sábado, 17 de junio de 2017

Institutos peores que cárceles

En el paseo por los periódicos de toda índole que me doy todas las mañanas, me he encontrado con este reportaje: Esta profesora no entra en una cárcel, sino en un instituto: un día con los valientes que enseñan en las Tres Mil Viviendas sobre el IES Domínguez Ortiz de Sevilla. Un centro de los llamados de educación compensatoria o de difícil desempeño, por la situación de marginalidad que lo rodea, por tener alumnado en situación de desventaja social o procedente de minorías étnicas (el 96% del alumnado es calé). Sin querer, me he acordado del instituto de infausto nombre de Carabanchel en el que estuve dos años. La única diferencia es que los profesores que están en el Domínguez Ortiz lo hacen de forma voluntaria y participan en bolsas específicas para acceder a este tipo de plazas. Hay que ser muy valiente para dar clases en esas condiciones. Quien lo probó lo sabe.  
"La bandera del pueblo gitano ondea junto a la española, la andaluza, la europea y la sevillana sobre la entrada. Desde dentro se ve el exterior a través de unas ventanas con barrotes gruesos. Todo tiene un aspecto carcelario, a pesar de los murales multicolor hechos con cartulinas: puertas de acero con pequeñas ventanas con cristales rotos, vigilancia intensiva en los pasillos, cámaras de seguridad en las esquinas, patadas y puñetazos marcados en las puertezuelas de los despachos. Suenan portazos metálicos. Y gritos, muchos gritos".
Guetos en el instituto http://www.elmundo.es/sociedad/2017/09/06/59afe657268e3e3c018b4769.html

Combatiendo el calor en las aulas con abanicos de papel


Totalmente de acuerdo con la carta de la profesora de secundaria Raquel Romero al consejero de Sanidad de la CAM por sus estrambóticas recomendaciones:


Resultado de imagen de youtube combatiendo el calor en las aulas con abanicos de papel"Mis alumnos de Secundaria se enfrentan a jornadas escolares similares al horario laboral de muchos adultos (siete horas en el instituto donde trabajo) y lo hacen en grupos de 33 y encerrados en aulas demasiado pequeñas sin toldos, ventiladores ni aire acondicionado, en edificios en muchos casos pésimamente orientados y peor aislados donde pega el sol toda la mañana. Su escasa media hora de recreo la pasan en patios y canchas donde las zonas de sombra son una anécdota, si es que tienen la suerte de haya alguna.
Querría pensar que cuando un consejero de Sanidad no asesora al Consejero de Educación ni le insta a tomar medidas efectivas contra los efectos del calor en colegios e institutos lo hace desde el desconocimiento, pero cuando se atreve usted a desaconsejar por motivos de salud la instalación en las aulas de equipos de aire acondicionado de los que sí están dotadas las áreas de pediatría de los centros de salud y de los hospitales públicos de los que usted es el máximo responsable no me queda más remedio que pensar que en uno de los dos casos está actuando con negligencia.
También quiero pensar que cuando un consejero de Sanidad recomienda que los alumnos se dediquen a elaborar abanicos de papel para combatir las altas temperaturas en las aulas lo hace desde el desconocimiento, porque lo contrario supondría directamente cuestionar la profesionalidad de los docentes y menospreciar el trabajo que realizamos, que no consiste en organizar "terapias ocupacionales muy importantes para los niños" sino educar y enseñar de acuerdo a los más altos estándares de aprendizaje recogidos en una ley educativa que seguro que le suena porque la ha redactado su propio partido”.

martes, 30 de mayo de 2017

Calendario literario de Juan Bautista (Junio 2017)

Ya tenemos el calendario del mes de junio. El calendario responde a un concepto claro de literatura universal, su autor lo explica muy bien: “Estoy muy en contra de un canon tan eurocentrista como el que nos hace conocer solo a franceses, ingleses, españoles claro, y quizás estadounidenses. Por eso busco a Bazov, patriarca de las letras búlgaras, o a Issa, o a Seth, o...”.

Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y después debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:

El documento de slideshare es solo para consultar o fotocopiar.

lunes, 29 de mayo de 2017

Alabama Monroe, película belga

El sábado por la noche, sin saber qué hacer, encendí la tele y puse el cine europeo de tv2 que lo dan sin anuncios. No tenía ni idea de lo que ponían, es más, me extrañó el título, Alabama Monroe, y pensé: " Vaya timo, si la peli no parece americana", menos mal que el periódico me informó de que era belga y había sido nominada al Oscar a la mejor película extranjera en 2012. Al rato estaba subyugada por la música, las imágenes y el atractivo de los protagonistas; a la media hora empecé a llorar de la emoción y no pude parar hasta el final. La historia es simple: chico conoce a chica, él es un músico apasionado, un soñador antisistema, y ella es una tatuadora profesional y partidaria del pensamiento mágico. Viven alejados de la ciudad y, sin quererlo, tienen una hija con la que comparten su felicidad hasta que enferma de cáncer y todo se viene abajo, empiezan los reproches y la desintegración de sus vidas. La historia no está contada de forma lineal y no cae en el melodrama porque se redime con la música country, especialidad “bluegrass”, que es el eje central. Y es que la vida es así, como la película, está llena de amor, desamor, felicidad, sexo, dolor, muerte, duelo y música.

