sábado, 15 de junio de 2019

El abrazo de la desconocida neumática


Por fin volvíamos a casa, solo nos quedaban unas horas en el aeropuerto de Lima. Estaba destrozada, me dolían las piernas hinchadas, tenía falta de sueño y solo añoraba mi cama rica. La sala de espera para el embarque estaba casi vacía, mi grupo buscó unos asientos casi al final, a mi lado quedaban siete asientos libres. Pasado un tiempo, me fijé en una desconocida que caminaba con paso firme hacia nosotras para sentarse justo a mi lado. Me tuve que incorporar para  no invadir su espacio. ¡Qué lata! ¡Qué sinsentido! Me dije. Inmediatamente se puso a hablar por el móvil en voz alta con su suave acento, primero con su asistenta para que le arreglara la casa como a ella le gustaba, luego con lo que parecía que era su familia y finalmente con su secretaria a la que le dio toda una lección de cómo debe funcionar una empresa. Fue imposible no escucharla. Estuve a punto de levantarme pero, en esos momentos, todas las demás filas de asientos se estaban llenando y me dio pereza. Cuando colgó el teléfono, empezó a preguntarme por la puerta de embarque, de dónde era, qué me había parecido el viaje, qué edad tenía. Apenas escuchaba mis respuestas y aprovechó para contarme su vida. Trabajaba en una multinacional de minería y viajaba mucho al extranjero, se había casado a los dieciocho años con un japonés del que se había divorciado, tenía cuatro hijos y diez nietos. Iba a visitar a su hija y a su yerno que eran médicos en Guadalajara. Tuve que fingir interés mientras observaba su bello rostro cincelado por la cirugía. La piel tersa como recién planchada, sin bolsas en los ojos, las cejas pigmentadas, los pómulos elevados, los labios excesivamente carnosos, la dentadura prominente, el pelo negro azabache recién teñido. En un momento acercó su brazo al mío afirmando que ella estaba tan blanca como yo, pero sin una mancha, sin una peca. Me dijo que como era de la zona norte, de la selva, utilizaba productos de medicina natural para retrasar el envejecimiento y aclarar la piel. Me fijé en su pecho firme y bien colocado que no se correspondía con los cincuenta y nueve años que me me había confesado que tenía. No me quedó más remedio que alabar su belleza. ¿Tendría el mismo cirujano que Isabel Preysler o Ana Obregón, de las que parecía hermana? El cartel luminoso nos avisó de la inminente salida de nuestro vuelo, nos despedimos con un cariñoso abrazo de su parte, de la mía no tanto y, al darle dos besos en la mejillas, en lugar de hueso encontré dos almohadillas suaves, minúsculas comparadas con las de su pecho, contra las que previamente había rebotado. Era la primera vez que abrazaba a una mujer recauchutada. También observé que su altura era ficticia, unas plataformas de casi veinte centímetros la elevaban del suelo. Entonces me acordé de las chicas neumáticas de la novela de Huxley Un mundo feliz. Lenina, la chica alfa de la que se enamora Bernard Marx es voluptuosa y sexy, con un cuerpo acolchado, pero también insípida, sin sentimientos ni interés en nada, como el nuevo mundo.

jueves, 13 de junio de 2019

84º aniversario de Alcohólicos Anónimos en Madrid



Con motivo del 84º aniversario de Alcohólicos Anónimos, la fundación organizó una jornada informativa con el objetivo de “dar a conocer el programa de recuperación que Alcohólicos Anónimos ofrece para la enfermedad del alcoholismo”. En el acto participaron un médico, una psicóloga y una periodista, junto a miembros de Alcohólicos Anónimos y de Al-Anon. Precisamente quería contactar con el grupo Al-Anon, que se encarga de ayudar a los familiares de alcohólicos que sufren el daño colateral. La enfermedad está destrozando a una amiga muy querida y también a su familia. Asistí acompañada por una persona que lleva perteneciendo a la asociación más de veinte años.
Nada más llegar, me sorprendió el clima de alegría y amistad que se respiraba entre los asistentes, más hombres que mujeres, casi todos de mediana edad, que se saludaban con gran cariño. Parecía un club social. Lo único que me resultó extraño es que la jornada se celebrase por la mañana, cuando se supone que la gente está trabajando, tal vez lo hagan para que la prensa informe en los telediarios.
Lo más impactante fueron los testimonios de los alcohólicos al exponer tanto sus miserias como sus logros en un acto público de inmolación: los problemas que les ocasionaba la bebida, la ayuda del programa de AA, y cómo es su vida con el apoyo constante de los grupos para mantener día a día la decisión de no beber. También hablaron de las recaídas. Hubo intervenciones rápidas y emotivas, otras leídas y aburridas y algunas se asemejaban a un monólogo del Club de la Comedia por la utilización de los juegos de palabras con sentido del humor. Volví a casa con el corazón encogido, llena de folletos e información: con ayuda hay salida.

