Interesante reseña, casi un resumen, sobre el nuevo libro de mi colega del IES Iturralde Luciano López Gutiérrez, Amor y sexo en el Siglo de Oro, periodo sobre el que ya publicó Portentos y prodigios del Siglo de Oro. Los dos libros, oro fino, no tienen desperdicio, son amenos y rigurosos. La capacidad de trabajo de Luciano es extraordinaria, a pesar de unas jornadas interminables en el instituto, es capaz de dedicar el poco tiempo libre que le queda a investigar con excelentes resultados. ¡Enhorabuena!
martes, 25 de junio de 2019
Luciano López Gutiérrez, Amor y sexo en el Siglo de Oro
Interesante reseña, casi un resumen, sobre el nuevo libro de mi colega del IES Iturralde Luciano López Gutiérrez, Amor y sexo en el Siglo de Oro, periodo sobre el que ya publicó Portentos y prodigios del Siglo de Oro. Los dos libros, oro fino, no tienen desperdicio, son amenos y rigurosos. La capacidad de trabajo de Luciano es extraordinaria, a pesar de unas jornadas interminables en el instituto, es capaz de dedicar el poco tiempo libre que le queda a investigar con excelentes resultados. ¡Enhorabuena!
sábado, 15 de junio de 2019
El abrazo de la desconocida neumática
Por fin volvíamos a casa, solo nos quedaban unas horas en el
aeropuerto de Lima. Estaba destrozada, me dolían las piernas hinchadas, tenía falta de sueño y solo añoraba mi cama rica. La sala de espera para el embarque estaba casi vacía, mi grupo buscó unos asientos casi al final, a mi lado quedaban
siete asientos libres. Pasado un tiempo, me fijé en una desconocida que caminaba con
paso firme hacia nosotras para sentarse justo a mi lado. Me tuve que incorporar
para no invadir su espacio. ¡Qué lata! ¡Qué
sinsentido! Me dije. Inmediatamente se puso a hablar por el móvil en voz alta
con su suave acento, primero con su asistenta para que le arreglara la casa
como a ella le gustaba, luego con lo que
parecía que era su familia y finalmente con su secretaria a la que le dio toda una
lección de cómo debe funcionar una empresa. Fue imposible no escucharla.
Estuve a punto de levantarme pero, en esos momentos, todas las demás filas de
asientos se estaban llenando y me dio pereza. Cuando colgó el teléfono, empezó
a preguntarme por la puerta de embarque, de dónde era, qué me había parecido el
viaje, qué edad tenía. Apenas escuchaba mis respuestas y aprovechó para contarme su vida.
Trabajaba en una multinacional de minería y viajaba mucho al extranjero, se
había casado a los dieciocho años con un japonés del que se había divorciado,
tenía cuatro hijos y diez nietos. Iba a visitar a su hija y a su yerno
que eran médicos en Guadalajara. Tuve
que fingir interés mientras observaba su bello rostro cincelado por la cirugía. La piel tersa como recién planchada, sin bolsas en los ojos, las
cejas pigmentadas, los pómulos elevados, los labios excesivamente carnosos, la dentadura prominente, el pelo negro azabache recién teñido. En un momento
acercó su brazo al mío afirmando que ella estaba tan blanca como yo, pero sin
una mancha, sin una peca. Me dijo que como era de la zona norte, de la selva, utilizaba
productos de medicina natural para retrasar el envejecimiento y aclarar la piel.
Me fijé en su pecho firme y bien colocado que no se correspondía con los cincuenta
y nueve años que me me había confesado que tenía. No me quedó más remedio que alabar
su belleza. ¿Tendría el mismo cirujano que Isabel Preysler o Ana Obregón, de
las que parecía hermana? El cartel luminoso nos avisó de la inminente salida de
nuestro vuelo, nos despedimos con un cariñoso abrazo de su parte, de la mía no
tanto y, al darle dos besos en la mejillas, en lugar de hueso encontré dos
almohadillas suaves, minúsculas comparadas con las de su pecho, contra las que previamente
había rebotado. Era la primera vez que abrazaba a una mujer recauchutada.
