martes, 17 de julio de 2018

Pelo de zanahoria, Jules Renard

Cuando estaba escribiendo esta reseña, he leído en el periódico que a partir de hoy han llegado los emojis de pelirrojos a las apps. Los emoticonos servirán para normalizarlos y luchar así contra los prejuicios que han arrastrado desde la antigüedad. Históricamente, los pelirrojos, apenas el 2% de la población mundial, han sido admirados o denostados a partes iguales sin ninguna razón científica. Estigmatizados como portadores de mala suerte, se les ha calificado de sexualmente activos y de poseer un componente pecaminoso, retorcido y malvado. Las mujeres eran consideradas brujas y los hombres dotados de un carácter fuerte propicio a la locura. No olvidemos que la tradición nos dice que Judas era pelirrojo ("Rubicundus erat Iudas").También Caín, como lo era Esaú, el de las lentejas, Caifás o María Magdalena. Y que  la palabra rufián, ‘persona sin honor, perversa y despreciable’, procede del latín rufus, ‘rojo’. En la literatura española, en La vida del Buscón de Quevedo nos encontramos la descripción del arquetipo del avaro, el Dómine Cabra: “Era un clérigo cerbatana, largo solo en el talle, una cabeza pequeña, pelo bermejo. No hay más que decir para quien sabe el refrán que dice, ni gato ni perro de aquella color”.
Resulta absurdo pretender que una determinada característica física pueda determinar el carácter de una persona, sobre todo en la actualidad. El pelo de color rojo es una característica genética recesiva que solo se manifiesta cuando el gen está presente en ambos padres. Pero al ser una minoría y llamar la atención, en seguida se convierten en el blanco de todas las burlas, porque los grupos étnicos para defenderse atacan a todos los que no consideran de acuerdo a la norma, a los que son diferentes. El protagonista de la novela, un clásico de las letras francesas, es un ejemplo del acoso que siente un niño en su familia y en el colegio solo por el color de su pelo y de su piel, lo que determinará su personalidad. Los malentendidos y sinsabores le durarán toda la vida. 
Jules Renard

Resultado de imagen de pelo de zanahoria jules renardPoil de carotte (Pelo de zanahoria) es una colección de escenas cortas que tienen como protagonista a un niño pelirrojo que lleva una vida de amargura y soledad en el campo, donde es humillado y ridiculizado por casi todo su entorno, empezando por su madre ante la indiferencia de sus familiares, sin que se explique el motivo. El tono de la novela es seco, agudo y, por momentos, irónico. No hay estructura en la narración, y los personajes y las situaciones no evolucionan. Poil de Carotte debe su nombre al de la casa donde el escritor Jules Renard pasó su primera infancia hacia 1870 y todo nos indica que él, también pelirrojo, se identifica con nuestro protagonista melancólico y, a veces, tan cruel como su entorno. Lo descubrimos en capítulos como el de Las mejillas rojas, en El topo. En El gato describe sin pestañear cómo le revienta la cabeza a un gato de un disparo por el solo gusto de verlo morir y luego se duerme abrazado al animal: «Los pedazos del gato llamean en las pequeñas redes a través del agua transparente». El resto de los capítulos son de este calibre, implacables, disparan contra todo lo que le rodea: la casa, el colegio, las partidas de caza, la expulsión de la criada Honorine, y las conversaciones demoledoras con Papá Lepic. Ante tal falta de amor, todos los personajes son infelices. Tal vez crecer es aprender a convivir con la infelicidad propia y ajena. 
La traducción y el prólogo de la versión española son de Ana María Moix. "No sé bien si los adolescentes pueden o no leer Pelo de zanahoria. Pero es indudable que los adultos sí deben leer esta historia para comprender qué es un adolescente, qué necesita y qué le perjudica." 

Aquí os dejo fragmentos del prólogo y del primer capítulo:
https://www.megustaleer.com.pe/libros/pelo-de-zanahoria/MES-011633/fragmento

Otros escritores pelirrojos ("No todos los pelirrojos somos iguales, aunque algunos nos parecemos bastante"): Joyce, Bernard Shaw, Gerald Durrell, ni Tom Wolf,  Mark Twain, D. H. Lawrence,  Ezra Pound, Juan Antonio Lago …

La liga de los pelirrojos, de Conan Doyle  ¿Qué diría usted, si sólo por el hecho de ser pelirrojo, le ofrecieran un magnífico trabajo, fácil de hacer y bien pagado? Probablemente sospecharíamos que nos estaban intentando engañar. La pregunta sería ¿Cómo?


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