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martes, 14 de abril de 2015

Casarrubuelos, vergüenza ajena y propia

Me parece inaceptable que los profesores de un colegio de la Comunidad de Madrid hayan utilizado el WhatsApp para verter comentarios vejatorios sobre alumnos y padres del centro. Entiendo que hayan sido sancionados, es un problema interno.  Pero lo que no entiendo es por qué esos comentarios desafortunados del ámbito privado han pasado al espacio público. Lo que se dice fuera de contexto solo sirve para avergonzarnos a todos.  En la naturaleza humana está el errar, que los medios de comunicación se hagan eco de ello con tanto detalle me parece una exageración y no un ejemplo de transparencia. Los trapos sucios hay que lavarlos en casa, analizar las causas y ponerles remedio. Ya se demonizó injustamente por parte del PP a los profesores de la Pública por ser unos jetas y ahora lo hacen por ser unos deslenguados. Ya está bien. Si a un colectivo le aprietas tanto las tuercas, surgen estos problemas. Hay un tufo de venganza podrida. ¿Por qué se considera aceptable que alguien en un buzón de forma anónima destape la tapa de las alcantarillas? Yo no quiero saber el contenido de esas conversaciones como antaño no quise ver el vídeo erótico de un conocido periodista y me fastidió tener que oír las lamentables conversaciones de las cintas de los teléfonos pinchados. 

martes, 24 de marzo de 2015

Una buena parte del desastre educativo ha sido dejar de hablar de los profesores

Un resumen de lo que ha ocurrido estos años está muy bien sintetizado en la entrevista del Diario.es a Luisa Juanatey, profesora durante 32 años, que reivindica la figura del docente ante las críticas en su libro Qué pasó con la enseñanza. Elogio del profesor y critica a expertos y pedagogos.

Durante muchos años he ido recopilando algunos artículos de escritores y periodistas sobre la situación de los profesores en las aulas. Ahora es el momento de pasarlos al ordenador y tirar los recortes a la papelera. Están puestos por orden cronológico y demuestran una vez más que un escritor tiene mucha más sensibilidad que un pedagogo y que un político a la hora de detectar los problemas que vienen sucediendo desde que la educación obligatoria se amplió a los 16 años. No vendría repasarlos para preparar entre todos una buena reforma de la enseñanza.

1984 PREGUNTAS DE UN MAESTRO A SÍ MISMO,  José Antonio Labordeta
A veces me pregunto
qué hago yo aquí,
explicando la historia
que recién aprendí:
los líos de romanos,
de moros y cristianos,
el follón del marxismo
y el del otro côté
donde los yanquis tienen
el mango y la sartén.
A veces me pregunto
qué hago yo aquí.
Viendo cómo la tarde
se duerme frente a mí,
mientras usted Martínez
se evade en el jardín
y la dulce Encarnita
García Cortejón
confunde etruscos
con negros del Gabón
entre miradas tiernas
de Pablo el empollón.
A veces me pregunto
qué hago yo aquí
intentando que aprendan
lo de la Ilustración,
cuando ellos solo entienden
cosas del rock and roll
y diciendo que comprendan
una revolución.
La rusa, la francesa,
la de Tutankhamon
y encontrando a Picasso
perdido en un balcón.
A veces me pregunto
qué hago yo aquí.

1998 Escuela, Vicente Verdú
Guillermo, te he dicho cien veces que en clase no se come chicle, y menos se hacen pompas". "Juan y Gonzalo, dejad ya de tirar bolitas a la papelera. Al baloncesto se juega en casa". "Isabel, al rincón; y tú, Javier, cambia el sitio con Maite". "Soledad, al pasillo". "Vosotros dos, para mañana, diez veces la página 30 de Naturales". "Eduardo, por favor, deja ya de tocar el pelo a tu compañera, por favor". Estas oraciones, entre otras, forman parte del cortejo de admoniciones que van repartiendo los profesores de EGB mientras dan las clases. No es raro que acaben enfermos. La ansiedad, la depresión, la frustración, son las dolencias más frecuentes. No sólo ' se trata de que su trabajo es arduo y les pagan mal. Encima no saben -como decía Torrente Ballester- para qué enseñan, a quién enseñan, cómo y qué deberían en su caso enseñar. La sociedad apenas les reconoce y los niños cada vez son más bordes.

1999, Echar elcierre, Elvira Lindo
"Me gustaría decirles a los padres que si ellos se cansan de sus hijos en verano, que piensen cómo se cansan los maestros al apacentar a treinta criaturas que cada vez vienen menos educadas de casa. Ahora que tantas cosas se están revisando en los métodos educativos, ahora que tanta pedagogía liberadora está haciendo aguas, aprovechemos el cierre que se acaba de echar en los colegios para reflexionar sobre algo que nos concierne casi más que cualquier otra cosa. Tanto debate cultural sobre si los niños leen o no leen, cuando lo importante es que los hagamos seres educados y sensibles, compasivos, respetuosos

El 80% de los profesores de centros públicos señala los trastornos psicológicos como su mayor problema

2000 Ovillos,pellas, Elvira Lindo
Francamente, no creo que ninguna persona sensata pueda pensar que no dejar salir a la grey adolescente a estirar las piernas a la calle durante el recreo arregla en modo alguno el desconcierto educativo que parecen compartir profesores, padres y, según encuestas internas de los centros, algunos alumnos.Los que en mis tiempos de instituto hacíamos pellas sabemos que cuando un alumno no quiere entrar en clase puede empezar a desmadrarse no en la media hora estricta del recreo (se trataría de un gamberro ejemplar), sino a partir de la primera hora, a fin de fumarse la mañana en toda su magnífica extensión.

2004 Mestizaje, Eduardo Mestizaje
"Ell inicio del curso escolar trae una estadística que viene al caso: 6 de cada 10 alumnos que se incorporan a este curso son extranjeros. Una cifra curiosa para quien la lee, pero una realidad cotidiana de aquí te espero para un colectivo que a menudo trabaja en condiciones precarias, con sueldos raquíticos, a veces en zonas donde la policía no se atreve a entrar y siempre ante la indiferencia de una sociedad que guarda su dinero, su estima y sus aplausos para otras faenas más vistosas.