También observé que su altura era ficticia, unas plataformas de casi veinte
centímetros la elevaban del suelo. Entonces me acordé de las chicas neumáticas de
la novela de Huxley Un mundo feliz. Lenina,
la chica alfa de la que se enamora Bernard Marx es voluptuosa y sexy, con un
cuerpo acolchado, pero también insípida, sin sentimientos ni interés en nada,
como el nuevo mundo.
jueves, 13 de junio de 2019
84º aniversario de Alcohólicos Anónimos en Madrid
Con motivo
del 84º aniversario de Alcohólicos Anónimos, la fundación organizó una jornada
informativa con el objetivo de “dar a conocer el programa de recuperación que
Alcohólicos Anónimos ofrece para la enfermedad del alcoholismo”. En el acto
participaron un médico, una psicóloga y una periodista, junto a miembros de Alcohólicos Anónimos y de
Al-Anon. Precisamente quería contactar con el grupo Al-Anon, que se encarga de
ayudar a los familiares de alcohólicos que sufren el daño colateral. La
enfermedad está destrozando a una amiga muy querida y también a su familia. Asistí acompañada por una persona que lleva perteneciendo a la
asociación más de veinte años.
Nada más llegar, me sorprendió el clima de alegría y amistad que se respiraba entre los asistentes, más hombres que mujeres, casi todos de mediana edad, que se
saludaban con gran cariño. Parecía un club social. Lo único que me resultó extraño es que la
jornada se celebrase por la mañana, cuando se supone que la gente está
trabajando, tal vez lo hagan para que la prensa informe en los telediarios.
Lo más
impactante fueron los testimonios de los alcohólicos al exponer tanto sus miserias como sus logros en
un acto público de inmolación: los problemas que les ocasionaba la bebida, la
ayuda del programa de AA, y cómo es su vida con el apoyo constante de los grupos
para mantener día a día la decisión de no beber. También hablaron de las
recaídas. Hubo intervenciones rápidas y emotivas, otras leídas y aburridas y
algunas se asemejaban a un monólogo del Club de la Comedia por la utilización
de los juegos de palabras con sentido del humor. Volví a casa con el corazón
encogido, llena de folletos e información: con ayuda hay salida.
domingo, 9 de junio de 2019
Paseo por la Fuente del Berro
El domingo día 2, acompañados por Javier Esperanza, nos dimos un paseo primaveral por la Quinta de Fuente el Berro para conocer sus árboles. La temperatura era agradable, solo tuvimos que desafiar a la alergia y al desnivel del terreno que se inclina hacia la M30. El jardín sorprende por su diversidad de árboles frondosos y por sus lugares recónditos habitados por ancianos jugando al dominó y niños celebrando su cumpleaños. Se nota que debajo del terreno hay abundante agua (arroyo Abroñigal). Menudo privilegio vivir en la colonia de chalés cercana. Los que no acudieron a la cita fueron los pavos reales.
De orígenes reales, el jardín fue pasando por diversas manos (incluidas las de los monjes benedictinos de Montserrat que acabaron en la calle san Bernardo) hasta 1948, año en el que el Ayuntamiento se hace cargo de él. Una vez restaurado, se abre al público en 1954. Destacan cuatro Árboles Singulares: dos cedros (del Atlas y del Líbano), un ciprés de Portugal y un enebro de Siria. El hermoso gingko no resaltaba por tener sus hojas verdes.
Entre los elementos artísticos, se encuentran el monumento a Bécquer, la estatua de Pushkin y un palacete.
sábado, 8 de junio de 2019
Paseo por el museo ABC
La quema del colesterol me llevó a la calle Amaniel, al Museo ABC. Un placer pasear por sus salas solitarias para ver tres exposiciones. Y una extrañeza, la insistencia del amable personal en que contribuyera con un donativo a la entrada. Siempre me he preguntado si esa costumbre de pedir la voluntad es solo de los españoles y pueblos afines o de todos los pueblos en general.
1. La exposición Dibujantas. Pioneras de la ilustración hace referencia al aclamado I Salón
de Dibujantas* que tuvo lugar en el Lyceum Club Femenino en 1931, reúne en una
exposición las obras de las principales ilustradoras que trabajaron para Blanco
y Negro y ABC desde 1891 hasta finales de los años noventa del siglo XX. El
resultado es un compendio de 136 obras de 40 ilustradoras —de las 105 que
trabajaron para estas publicaciones—. Una ocasión única para descubrir una
parte de los tesoros ocultos en la Colección ABC y reivindicar el papel de la
mujer en la ilustración española.
*Fundado en 1926, el Lyceum Club de Madrid fue un centro que funcionó como plataforma pública de la emancipación femenina. Para los poderes patriarcales, aquel espacio era poco menos que un nido de depravadas que habían perdido el sentido de la dignidad. Un discurso que caló en ciertos intelectuales del momento, que se negaron a participar en las actividades promovidas desde la institución. Tal fue el caso de Jacinto Benavente, quien, como recordaba la poeta Concha Méndez, se negó a acudir con una frase célebre del lenguaje popular: «¿Cómo quieren que vaya a dar una conferencia a tontas y a locas?». Pese a las numerosas e intensas oposiciones, el Lyceum logró consolidarse como un refugio para mujeres cultas donde era posible crear vínculos personales y concienciarse sobre cómo mejorar la condición social de su género.
