lunes, 4 de julio de 2022

Lubricán, Blog La llave del mundo y ejercicios para ampliar vocabulario


 La palabra lubricán, sinónimo de crepúsculo de uso sobre todo literario, aparecía en 1499 en el Diccionario eclesiástico de Fernández de Santaella definido como la ora cerca dela noche. que el vulgo llama entre lubrican de lubrico. por que es ora dispuesta a resbalar y caer y tanbien se dize crepusculum ala mañana’. La etimología de ese antiguo diccionario es errónea, la vincula con lubrico ―del latín lubricus 'resbaladizo'― porque supone que la gente se puede resbalar a esa hora, tal vez por la falta de luz. Lo cierto es que lubricán es un vocablo de origen pastoral formado mediante una composición del latín lupus (lobo) y canis (perro), aludiendo al hecho de que a esa hora, con tan poca luz, los pastores no son capaces de distinguir un lobo de un perro.  

La palabra me ha llevado al blog 365palabras.blogspot.com, La llave del mundo, que nos ofrece la definición, significado, etimología, origen, ejemplos, sinónimos y citas de palabras raras, palabras curiosas, palabras divertidas, palabras hermosas y palabras interesantes para cada día del año. 

También aparecen textos para ser usados en clase. Os presentamos en esta página un texto de nuestro custodio NICTEMERO, que con gran maestría ha logrado aglutinar coherentemente un montón de palabras recientes de La Llave del Mundo (en rojo) en un texto francamente fresco y divertido. No tiene desperdicio, disfrutadlo (ahora, por capítulos y ampliado).

 

El ñango desparramado por el suelo había atafagado a todos los presentes en la cena de despedida. Era un olor insoportable.

Aunque lo cierto es que la mayoría de asistentes eran pelafustanes con aspecto astroso  incapaces de enarmonar ningún tipo de queja al ínclito anfitrión organizador de la cena, que con cariño a sus invitados había preparado y servido un ciquitroque aderezado con paprika que lo hacía gustosísimo , añadiendo alcauciles de Aragón, el dueño de la casa empezaba a sentir el pródromo que anunciaba una próxima enfermedad.

En el ambiente flotaba una especie de ectoplasma que aunque la vitróla seguía desgranando canciones para amenizar, producía una extraña sensación en los presentes, y no hacía la situación precisamente desopilante.

Para aliviar la tensa situación ordenó al ñengo criado que utilizase rápidamente la aljofifa para limpiar rápidamente el suelo, no solo para evitar los malos olores sino, también para evitar la sanción que sin duda le aplicaría el veedor cuando inspeccionase el recinto.
Este último personaje tenía fama de garrulo aficionado a gulusmear por la cocina y seguro que rápidamente se daría cuenta del tema.

El criado cubierto con una especie de greba para protegerse de la suciedad, dejó de candonguear y comenzó a la limpieza.

La anfractuosidad del suelo, a pesar de la profesionalidad del limpiador gracias a la didascalia de su empleador, dificultaba la netedad. El ñengo servidor coñaceaba con ímpetu el pavimento pero la suciedad se abroquelaba en defensa de su natural misión, enmendar entre los pliegues del pavimento

El gatuperio estaba servido, no había solución alguna, Ni la xenoglosia del chozno sería capaz de evitar la ira y la multa del veedor. Los comensales empezaron a desfilar con lentitud abandonado el recinto del ágape, mientras el ínclito y el ñengo lloraban su desgracia vertiendo gruesas lágrimas que ensuciaban todavía más, si fuese posible, el anfractuoso suelo.

La única solución para atenuar la tensa situación fue llamar a la perendeca de turno para que con las hojas de la matalahúga traída de Oriente intentase atafagar al zurambático criado antes de que preso de ira soltase el arraclán entre los presentes. Con esta actitud el dueño de la casa pretendía acrisolar dentro de lo posible la dramática situación, circunstancia que no había conseguido con el generoso rioja servido con el tragavino.

viernes, 24 de junio de 2022

Celebración de San Juan en Alicante: Mascletás y Fogueres


Playa del Postiguet un 24 de junio

El solsticio de verano en época romana se celebraba el matrimonio de Júpiter y Juno. Junio era el mes ideal para los matrimonios y la fecundidad. También se celebraba el día de Servio Tulio, nacido del fuego y favorito de la diosa Fortuna. La tradición era mantenerse toda la noche sin dormir, encendían lucernas y antorchas para iluminar las casas, y hogueras por la ciudad para que la fuerza del Sol no decayera y las cosechas fueran buenas. Estas hogueras habían de ser saltadas tres veces, así se purificaban y atraían la fortuna. Pero además de la fiesta del fuego, era también una fiesta del agua en la que se paseaba en barcas adornadas con flores por los lagos, ríos y mares. 