domingo, 9 de junio de 2019

Paseo por la Fuente del Berro

El domingo día 2, acompañados por Javier Esperanza, nos dimos un paseo primaveral por la Quinta de Fuente el Berro para conocer sus árboles. La temperatura era agradable, solo tuvimos que desafiar a la alergia y al desnivel del terreno que se inclina hacia la M30. El jardín sorprende por su diversidad de árboles frondosos y por sus lugares recónditos habitados por ancianos jugando al dominó y niños celebrando su cumpleaños. Se nota que debajo del terreno hay abundante agua (arroyo Abroñigal). Menudo privilegio vivir en la colonia de chalés cercana. Los que no acudieron a la cita fueron los pavos reales.
De orígenes reales, el jardín fue pasando por diversas manos (incluidas las de los monjes benedictinos de Montserrat que acabaron en la calle san Bernardo) hasta 1948, año en el que el Ayuntamiento se hace cargo de él. Una vez restauradose abre al público en 1954. Destacan cuatro Árboles Singulares: dos cedros (del Atlas y del Líbano), un ciprés de Portugal y un enebro de Siria. El hermoso gingko no resaltaba por tener sus hojas verdes. 
Entre los elementos artísticos, se encuentran el monumento a Bécquer, la estatua de Pushkin y un palacete. 

sábado, 8 de junio de 2019

Paseo por el museo ABC

La quema del colesterol me llevó a la calle Amaniel, al Museo ABC. Un placer pasear por sus salas solitarias para ver tres exposiciones. Y una extrañeza, la insistencia del amable personal en que contribuyera con un donativo a la entrada. Siempre me he preguntado si esa costumbre de pedir la voluntad es solo de los españoles y pueblos afines o de todos los pueblos en general.

1. La exposición Dibujantas. Pioneras de la ilustración  hace referencia al aclamado I Salón de Dibujantas* que tuvo lugar en el Lyceum Club Femenino en 1931, reúne en una exposición las obras de las principales ilustradoras que trabajaron para Blanco y Negro y ABC desde 1891 hasta finales de los años noventa del siglo XX. El resultado es un compendio de 136 obras de 40 ilustradoras —de las 105 que trabajaron para estas publicaciones—. Una ocasión única para descubrir una parte de los tesoros ocultos en la Colección ABC y reivindicar el papel de la mujer en la ilustración española.

*Fundado en 1926, el Lyceum Club de Madrid fue un centro que funcionó como plataforma pública de la emancipación femenina. Para los poderes patriarcales, aquel espacio era poco menos que un nido de depravadas que habían perdido el sentido de la dignidad. Un discurso que caló en ciertos intelectuales del momento, que se negaron a participar en las actividades promovidas desde la institución. Tal fue el caso de Jacinto Benavente, quien, como recordaba la poeta Concha Méndez, se negó a acudir con una frase célebre del lenguaje popular: «¿Cómo quieren que vaya a dar una conferencia a tontas y a locas?». Pese a las numerosas e intensas oposiciones, el Lyceum logró consolidarse como un refugio para mujeres cultas donde era posible crear vínculos personales y concienciarse sobre cómo mejorar la condición social de su género. 




2.  La exposición Yo-Tú. Javier Pagola en papel reúne la obra gráfica del artista Javier Pagola (San Sebastián, 1955). Un autor que ha hecho del dibujo su principal arma creativa para configurar un mundo poblado de extraños personajes. El sugerente cartel es todo un acierto. Y las huellas de Goya y Antonio Saura, palpables. Para mí, todo un descubrimiento.








3. La exposición Cuentos de la selva por Antonio Santos muestra los dioramas que realizó para ilustrar el libro homónimo de Horacio Quiroga editado por Nórdica, galardonado recientemente con el Premio al Libro Mejor Editado en 2018 del Ministerio de Cultura.





lunes, 3 de junio de 2019

Tres exposiciones en la víspera de la Champions League


Meme de internet

El viernes 31, sin saber que Madrid estaba tomada por las hordas de la pérfida Albión, se me ocurrió dar una vuelta por Sol, donde me sorprendió una pasarela con una larga cola de turistas esperando. Estaba claro que no venían a la Feria del Libro. Solo al llegar a casa pude saber que se trataba de un photocall para hacerse fotos junto a la Orejona, la copa de la Champions League. Después emprendí un largo paseo por calle Fuencarral que me llevó a visitar tres exposiciones, dos de ellas en el Museo de Historia de Madrid.

Madrid se escribe con M de Mingote me produjo una gran decepción, un espacio reducido y mal iluminado recoge apenas 125 dibujos originales del artista, junto con algunos objetos, como recortes, libros, caricaturas, carteles, estatuillas, y el bastón de mando y la medalla recibidos del Ayuntamiento de Madrid. Creo que un hombre tan singular, que nos ha acompañado con su sentido del humor y su bonhomía durante muchos años desde las páginas del ABC en unos años difíciles, se merecía un despliegue mayor de medios, incluidos los audiovisuales.

En cambio, la exposición Madrid, ciudad educadora. Memoria de la Escuela Pública (1898/1938), que trata de recuperar la memoria y la historia de los numerosos centros públicos que abrieron sus puertas durante el primer tercio del siglo XX, me sorprendió gratamente. La recomiendo para todo el mundo, no solo para los enseñantes.  