2004 Quisiera pedirperdón, Emilio Garoz Bejarano
 Quisiera pedir perdón por haber malgastado mi vida estudiando una carrera, haciendo un doctorado y preparando una oposición, mientras los demás se labraban un porvenir.
 Quisiera pedir perdón por no haberme dado cuenta de que los institutos no son lugares donde se va a aprender, sino guarderías, y que mi función no consiste en enseñar, sino en cuidar a los hijos de todos aquellos que sí realizan un trabajo productivo y provechoso para la sociedad.
Quisiera pedir perdón por no saber hacer mi trabajo y no aprobar a alumnos que no saben nada, porque cuando llegan a casa después de un día agotador juegan a la Play Station y ven Crónicas marcianas con la aquiescencia de sus progenitores que comprenden, no como yo, lo dura que es la vida del estudiante.
Quisiera pedir perdón por no saber aguantar el desprecio, la humillación y el insulto diario; incluso la agresión. Quisiera pedir perdón por querer dignificar mis condiciones laborales, las condiciones de estudio de mis alumnos y la enseñanza en general.
Quisiera pedir perdón por no haber sabido aceptar humildemente mi situación de desprestigio social; por no haber sabido aceptar que soy un paria, un ciudadano de segunda, un desecho social, y me lo tengo merecido porque soy un vago que no quiere trabajar y que sólo piensa en las vacaciones.
Quisiera pedir perdón, en suma, por ser profesor.
De todo corazón.


2005 De Franco a laLOGSE, Elvira Lindo

2005 La ley delsilencio, Benjamin Prado 
"Sólo en Madrid, tal y como acaba de hacer público el defensor del Menor de la Comunidad, más de 12.000 alumnos de enseñanza secundaria sufren el calvario del acoso escolar y el 14% de ellos lo sufre en silencio. Otros 53.000 han sido agredidos y también han callado. Los que les hacen la vida imposible les hablan de honor mientras les golpean y, de esa forma, los convierten a la vez en víctimas y en cómplices. Si te quejas, eres un chivato, un delator, un cobarde, una escoria. Qué infierno."

2005 Y alumnosenvalentonados, Javier Marías 
"Boicoteadores de las clases los ha habido siempre en los colegios, pero las Leyes de Educación no se ponían de su parte ni les daban la razón, como sucede desde la LOGSE en adelante, en el mayor desatino imaginable".

2006 Años de tiza, Moncho Alpuente
"No recuerdo que ninguno de mis compañeros de aulas y fatigas pidiera alguna vez la baja por depresión. Hoy son los maestros, los enseñantes, los que sufren malos tratos y vejaciones de los alumnos; han cambiado las tornas, pero la soñada revancha del alumnado no se ejerce contra aquellos energúmenos de mano larga y seso reseco, sino sobre pacientes y a menudo ejemplares educadores que devolvieron bien por mal, que trataron y tratan de educar a sus pupilos como seres humanos y racionales, con raciocinio y comprensión".

2008 Reconquistarlas aulas, Fernando Savater
Las aulas no pueden entregarse a la desidia, al matonismo y a una indisciplina que no es creadora más que de fracaso escolar. Luchar por reconquistarlas -para empezar, reforzando la indispensable autoridad del maestro- es el principio de cualquier regeneración democrática verdadera.

2008 La miseria dela escuela, Vicente Verdú

2008 ESO, ESO, Elvira Lindo

2009 Instrucción pública, Antonio Muñoz Molina

2010 Me mandaron esta carta como verídica, aquí la dejo:


2011 Profesores , Juan José Millas



2012 Amor y odio en las aulas, Manuel Rivas



2013 Nuevo curso, Elvira lindo 
"Si un profesor era ya, desde hace años, alguien que tenía que ejercer labores de asistencia social, lidiar con problemas disciplinarios, o que echaba en falta profesores de apoyo que facilitaran la integración de niños inmigrantes o con otro tipo de problemas, ahora padece lo mismo pero multiplicado por más alumnos y menos docentes. Los profesores se han hecho visibles por los recortes económicos, y bien está que así sea, pero llevan muchos años clamando al cielo. Pienso en ellos, ahora que empieza el curso."

"Estamos ante un sistema perverso que ahoga el potencial de igualación social de la enseñanza pública, su misma razón de ser. Se reducen las plazas de interinos, no se aumentan las de fijos, sube la ratio de alumnos por aula y los profesores se ven obligados a aumentar sus horas lectivas, convirtiendo la jornada laboral en una carrera atolondrada de una clase a otra, y a menudo, de un universo a otro, dado que hace tiempo que los niños más tiernos comparten el instituto con alumnos de bachillerato. A los profesores no les llega la camisa al cuerpo y sufren ese desgaste sabiendo que ya no hay bajas que valgan, que las jubilaciones se retrasarán y que una vez que se apague el ruido de las manifestaciones públicas ellos solos habrán de enfrentarse a la precariedad diaria. Así ha sido siempre."


2015 El costoso legado de Lucía Figar,,Beatriz Galiana Blanco  y Santos Chiches, candidatos a las primarias de Podemos para  la Comunidad de Madrid


"Madrid ha estado en manos del PP desde que esta región asumió las competencias en educación. Y tras analizar brevemente sus principales apuestas educativas podemos concluir que, al igual que ha ocurrido con otros servicios sociales, han generado un modelo en el que la educación no se concibe como un derecho que se debe garantizar a todos los ciudadanos y ciudadanas. Sin olvidarse de la satisfacción de los intereses ideológicos, económicos y de poder de la Iglesia española, se ha potenciado su carácter de negocio y se ha dado, gravemente, marcha atrás en los pasos hacia la cohesión social , la igualdad de oportunidades y las posibilidades de movilidad social que se habían puesto en marcha durante el periodo democrático." 

domingo, 8 de marzo de 2015

Malas noticias

La taimada, mentirosa, incombustible y mala actriz,  ha sido designada para la alcaldía de Madrid. No tengo palabras. Solo  palabrotas. ¡Qué mala imagen para el día de la mujer trabajadora!