En toda la geografía española, especialmente en Levante, se sigue esta costumbre popular. Desde 1928, desde el 20 al 24 de junio, ‘Les Fogueres de Sant Joan‘ se convirtieron en la festa oficial de Alicante, beneficiando así económicamente a la ciudad. Estas fiestas nacieron a la sombra de las famosas Fallas* de Valencia con las que guardan gran similitud y alguna diferencia. La principal que las Fallas se celebran el 19 de marzo, día de san José patrón de los carpinteros, fecha cercana a la celebración del equinoccio de primavera. Las Fallas y las Hogueras van acompañadas también de un concurso de mascletás* menos conocido.

Este año, en la Plaza de los Luceros a las 14 horas, a la hora de más calor, desde la terraza del restaurante Nou Palas, saboreando unos canelones Rossini como antaño y un trozo de coca amb tonyina (empanada de atún), por primera vez he asistido más atónita que emocionada a una Mascletà en directo, un disparo pirotécnico que conforma una composición muy ruidosa y rítmica. Cada mascletà tiene una composición musical diferente que se origina a través de los ruidos de los cañones de pólvora y de la sucesión de petardos. El disparo empieza despacio y va aumentando gradualmente de sonoridad hasta llegar a lo que se conoce como “terremoto”. Finalmente se disparan unas carcasas muy potentes en forma de bombardeo.

Mascletá en la plaza de los Luceros
La mascletá es un fenómeno estético, social y musical de larga tradición en la Comunidad Valenciana que produce un impacto multisensorial (visual, sonoro, olfativo), una apoteosis de vibraciones ensordecedoras en una plaza que ejerce de embudo sonoro que llega a los cuerpos de los espectadores y produce un éxtasis colectivo. Emociona hasta las lágrimas a los mayores y extrañamente no hace llorar a los niños, acostumbrados desde pequeños a este rito. Sonidos aéreos y terrestres que a mí me recuerdan a los rayos, truenos y terremotos que se describían en la muerte de Cristo el Viernes Santo, o al sonido del Apocalipsis.

Incluyo la primera parte del documental Historia de Les Fogueres de Sant Joan que recoge los primeros pasos de la creación en 1928 de la ‘festa més fermosa’ de Alicante. Las primeras Fogueres presentaban unos muñecos articulados de cera, cubiertos de tela y peluca, que fueron dando paso al cartón del ninot sin perder su capacidad satírica mientras que buscaban nuevos caminos estéticos en la abstracción y el simbolismo, con sus formas ascendentes y remates estilizados de tonalidades más claras. Los vestidos que llevan las falleras y las belleas son muy parecidos, clásicos y de ricas telas; se diferencian solo por el peinado, las valencianas llevan de uno a tres moños y tapan las orejas con unos rodetes como los de la Dama de Elche; las alicantinas sólo se cubren con un velo ondulado de novia. Hay más diferencias, pero por no cansar al lector, no las reproduzco. Eso sí, que no se te ocurra llamar Fallas a las Hogueras porque te caerá toda la ira del orgullo fogueril alicantino. Algo aturdida por el estruendo, cogí el ave para Madrid, contenta de que las fiestas en mi ciudad sean aburridas sin sobresaltos sonoros.


Por último, añado una rareza, un poema de Rafael Duyos: EL NINOT ENAMORADO
(Revista “Utielanías”, Utiel 2020)

Quisiera ser el hombre de madera
- sin arterias, sin nervios, sin memoria
que plantado en la falla giratoria
- pelea del amor- al fuego espera...
Quisiera preludiar la primavera,
llama viva de loca trayectoria,
rebasando la línea divisoria
donde la carne se convierte en cera...
Y derretirme inmóvil, lentamente,
frente a la muchedumbre indiferente,
sobre montones mágicos de leña.
Y “ninot” de mí mismo, ante tus ojos,
ser de ceniza y humo los despojos
de un corazón que hasta el final te sueña.

