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lunes, 11 de septiembre de 2017

Los escritores guapos o qué tiene que ver el culo con las témporas

Soy una cotilla, me gusta saber la vida y milagros (incluida foto) de los escritores, porque creo que esos datos influyen en su obra y los acercan a sus posibles lectores. Confieso que admiré los ojos de Paul Auster, la facha (sinónimo de figura) canalla de Vargas Llosa y el atractivo de José Angel Mañas, porque la inteligencia no estuvo nunca reñida con la belleza y a nadie le amarga un dulce. Pero nunca compré un libro porque el autor de la solapa fuera atractivo, ni imaginé que hubiese una lista de escritores sexies. Y es que el culto al cuerpo y las nuevas modas están haciendo de la cultura una feria de vanidades. Lo que antes era lo de menos, ahora se ha convertido en lo más.
Por casualidad he encontrado tres listas de escritores atractivos que incluyen tanto extranjeros como españoles, conocidos y desconocidos. La primera contiene 11 escritores en Vanity fair, elaborada por Guillermo Alonso en 2015; la segunda, 41, en la revista En femenino  por Emilio Ruiz; y la última, 20, en El mundo, por Jesús del Río, Sant Jordi 2016: los escritores más sexies que nos animan a disfrutar las imágenes y a no leer: "Usted está aquí porque acaba de comprobar que hay escritores con bíceps, con miradas irresistibles (y no nos referimos a su mirada sobre el mundo) y con unos peinados que harían palidecer a los que se dicen expertos en grooming masculino". Para hacerse una idea reproduzco la foto de Pierce Brown, conocido por la saga Red Rising y, lo más importante, porque un día haciendo senderismo se quitó la camiseta y arrasó en Instagram. Vamos que podría haber aspirado al título de Mister Universo.
Al principio pensé que incluirían también a mujeres escritoras. Craso error, la lista refleja las trampas del lenguaje contra las que tanto luchamos las feministas: el masculino no engloba al femenino. No hay mujeres como no las hay en la última foto del Poder Judicial, haberlas "hailas", pero no llegan nunca a jugar en primera división. En segundo lugar, pensé que estarían elaboradas por y para mujeres y no es así, dada la complacencia en las descripciones, están realizadas por hombres supuestamente gays para revistas supuestamente femeninas.
Llamadme antigua pero me parece ridículo que los escritores se hayan convertido solo por su físico en las nuevas estrellas. Se ha confundido el culo con las témporas, expresión metonímica que alude a personas que mezclan cosas muy dispares entre sí y que. a la luz de una nueva etimología, significa unir funciones inteligentes y elevadas propias de la cabeza con otras más vulgares. Pero es innegable que toda esta estrategia de ventas acercará a algunos escritores al gran público, serán halagados, firmaran más libros, sus conferencias estarán más concurridas y adornarán cualquier tertulia televisiva.
Al final me alegro de que la lista no incluya mujeres escritoras.

jueves, 31 de agosto de 2017

Calendario literario (Septiembre 2017) de Juan Bautista

Fiel a la cita, aquí tenéis el calendario del mes de septiembre.
Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y, después, debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:

El documento de slideshare es solo para consultar o fotocopiar:



lunes, 31 de julio de 2017

Calendario literario (julio y agosto 2017) de Juan Bautista

Ya tenemos el calendario del mes de julio.   
Julio 2017 by on Scribd

Y de agosto:
Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y, después, debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:

domingo, 30 de julio de 2017

Prólogos y prologuistas

La mayor parte de nuestros alumnos se salta los prólogos y van directamente al contenido perdiéndose así la explicación racional o emocional de la obra. Por eso conviene darles importancia en las clases de Literatura para que les sirvan de provecho e incluso utilizarlos como modelo de creación para elaborar un trabajo.
El prólogo (del griego πρόλογος prólogos, de pro: ‘antes y hacia’ (en favor de), y lógos: ‘palabra, discurso’) es una de las partes preliminares de la estructura de un libro, aunque su escritura siempre es posterior. No es necesario y no debe ser extenso. Es la explicación racional de la obra, una introducción que permite ubicar al lector en lo que va a encontrar a continuación, donde se justifica su composición, se explica la estructura y los criterios que se tomaron en cuenta para el desarrollo del escrito. La mayoría de los libros tienen un solo prólogo, aunque en cada reimpresión o reedición se le puede agregar uno nuevo.  Puede estar escrito por el propio autor o por un experto, un estudioso, un conocedor o un entusiasta del tema y sus funciones pueden ser variadas:
•             Realizar una crítica literaria sobre el autor.
•             Presentar al público la obra de un autor desconocido.
•             Orientar al lector acerca de las modificaciones que ha sufrido una obra, como ampliaciones, supresiones, actualizaciones, el marco teórico utilizado.
•             Como agradecimiento para recordar a todos aquellos que participaron e hicieron posible la obra y explicar el mérito que ostenta.
El prólogo desde la Edad Media era una modalidad literaria establecida llena de códigos y tópicos repetidos que persiguen captar la benevolencia del lector (captatio benevolentiae) mediante la humilitas, el recurso a la novedad, el aval de autores de renombre. Solo hasta hace muy poco ha empezado a ser estudiado como género literario, casi como un texto de ficción que puede permitirse un lenguaje distendido. Ricardo Cuéllar Valencia, en su artículo “El prólogo como género literario y consideraciones en torno a los prólogos de Miguel de Cervantes”, diferencia cuatro tipos: presentativos, preceptivos, doctrinales y afectivos.
Se ha escrito mucho sobre el prólogo y, como en todo, los hay buenos y malos; unos nos servirán para decidirnos a leer el libro y otros no deberían haberse escrito nunca. En cualquier caso, los prólogos son los preliminares necesarios para entrar en faena, el envoltorio que le da más prestancia al libro, aunque a algunos nos guste leerlos al final o saltárnoslos para que no nos condicionen su lectura, porque, sobre todo en las colecciones de los autores clásicos para estudiantes, son tan exhaustivos que nos cuentan hasta el argumento.