Paralelismos
Como cada vez que uso el transporte público urbano suele tocarme de compañera gente de pocos recursos y bajo nivel social, a veces extranjeros, que hacen que mi trayecto no me resulte lo cómodo que podría esperarme, voy a proponerle a mi alcalde que suprima alguna línea actual y en su lugar cree otra que, para el mismo trayecto, cueste algo más cara, lo suficiente como para que esa gente siga usando la línea antigua y en la nueva sólo vayamos los que disponemos de más medios. Total, a ellos les dará igual tenerme o no de compañero y yo, desde luego, iré más cómodo así. ¿Que soy un egoísta? ¿Que mis argumentos son despreciables? ¿Que ninguna Administración pública será tan irresponsable como para hacerme el juego? ¡Qué va! Cambiemos “transporte” por “educación” y… ¡ahí está!: ¿o qué es, si no, la enseñanza concertada?— Roberto García de la Calera.

jueves, 5 de febrero de 2015

Las razones de la sinrazón

Revisando papeles, me he encontrado con un texto de hace unos años que escribí para desahogarme, como casi todos. Ahora que estoy fuera del sistema educativo, me doy cuenta, como nunca, que los profesores son los quijotes de nuestro tiempo: solitarios, infravalorados y luchando siempre contra lo imposible.

"Y ahora estaba esa clase insolente, veintisiete chavales de catorce años exaltados, indiferentes a la gramática, a la historia de los hombres, a la poesía italiana: versos que a ellos no les decían nada, tan solo eran sonidos, como tantos otros en la estridente cacofonía del mundo".
Un día perfectoMelania G. Gamuzzo


En el instituto algunos días hay enfrentamientos entre profesores y alumnos. Es normal, forma parte del aprendizaje, del crecimiento como personas.  Si son aislados, no tienen importancia. Unas veces se extralimitan los alumnos, son adolescentes, qué le vamos a hacer; y otras veces los profesores perdemos los papeles, porque esta profesión puede ser  la más bonita del mundo y a la vez la más dura. Todo se soluciona hablando y se queda en mera anécdota. Si estos enfrentamientos se repiten y siempre los protagonizan las mismas personas estamos ante un problema grave.  
Soy tutora de un curso problemático, un cuarto de la ESO donde han ido a parar todos los repetidores y los alumnos que han pasado por imperativo legal, o dicho con otras palabras, los alumnos que llevan sin dar un palo al agua desde que entraron en el instituto y que no se caracterizan precisamente por su buen comportamiento. La mayoría tiene 14 asignaturas que aprobar; este curso, si no lo consiguen, se irán sin titular después de seis años. Junto a ellos hay alumnos que quieren estudiar bachillerato, pero que contagiados por los primeros no están rindiendo lo que se esperaba. En las dos evaluaciones que llevamos solo uno ha aprobado todas las asignaturas. Algunos rechazaron ir a un PCPI o a diversificación “porque eso es para tontos”.  Un alumno cubano, recién llegado de su país, que apenas sabe leer y  escribir no quiso ir a diversificación de 3º porque según él (y su padre) su nivel era superior, ni que decir que solo ha aprobado una. Se les han dado mil consejos orientadores y todos los han rechazado. Los padres son conscientes de lo que pasa, pero no quieren ver la realidad, no saben qué hacer con sus hijos y echan balones fuera. Resumiendo: todos los alumnos se creen muy listos y la culpa de todo la tienen los profesores.
Ha sido un error que el equipo directivo los pusiera en la misma aula. Ante una clase así, enseñar es casi imposible: no atienden, hablan constantemente, si les mandas que hagan los ejercicios  en clase, no los hacen; si se lo pides para el día siguiente, no lo traen hecho. No llevan los estudios al día, cuando hay un examen aprovechan las clases anteriores para estudiar. O están dormidos o dando la lata. Son infantiles y maleducados, no consienten que se les llame la atención, se rebelan continuamente, defienden lo indefendible, son mentirosos, impredecibles, y llegan a acusarse los unos a los otros. Están prohibidos los móviles, pero los utilizan en clase; llegan tarde porque les da la gana y no lo justifican, no sienten ninguna empatía por nadie. Impasible al desaliento lo he intentado todo por ellos, les he dado mil y una oportunidades, he razonado con ellos todo lo que he podido. Les hago exámenes cada dos temas, les digo antes lo que va a entrar, pero ni por esas. Como tutora solo me falta llevarlos de la mano a los exámenes de recuperación de las asignaturas de los cursos anteriores. En compensación, casi todos los días tengo  muestras de comportamientos inaceptables. Cuando se los afeo, me tachan de intransigente y absurda. Encima me toca animar y reconfortar a las madres que desfilan desesperadas una vez a la semana.
En una actividad extraescolar, un grupo se coló en el autobús sin pagar y robó comida en un chino. La explicación inaceptable que me dieron es que todo el mundo lo hace. No hubo sanciones graves, porque. aunque una de ellos lo confesó públicamente, "es muy difícil de demostrar", según la dirección. Otro ha estado expulsado de una asignatura casi un mes porque casi se pega con un profesor. Se levantan cuando les da la gana y para demostrar la alegría que sienten cuando falta un profesor, dan un golpe en la pared. El vaso se colmó este viernes, lo que empezó como un juego en el que todos estaban participando en un clima relajado (hacíamos crucigramas) acabó en un insulto. Un alumno al que llevé la contraria, después de levantarse entre gritos y aspavientos, cuando se sentó, me llamó "puta". Cuando le puse una sanción grave, se armó el alboroto. Todos opinaban indignados que le tengo  manía, que he sido injusta. Que el insulto no iba contra mí, que es como cuando alguien dice: " me cago en Dios". Ha sido sancionado con un día sin venir al instituto. ¿Ocurriría esto mismo en la enseñanza privada?
Las razones de la sinrazón. Estamos creando monstruos. Miramos para otro lado.

lunes, 19 de enero de 2015

Conflictos generacionales


domingo, 24 de noviembre de 2013

Coplas por la enseñanza pública

sábado, 2 de noviembre de 2013

Sola ante el peligro


 Un voto negativo frente a cincuenta a favor.  Este harakiri  incruento  lo hice por coherencia en el claustro. No deberíamos votar lo que es injusto y perjudica a la comunidad escolar. No se puede escribir en el proyecto del centro que se está a favor del fomento de la lectura y no haber contemplado el servicio de préstamo de la biblioteca, necesario cuando la mayoría de nuestros alumnos no tienen dinero para comprar  libros. Tampoco se pueden aprobar unos horarios escupidos por el ordenador, irregulares, descompensados y cargados de horas, que impiden desarrollar la calidad de la enseñanza. Con ellos se da una vuelta de tuerca más al desmantelamiento de la enseñanza pública.