Por último, el paseo me llevó a disfrutar de las obras visuales del colectivo artístico japonés teamLab, que se presenta por primera vez en España de la mano del Espacio Fundación Telefónica. En esta experiencia interactiva, que une el arte y la tecnología, los visitantes nos convertimos en protagonistas de las obras, mientras paseamos por un paisaje de olas negras rodeados de mariposas que surgen y revolotean a nuestra voluntad. Impactante y relajante. Mereció la pena desconectar del bullicio exterior y adentrarse en el sugerente mar. No os la perdáis.


La caza real del sol, insólito bodrio sobre la conquista de Perú


Por casualidad, en el la cadena de los obispos (13) haciendo zapping a la hora de la siesta, me he encontrado con la película La caza real del sol (The royal hunt of the sun, Irving Lerner, EE.UU., 1969). La película, rodada en España pero sin que se llegase a estrenar en las salas españolas, relata un episodio de la conquista del Perú: El conquistador extremeño Francisco Pizarro (interpretado por Robert Shaw) captura al jefe inca Atahualpa (Christopher Plummer) y se compromete a liberarlo a cambio un enorme tesoro. Después de haber establecido con Atahualpa una relación de amistad basada en el respeto, Pizarro se siente dividido entre su afán de riquezas y su sentido del honor, finalmente no cumple su palabra, le somete a un juicio, y le da muerte. Nos encontramos ante un duelo de titanes que representan a dos imperios florecientes y a dos religiones igual de incomprensibles; los dos protagonistas enfrentados son bastardos, analfabetos y traidores, deseosos de obtener el poder a toda costa y que, sin saberlo, siguen la máxima de Maquiavelo "Un gobernante eficaz no debe tener piedad". El fulgor del oro ciega a los conquistadores españoles y hace que se incline la balanza a su favor con la ayuda de caballos, acero y pólvora.
 Nada que objetar al guión que refleja muy bien el conflicto, a pesar de su grandilocuencia, y que está basado en una obra teatral de Peter Shaffer, conocido por haber adaptado dos de sus obras al cine (“Equus” en 1978 y “Amadeus”). El problema reside en la pobre y mediocre producción que ha envejecido mal. La puesta en escena es excesivamente teatral con decorados de cartón piedra, mala iluminación y planos imposibles y pretenciosos que imitan a los de Orson Welles. La amanerada y exagerada interpretación de Christopher Plummer -totalmente maquillado, con uñas postizas, peluca y  capa de plumas-  que parece que está interpretando a un retrasado mental, produce sonrojo. Pero la escena más ridícula se produce en la batalla donde los incas son exterminados por los españoles a ritmo flamenco, justamente a los 39 minutos de la versión subtitulada de youtube a la que le faltan los minutos iniciales. Resultado: un bodrio insólito que me ha hecho pasar un rato divertido.

Para muestra un fragmento:

jueves, 30 de mayo de 2019

Monográfico dedicado a Bécquer (Mundo Hispánico)


A veces, los regalos son una grata sorpresa, sobre todo si son parte de la trayectoria vital del regalador, un cúmulo de recuerdos, una muestra de sí mismo. En este caso me obsequiaron, sin motivo ninguno, un ejemplar extraordinario de la revista Mundo Hispánico* dedicado a Bécquer (noviembre de 1970). Setenta y ocho hojas perfectamente conservadas, palpitantes de vida y sabiduría que incluían dentro otro regalo imprevisto: unos pétalos de rosa secos que, perdido su primigenio olor, ahora huelen a papel viejo, tabaco y delicadeza. ¿Qué historia habrá detrás de esa rosa? ¿Dónde y para quién se cortó?* 
En el año 70, yo empezaba a estudiar Preuniversitario y no tenía ni idea de lo que iba a estudiar después, ni siquiera sabía de la existencia de la revista. He leído esta pequeña joya ilustrada como si fuera un incunable. He buscado en internet el PDF del ejemplar para que así su dueño no pierda del todo esos fragmentos de piel desprendida y sirva para disfrute de todos.

*Mundo Hispánico (1948-1977), revista fundada por Alfredo Sánchez Bella, miembro del Instituto Cultura hispánica, organismo autónomo de Asuntos Exteriores, tuvo una extensa trayectoria marcada por la situación política y por su espíritu de defensa de la hispanidad. "Una revista gráfica de lujo, que pretendía mostrar a España en todos los aspectos; realizar una síntesis de la vida, desde el toro hasta el arte, incluyendo la geografía, tradiciones, costumbres, literatura, poesía, el turismo, la historia, la economía, la moda, la cultura, en definitiva, la actualidad siempre y cuando resultara atractiva y positiva cara al exterior pues estaba dirigida a distribuirse por 23 países latinoamericanos, la mayoría repúblicas que compartían afinidades religiosas y políticas".
*Estas últimas frases las he escrito embriagada por el espíritu romántico de la revista.