Las sillas son algo más que un mueble funcional que nos sirve para sentarnos, un objeto doméstico, un artefacto de trabajo o un instrumento de tortura. Desde su origen poseían fuertes significados relacionados con la divinidad, el poder y el rango, por lo que se reservaba para usos ceremoniales. Las sillas son el soporte para observar cómodamente el gran teatro del mundo, una forma de socializar con el entorno, un instrumento para estudiar la historia, un lugar privilegiado para los más pudientes, un símbolo de la competencia entre las personas y un puente entre lo privado y lo público. De ahí que cuando alguien se va de su sitio un momento (normalmente si está sentado mientras hay otros de pie), lo normal sea perderlo. Además, su uso y diseño reflejan distintas concepciones y valores del pasado y del presente. También han servido de inspiración al arte, como en el vídeo que aparece más adelante, y a la literatura, como la obra de teatro del absurdo de Ionesco Las sillas (1952), representada en un escenario lleno de sillas donde una pareja de ancianos solitarios recuerda su vida: la rutina, el aburrimiento, las humillaciones sufridas y las oportunidades perdidas.
Las sillas vecinales
Bajando las sillas (Villena, 1967) |
San Juan de los Reyes, s XIX |