Cervantes:  crítica a los prólogos  
El autor de El Quijote se dirige a un “Desocupado lector”, el nuevo epíteto escoge un lector libre de prejuicios preceptistas y de los cánones dominantes.
Cervantes, que al parecer no consiguió que ningún escritor de prestigio le favoreciera con poesías en elogio del Quijote, con gran alborozo de Lope de Vega, satiriza cómicamente tal costumbre, insertando a continuación una serie de poesías burlescas firmadas por fabulosos personajes de los mismos libros de caballerías que se propone desacreditar. Con ellas, el lector de principios del XVII advertía inmediatamente que tenía entre manos una obra de declarada intención satírica y paródica.

Novelistas del siglo XIX: La cuestión palpitante
Los novelistas del siglo XIX fueron muy amigos de los prólogos nacidos al calor de los debates y las polémicas. Emilia Pardo Bazán llegó a escribir entre prólogos propios ajenos más de 100 en los que expone sus opiniones sobre aspectos de la vida  literaria, social y cultural de la época.

El no prólogo de Baroja a La colmena de Cela
Julio Caro, el sobrino de Pío Baroja, cuenta que Cela le pidió a su tío que prologase La colmena en 1941,  pero este le dijo que no al prólogo porque "no quería terminar en la cárcel a su edad". Cela lo aceptó de buen grado y hasta terminaron bebiendo un oporto.

Borges: Prólogo de prólogos
El libro Prólogo de prólogos con un prólogo reúne aquellos que Borges escribió durante más de 50 años sobre una diversa selección de autores y obras: de la poesía gauchesca de Ascasubi a la novela norteamericana, de Carlyle a Cervantes y Kafka, de Martín Fierro a Macbeth.

El prologuista nato: Vázquez Montalbán
La actividad de prologuista de Vázquez Montalbán es legendaria. De hecho Juan Marsé se propuso una vez escribir un cuento en el que un señor entra en una librería y pide un libro no prologado por Vázquez Montalbán. A esta declaración de guerra Vázquez Montalbán contestó que escribiría otro cuento en el que un señor entra en una librería y pide un libro prologado por Juan Marsé, que es un no-prologuista nato. Aquí se recogen algunos de estos prólogos, en el orden alfabético de los autores de los libros.

Tres prólogos de Vargas Llosa (La ciudad y los perros, La casa verde y Conversación en la catedral).


miércoles, 12 de julio de 2017

Ángel Guinda, poeta con glorieta


Han pasado ya nueve años desde que se grabaron estos vídeos en mi casa cuando Ángel Guinda estuvo con un grupo de exalumnos del IES Luis Buñuel de Alcorcón. Los he recogido aquí para que no caigan en el olvido.
El poeta amigo, profesor, joven entre los jóvenes, ángel fieramente humano, estuvo en su salsa contando anécdotas de su amor por la vida y, sobre todo, derrochando humor y transgresión. Todavía no era profeta en su tierra, no le habían dado el premio de las letras de Aragón (2010), ni tenía una glorieta en el zaragozano barrio del Actur (2017), ni se parecía tanto a Pablo Neruda como ahora. Detrás y delante de la cámara está David Francisco, ahora la mitad de Reyes David de Ediciones Pregunta
Todos los que tuvimos el privilegio de estar con él en el Buñuel deberíamos recoger firmas para que le pusieran su nombre al instituto porque siempre estuvimos hartos de que nos confundieran con el de IES Luis Buñuel de Móstoles. Total entre aragoneses anda el juego.


















También actuó como protagonista en el corto Me quedé aquí.

viernes, 30 de junio de 2017

Calendario literario (Julio de 2017) de Juan Bautista

Ya tenemos el calendario del mes de julio. El nombre de Gloria Fuertes está en rojo porque se cumple su centenario. 
Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y, después, debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:
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martes, 30 de mayo de 2017

Calendario literario de Juan Bautista (Junio 2017)

Ya tenemos el calendario del mes de junio. El calendario responde a un concepto claro de literatura universal, su autor lo explica muy bien: “Estoy muy en contra de un canon tan eurocentrista como el que nos hace conocer solo a franceses, ingleses, españoles claro, y quizás estadounidenses. Por eso busco a Bazov, patriarca de las letras búlgaras, o a Issa, o a Seth, o...”.

Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y después debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:

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domingo, 30 de abril de 2017

Calendario literario de Juan Bautista (Mayo 2017)

Ya tenemos el calendario del mes de mayo. 
Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y después debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:
https://onedrive.live.com/view.aspx?resid=CAA5316E09C544CC!233&ithint=file%2cdocx&app=Word&authkey=!AI_4wdFWBht2CNk

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viernes, 31 de marzo de 2017

Calendario literario de Juan Bautista (Abril 2017)

Ya tenemos el calendario del mes de abril. Yo lo espero con ansiedad porque siempre me hace conocer un autor desconocido o recordar a uno olvidado. Oír a los propios autores recitando sus poemas me pone la piel de gallina. 
Como ya sabéis, hay que pinchar en el enlace y después debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:
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martes, 28 de febrero de 2017

Calendario literario de Juan Bautista (Marzo 2017)

Hay que pinchar en el enlace y debajo de cada escritor para acceder a la información escrita y audiovisual:
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P.D. Hay una evidente errata el día 7, Perec, ha bailado el 8 por el 9 en la fecha de su nacimiento. Y otra en Gabriel Celaya, que murió en 1991 y nació el 18 de marzo de 1911.


martes, 7 de febrero de 2017

Trece heroínas literarias y las personas que las inspiraron

Artículo de Ángels S. Amorós en Librópatas.com
¿Quiénes fueron y por qué se inspiraron en ellas para crear una obra magna que todavía hoy perdura entre nosotros? En honor a ellas, a las protagonistas de las historias más leídas que, como vamos a demostrar, tienen un origen real que resulta necesario conocer para apreciar todavía más si cabe la obra y reconocer las verdaderas artífices de la gloria que elevó a sus creadores al universo literario de los clásicos. Beatriz, Julieta, Dulcinea, Margarita Gautier, Emma Bovary, Alicia, Jo March, Dorothy, La Maga...