*La palabra valenciana falla deriva del latín facula, que significa "antorcha". Las antorchas que se colocaban en lo alto de las torres de vigilancia romanas.
*Recibe su denominación de los masclets (petardos de una gran potencia sonora) ligados mediante una mecha conformando una línea o traca.

Para saber más


jueves, 23 de junio de 2022

El villenero Juan Carlos García Domene, nuevo director de la BAC

 El sacerdote Juan Carlos García Domene, de la diócesis de Cartagena, ha sido nombrado director general de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), sustituyendo a Jesús Pulido que dejó el cargo al ser nombrado obispo de Coria-Cáceres. Nació el 11 de agosto de 1960 en la localidad alicantina de Villena. Ingresó en el Seminario San Fulgencio en 1980. Con 24 años, el 25 de julio de 1985, fue ordenado presbítero en la iglesia de Santiago Apóstol de Villena. Durante su ministerio sacerdotal ha compaginado la enseñanza con sus responsabilidades pastorales en diferentes parroquias. Es doctor en Teología Pastoral por la Universidad Salesiana de Roma y licenciado en Filosofía por la UNED. Hasta ahora ha sido el director del Instituto Teológico San Fulgencio de Murcia; párroco de San Lorenzo de Murcia; miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores; y profesor de Religión en la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia desde 1994.

El nuevo director de la BAC asegura que se dedicará «en cuerpo y alma» a la labor que le encomiendan los obispos españoles: «Voy a hacerlo con toda mi fuerza, mi corazón y mi alma. Soy lector y autor de la casa, es un mundo que me gusta y conozco».

La Biblioteca de Autores Cristianos fue fundada en 1943 con la finalidad de ofrecer al público en general un conjunto de obras fundamentales que le permitiesen conocer mejor las fuentes del cristianismo. Sus ediciones de la Biblia, santos padres y doctores, autores medievales y renacentistas, fuentes del derecho y documentos del Magisterio de la Iglesia se cuentan entre las aportaciones más importantes de la Iglesia a la cultura española y constituyen uno de los exponentes más ilustres del patrimonio inmaterial católico. Así lo ha reconocido también el Gobierno de España, que declaró a la BAC «de interés nacional» y la distinguió con la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

Mi más profunda enhorabuena para este amigo con el que he compartido tantos momentos familiares. No me cabe ninguna duda de que, cuando se incorpore a su nuevo trabajo en septiembre, desempeñará este cargo, para el que está sobradamente preparado, como lo ha hecho con los anteriores, con ilusión, trabajo y responsabilidad.

lunes, 6 de junio de 2022

Memorias del malestar: escritores que narran su trastorno psicológico


“Los libros nos permiten saber que no estamos solos, que hay otros que piensan y sienten como nosotros. Y eso, si quieres, es terapéutico”.

Rosa Montero (El peligro de estar cuerda)

Silvia Hernando en Babelia (Memorias del malestar: escritores que narran su trastorno psicológico en primera persona) aborda el tema de la salud mental, uno de los grandes debates de los últimos años. El 2021 fue el año de la salida del armario del trastorno mental. Una oleada de autores, de Rosa Montero a Eloy Fernández Porta y Almudena Sánchez, exponen sus dolencias en obras confesionales que desafían el tabú.

"El peso de la enfermedad mental en la literatura podría medirse en toneladas. Enumerar la cantidad de libros que la abordan resultaría inabarcable: para el suyo, Montero se pasó años leyendo sobre el asunto. Desde el Quijote a La campana de cristal, de La metamorfosis a El resplandor, infinidad de autores han imaginado a hombres y mujeres tocados por la depresión, la ansiedad, la bipolaridad, la esquizofrenia… No es ningún secreto que muchas veces esos personajes han sido un desdoblamiento de sus creadores: imágenes que en el espejo deformante de la novela les devolvían un reflejo de sus abismos".

Lecturas

El peligro de estar cuerda. Rosa Montero. Seix Barral, 2022. 360 páginas. 20,90 euros.