sábado, 20 de mayo de 2017

Juan Beltrán Cruz, profesor y periodista

Siempre es una alegría encontrarte con antiguos compañeros que además son amigos, Juan Beltrán es uno de ellos. Cuando le hicimos la entrevista para el periódico del instituto, con un titular llamativo por su ambigüedad, había dejado de dar clase en la cárcel y estaba estudiando periodismo, su gran pasión. Todavía sigue en la enseñanza, es más joven,  y colabora en la sección de cultura de La Razón. Destaco la estupenda entrevista que realizó al escultor Martín Chirino.


viernes, 19 de mayo de 2017

Amor gatuno (el gato blanco)

Le gustaban los animales. Alguna vez llegó a pensar que prefería los cachorros a los niños. De pequeña alimentó con su boca a un gorrión que acabó aplastado por el culo de una pariente. Como siempre estuvo de la ceca a la meca, no pudo tener ninguna mascota propia y acariciaba a cualquier perro o gato que encontrara en su camino. Invariablemente, ellos la perseguían con un amor incondicional. Solo consiguió tener periquitos y canarios, a los que liberaba de su jaula. Estos, henchidos de amor, acababan buscando cobijo y calor en su cuello, mientras que a los demás miembros de su familia, encargados de limpiarlos, solo les picoteaban en la cabeza. En el chalé donde veraneaba, reunía a todas las mascotas de la vecindad sin utilizar ninguna flauta, los hipnotizaba en silencio con sus manos delicadas y bellas. Su admirador más insistente era el gato blanco de los vecinos que, agitando su cascabel, se paseaba majestuosamente a su alrededor para acabar acurrucado en sus pies. Septiembre suponía la vuelta a la rutina, se cerraba la casa y se disolvía la corte de mascotas. Cuando volvió por Navidad, se encontró con un espectáculo dantesco al abrir su habitación. Entre un olor nauseabundo, la ropa de la cama revuelta y rasgada, el colchón carcomido, los visillos llenos de heces, yacía, casi momificado, el gato. Se había quedado encerrado en la habitación de la amada cuando silencioso la siguió para ver cómo preparaba la maleta. Al saludar a los vecinos, se enteró del disgusto que tenían por la desaparición del gato. Reprimió sus lágrimas y calló sobre su muerte en su cárcel de amor. Hoy todavía se pregunta cómo nadie oyó sus desesperados maullidos. 

martes, 16 de mayo de 2017

Pilates/dislates

El método Pilates es un sistema de entrenamiento físico y mental creado a principios del siglo XX por el alemán Joseph Hubertus Pilates, que lo ideó basándose en su conocimiento de distintas especialidades como gimnasia, traumatología, ballet o yoga, uniendo el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación.




Lo que más me gusta es estar en casa relajada y leyendo. Siempre odié la educación física (gimnasia en mi época) y ahora que me vienen todos los males de la senectud, me veo obligada a hacer algo que beneficie a mi cuerpo y, por ende, a mi alma. Así que decidí apuntarme a Pilates que todo el mundo dice que es estupendo. Me incorporé cuando el curso ya estaba empezado y el primer día a punto estuve de ponerme a llorar en mitad de la clase. "Haz lo que puedas, tú conoces mejor tu cuerpo que nadie", me dijo el profesor. No había sitio para poner la esterilla, ni oía ni veía, era imposible realizar los ejercicios que todo el mundo se sabía de memoria. Cuando intentaba repetirlos después de haber convertido mi cuello en un telescopio, ya habían pasado al siguiente; si todos se giraban a la derecha, yo lo hacía a la izquierda; no sabía respirar con el diafragma y me faltaba el resuello. Pero lo peor vino cuando nos tumbamos boca arriba y comenzamos a hacer abdominales, las posturas eran imposibles y me sentía como Gregor Samsa aleteando mis extremidades sin orden ni concierto, tratando de estirar unos músculos que ni sabía que existían. El tiempo se me hizo eterno, al final me incorporé como una anciana de noventa años y llegué a casa tan dolorida que me metí en la cama. Intenté buscarme excusas, pero volví a la tortura como el asesino al lugar del crimen. Poco a poco he ido interiorizando los ejercicios, la clase se me pasa más rápida, pero en ningún momento he tenido la sensación placentera que produce el dominio del cuerpo como recompensa al esfuerzo. Mis compañeros, llenos de endorfinas, están encantados como si perteneciesen a una secta. Solo me consuelo cuando llega un alumno nuevo y le cuesta tanto esfuerzo como a mí. La única ventaja del método es que no hay que dar saltos, las tetas no se mueven, se suda poco y el corazón no se te pone en la boca. ¡Cómo admiro a los gimnastas! Y digo yo si a los normalitos no nos vendría mejor andar y follar más y dejarnos de dislates.