En la foto Edith Aron, La Maga


martes, 31 de enero de 2017

Calendario literario de Juan Bautista (Febrero 2017)

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jueves, 5 de enero de 2017

Calendario literario (enero 2017) de Juan Bautista

He tenido la gran suerte de que Juan Bautista me haya regalado por reyes el calendario literario de enero del 2017 que ha elaborado con gran trabajo y mucho gusto. Para aprender, para recordar, para utilizarlo en las clases, para enviárselo a los amigos...
Se puede imprimir y clavar en un corcho. Esperaremos las próximas entregas.
Hay que pinchar en el enlace y debajo de cada escritor para acceder a la información audiovisual.

https://docs.google.com/document/d/1YDCjk_caK5OXVa3IkvhWOc6E1FFTDfioQKWjar5o1r8/edit?usp=sharing


miércoles, 14 de diciembre de 2016

La experiencia de la poesía, Ángel Guinda


jueves, 10 de noviembre de 2016

En la era de la prosa cipotuda, Iñigo F. Lomana

 Hoy, hojeando la prensa, he encontrado un nuevo concepto: prosa cipotuda, caracterizada por la virilidad y la rimbombancia. Parece ser que Arturo Pérez-Reverte, Manuel Jabois, Juan Tallón y Antonio Lucas, son exponentes de esta prosa. Falcó -personaje que da título a la nueva novela de Pérez Reverte, ambientada en la guerra civil- encarna al héroe más cipotudo que rebosa mujeres, alcohol, armas, testiculario y equidistancia ideológica. Dicho con otras palabras, machismo puro, el rayo que no cesa.
En su artículo, Iñigo F. Lomana analiza con humor este estilo que poco tiene de nuevo, salvo su adjetivo.



lunes, 20 de junio de 2016

Novelistas buenos y malos, Pablo Ladrón de Guevara

La literatura nunca le ha gustado a la Iglesia. Primero fue el «Índice de libros prohibidos», o «Index librorum prohibitorum et expurgatorum», y luego, cuando este desapareció o cayó en desuso, algunos clérigos publicaron unos cuantos libros para tratar de salvar nuestras almas impidiéndonos leer cualquier libro importante. Hoy esos libros son un documento impagable para conocer de primera mano las obsesiones, manías y fobias de estos censores que solo pueden mover a risa a un lector del siglo XXI. Entre estos libros destacan el del franciscano Amado de Cristo Burguera, Lecturas nocivas y lecturas útiles, y sobre todo el de Pablo Ladrón de Guevara (1861-1935) que condenaba a sus lectores a no poder leer prácticamente ningún libro importante. Este jesuita escribió en  1910, en Colombia, un famoso libro en el que atacaba, no desde un punto de vista literario sino con criterios exclusivamente morales, ideológicos y conservadores, toda la narrativa progresista extranjera, española e hispanoamericana: Novelistas malos y buenos juzgados en orden de naciones, 288 españoles, 97 hispanoamericanos, 24 portugueses, 65 italianos, 1178 franceses, 148 ingleses, 28 alemanes, 65 rusos, belgas, escandinavos y cuya cuarta edición (1933) recogía más de 3000 autores que nunca leyó y demonizó usando los adjetivos: inmundo, impío, herético, abominable, incrédulo, blasfemo, hediondo, inmoral, obsceno, deshonesto, lascivo, lujurioso, indecente, cínico, voluptuoso, sensual, aberrante...
En esta obra ataca entre otros a Azorín (que luego fue conservador) llamándolo “no recomendable por las ideas” y sobre todo a Pío Baroja, al que "no le cuadra el nombre de Pío, sino de impío, clerófobo y deshonesto” y cuya novela El árbol de la ciencia calificó de “inmoral, de malas ideas, desesperante y el remedio es el suicidio”. De su Camino de perfección indicó que era un libro “inmoral, blasfemo, hay pasajes deshonestos, da coces contra un colegio de monjas y sobre todo contra obispos, canónigos y curas; es brutal; contra los ejercicios de San Ignacio también se dispara”. No se salvaba de la quema ni Pedro Antonio de Alarcón, a pesar de que escribió a favor de los jesuitas y de que incluso tenía un hijo en la Compañía de Jesús, del que aseguraba que producía en los jóvenes tal «calentura infernal» que les conducía a caer en pecado mortal, ni Rubén Darío («muy malo en ideas y en moral»); La Regenta le parecía llena de «porquerías, vulgaridades y cinismos» y el Guzmán de Alfarache, de pasajes inmorales y deshonestos."
Los escritores extranjeros tampoco se libraban de su dedo implacable y justiciero:
Hugo, Víctor (1802-1885). De  Besanzón. Poeta dramático, novelista. Anduvo de muchacho con su padre, general de Napoleón, por España e Italia. En su prosa y versos abundan las blasfemias, las calumnias contra la iglesia, contra el papa, obispos y clero. Con frecuencia habla de modo que parece un loco, o más bien poseído del demonio. Muy inmoral y fatalista.
Maupassant, Guy de (1850- 1893) Nació en el Castillo de Miromesnil y murió en París después de dos años de enfermedad y locura, habiéndose antes dado al espiritismo. Discípulo del tan deshonesto Flaubert, se distingue por una falta completa de sentido moral y por un pesimismo que lleva a la desolación y el desconsuelo del alma. Realista extraordinariamente sensual, licencioso y, con frecuencia, bestial.
En fin, como  afirmaba Luis Carandell, "una excelente guía literaria al revés". Creo que los que amamos la literatura debemos estar agradecidos al padre Ladrón de Guevara, porque no hay nada mejor que prohíban un libro para que te entren unas ganas tremendas de leerlo y así condenarte al infierno poblado de gente tan interesante como esos escritores. En mi infancia me llegaron los ecos del impío don Pío y fue uno de los primeros autores que leí en la adolescencia.