P.D.: Cuando me jubilé, después de cinco años en el instituto (15/10/2014),  no recibí  por parte de la dirección ni una mención, ni un ramo de flores, como se había hecho con otros compañeros que habían estado menos tiempo. Menos mal que mis compañeros sí estuvieron a la altura de las circunstancias.  

domingo, 27 de octubre de 2013

Un día de huelga del profesor esquirol: descansado y sin descuentos

A pesar de las críticas, entiendo que algunos profesores, hartos de solucionar con sus descuentos los problemas económicos de la comunidad de Madrid sin haber conseguido resultado alguno, no hayan hecho las últimas huelgas. Yo misma no hice la anterior, aunque sentirme esquirol me amargó la mañana. Esto me sirvió para descubrir con sorpresa cómo transcurre un día para los no huelguistas; como apenas vienen los alumnos, la mayoría de la jornada se la pasan relajados en la sala de profesores. Además, firman a la entrada,  no a la salida. Resultado: un día descansado sin descuentos. Pero lo que más me indignó fue que se enviará al salón de actos a los alumnos sin profesor y se les pusiera la película Lo imposible. Esperé en vano que mis pocos alumnos de primero de la ESO vinieran a mi clase de lengua porque todos estaban más a gusto viendo el desenlace de la película. Una película dura una hora y media y las clases cincuenta y cinco minutos. Ni entiendo que se ponga ese día un examen, cuando la huelga está apoyada por padres y profesores,  ni veo ninguna razón para una actividad lúdica muy alejada de la docente,  que no se corresponde con las horas lectivas, aunque la ley les ampare.  Hay que tener un mínimo de sensibilidad, porque la huelga se hace para reclamar derechos para todos, es absurdo intentar dar una sensación de normalidad, evitando que los alumnos estén en el patio. Ante esta nueva moda de los equipos directivos, algunos con camiseta verde y que acuden a las asambleas informativas, no cabe más remedio que preguntarse de parte de quién están.  Los enseñantes deberíamos haber aprendido de la huelga de los médicos donde formaron una piña para defender sus derechos y los de los pacientes.
En la última huelga las cámaras de televisión junto con la Jefa de Gabinete de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid eligieron mi instituto para hacer un seguimiento. Todo su interés era sacar clases muy llenas. ¡Viva la objetividad! Después pusieron dos películas. Al día siguiente uno de los peores alumnos del centro me comentó que así da gusto venir al instituto, que por qué no lo hacemos todos los días.

miércoles, 3 de julio de 2013

Elogio del oficio de enseñar, Julián Moreiro

Ayer asistí a mi último claustro (siento un poco de vértigo). Con ese motivo, y a modo de despedida, leí ese texto que comparto ahora con vosotros.


elogio del oficio de enseñar
          
  Cuando empecé a dar clase, Franco todavía no se había muerto, que ya eran ganas de fastidiar. Fue en un colegio semiclandestino de Vallecas, regido por dos enigmáticos personajes que debían de pertenecer a alguna secta y por un conserje mucho menos subrepticio que aún llevaba en la frente la huella del tricornio. No sé muy bien qué hice, cómo sobreviví al miedo escénico y qué diablos pude enseñar a aquellos vociferantes zangolotinos de octavo de EGB. Yo no había llegado a la enseñanza por vocación, aunque tampoco recuerdo que lo hiciera por descarte o por despecho; no sé, a lo mejor lo hice porque, como dijo George Bernard Shaw, “el que sabe hacer una cosa, la hace; el que no sabe, la enseña”. El caso es que muy pronto me noté en mi medio natural, como si hubiera nacido para esto. Hoy estoy seguro de que, de no haber sido profesor, solo hubiera sido un cantamañanas que sabía hacer cosas.
               En mi despedida, quiero afirmar algo que he dicho otras veces, una de las pocas certezas que he adquirido con los años: este es el mejor oficio que existe. Y no por aquellas tres famosas razones que esgrimían los cínicos: julio, agosto y septiembre (por cierto que ya no sirven: la tercera de esas razones se ha esfumado y hay cenizos que ven la primera en peligro).
               No. Yo creo que este es un oficio inestimable porque las relaciones laborales han sido siempre en él menos importantes que las relaciones afectivas. Porque la experiencia mágica de notar cómo de pronto, en una clase, un martes cualquiera, se establece una comunión absoluta con los alumnos, es difícilmente igualable (aunque esporádica: no se puede ser sublime sin interrupción, diga lo que quiera Baudelaire). Porque tratar siempre con personas que tienen la misma edad mientras uno va atravesando las crisis que trae cada nueva decena es lo más parecido que puede vivirse a la ilusión de la inmortalidad (aunque un amigo mío, un punto descreído, dice que es como no salir del día de la marmota). Porque ver crecer a niños que aprenden menos de lo que desearíamos pero mucho más de lo que solemos creer y de lo que alcanzamos a comprobar es un espectáculo maravilloso, como todos los que ofrece la Naturaleza. Porque, como dijo no sé quién, enseñar es aprender dos veces. Porque, en un mundo tan sobrado de individuos hoscos, insatisfechos y desabridos, tratar a diario con adolescentes que siempre parecen felices es una suerte. Y en fin, porque compartir intereses con todos los compañeros de trabajo, afinidades con muchos y cierta intimidad con algunos es un privilegio que ninguna orden de principio de curso puede arrebatarnos.
               Ahora que corren malos tiempos sigo pensado lo mismo, a despecho de reformas ominosas, de instrucciones furtivas y de autoridades maleducadas, malencaradas y malintencionadas. Como ya tengo pie y medio fuera, puedo decirlo sin pudor: somos gente importante y no podemos tolerarnos el desaliento. Este oficio, a prueba de ocurrencias y descarríos legales, trasciende nuestra propia circunstancia; lo dijo Henry Brooks Adams, un intelectual americano que vivió entre el siglo XIX y el XX: “Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia”. Ya dije antes que somos un poco inmortales…
              
 Hasta siempre. Salud y Escuela Pública.