Los brotes negros. Eloy Fernández Porta. Anagrama, 2022. 136 páginas. 9,90 euros.

El aire que me falta. Luiz Schwarcz. Traducción de Mercedes Vaquero Granados. Literatura Random House, 2022. 168 páginas. 17,90 euros.

Por si las voces vuelven. Ángel Martín. Planeta, 2022. 256 páginas. 17,90 euros.

Fármaco. Almudena Sánchez. Literatura Random House, 2021. 192 páginas. 17,90 euros.

Sedados. James Davies. Traducción de Mireia Bofill Abelló. Capitán Swing, 2022. 320 páginas. 22 euros.

El mal dormir. David Jiménez Torres. Libros del Asteroide, 2022. 160 páginas. 16,95 euros.

Un malestar indefinido. Samantha Harvey. Traducción de Mauricio Bach. Anagrama, 2022. 176 páginas. 17,90 euros.

Todas las esquizofrenias. Esmé Weijun Wang. Traducción de Julia Osuna Aguilar. Sexto Piso, 2022. 224 páginas. 21,90 euros.

Completo así la otra entrada del blog, La depresión como experiencia literaria (10 de junio de 2021).

martes, 31 de mayo de 2022

Eduardo Lago, Todos somos Leopold Bloom. Razones para (no) leer el Ulises

 

Con motivo del centenario de la publicación del Ulises, Eduardo Lago ha presentado en la Residencia de Estudiantes una guía de lectura: Todos somos Leopold Bloom. Razones para (no) leer el ‘Ulises’ (Galaxia Gutenberg). Recomiendo leer la entrevista de Iker Seisdedos en El País (pinchad en el enlace para leerla entera).

"El ensayo es la consecuencia natural de una serie de artículos, conferencias y hasta un amago de traducción de la novela. También influyó que al término de una charla hace tiempo en la Biblioteca Nacional de Madrid se le acercara “un chico bastante alto de unos 18 años”, y le dijera: “Señor Lago, le quiero dar las gracias por esta conferencia, porque ahora sí que tengo claro que no voy a leer el libro”. Aquello le “pareció genial”. Y de ahí el no entre paréntesis del título".

"Lago, que se encerró tres meses para escribir su ensayo (“fue, sobre todo, un trabajo de síntesis”, aclara), también desgrana las relaciones de cada capítulo con la Odisea y ofrece un franco veredicto sobre la facilidad o la dificultad de cada parte. “Ulises no es un libro sencillo, pero tiene porciones que son bellísimas, remansos de tranquilidad".

“La literatura de verdad no tiene como fin primordial entretener a la gente”

viernes, 27 de mayo de 2022

El libro, unidad de medida (Feria del Libro)

Lola Pons, El libro, unidad de medida

“Sabed que el mundo es como un libro y los hombres son como las letras, y las planas escritas son como los tiempos, que cuando se acaba la una comienza la otra”. Un gran relato de aventuras escrito en el siglo XIV, el 
Libro del caballero Zifar, nos convertía a todos en letras de un infinito alfabeto y hacía del suelo una sucesión de páginas en renovación continua bajo nuestros pies. La voz libro (latín liber), usada en todas las lenguas romances, se hacía ya en la Edad Media vehículo para una metáfora feliz: vivir es ir pasando páginas. La creación de esta imagen era solo una muestra más del profundo arraigo que tenían los libros en la mentalidad y en la vida de una sociedad, curiosamente, muy poco alfabetizada. La palabra libro fue creciendo en nuestra lengua, incrementando la familia de formas derivadas (libresco, librario...) y dando lugar a una fabulosa fraseología nacida de su prestigio manifiesto. Aquí la reduciré a tres muestras" (...) Seguir leyendo

lunes, 23 de mayo de 2022

Hombres sin regla hablando de la regla de las mujeres

Si un hombre tuviera migrañas, calambres y dolores cinco días al mes, vería lógico ausentarse del trabajo.

                                    Kate Lister 

El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente.