Pincha para descargar el libro en pdf

domingo, 19 de junio de 2016

Evitables enemigos

Tiene razón Fernando Savater (Mi inevitable enemigo) cuando afirma que los amigos puede uno elegirlos, pero en cuestión de enemigos hay que resignarse con lo que nos toca en la pedrea. Lo que me sorprende es que su anónimo enemigo sea un escritor que escribe habitualmente en un periódico de referencia y que la causa sea política. Savater se queja porque su reconocible enemigo no considera el separatismo como el peor problema de la ciudadanía en España y en vez de razonarlo, arremete contra él de forma irreflexiva, acusándole de "ser un fiero jabalí de la izquierda que no da una a derechas" y, de paso, reparte mandobles a su mujer, "torrencial novelista".
Pensé que las polémicas entre escritores pertenecían a siglos pasados, que ya habíamos superado el maniqueísmo absurdo, el cainismo y el empecinamiento cerril que ha caracterizado el vivir hispano desde hace siglos. Los dos pertenecen a partidos políticos dispares en la opinión sobre el tema de la unidad de España y están en su derecho, lo que no invalida otras facetas de su pensamiento.  No conozco el libro del denostado enemigo que pertenece a la estirpe del padre Ladrón de Guevara,  pero lo que si sé es que este visceral artículo no debería haber sido escrito por un filósofo al que admiro. Un eslabón más en la campaña "Todos contra Unidos Podemos". Un poco de cordura, por favor.

P:D.Un ejemplo más de escritores a la greña, a los que se suman los académicos Pérez Reverte y Francisco Rico en el mes de octubre.

lunes, 2 de mayo de 2016

Lectores y escritores a la carta



Mi padre, en Madrid, en el año 68, estableció una breve relación epistolar identificadora con el escritor Baltasar Porcel, que vivía en Barcelona, cuando empezaba a ser reconocido. Y no me he podido resistir a fotocopiar una carta manuscrita para que sirva de ilustración a esta entrada. 

Cuando acabamos un libro de esos que te dejan huella, nos encantaría darle la enhorabuena al autor, preguntarle determinadas dudas, debatir con él; pero la mayoría nos cortamos, solo unos pocos se atreven a establecer una comunicación más cercana. Los autores para darse a conocer acceden a las imposiciones de las editoriales, tanto por razones económicas como por vanidad, en presentaciones de libros, encuentros literarios, conferencias y ferias de librosTradicionalmente, el máximo contacto que podía tener un lector con un escritor consistía en asistir a una firma de libros y pasarle el ejemplar del mismo para que se lo dedicase; y si había suerte, hacerse una foto. Si el admirador se hacía con la dirección del escritor, se establecía una relación epistolar más o menos intensa, sobre todo si el lector era a su vez un escritor en ciernes. Conviene recordar que los escritores no son nadie sin sus lectores y que empezaron leyendo a otros; aunque algunos escritores consagrados odian estas costumbres. Todos nos acordamos de Fernando Fernán Gómez, harto de estar harto, casi al final de su vida, mandando a la mierda a ese lector que le pedía una dedicatoria. En cualquier caso se cumple la máxima de que los escritores son responsables de los libros que escriben, nunca de sus lectores, el lector elige lo que lee, pero el escritor no puede elegir a sus lectores y a veces estos se convierten en una remora insufrible. Julio Llamazares lo explica muy bien en su artículo Aznar y yo" Aznar empezó a decir que su novela favorita era una mía, Luna de lobos, sobre los maquis, cosa que a mis vecinos y a algunos familiares muy lejanos les llenaba de satisfacción. Hasta me felicitaban por la calle en aquel tiempo sin saber que para mí la elección de Aznar, en vez de enorgullecerme, me llenaba de estupefacción ¿Cómo podía ser que alguien que representaba lo más opuesto a lo que yo pienso de la vida me tuviera entre sus autores preferidos y citara entre sus favoritas mi novela más roja y más radical?
Pero yo recuerdo al poeta Ángel Guinda emocionado en cada una de las presentaciones de sus libros de poesía, recibiendo el caluroso apoyo de sus compañeros y admiradores.  Rosa Montero en un encuentro de clubs de lectura en Asturias, comenzó haciendo un elogio a los lectores y dijo sentirse privilegiada: “Si calculas que una persona lee un libro a la semana desde los ocho años hasta los ochenta años, en su vida habrá podido leer ‘sólo’ 3.000 libros. Entonces teniendo en cuenta el poquísimo tiempo para leer de nuestras breves vidas incluso si lees mucho, teniendo en cuenta la cantidad de escritores que existen, que haya gente que me lea es una gran suerte. La historia de la literatura está llena de escritores que perdieron a sus lectores, que fracasaron, que no pudieron llegar a ser leídos y que se volvieron locos o hicieron de su vida un disparate o se suicidaron incluso y esto es así porque llegar al lector es fundamental para el escritor."
Gracias a internet, y sobre todo a las redes sociales, todo esto está cambiando, los encuentros son ahora digitales. El escritor Eloy Moreno explica muy bien esta nueva relación: " Creé un perfil en Facebook, para poder conocer de primera mano las opiniones de los lectores, para poder charlar con ellos. Otra consecuencia es que si la novela gusta, el boca a oreja "digital" es mucho más rápido que el tradicional, y en poco tiempo las opiniones de los lectores pueden conseguir que el libro empiece a funcionar, son ellos quienes deciden. En mi caso, he conseguido mantener una relación muy estrecha con todos los lectores, de hecho, en la última página de cada ejemplar escribí un agradecimiento a todos ellos. Siempre me han apoyado recomendando la novela, y yo siempre que puedo realizo acciones para compensarles por toda su ayuda."
 La web de Laura Gallego es aleccionadora por lo disuasoria y clara que es para establecer el contacto con sus admiradores, que parece que son legión y le piden lo mismo que a una estrella del rock:
1) Para los que quieren ser escritores, no está en mi mano leer y opinar sobre tus obras.
2) No envío fotos dedicadas.
3) No puede atenderte por correo electrónico.
4) Contesto a todo el mundo aunque tarde varios meses.

Recomiendo leer el artículo de La Nación Escritores a la carta, donde la autora, Silvina Dell´Isola recoge divertidas anécdotas de grandes escritores. Me quedo con la última: " A comienzos de la década del 30, al poeta español Juan Ramón Jiménez le llegó una carta de un admirador que le pedía consejo para los más de mil versos compuestos que tenía sin publicar: "Soñador, como tantos, quiero ir a Madrid. Abandonaré las cabras y con el escaso cobre que puedan darme tomaré el tren de aquí a una quincena de días para la corte. ¿Podría usted, dulcísimo Juan Ramón, recibirme en su casa y leer lo que le lleve? Hágalo por este pastor un poquito poeta, que se lo agradecerá eternamente." La firmaba un tal Miguel Hernández. Y con la reflexión final: " Benditas las distancias inventadas por los egos cuando dejan que el cariño las vuelva más cortas".