Julián Moreiro  28/6/2013

domingo, 9 de junio de 2013

El placer de aprender y la pasión de enseñar

Interesante artículo que contiene muchas verdades:

"Pero es que el desprecio con que se trata a los profesores desde la implantación de la dictadura, y que apenas se ha mejorado en la democracia, es otra de las simas que no se han superado y que condenan irremisiblemente al fracaso a nuestro sistema educativo. Mal pagados, abrumados por tareas superiores a cualquier capacidad humana, y denostados como culpables del retraso endémico de nuestra instrucción, los profesores se han convertido en un colectivo de segunda categoría al que muy pocos querrían pertenecer. De tal modo, la enseñanza es el último remedio para obtener un empleo, cuando no se puede administrar una empresa rentable o el nivel de las pruebas no permite acceder a la física nuclear. En consecuencia, una buena parte del profesorado no tiene vocación alguna para una tarea tan dura, tan ingrata, tan mal retribuida y tan poco estimada. Y con la desgana con que enseñan los alumnos no pueden sentirse motivados. En consecuencia, unos constituyen una clase explotada y sin reconocimiento, y los otros se convierten en ciudadanos mal formados, desinteresados de la cultura y frustrados en sus pretensiones de hacerse ricos".

domingo, 13 de enero de 2013

Lecturas navideñas


Estas navidades he leído con emoción e interés Shefarad de Muñoz Molina,  el libro me había echado para atrás varias veces por su desagradable portada, pero su lectura ha sido como una intensa lluvia en tiempos de sequía. Absolución de Luis Landero ha hecho que los trayectos en metro sean una delicia, aunque el final me ha defraudado un poco. El protagonista del libro es un inolvidable ser solitario, apático y divertido, que huyendo de sí mismo, va  en busca de la felicidad para acabar huyendo de la felicidad en busca de sí mismo. Los dos libros me han servido para conocer más a los dos autores y, sobre todo, para quererlos. He aquí una muestra de la acertada visión del profesorado que tiene el autor (quién lo probó, lo sabe):
"Y luego estaban los profesores. Había que verlos. Unos parecían descorazonados, otros cansados o aburridos, otros lo confiaban todo a la severidad y a la eficacia, y otros fingían un dinamismo que quería ser sincero y contagioso pero que a Lino le recordaban a esos payasos de circo que, de pueblo en pueblo, se esfuerzan cada noche en divertir a la concurrencia porque no tienen otra opción, porque ese es su oficio y en él han de poner lo mejor de su talento, de su pasión, de sus a veces escasas energías. Parecían buhoneros yendo y viniendo con sus fardos de sabiduría a cuestas, subiendo y bajando por valles y collados, escaleras arriba a, escaleras abajo, a campo través por los pasillos. Y si eran dignos de admiración, también daba un poco de lástima el verlos allí, adultos y tan sabios como eran, y algunos eran viejos, mezclados siempre con los muchachos, condenados a convivir con la incansable, y cansina, y bullanguera juventud".
Misión Olvido de María Dueñas es, como su propio título indica, un libro para olvidar. El tema a priori parecía interesante (exiliados españoles en EE.UU),  pero el desarrollo de la trama, los personajes y  el estilo resultan  perfectamente olvidables. En esta novela tan desigual solo se salvan algunas historias secundarias.
La trayectoria de Muñoz Molina y Luis Landero es la dos magníficos escritores  de escritura magnética, siempre tienen algo interesante que contar con ironía y sentido del humor. María Dueñas, hasta ahora,  parece una mediocre escritora de estilo romo que una vez tuvo la suerte de contar una buena historia en forma de ameno folletín. 


lunes, 4 de junio de 2012

Aulas masificadas (misión imposible)



Recibido por correo electrónico. Asunto: La granja de Wert

Real Decreto 3/2002, de 11 de enero, por el que se establecen las normas mínimas de protección de las gallinas ponedoras, que deberán disponer de al menos 750 centímetros cuadrados de superficie de jaula por gallina.

Real Decreto 1135/2002, de 31 de octubre, relativo a las condiciones mínimas para la protección de cerdos, que explicita que las condiciones mínimas de suelo libre es de 2,25 metros cuadrados por cerdo cuando el habitáculo contiene de 6 a 39 individuos (los
verracos, 6 metros cuadrados/animal). La explotación que no cumpla la normativa, a fecha del 1 de enero de 2013, será bloqueada, no dando ninguna prórroga ni periodo de adaptación.

Real Decreto-Ley 14/2012 de recortes en educación del Ministro Wert, por el que se aumentan las ratios, es decir, más alumnos por metro cuadrado (1,5 m2 por niño): en primaria hasta 30 alumnos por aula, en secundaria hasta 33 alumnos (pudiendo llegar hasta 36) y en bachillerato, hasta 39 (pudiendo llegar a 40 y tantos alumnos por aula).
En definitiva que los animales de granja disponen de más metros cuadrados que los alumnos del sistema educativo español. Sin duda que los animales (cerdos, gallinas ponedoras, vacas…) tienen el derecho a ser tratados con dignidad, en eso hemos avanzado mucho y lo celebro. Sin embargo no parece que el bienestar de los alumnos importe mucho a este gobierno, pues mientras que mejoran las condiciones de espacio de cerdos y gallinas, empeoran las de nuestros escolares que son el futuro del país.

sábado, 19 de mayo de 2012

Yo estudié en la pública

La verdad es que yo no estudié en la pública, pero me hubiese gustado.