2. La exposición
Yo-Tú. Javier Pagola en papel reúne la obra gráfica del artista
Javier Pagola (San Sebastián, 1955). Un autor que ha hecho del dibujo su
principal arma creativa para configurar un mundo poblado de extraños
personajes. El sugerente cartel es todo un acierto. Y las huellas de Goya y
Antonio Saura, palpables. Para mí, todo un descubrimiento.
3. La exposición Cuentos de la selva por Antonio Santos muestra los dioramas que realizó para ilustrar el libro homónimo de Horacio Quiroga editado por Nórdica, galardonado recientemente con el Premio al Libro Mejor Editado en 2018 del Ministerio de Cultura.
lunes, 3 de junio de 2019
Tres exposiciones en la víspera de la Champions League
Meme de internet |
El viernes 31, sin saber que Madrid estaba tomada por las hordas de la pérfida Albión, se me ocurrió dar una vuelta por Sol, donde me sorprendió una pasarela con una larga cola de turistas esperando. Estaba claro que no venían a la Feria del Libro. Solo al llegar a casa pude saber que se trataba de un photocall para hacerse fotos junto a la Orejona, la copa de la Champions League. Después emprendí un largo paseo por calle Fuencarral que me llevó a visitar tres exposiciones, dos de ellas en el Museo de Historia de Madrid.
Madrid se escribe con M de Mingote me produjo una gran decepción, un
espacio reducido y mal iluminado recoge apenas 125 dibujos originales del
artista, junto con algunos objetos, como recortes, libros, caricaturas,
carteles, estatuillas, y el bastón de mando y la medalla recibidos del
Ayuntamiento de Madrid. Creo que un hombre tan singular, que nos ha acompañado con
su sentido del humor y su bonhomía durante muchos años desde las páginas del
ABC en unos años difíciles, se merecía un despliegue mayor de medios, incluidos
los audiovisuales.
En cambio, la exposición Madrid, ciudad educadora. Memoria de la Escuela Pública (1898/1938), que trata de recuperar la memoria y la historia de los numerosos centros públicos que abrieron sus puertas durante el primer tercio del siglo XX, me sorprendió gratamente. La recomiendo para todo el mundo, no solo para los enseñantes.
Por último, el paseo me llevó a disfrutar de las obras visuales del colectivo artístico japonés teamLab, que se presenta por primera vez en España de la mano del Espacio Fundación Telefónica. En esta experiencia interactiva, que une el arte y la tecnología, los visitantes nos convertimos en protagonistas de las obras, mientras paseamos por un paisaje de olas negras rodeados de mariposas que surgen y revolotean a nuestra voluntad. Impactante y relajante. Mereció la pena desconectar del bullicio exterior y adentrarse en el sugerente mar. No os la perdáis.
La caza real del sol, insólito bodrio sobre la conquista de Perú
Por
casualidad, en el la cadena de los obispos (13) haciendo zapping a la hora de
la siesta, me he encontrado con la película La caza real del sol (The royal hunt of the sun, Irving Lerner,
EE.UU., 1969). La
película, rodada en España pero sin que se llegase a estrenar en las salas
españolas,
relata un episodio de la conquista del Perú: El conquistador extremeño
Francisco Pizarro (interpretado por Robert Shaw) captura al jefe inca
Atahualpa (Christopher Plummer) y se compromete a liberarlo a cambio un enorme
tesoro. Después de haber establecido con Atahualpa una relación de amistad
basada en el respeto, Pizarro se siente dividido entre su afán de riquezas y su
sentido del honor, finalmente no cumple su palabra, le somete a un juicio, y le
da muerte. Nos encontramos ante un duelo de titanes que representan a dos
imperios florecientes y a dos religiones igual de incomprensibles; los dos protagonistas
enfrentados son bastardos, analfabetos y traidores, deseosos de obtener el
poder a toda costa y que, sin saberlo, siguen la máxima de Maquiavelo "Un gobernante
eficaz no debe tener piedad". El fulgor del oro ciega a los conquistadores
españoles y hace que se incline la balanza a su favor con la ayuda de caballos,
acero y pólvora.
Para muestra un fragmento:
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