Menos mal que Miguel Hernández no tenía nada que ver con Annie Wilkes, la terrible protagonista de Misery de Stephen King,  una fanática admiradora que secuestra a Paul Sheldon, autor exitoso, y le obliga a escribir una novela más de su saga favorita.

Leer también Pérez Reverte Carta a una chica muerta 

martes, 23 de febrero de 2016

Las Sinsombrero de Tània Balló, documento imprescindible

'Las Sinsombrero' de Tània Balló nos muestra las historias olvidadas de las mujeres que formaron parte de la Generación del 27. Eran compañeras de Lorca, de Dalí, de Alberti. Eran las mujeres que en el Lyceum Club Femenino formaron un grupo paralelo, con la intención de, más que pedir un espacio en la sociedad, de agarrarlo, sabiendo que era suyo. En palabras de Maruja Mallo, una de las integrantes, "un día se nos ocurrió a Federico, a Dalí, a Margarita Manso y a mí quitarnos el sombrero porque decíamos que parecía que estábamos congestionando las ideas y, atravesando la Puerta del Sol, nos apedrearon llamándonos de todo".

Un resumen a modo de introducción del documental:


Se puede ver también integro en rtv.es a la carta de una hora de duración en vídeos imprescindibles:
Un resumen escrito aparece en el artículo de El Mundo de  Loreto Sánchez Seoane: 
Las mujeres en la Generación del 27: Ellas, el género neutro. 
Ver también el artículo de El Público:  Residencia para señoritas


domingo, 14 de febrero de 2016

Parejas de escritores


Las historias de amor de los personajes literarios son de todo tipo: trágicas, luminosas, cómicas, pasionales, imposibles, apacibles, singulares...  Pero los romances literarios también pueden ocurrir fuera de los libros: en las parejas de escritores. Ya hemos visto en otras entradas del blog que los escritores, como el resto de los humanos, son hipocondríacos, alcohólicos, propensos al suicidio, ególatras, difíciles de tratar y de convivir. Está claro que uno se enamora de quien tiene al lado y es común que los médicos se emparejen con los enfermeros, los jueces con los abogados, los profesores con profesoras y los escritores entre ellos. ¿Cómo será la convivencia entre escritores famosos? Si vivir en pareja es difícil, más complicado debe serlo cuando ambos son escritores, seres que se aíslan para llevar a cabo su labor creativa, unas veces tímidos, otras veces exhibicionistas, y la mayoría de las veces aquejados de celos literarios. No olvidemos que las mujeres entraron tarde en el oficio de escribir y muchas veces han sido silenciadas por sus pareja. sin que quede claro si es porque él tiene más talento o porque empezó a usarlo mucho antes, o porque la sociedad aprecia y paga más el trabajo del hombre que el de la mujer en cualquier terreno. Estos datos no suelen aparecer en los libros de literatura, tal vez respondan a cotilleos y curiosidad malsana, pero a mí me interesan porque explican cómo las relaciones de pareja han sido y son a menudo muy desiguales. Espero que las parejas igualitarias, en las que el escritor o escritora tiene a su lado a alguien con una profesión independiente y de parecido nivel, sean el modelo del futuro. 

Los casos más extraordinarios que me he encontrado son los de fagotización: el hombre se aprovecha de los escritos de la mujer como es el caso de Gregorio Martínez Sierra y María Lejárraga: el famoso era él, pero las obras que él firmaba las escribía su mujer, como esta reveló en sus memorias, Gregorio y yo. O el de las personas que entregan oscuramente su vida dejando de escribir para que otros brillen como hizo Zenobia Camprubí para ayudar a JR Jiménez. Sofia Tolstaia, se casó los a 18 años con Tolstoi, se ocupó de los 13 hijos que tuvieron, pasó a limpio las novelas del escritor, y escribió las suyas: ¿De quién fue la culpa? es un ajuste de cuentas.

La pareja más sorprendentes de la literatura española del XIX es la de los amantes Benito Pérez Galdós, padre soltero, y Emilia Pardo Bazán, separada y madre de tres hijos, que hemos conocido tarde porque sus descendientes escondieron las cartas que intercambiaron. Esta relación epistolar nos descubre los detalles de una fogosa relación, que duró más de veinte años, en la que se mezclaron los escarceos, la literatura, los celos y las encendidas disputas académicas y periodísticas de la época. Intensa y breve fue la relación de José Zorrilla con Emilia Serrano, periodista y gran viajera,la famosa Leila, nombre poético con el que la recordó en sus versos el vallisoletano para no descubrir su relación secreta. También se han escrito muchas páginas sobre la relación entre el viudo Antonio Machado y  Guiomar, pseudónimo de Pilar de Valderrama Alday,  poetisa y dramaturga española encuadrada en el postmodernismo, con la que se supone que mantuvo una relación más que epistolar entre 1928 y 1936.

 Algunos escritores cuando consiguen una cierta fama, abandonan a sus primeras esposas y rehacen su vida con mujeres más jóvenes que se dedican en cuerpo y alma al genio creador del marido. Después, viudas jóvenes con derechos de autor, escriben o amenazan con hacerlo sobre su vida en común, o publican libros a la sombra del autor como hizo Marina Castaño (Toda la soledad), viuda de Cela. María Kodama es más conocida por su relación con Borges, que define como un regalo de los dioses, que por sus trabajos de escritora, traductora y profesora de literatura. Lo mismo le ocurre a Pilar del Río que actualmente preside la Fundación José Saramago. Estas relaciones se dan también en parejas homosexuales, donde la mujer musa, secretaria, enfermera, está al servicio de una escritora, como en la Autobiografía de Alice B. Toklas que para liar más la situación es la escritora, Gertrude Stein, quien redacta la supuesta autobiografía de su amanteMi vida con Alberti (2023) es un libro de memorias de la última mujer del poeta, María Asunción Mateo, donde se defiende  contra el estereotipo de la viuda negra. 