viernes, 18 de mayo de 2012

La solfónica del 15M

domingo, 1 de abril de 2012

Mentiras sobre la huelga general


El piquete empresarial
JOAQUÍN SÁNCHEZ

Siempre que hay una huelga general sale a relucir de una manera virulenta el debate de los piquetes obreros, a los que se les acusa de coercitivos e innecesarios porque si son piquetes informativos, hoy en día hay suficientes medios de comunicación para que los obreros de cualquier ámbito laboral estén informados y, por tanto, no son necesarios. Desde instancias gubernamentales se insiste que si existe el derecho a la huelga también existe el derecho a trabajar y que la huelga se debe llevar a cabo en el ejercicio de la libertad individual y se debe garantizar el derecho a trabajar.
Pero curiosamente no se habla nada de los piquetes empresariales que funcionan desde el mismo instante en que se anuncia una huelga general, y éstos sí que son tremendamente coercitivos e informan que el que vaya a hacer huelga será despedido o no se le renovará su contrato. Además, se hace con nocturnidad, es decir, de una manera individual y sin testigos. El poder económico tiene medios suficientes para imponer su amenaza; ejercer el derecho a la huelga va a conllevar la pérdida del empleo o hacer la vida imposible al empleado en su lugar de trabajo.
El piquete empresarial tiene mayor fuerza porque ha logrado fragmentar el mundo del trabajo, unido a la precariedad, utilizando el chantaje de si no te renuevo el contrato cómo vas a alimentar a tus hijos o pagar la vivienda. Un piquete obrero puede interrumpir una labor durante horas, pero no destruye la vida de personas.
El piquete empresarial actúa desde el anonimato y sin presencia policial. La Policía está a las puertas, según dicen, para proteger el derecho a trabajar, pero ¿por qué no están dentro para proteger el derecho a la huelga? Vigilan los piquetes obreros y permiten que los piquetes empresariales actúen desde una impunidad escandalosa. ¿Por qué desde instancias gubernamentales no se dice a los empresarios que no coaccionen a los obreros para que puedan ejercer libremente su derecho a la huelga? Como es habitual, los Gobiernos se muestran sumisos al poder económico.
Precisamente esta reforma laboral va a dejar a la clase trabajadora en una precariedad y flexibilidad que implica claramente una situación de explotación y opresión, que va a dificultar aún más el derecho a la huelga, porque si te dejan sin trabajo te arruinan la vida, no sólo económicamente sino también familiar y personalmente.
Mientras los piquetes empresariales están actuando sin ninguna cortapisa desde el día que se rumoreaba que habría huelga general, y sin ningún debate mediático, se está poniendo el acento en los piquetes obreros, que intentaremos —lo digo en plural porque si Dios quiere participaré desde la no-violencia—, decir que el movimiento obrero es un movimiento para la lucha por la justicia social y en defensa de los derechos laborales y sociales y, no me cansaré de insistir, para crear una humanidad de todos y para todos.
Es verdad que hay muchas dificultades para que una huelga general salga bien, porque existe trabajo precario, situaciones de explotación, chantaje de los piquetes empresariales y el hecho de que quitan ese día de sueldo, y hay muchos que no se lo pueden permitir, la amenaza velada de que los Cuerpos de Seguridad van a ´dar goma´… pero es necesario que ante leyes como la de esta reforma laboral protestemos y salgamos a la calle si queremos que las generaciones venideras tenga un futuro digno. Yo no tengo hijos, pero participaré en la huelga general porque no creo, mejor dicho, no quiero una humanidad gobernada por personas que a través de corporaciones e instituciones financieras, políticas… hacen bandera de la codicia, de la avaricia, la ambición, la lujuria, la gula y la vihttp://www.blogger.com/img/blank.gifolencia, una forma de actuar que destruye al ser humano y a la naturaleza.
Posdata. Hay cristianos católicos que echan pestes de los sindicatos —son antisindicatos— de las huelgas, de la protesta social, de reivindicar la justicia social porque les suena a izquierda. Sólo recordarles que la Doctrina Social de la Iglesia defiende y valora a los sindicatos, defiende el derecho a la huelga y la protesta social y anima a luchar por la justicia social. Esto también es de catecismo.
Joaquín Sánchez es miembro de HOAC y sacerdote

Decálogo de mentiras sobre la huelga general

jueves, 26 de enero de 2012

¡Leer es divertido! (El asesinato de la profesora de lengua, Jordi Sierra i Fabra)



Enero 2024

Por lo visto, he cometido un error gravísimo en el blog. Rreproduje un fragmento del libro El asesinato de la profesora de lengua bajo el título ¡Leer es divertido! que había utilizado en clase para llamar la atención de mis alumnos de 3ª de la ESO e incitarles a comprar el libro y a leérselo. Fue todo un éxito y decidí incluirlo por si servía de ayuda a otros profes. No me ha quedado otra que retirar parte de la entrada porque no he conseguido saber si el error está en copiar el texto o en los enlaces que incluía. Nada más lejos de mi intención que infringir los derechos de autor de mi admirado Jordi Serra i Fabra cuando yo solo pretendía darle publicidad. 

 Blogger ha recibido la notificación de una presunta infracción de determinados contenidos de tu blog, que infringirían los derechos de autor de otros contemplados en la ley estadounidense de protección de los derechos de autor (Digital Millenium Copyright Act o DMCA). Como consecuencia, hemos cambiado el estado de tu entrada o entradas por "borrador" (si no lo hiciéramos, podrían demandarnos por infracción de derechos de autor aunque no se fundamente.

No puedo citar la página porque el libro ya no lo tengo, pero si hago un pequeño rsumen. Las regañiñas eran por las faltas de ortografía, porque no se habían leído el libro, porque copian literalmente de internet, porque son listos pero muy vagos, porque se están jugando el futuro. En definitiva, leer es divertido y os hará mejores personas, más responsables y válidas. 

Esto fue lo que escribí el 26/1/12

El asesinato de la profesora de lengua, autor: Jordi Sierra y Fabra. (Grupo Anaya Comercial, 30/04/2007 - 168 páginas). Ayer por casualidad cayó en mis manos este libro en la biblioteca del instituto, pensé que era otro de los libros en los que unos alumnos se cargan a la pesada de su profesora; pero no, era la profesora la que elabora toda una estrategia de juegos verbales y numéricos para conseguir su entusiasmo. La profesora de lengua, Soledad, está harta de que sus alumnos no se esfuercen en clase. Su desesperación ha llegado a tal límite, que les comunica una seria noticia: antes de acabar el día, asesinará a uno de ellos, si no consiguen detenerla antes. A los alumnos les va la vida en ello, así que no perderán un solo segundo. La búsqueda ha comenzado.

No he podido resistir la tentación de copiar un fragmento con el que me siento muy identificada porque es muy parecido a las regañinas que les he soltado a mis alumnos año tras año.

