Me resulta imposible seguir el ritmo". 'No me acuerdo de nada' es una recopilación de artículos que ahora recupera en castellano Libros del Asteroide.

Víctor Hugo: Poniéndome viejo.

Benedetti, en el poema Pasatiempo, refleja la percepción de la vida y la muerte desde niño hasta la vida adulta:

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía

luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

miércoles, 20 de julio de 2022

Nadie me echa de menos, salvo las plantas, es natural

Mi limonero, el 25 de junio

Nunca he tenido mascotas, no me gusta que ningún ser vivo dependa de mí. Sin embargo, para alegrarme la vida me he ido rodeado de plantas a las que hablo, mimo y cuido como si fueran familiares. El problema surge en verano cuando me voy de vacaciones, el riego automático aprovecha cada ola de calor para volverse loco, se estropea, se queda sin pilas o produce fugas de agua. Necesito a alguien que lo vigile y supla con la manguera sus deficiencias, un verdadero engorro para los allegados, que no distinguen una planta crasa de una que no lo es. Mantener las plantas en verano se convierte en una misión imposible. Cuando he vuelto, me he encontrado con cinco plantas que han sucumbido a los rigores de la primera ola de calor; el limonero que nos aprovisionó de limones durante la pandemia se secó y el níspero que planté hace más de quince años presentaba un aspecto lamentable con las hojas alicaídas. El limonero, después de una poda drástica que casi me hizo llorar, ha resurgido más vigoroso que nunca (la foto da testimonio). 

Me creo, por tanto, las hipótesis que afirman que las plantas tienen sentimientos, son capaces de reaccionar no solo ante la voz humana, sino también ante los estados de ánimo de sus cuidadores, ya que el organismo de los vegetales establece una comunicación directa con el de las personas que las acompañan de manera habitual. Incluso distintos experimentos llegan a esa conclusión. En la década de 1960, Cleve Backster, un estadounidense que se había especializado en interrogatorios como agente de la CIA, comenzó a hacer pruebas, por simple curiosidad, con un polígrafo y descubrió que las plantas, cuando él iba a regarlas o les manifestaba afecto, producían unas señales similares a las que durante los interrogatorios caracterizaban a sensaciones como bienestar o satisfacción. De la misma manera, evidenciaron signos negativos a través del polígrafo cuando la actitud era amenazante contra su seguridad, como cuando acercaba unas tijeras o fuego a sus hojas o tallos.

Mi limonero, tras la poda, el 15 de julio


martes, 31 de mayo de 2022

Eduardo Lago, Todos somos Leopold Bloom. Razones para (no) leer el Ulises

 

Con motivo del centenario de la publicación del Ulises, Eduardo Lago ha presentado en la Residencia de Estudiantes una guía de lectura: Todos somos Leopold Bloom. Razones para (no) leer el ‘Ulises’ (Galaxia Gutenberg). Recomiendo leer la entrevista de Iker Seisdedos en El País (pinchad en el enlace para leerla entera).

"El ensayo es la consecuencia natural de una serie de artículos, conferencias y hasta un amago de traducción de la novela. También influyó que al término de una charla hace tiempo en la Biblioteca Nacional de Madrid se le acercara “un chico bastante alto de unos 18 años”, y le dijera: “Señor Lago, le quiero dar las gracias por esta conferencia, porque ahora sí que tengo claro que no voy a leer el libro”. Aquello le “pareció genial”. Y de ahí el no entre paréntesis del título".

"Lago, que se encerró tres meses para escribir su ensayo (“fue, sobre todo, un trabajo de síntesis”, aclara), también desgrana las relaciones de cada capítulo con la Odisea y ofrece un franco veredicto sobre la facilidad o la dificultad de cada parte. “Ulises no es un libro sencillo, pero tiene porciones que son bellísimas, remansos de tranquilidad".

“La literatura de verdad no tiene como fin primordial entretener a la gente”

domingo, 22 de mayo de 2022

Luis Magrinyà: Estilo rico, estilo pobre (Lengua y Literatura)


Luis Magrinyà reedita ampliado ‘Estilo rico, estilo pobre’, su famoso manual contra el uso pretencioso de la lengua. ‘Babelia’ adelanta un capítulo: Todo el mundo quiere escribir bien. Un libro práctico, riguroso y divertido sobre los buenos y malos usos del lenguaje Nueva edición revisada y ampliada ¿Son los sinónimos la panacea del buen estilo? Tratando de lograr cierta intensidad ¿no caemos en ocasiones en la redundancia? 

L&L (LENGUA Y LITERATURA) Luis Magrinyà cerraba así su colaboración con El País en 2014: "Esperamos haber sido de cierta utilidad, servido de algún entretenimiento, y habernos aproximado, aunque sea someramente, a alguno de nuestros principales propósitos: invitar a pensar la lengua para evitar usos cansinos, perezosos e irreflexivos; y procurar cierta tranquilidad a quienes escribimos, ofreciendo indicios de que muchas veces el estilo no tiene por qué estar donde nos han dicho, y animando a liberarnos de una serie de consignas y prejuicios, muchos de ellos inconscientes, que limitan nuestra forma de pensar y de escribir. Hemos defendido la posibilidad de un estilo neutro, silencioso, casi invisible, y sin embargo estilo… que es algo que al parecer choca en general con la tradición hispánica, pero que nos parecía interesante plantear". 

miércoles, 18 de mayo de 2022

Regiones imaginarias: literatura y crónica de viajes

“Todo lector es un Crusoe de sillón”     Alberto Manguel 

 El libro Regiones imaginarias, mezcla de guía de viajes y homenaje literario, recopila diez viajes realizados sobre las huellas de grandes literatos, desde García Márquez hasta William Faulkner. Periodistas, cronistas y fotógrafos recorrieron el globo buscando Macondo, Vigata o Yoknapatawpha. Macondo, el epicentro de Cien años de soledad y la obra de Gabo, coincide con varias zonas del Caribe; Juan Rulfo reconoció que Comala se inspira en Tuxcacuesco, un pequeño pueblo al sur de Jalisco; Santa María, del uruguayo Juan Carlos Onetti, es un espejo de ciertas partes de Montevideo y el Río de Plata; Vigata rememora a Sicilia en los libros de Andrea Camilleri; la Región de Juan Bennet se sitúa por León y en las inmediaciones de El Bierzo; y la Yoknapatawpha, de la obra de William Faulkner, se inspira en el Misisipi estadounidense y en el condado de Lafayette.


Mónica Zas MarcosDiez lugares inventados que pueden visitarse y cómo encontrarlos.