Sigamos citando ejemplos de parejas literarias: Mary Wollstonecraft Godwin, autora (con solo 19 años) de la increíble novela gótica Frankenstein, y Percy Bysshe Shelley, poeta romántico inglés.A los veinte años la escritora feminista Rebeca West tuvo un hijo con el consagrado autor H.G. Wells de cuarenta y seis, la relación se prolongó diez complicados años.  El matrimonio formado por Leonard Woolf y Virginia Stephen (Woolf al casarse y para la posteridad). Aunque ella se suicidó (hundiéndose en un río con piedras en sus bolsillos), parece que fue la historia de un amor, si no feliz, profundo y leal. Otra pareja que tuvo un final parecido (con la diferencia de que la relación fue más breve, terminada en separación a causa de una infidelidad de él) fue la de los escritores Sylvia Plath y Ted Hugues. Con solo 30 años y dos hijos pequeños, Sylvia se quitó la vida en 1963 asfixiándose con gas en el horno de su casa. También, la mujer de Paul Celan padeció las infidelidades de su esposo con la poeta Ingeborg BachmanEn algunos casos extraños, solo ella ha pasado a la historia, como Colette, que cuando se casó con Willy (Henry Gauthier-Villars), era una desconocida jovencita. Él, un novelista muy popular, firmó los primeros libros de ella (la serie de Claudine), pero pronto se supo quién los había escrito. En otros casos, él es más famoso, como Paul Bowles; las relaciones con su mujer, Jane Auer, las conocemos por su correspondencia; parecen amigos distantes, más que esposos. Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre constituyen otro ejemplo de pasiones peculiares. Fueron pareja, pero siempre alternando con otros amantes, cuyas historias compartían. Lo que nos recuerda el caso de la escritora estadounidense Anaïs Nin y Henry Miller, quienes también armaron una pareja abierta… con la esposa de él (June). F. Scott Fitzgerald y Zelda Seyre  iniciaron una relación de lujos, viajes y excesos. Sin embargo, tal estilo de vida acabaría por cobrarles factura. Scott Fitzgerald murió el 21 de diciembre de 1940 de un ataque al corazón. Zelda, con señales de esquizofrenia ingresó en el sanatorio psiquiátrico donde murió en un incendio. Lula Carson Smith, conocida como Carson McCullers, adoptó el nombre de su marido Reeves McCullers, un soldado voluntario y aspirante a escritor del que se divorció y con el que volvió a casarse después de haber tenido una relación sentimental con la escritora suiza Annemarie SchwarzenbachFrida Uhl estuvo casada con Strindberg dos años y tras su divorcio tuvo relaciones con varios escritores del movimiento de la Joven Viena, como Peter Altenberg, Karl Kraus y Werner von Oesteren. En 1936, con su nombre de casada, Frida Strindberg, publicó un libro de memorias: "El amor, el dolor y el tiempo. Una pareja inolvidable".
Otra relación algo chocante, aunque lógica dadas las trayectorias ideológicas y personales de ambos, fue la que unió al escritor Dashiell Hammett, el  padre de la novela negra, con la crítica literaria, dramaturga y guionista Lillian Hellman (La lobaLa calumnia).
Hemingway tuvo nada menos que cuatro esposas; una de ellas, Martha Gellhorn, fue una escritora y periodista conocida. Equilibrada y fecunda fue la pareja formada por John Bayley, novelista y crítico literario, e Iris Murdoch, y que él describe -en la última etapa, cuando ella sufría de alzheimer- en su libro Elegía por Iris. Y, más contemporáneamente, encontramos a Paul Auster y Siri Hustvedt, su segunda mujer, quien por décadas debió soportar el mote de "esposa de" para poder brillar con luz propia a partir de novelas como Todo cuanto amé.
Kingsley William Amis se casó con la novelista Elizabeth Jane Howard en 1965, con la que tuvo tres hijos, incluyendo al novelista Martin Amis, quién escribió en forma sobrecogedora acerca de la vida de su padre y de su decadencia debida al alcohol, en su libro ExperienceMartin Amis y su esposa Isabel Fonseca exponen su intimidad en sus propios libros. Amis abandonó a su anterior mujer y a sus hijos cuando conoció a Isabel Fonseca, una rica heredera de padre uruguayo. Vínculo cuenta la historia de una mujer que un determinado día descubre una infidelidad de su marido y en lugar de desvelarla, decide mantener todo tipo de correspondencia con la amante de su marido haciéndose pasar por él. Ambos explicaron que cada uno escribe en una estancia distinta de la casa y que nunca espían sus respectivos textos. Algunas parejas han escrito al alimón: Maj Sjowall y Per Wahloo, matrimonio sueco, considerado como los padres de la novela negra sueca, el protagonista de sus novelas es el inspector Martin Beck. Lars Kepler es el seudónimo de la pareja sueca Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho Ahndoril. Dorothy Parker y su marido, Alan Campbell, escribieron juntos guiones para los estudios de Hollywood en la década de los años treinta. John Gregory Dunne y Joan Didion trabajaron juntos a lo largo de sus carreras, y de hecho muchas de sus obras están entrelazadas. Otras permanecieron unidos por vínculos extraliterios como el alcohol: David Foster Wallace y Mary Karr. Se conocieron en una reunión de AA (Alcohólicos Anónimos). Sobre su relación, Karr ha dicho que ambos se ayudaron a mantenerse con vida en uno de los periodos más complicados de sus vidas, aunque Foster Wallace tuvo tres intentos de suicidio mientras estuvieron juntos. Allen Ginsberg necesitaba siempre alguien a quien escribir, unas veces era Jack Kerouac, otras, Orlovsky. Animado por Ginsberg, Orlovsky empezó a escribir y publicar sus propios poemas; en Straight Hearts' Delight: Love Poems and Selected Letters, donde se recopilan poemas de amor y cartas entre los dos. Raymond Carver y su segunda esposa, la poeta Tess Gallagher, habían llegado a formar una pareja muy compenetrada, con un código propio de amor y convivencia y creación. La insoportable  ausencia, el intento de asumir su adiós, le dictó en 1992 el poemario “El puente cruza la luna”. Memorias de la rosa, el libro en el que la mujer del autor de El principito, la artista salvadoreña Consuelo de Saint-Exupéry (Consuelo Suncín Sandoval de soltera), narra relación tóxica que mantuvo con su marido que le llegó a escribir: “Eres una gran poeta, Consuelo. Si quisieras, llegarías a ser mejor escritora que tu marido…”.