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lunes, 23 de enero de 2012

F.J. Bastida: Artículo sobre el funcionarado y los políticos

Por fin una argumentación por la vía adecuada:

FRANCISCO J. BASTIDA CATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
Con el funcionariado está sucediendo lo mismo que con la crisis económica. Las
víctimas son presentadas como culpables y los auténticos culpables se valen
de su poder para desviar responsabilidades, metiéndoles mano al bolsillo y
al horario laboral de quienes inútilmente proclaman su inocencia. Aquí, con
el agravante de que al ser unas víctimas selectivas, personas que trabajan
para la Administración pública, el resto de la sociedad también las pone en
el punto de mira, como parte de la deuda que se le ha venido encima y no
como una parte más de quienes sufren la crisis. La bajada salarial y el
incremento de jornada de los funcionarios se aplaude de manera
inmisericorde, con la satisfecha sonrisa de los gobernantes por ver
ratificada su decisión.
Detrás de todo ello hay una ignorancia supina del origen del funcionariado.
Se envidia de su status -y por eso se critica- la estabilidad que ofrece en
el empleo, lo cual en tiempos de paro y de precariedad laboral es
comprensible; pero esta permanencia tiene su razón de ser en la garantía de
independencia de la Administración respecto de quien gobierne en cada
momento; una garantía que es clave en el Estado de derecho. En coherencia,
se establece constitucionalmente la igualdad de acceso a la función pública,
conforme al mérito y a la capacidad de los concursantes. La expresión de
ganar una plaza «en propiedad» responde a la idea de que al funcionario no
se le puede «expropiar» o privar de su empleo público, sino en los casos
legalmente previstos y nunca por capricho del político de turno. Cierto que
no pocos funcionarios consideran esa «propiedad» en términos patrimoniales y
no funcionales y se apoyan en ella para un escaso rendimiento laboral, a
veces con el beneplácito sindical; pero esto es corregible mediante la
inspección, sin tener que alterar aquella garantía del Estado de derecho.
Los que más contribuyen al desprecio de la profesionalidad del funcionariado
son los políticos cuando acceden al poder. Están tan acostumbrados a medrar
en el partido a base de lealtades y sumisiones personales, que cuando llegan
a gobernar no se fían de los funcionarios que se encuentran. Con frecuencia
los ven como un obstáculo a sus decisiones, como burócratas que ponen
objeciones y controles legales a quienes piensan que no deberían tener
límites por ser representantes de la soberanía popular. En caso de
conflicto, la lealtad del funcionario a la ley y a su función pública llega
a interpretarse por el gobernante como una deslealtad personal hacia él e
incluso como una oculta estrategia al servicio de la oposición. Para evitar
tal escollo han surgido, cada vez en mayor número, los cargos de confianza
al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha
provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios,
lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para
acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una
consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un
funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los
gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la
convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso
en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la
Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la
corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para
atajarla.
Estos gobernantes de todos los colores políticos, pero sobre todo los que se
tildan de liberales, son los que, tras la perversión causada por ellos
mismos en la función pública, arremeten contra la tropa funcionarial, sea
personal sanitario, docente o puramente administrativo. Si la crisis es
general, no es comprensible que se rebaje el sueldo sólo a los funcionarios
y, si lo que se quiere es gravar a los que tienen un empleo, debería ser una
medida general para todos los que perciben rentas por el trabajo sean de
fuente pública o privada. Con todo, lo más sangrante no es el recorte
económico en el salario del funcionario, sino el insulto personal a su
dignidad. Pretender que trabaje media hora más al día no resuelve ningún
problema básico ni ahorra puestos de trabajo, pero sirve para señalarle como
persona poco productiva. Reducir los llamados «moscosos» o días de libre
disposición -que nacieron en parte como un complemento salarial en especie
ante la pérdida de poder adquisitivo- no alivia en nada a la Administración,
ya que jamás se ha contratado a una persona para sustituir a quien disfruta
de esos días, pues se reparte el trabajo entre los compañeros. La medida
sólo sirve para crispar y desmotivar a un personal que, además de ver cómo
se le rebaja su sueldo, tiene que soportar que los gobernantes lo
estigmaticen como una carga para salir de la crisis. Pura demagogia para
dividir a los paganos. En contraste, los políticos en el poder no renuncian
a sus asesores ni a ninguno de sus generosos y múltiples emolumentos y
prebendas, que en la mayoría de los casos jamás tendrían ni en la
Administración ni en la empresa privada si sólo se valorasen su mérito y
capacidad. Y lo grave es que no hay propósito de enmienda. No se engañen, la
crisis no ha corregido los malos hábitos; todo lo más, los ha frenado por
falta de financiación o, simplemente, ha forzado a practicarlos de manera
más discreta.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Fiesta de jubilatas (11/11/11)


El 11/11/11 Charo Encinas y Ester Landaburu se jubilaron. Son tan generosas que nos invitaron a una cena a los que seguimos en el tajo con dos horas más clavadas como puñales.
Toñí Olcina les escribió estas letras que cantamos entre lágrimas de risa y envidia.

VIVIR ASÍ


Este curso los sesenta ya cumplió
y al fin su sueño alcanzó:
la anhelada jubilación.
Siempre gastando en los demás
todos los euros que cobraba
y por eso no se jubilaba.
Mas ya lo consiguió,
el curre se acabó
y así ha cambiado el rumbó de su historia.
Su patrimonio valoró
y con alegría comprobó
que podría apañarse con la nómina.

Vivir así, ¡ay que subidón!,
se acabó ya la mala vida,
no pensar más este año a qué centro me destinan.
Lo merecía.

Vivir así, mola mogollón.
No pensar en oposiciones
ni en más listas
ni en más ciclos, ni evaluaciones.
Lo merecía.

LIBRE
Tiene apenas los sesenta
y ya está
Cansada de gastar
la suela de las adidas cada día
yendo a trabajar.
Correteando por el patio sin resuello
con la ESO detrás,
enseñando a hacer el pino y a dar saltos
a esa panda de gagas.

Libre,
No ponerse el puto chándal
en la vida nunca más...
Libre
No tener más tutorías que llevar
ni actas que firmar.
Libre sin ver la cara al dire
y además
de no ir a trabajar
pasarse sin cesar
todo el día en “los chinos”
P´a comprar.

Que gustito cada día
en la cama
quedarse a retozar.
ahora ya no tiene prisa para nada
ni quien se la meta.

LA FELICIDAD
Antes nunca estuve
Así de relajada,
no hay que madrugar
no hay que corregir.
Me siento en la gloria
y nada estresada,
tirada a la bartola.
Esto si es vivir.
La jubilación o o o on
me ha llegado ya a a a a
y mi corazón o o o on
se ha puesto a bailar a a a ar.

La jubilación o o o on
ee la ha dado el MEC e e e ec
que satifacción o o o on
sin nada que hacer.