                              Simone de Beauvoir

                                                                            El debate establecido sobre los días remunerados para las mujeres con regla invalidante saca a la superficie las capas más profundas del patriarcado en la sociedad española. En los medios de comunicación, hombres hablando de lo que no saben ni han padecido; empresarios furibundos porque no quieren pagar esa medida que no recaerá sobre ellos, sino sobre la Seguridad Social; médicos callados; la ministra Montero de Unidas Podemos ridiculizada una vez más en la picota. Incluso a algunas feministas les preocupa que refuerce el estereotipo de que las mujeres son débiles y enfermizas. La regla no es una enfermedad para la mayoría de las mujeres, pero una minoría lo pasa francamente mal y lo llevan en silencio por miedo a ser estigmatizadas o despedidas. La política debe pensar también en ellas y en cualquier persona que tenga un dolor paralizante para alcanzar el bienestar general de toda la sociedad.

Ana Bernal Triviño, Lo que la historia dijo de nuestra regla. Diario Público 

“Y no dejo de acordarme porque, más allá de las condiciones de las bajas laborales con la menstruación que propone el Gobierno, lo que más nos ha asombrado a muchas estos días es esa capacidad de algunos hombres de opinar sobre nuestro dolor o ausencia de dolor con la regla, sin tener la más mínima idea sobre ello. Porque si además, de paso, podían hacer mofa del feminismo, era una oportunidad de oro.

La verdad es que no debe extrañarnos que algunos aún hoy se crean con la autoridad o potestad de liderar este discurso porque es lo que han aprendido entre generaciones de hombres durante siglos a través de una Ciencia o Filosofía donde ellos tenían la voz. Así, ellos han recomendado nuestras anticonceptivas, han legislado sobre el aborto o nos han puesto de locas con la regla, teniendo que asumir diagnósticos sin escucharnos o cuestionándonos. ¿Cómo no van a sentir que pueden seguir hablando por nosotras? Siguen hablando de la regla porque, durante siglos, ellos han dicho qué era la regla. Y la convirtieron en tabú desde los tiempos más remotos.

Para Aristóteles éramos seres inferiores. Para Hipócrates, la sangre menstrual era un "producto deshecho" porque la mujer era muy "caliente". Para Galeno lo mismo, pero porque éramos "frías". Para Plinio el Viejo, las reglas hacían que el vino fuera agrio, las cosechas secas, o que las frutas se cayeran de los árboles. En la Edad Media, el flujo era venenoso. Entre medias, tachan nuestro deseo sexual de "Histeria" hasta 1952.  El aparato reproductor masculino se conocía ya desde finales del siglo XVII y hasta bien entrado el siglo XIX no se empieza a acertar sobre el femenino, y aún hoy tenemos que seguir recordando que el clítoris no lo tenemos como adorno.

Simone de Beauvoir recordaba una comunicación del British Medical Journal en 1878 que decía: "Es un hecho indudable que la carne se corrompe cuando la tocan mujeres que tienen la regla". En 1940, en pleno siglo XX, el antropólogo Ashley Montagu decía lo mismo que Plinio El Viejo sobre nuestra regla, en el siglo I. Que pasen diecinueve siglos para acabar igual… Mientras, las feministas empezaron a trabajar en quitar todo este imaginario colectivo y parece que hay que seguir en ello.

Imaginad si se han dicho todas estas cosas sobre nuestra regla, qué se ha llegado a decir de la menopausia o de las mujeres que no tenían la regla y que ya eran tratadas como "inservibles" para la reproducción. Así, miles de mujeres han crecido durante la historia siendo negadas de sus males o enfermedades, siendo no escuchadas, siendo calladas por una "sabiduría" que no nos tuvo en cuenta. Así hemos aprendido de nuestras madres y abuelas todo el rosario de supersticiones que otros hombres han dicho de nosotras, desde impuras, a que se corta la mahonesa con la regla o que no hagamos deporte. Y fuera de nuestras fronteras, aún hoy una cantidad de mujeres en otros países son aisladas durante el periodo y repudiadas, incluso con riesgo para su vida. Hemos crecido viendo cómo nuestras abuelas y madres (aún más en plena dictadura) hablaban de la regla en secreto con claves como "Antonio" o "Felipe", porque solo quienes "sabían" del tema podían hacerlo de forma pública”. (…)

Rosa Montero, Hablemos de la regla "Basta ya de tener que hacernos pasar por hombrecitos para conseguir un puesto secundario en el cielo del trabajo".