En el ámbito de la literatura española, podemos mencionar a Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares. Ella le llevaba 11 años y era extraña desde su aspecto exterior hasta en su forma de ver el mundo. Él era un galán profesional (y mujeriego consumado) y encajaba mucho más naturalmente en sociedad. Escribieron juntos una novela policial con un título que acaso revele la complejidad de su relación: Los que aman odianOctavio Paz fue y sigue siendo más famoso que su primera mujer, Elena Garro, autora de una novela espléndida, Los recuerdos del porvenir. Bárbara Jacobs explica en Vida con mi amigo (1994) que conoció en 1970 a Augusto Monterroso en la UNAM: A partir de esa fecha, y sin dejar de ser nunca discípula de Monterroso, pasé a ser su mujer, su esposa y, treinta y dos años más tarde, su viuda (que, como papel, no asumí). Desde que Augusto Monterroso murió, en 2003, ha buscado la forma de compartir y difundir su legado literario y artístico, para lo que decidió, tras una negociación, depositar la mayoría de las pertenencias del escritor guatemalteco en la capital de Asturias en un lugar especial de su biblioteca.

Carmen de Burgos (Colombine) y Ramón Gómez de la Serna se conocieron en 1909, ella, separada y con una hija, rondaba la cuarentena y él los veinte; su relación duró más de veinte años hasta que Ramón se enrolló con la hija de Carmen. El amor emparejó también a poetas de la Generación del 27 en España y en el exilio. María Teresa León conoció a Alberti después de separarse de su marido y perder a sus dos hijos, porque entonces la custodia recaía siempre en el marido. Compartió con él un amor apasionado, escándalo de los bienpensantes, y más de cuarenta años de proyectos culturales y literarios. Concha Méndez  editó junto a su marido Manuel Altolaguirre una revista clave para la evolución de la poesía española del siglo XX: Caballo Verde para la Poesía, dirigida por Pablo Neruda y fundaron la colección poética Héroe. Otra pareja fue la formada por Ernestina de Champourcin y Juan José Domenchina. Carmen Conde, la primera mujer académica, tuvo con su paisano el poeta Antonio Oliver Belmás una unión discontinua y difícil, salpicada de relaciones con otras mujeres; entre ellas, Ernestina de Champourcin y Amanda Junquera, esposa del catedrático de la universidad murciana Cayetano Alcázar. Carlos Bousoño, casado en 1976 con Ruth, una exalumna puertorriqueña con la que tuvo dos hijos, fue el gran amor de Vicente Aleixandre; más de sesenta cartas publicadas después de su muerte en 2015 lo atestiguan. Su colaboración en ABC unió a las escritoras Elena Fortún y Matilde Ras hasta que la primera decidió seguir al exilio a su marido. militar republicano y escritor,  Eusebio de Gorbea del que había tomado  prestado el nombre de su novela “Los mil años de Elena Fortún”  (Encarnación Aragoneses era su nombre).  El autor de La forja de un rebelde, Arturo Barea, se enamoró de la que sería su segunda esposa, Ilsa Barea-Kulcsar, en el edificio de Telefónica del Madrid en guerra, donde ambos ejercían la censura, una experiencia que ella reflejó en Telefónica, novela autobiográfica. En la renovación del teatro para niños de los años 30 destacó la pareja formada por Magda Donato, pseudónimo de Carmen Eva Nelken, y Salvador Bartolozzi.

Dolores Franco Manera, compañera de estudios de Julián Marías con el que se casó y tuvo cinco hijos ( el más conocido Javier Marías), fue traductora y docente madrileña. El filósofo bromeó: "Yo hacía libros (…), ella hacía personas".

En la generación de los cincuenta destacaron dos parejas de escritores que se conocieron en la universidad: la formada por Carmen Martín Gaite y Sánchez Ferlosio, que fracasó,  y la de Ignacio y Josefina Aldecoa.  Martín Gaite escribió a escondidas su primera novela larga para presentarla al premio que había recibido antes su marido, Sánchez Ferlosio, que no sabía que su mujer se iba a presentar al Nadal. Ella después, en su libro Usos amorosos del XVIII en España, le dedica la siguiente dedicatoria: "Para Rafael, que me enseñó a habitar la soledad y a no ser una señora". Josefina Rodríguez tomó el apellido Aldecoa después de la muerte de su marido y sorprendentemente abandonó la escritura durante diez años para dedicarse a la docencia y a la memoria del fallecido.
Ana Maria Matute vivió un difícil matrimonio, apenas dos años,  con el también escritor Ramón Eugenio de Goicoechea, un hombre vital, carismático, seductor, pero de carácter acanallado y peligrosamente autodestructivo. Nunca trabajó y vivía de los sablazos. Ella le dejo y él se vengó llevándose a su hijo.
En la facultad conocimos a la pareja formada por el crítico literario Andrés Amorós y Marina Mayoral. Su experiencia de escritora entre hombres fue como la de las mujeres de su generación: "unas superwoman que tuvieron que conciliar maternidad con el matrimonio y la carrera". Dos divorcios después recuerda así a su  exmarido: " Él es el padre de mis dos hijos y una persona extraordinaria. Nos casamos muy jóvenes y evolucionamos hacia mundos divergentes. Cuando estábamos casados yo era la mujer de Amorós y se suponía que todo lo que hacía era gracias a él. Cuando nos separamos se demostró que no, pero yo heredé los odios, porque él, que es una persona muy independiente, despierta grandes odios".
Concha Alós, casada con el director del diario franquista Baleares, el poeta Eliseo Feijoo, conoció en la imprenta del rotativo al tipógrafo Baltasar Porcel, escritor en ciernes, de quien se enamoró. Su separación y su marcha a Barcelona con Porcel, 11 años más joven que ella, originó un escándalo considerable en la cerrada sociedad mallorquina de la época. Alós fue una de las claves del  futuro éxito editorial del escritor y tradujo sus libros al castellano. Años después se divorciaron.
Blanca Andreu se trasladó a Madrid desde Orihuela para hacerse un hueco en el ámbito literario y terminó casándose con Juan Benet. "No sé si he sido la musa literaria de Benet, pero recuerdo que cuando estaba escribiendo el tercer volumen de Herrumbrosas lanzas, le dije que si no sacaba a mujeres en sus novelas me negaba en redondo a leerlo y entonces escribió En la penumbra, una novela que leí 11 veces. Me parece de lo mejor que ha escrito Juan". Emma Cohen, actriz y escritora compañera de Fernando Fernán Gómez, abandonó al escritor y actor para vivir con Juan Benet.
Las últimas parejas, ejemplos más cercanos, se caracterizan por tener una relación equilibrada y fructífera que no dudan en mostrar a sus lectores. La escritora y periodista Rosa Montero escribió La ridícula idea de no volver a verte donde ha tratado de expresar, el dolor que le causó la muerte de su marido, el periodista y escritor Pablo Lizcano. Antes había escrito una columna en el periódico El País lo que su su último abrazo:

