Rachel Weisz interpreta a Hester, una mujer adúltera que se
une a la galería de otras famosas como Bovary, Karenina..., que luchan por
conseguir un equilibrio entre la razón y el corazón y que ven en el suicidio la
única salida al conflicto. Su marido es tan admirable como Charles Bovary que
no deja de quererla en ningún momento. A su lado, el joven aviador sin trabajo se nos presenta
como un borrachín insulso. ¿Qué haríamos nosotros si leyéramos la carta de un
suicida que siguiera vivo? "Cada individuo ama a los otros, pero de manera
diferente y no puede dar lo que los otros quieren. Se trata de la naturaleza
del amor y del hecho de ser humanos", explica Davies, su director.
En resumidas cuentas, un buen argumento, una magnifica interpretación,
una puesta en escena original y una conversación animada a la salida. Una película como las de antes que emociona y
hace pensar.
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