No pensé que nunca
llegara el momento
de cobrar la nomina
sin mover un dedo.
Moríos de envidia
los pringaos que ahora
ganáis menos pelas
currrando más horas.
La Esperanza a mí i i i i
no me va a explotar a a a ar
porque en el instituto o o o o
no vuelvo a pisar a a a ar
ni un puto claustro más
ni una evaluación.
No doy palo al agua.
Y estoy como Dios,
Gracias a la jubilación.

Narciso Gallego, nuestro cronista oficial,nos sorprendió con un brindis final de acertados versos:
Que el mercurio se detenga y no marque las temperaturas.
Que la nieve detenga su acometidas invernales.
Que los aeropuertos cancelen todas las expectativas: Charo y Ester se jubilan.
Jubilarse, gritos salvajes, fuertes, de alegría, según los latinos que de esto sabían.
Enredarse con la vida girar sobre si mismo,
Para que nos podáis mirar, no ver, siempre.
Tal como éramos, famosa película. Robert Redford, guapo, ¿verdad?
Y nos mantengamos siempre así:
Que a Eduardo le cueste tanto salir de casa,
Viky mantenga su intensa serenidad,
Ángeles admita al fin que este puede ser un gran día,
Chuchi ensanche aún más la bondad de sus ojos,
Paloma siga siempre teniendo razón,
Lidia nos proteja con su optimismo serio,
Toñi dude y dude hasta que definitivamente deje de ser invisible,
Nieves siga siendo tan hermosa, a pesar de ella,
Carnen siga creciendo por dentro, no sus piernas,
José Luis dé vacaciones a sus no sé, no sé,
Reme, qué decir, nos confirme cada día la belleza,
Oigáis siempre la risa de Blanca,
Suene siempre el silbido reparador de Jose,
Veáis multiplicada la elegancia de Aurora,
Charo se quede tranquila porque Narci la seguirá saludando,
Ester siga comprobando lo conjuntado que va Narci, ¡esos calcetines!
De manera que nos sigáis acompañando en este paisaje que vamos construyendo cada día: la amistad y la memoria.
Amor y paz os acompañen.

¡Gracias por vuestra amistad y por los ratos que hemos pasado juntos! ¡Viva el jodío Jovellanos!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Votar con la camiseta verde (surrealismo puro)


En este día tan señalado, comienzo a vestirme para la convocatoria que todos tenemos en mente (20 Noviembre Elecciones Generales). No encuentro mi camiseta verde, claro, que recuerdo que me la puse el jueves pasado ya que fui servicio mínimo en mi Escuela y por lo tanto, está sucia en el trabajo.... jooo. Pero encuentro otra del mismo color la cual también me viene como anillo al dedo, ya que es la de la "Junta de Portavoces" y en la espalda nos recuerda: Educación, Infancia, Escuela, Dignidad, Derechos,Pública y Respeto. ¡¡¡Genial ya la tengo!!!
Salgo de camino al colegio electoral en el barrio de Villa de Vallecas(C.P Honduras) en compañía de mi hijo y de mi marido. Llegamos allí, y sin pensarlo ni un minuto, me quito la chaqueta y me quedo en verde.
La policía municipal de la puerta me persigue por todo el recinto, y me comunica:"Señora, Usted no va a poder votar". Le contesto que por qué y me dice que no puedo vestir de ese color...Empezamos a discutir frente a las miradas de unas 60 personas aproximadamente. Yo me coloco en la fila para realizar mi voto, mientras este individuo consulta al presidente de la mesa y me comunican que no puedo votar. Yo me mantengo en mi posición y me quedo donde estoy. En ese momento, aparece un policía municipal en compañía de otro policía nacional el cual empieza a decirme lo mismo, e insisten en que yo me puedo manifestar otros días del año y que hoy no, yo insisto en que no me estoy manifestando que solamente voy a votar vestida como quiero. Yo les pregunto que en el caso de llegar a la mesa y el presidente de la misma no me dejase votar, si me arrestarían por votar en "sujetador" porque evidentemente no llevo nada debajo de dicha camiseta. Me contestan que no pasaría nada que cada uno lo hace como quiere,¿entonces por qué con camiseta verde no?.
Seguimos discutiendo, mi marido empieza a decirles que no llevo nada de propaganda hacia ningún partido político y que estoy en pleno derecho de votar, que si seguimos así denunciaremos al presidente de la mesa electoral.
Las miradas se dirigen hacia nosotros y las personas allí presentes no entienden los motivos del por qué, se enfadan también con la situación haciendo comentarios como: "vaya democracia", "la señora tiene razón", "cada uno se viste como quiere"... Hasta me fijo que una señora mayor delante de nosotros se vuelve hacia mi hijo de 8 años y le dice:"aprende hijo, aprende ahora". Un señor anónimo reprende a los policías su actuación. Yo acalorada, (realmente me hubiera quitado la camiseta sin
ningún pudor), mi marido discutiendo y todo el mundo expectante con la que se estaba formando allí.
Llega el momento de ejercer mi voto, y los de la mesa cuchichean entre ellos: "Es la de la camiseta". El presidente me recrimina e insiste en que no puedo llevarla y yo con toda la educación recibida hasta el día de hoy, le informo que son los miembros de la mesa los que no pueden llevarla pero que yo como votante sí. Además, le insisto en que no tengo ningún problema en que mi marido saque el móvil y grabe porque soy capaz de quitarme la camiseta y votaré en sujetador. Todo el mundo se queda quieto, expectante yde pronto el presidente recula y me dice: "VOTE".
La gente sonríe tan satisfecha como yo. Entonces salgo en compañía de mi marido y de mi hijo como cuando llegué, más cuatro policías que me acompañan hasta la puerta muy amables ya y comentando que no es nada personal hacia mí...ja,ja!!!
En la calle todo el mundo comenta lo sucedido y lo bien que lo habíamos hecho. Yo por mi parte, me siento agradecida enormemente a todos los que lo han vivido, a todos los que en ese momento me han defendido, a todos los que se han enfrentado a esos policías para recriminarles su actitud, a todos los que como yo y mi familia, creemos en la democracia y queremos ejercer nuestros derecho a voto.
Solo decir una cosa, tras este pequeño pero gran incidente, yo hoy me siento mucho más respaldada, mucho más fuerte a todo lo que nos vendrá a partir de mañana, me siento, desde luego, mucho más verde, con mucha más ilusión en lo que yo creo, amo y trabajo cada días: LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

Educadora en Escuela Infantil Pública de la Comunidad de Madrid.