(...) La serenidad que llega tras las lágrimas. Y también todas las risas compartidas, los momentos de juego, las carcajadas dichosas.
Todos los libros leídos, las músicas gozadas, los besos recibidos. Y una conversación una tarde de invierno comiendo chocolate frente a la chimenea.
La alegría de vivir. Y la fugaz y espléndida belleza.
Una noche de angustia. Intuición de la muerte. Una mano en la tuya. La cama es una balsa en mitad del naufragio.
Una novela leída al lado del lecho de un enfermo mientras llueve.
Torbellinos de polvo en un rayo de sol, un universo ínfimo.
Un cabrilleo de agua. El último chispazo.
Esta poca cosa, o esta enormidad, es una vida.

Desde diciembre de 1996, Almudena Grandes está felizmente casada con el poeta granadino Luis García Montero y viven a caballo entre Madrid y la ciudad andaluza.  Uno de los relatos, El vocabulario de los balcones, inspirado en un poema de su marido, sirvió de base para la película Aunque tú no lo sepas en el año 2000.

En una entrevista que les hicieron a los escritores Elvira Lindo y Antonio Muñoz Molina, casados en 1994, explican muy bien las bases de su relación:  "Dividen como pueden su espacio y su tiempo para dedicarse a la misma pasión: la literatura. Todo lo comparten, desde el ánimo a las lecturas hasta la mesa y el ordenador. Y esto, siendo aparentemente tan distintos. Dice Elvira que Antonio tiene tendencia a la soledad y que ella, en cambio, se aburre y tiene que salir, ver, gastar. En el fondo son el mismo animal literario. Ella, periodista, guionista, novelista, conocida sobre todo por “Manolito Gafotas”. Él, escritor, académico, dos veces Premio Nacional por sus novelas, premiadas y llevadas al cine. El humor de Elvira es una necesidad, mientras que el gesto de Antonio oculta su profunda ironía, inteligencia y a un “joven que tenía el deseo de llegar a donde ha llegado”. Juntos se ríen hasta de las sombras. Tal vez por eso se admiran". 

Ángel Crespo y Pilar Gómez Bedate se conocieron en 1961, ambos eran poetas, ensayistas, traductores y profesores. Un tiempo dulce (2018) es el libro póstumo que recoge las vivencias de su vida en común, “un tiempo dulce el que se vive en este mundo hablando a la vez con los antiguos y los modernos y sintiendo el fluir de la eternidad que atraviesa las horas y las arrastra hacia sus márgenes”. Ángel Guinda destaca, en el prólogo a este libro, que Pilar era “faro protector que no hace sombra al mar.” Ambos formaron una de esas escasas parejas de intelectuales en las que sus dos componentes brillan con luz propia.
Los problemas matrimoniales aparecen reflejados en el libro de Luisa Castro La segunda mujer, una historia de amor que cuenta cómo una relación de pareja se puede deteriorar desde el punto de vista emocional por las diferencias de clase, de estatus social y de edad. Así, la autora, que vivió una historia similar a la que describe en la obra con el filósofo Xavier Rubert de Ventós, padre de sus dos hijos, termina siendo un viaje del rosa al negro, «de la pasión al maltrato psicológico».

Ana Merino y Manuel Vilas, forman una pareja que triunfa en la literatura española, ella ha ganado el Nadal con su primera novela, "El mapa de los afectos". Él fue finalista del Planeta con "Alegría", en la que narra la historia de amor entre ambos.

También hay amores platónicos como el que tuvo Clara Janés con el poeta checo Vladimir Holan al que visitó en su casa de Kampa en Praga en 1975: "Me acuerdo de cada momento, de cada detalle porque fue el encuentro más importante de mi vida".

Un caso especial es de Elena Aub, hija de Max Aub, escritora española nacionalizada mejicana y casada desde 1954 con otro hijo de exiliados, profesor en la Universidad Autónoma de México, Federico Álvarez Arregui, con el que emprendió diversas iniciativas para que no se perdiera el legado de los republicanos, como la que llevaron a cabo entre 1959 y 1961 mediante el Movimiento Español (ME/59).

En 1920 se publicó  Mujer en papel, libro de memorias de la actriz Rita Macedo, la primera mujer de Carlos Fuentes que le impulsó a escribir sus primeras novelas. Las memorias, recopiladas por la hija de ambos,  muestran cómo surge y se desmorona su historia de amor por las continuas infidelidades del escritor. Cecilia Fuentes no duda en describir a su padre como un "ególatra infinito". 

‘Un viaje llamado amor’, recoge el incendiado epistolario entre la feminista italiana Aleramo y el oscuro poeta Campana que recorre dos años de su vida  (1916-1918).

Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, o la historia de un amor atormentado que el tiempo no aplacó.  Se encontraron, se amaron, se separaron, se pelearon, se reconciliaron una y otra vez, sin poder olvidarse nunca del todo el uno del otro.

Seguro que hay más parejas de escritores, pero o no me he acordado de ellas, o no las he encontrado en internet. No puedo citar las fuentes en las que me he basado para hacer esta entrada porque inopinadamente han desaparecido del ordenador. Como el texto es extenso y farragoso, pido disculpas por los errores y erratas que pueda presentar. 

Para saber más 

Elvira Lindo, Manual de la esposa de un genio. Las memorias de Ana Dostoieskaia descubren a una mujer valerosa que fue mucho más que una simple asistente del creador de ‘Crimen y Castigo’.

Carlos Sala, Matrimonio de escritores, ¿Quién es mejor, el o ella?