lunes, 7 de junio de 2010

Los funcionarios pagan el pato


Las vacaciones del funcionario

DEUDAS y BURROS
Se solicitó a un prestigioso asesor financiero que explicara esta crisis
de una forma sencilla, para que la gente de a pie entienda sus causas.
Este fue su relato:
Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció
a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran.
Buena parte de la población le vendió sus animales.
Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y
otro tanto de la población vendió los suyos.
Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los
últimos burros.
Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito,
dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó.
Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma
aldea para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno.
Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos
compraron sus burros a 400 euros, y quien no tenía el dinero lo pidió
prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.
Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y
nunca más aparecieron.
Resultado:
La aldea quedó llena de burros y endeudados.
Hasta aquí lo que contó el asesor. Veamos lo que pasó después:
Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar
el préstamo.
Quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que
si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando
y se arruinaría todo el pueblo.
Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar
dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los
propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin
embargo, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de
endeudado.
El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también
endeudado.
Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no
pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo
que le presten.
El resultado:
El listo del principio, forradísimo.
Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a
la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso
adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a
cubrir toda la deuda.
Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida.
El Ayuntamiento igualmente arruinado.
¿Resultado¿ final?:
Para solucionar todo esto y salvar a todo el pueblo,
el Ayuntamiento BAJÓ EL SUELDO A SUS FUNCIONARIOS.

Chistes lingüísticos

http://www.materialesdelengua.org/aula_virtual/humor/chiste.htm
Unidad didáctica para trabajar en clase:

Chistes de profesores y alumnos, para quedar bien los días mediofestivos:

Profesor: “ ¿Qué debo hacer para repartir 11 patatas por 7 personas?”
Alumno: “Puré de patata, señor profesor.

” Profesor: “Joaquín, diga el presente del indicativo del verbo caminar.” Alumno: “Yo camino, tu caminas, el camina…”
Profesor: “ ¡Más deprisa!
“ Alumno: “Nosotros corremos, vosotros corréis, ellos corren.”

Profesor: “llovía”, ¿qué tiempo es? “
Alumno: “Es un tiempo muy malo, señor profesor.”

Profesor: “¿Cuántos corazones tenemos nosotros?”
Alumno: “Dos, señor profesor.”
Profesor: “¿Dos?”
Alumno: “Si, el mío y el suyo.”

Dos alumnos llegan tarde a la escuela y dicen como justificación:
- El 1º dice: “Me he despertado tarde, he soñado que fui a la Polinesia y el viaje ha tardado mucho.”
- Y el 2º dice: “Y yo me he ido a esperarlo al aeropuerto.”

Profesor: “Paco, diga 5 cosas que contengan leche.”
Alumno: “Si, señor profesor. Un queso y 4 vacas”

Profesor preguntando en un examen oral a un alumno de Derecho :”¿Que es un fraude?” Contesta el alumno: “Un fraude es lo que está haciendo usted.”
El profesor indignado” ¿Cómo es eso?”
Dice el alumno: “Según el código penal, comete fraude todo aquél que se aprovecha de la ignorancia del otro para perjudicarlo.”

Profesora: “María, señale en el mapa donde queda América del Norte.!”
María : “Aquí está”
Profesora: “Correcto. Ahora los demás respondan “¿Quién descubrió América?”
Los demás: “María”

Profesora: “Juanito, dime con sinceridad, ¿rezas antes de las comidas?”
Juanito: “ No, sra. Profesora, no lo necesito, mi madre es buena cocinera.”



Profesora: “Arturo, tu redacción “Mi perro” es exactamente igual a la de tu hermano.. ¿La has copiado?”
Arturo: “ No, profesora, el perro es que es el mismo.”

Profesora: “Carlitos, ¿que nombre se da a una persona que continua hablando aunque los demás no estén interesados?”Carlitos: ” Profesora”


También hay alumnos muy inteligentes:

Francisco García Pérez: Tululo III


Gracias por esta desternillante historia.

La profesora echó un vistazo por el ventanuco desde el que se divisaba una esquina de La Caleta de Cádiz. Daba clase en un colegio de la provincia, y, aunque era sevillana cerrada, los gaditanos le encantaban. Encima de la mesa de su estudio, unos cien exámenes para corregir. No se dejó invadir por la pereza, se sirvió un té frío y se sentó a la tarea. Antes, una última ojeada a la luz inmensa sobre el mar. Los ejercicios, 4.º de la ESO, trataban sobre las lenguas peninsulares y alguna cuestión de cultura general que había conseguido ir metiendo con calzador a los chavales: un poco de arte, unas pinceladas de historia. Leyó el primero: «Los versos utilizados en España antes del Renacimiento eran, mayormente, el dodecaedro y el octaedro». ¡Virgen Santa del Rocío! Tachó la respuesta, pero incorporó un «jajajá» con el rotulador rojo en el margen. No se desmoronó.

