La entrada anterior (Fotos antiguas de Madrid y Malasaña) me ha hecho recordar los bares y cafés del barrio de Maravillas que fueron cita obligada del Comité de Empresa del Hogar de Empleado a finales de los ochenta. Primero quedábamos en las tascas de toda la vida del barrio para tomarnos unas cañas y algo de comer, para terminar en un café agradable donde tomar un gin-tonic.
Otras veces, aunque estaba un poco más retirada, íbamos a otra taberna con una decoración muy parecida a la anterior, que todavía se mantiene en el 35 de Augusto Figueroa, la Tienda de Vinos y comidas que todo el mundo conoce por "El Comunista". Afortunadamente sigue conservando su decoración desde 1890. Cuatro generaciones han estado al frente del negocio. Primero fue solo de venta de vinos y luego se convirtió en casa de comidas. No se sabe si el sobrenombre de El comunista viene de la asiduidad con que lo visitaban los militantes del PSOE, procedentes de la Casa del pueblo de la calle Piamonte (clausurada en 1939 y demolida en 1953) o de los militantes que se sentaban a los mesas en los años 70.
Para las copas y la tertulias, el preferido del comité fue el café El Parnasillo que cerró en 2015. Lugar acogedor que como otros cafés de la zona (Manuela, Estar, Ruiz, Ajenjo e Isadora) fue refugio de artistas a finales de los 70 y principios de los 80. Los más noctámbulos acababan en La Vía Láctea, El Penta o Elígeme.