En el tercero de los folios se afirmaba literalmente: «El euskera es una lengua bilingüe». Se quitó las gafas, se masajeó las sienes: no podía ser cierto. Pero lo era, porque, según otro alumno: «El euskera se cree que llegó del Cáucaso [sic] con una familia de inmigrantes». Y todo ello, claro, escrito en lo que quería ser un andaluz fonético. Por ejemplo: «El gallego es de origen griego derivado del latín», que aparecía como «er gayego e dorihen jriego deribao der latín» De pronto, una respuesta le hizo fijar su atención de modo especial: «Tululo III». Allí estaba, como contestación a la pregunta número 12. «Tululo III». ¿Tululo Tercero?, se preguntó, ¿pero cuándo hablé yo de un Tululo Tercero? ¿Qué habría entendido aquella alma cándida? Preocupada, repasó la lista de reyes, de papas. ¿Tululo Tercero? ¿Acaso había querido decir Tululo Tres? Es posible pero ¿quién es Tululo Tres, en todo caso? Ya está, pensó, este elemento metió aquí a algún cantante de moda o a algún personaje de «Gran hermano», a algún Camilo Sexto moderno, armándose un taco. Se preparó otro té, más frío aún. Sonrió recordando aquel gazapo de un periódico que puso como pie de foto «Inocencio Díez» bajo una reproducción del retrato velazqueño del Papa Inocencio X. Ahí fue cuando se le encendió la bombilla. Recordaba, en efecto, haber explicado algo de pintores famosos en una de las clases. Recordó enseguida que había insistido mucho en que prestaran atención, que aquello iba a ser asimismo materia de examen, que guardaran silencio. Sí, incluso había llevado diapositivas al aula. La intuición le fue creciendo dentro como un irresistible golpe de mar. Algo tenía que ver el «Tululo III» de los demonios con aquella jornada. Algo, pero qué. Agitada, fue en busca de la cartera donde guardaba las preguntas del examen que había puesto. Encontró la de marras y aún quedó más perpleja. La había formulado así: «Escribe el nombre de algún pintor francés famoso». Y Tululo III ¿qué tenía que ver con eso? Ella misma fue repasando en su memoria los artistas franceses: Monet, Manet, Pissarro Sisley, Morisot, Delacroix, Renoir, Cézanne, Gauguin… Cuando cayó en la cuenta, hubo de sentarse de golpe en el sofá. Aquella clase se le vino al punto, imagen tras imagen, palabra tras palabra: «A ver, niños, hoy vamos a estudiar a un pintor muy bohemio y muy bueno que se llama Toulouse Lautrec». Y, claro, ¿cómo dice esa frase una sevillana adoptada por Cádiz? Muy sencillo: «Vamoh a estudiá a un pintó mu bohemio y mu güeno que ze yama Tululotré». Y el niño, sabedor de Felipes III, de Carlos III, de Abderramanes III, de tanta gente que ha sido III en la historia, no tuvo duda al copiar en su cuaderno el nombre del artista: «Tululo III». ¡Ole y ole, chaval!

Fuente: La Nueva España - CULTURA - Lo que hay que oir - Francisco García Pérez

domingo, 6 de junio de 2010

Inventar palabras


CAMARÓN: Aparato enorme que saca fotos.
DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.
BECERRO: Que ve u observa una loma o colina. BERMUDAS: Observar a las que no hablan.
TELEPATÍA: Aparato de TV para la hermana de mi mamá.
TELÓN: Tela de 50 metros cuadrados o más.ANÓMALO: Hemorroides.
BERRO: Bastor Aleban.
BARBARISMO: Colección exagerada de muñecas barbie.
POLINESIA: Mujer Policía que no se entera de nada.
CHINCHILLA: Auchenchia de un objeto para chentarche.
DIADEMAS: Veintinueve de febrero.
DILEMAS: Háblale más.
MANIFIESTA: Juerga de cacahuetes.
MEOLLO: Me escucho.
ATIBORRARTE: Desaparecerte.
CACAREO: Excremento del preso.
CACHIBACHE: Pequeño hoyo en el pavimento que está a punto de convertirse en Bache.
ELECCIÓN: Lo que expelimenta un oliental al vel una película polno.
ENDOSCOPIO: Prepararse todos los exámenes, excepto dos.
ENVERGADURA: Lugar de la anatomía humana en dónde se colocan los condones.
NITRATO: Ni lo intento.
NUEVAMENTE: Cerebro sin usar.
TALENTO: No ta rápido.
ESGUINCE: Uno más gatorce.
ESMALTE: Ni lune ni miélcole.>
INESTABLE: Mesa inglesa de Inés.
ONDEANDO: Ónde estoy?
SORPRENDIDA: Monja en llamas

Para saber más:Extracto del Diccionario de Coll
http://www.terra.es/personal/jogo_2/textos/hist0015.htm

Anglicismos




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Noticias sorprendentes y gazapos





Burradas en los exámenes

Tal vez los ejemplos de burradas en los exámenes se deberían encuadrar dentro de la función metalingüística reflexiva o irreflexiva. Una alumna de universidad parece que definió la función fálica (que no fática) como aquella "mediante la cual se introduce en el canal aquello que se quiere transmitir"