miércoles, 6 de mayo de 2015

Cantos de parida sefardíes, memoria de licenciatura, 1977


A veces hacemos cosas absurdas que nos llevan mucho trabajo y no sabemos si servirán para algo. Lo que viene a continuación es un ejemplo de ello. Me he empeñado en editar a mi manera en mi blog (espacio libre donde todo cabe porque yo hago todos los trabajos:  redactora, directora y editora) la memoria de licenciatura que presenté en la UCM en 1977 con el título de Cantos de parida sefardíes, conjunto de canciones  para velar a la madre y al niño en los ocho días que transcurren desde el nacimiento hasta la circuncisión. " ¡Menuda antigualla!, eso no le interesa a nadie", dirán los pocos lectores que tengo. Tenéis razón, lo es tanto por el tema como por el estilo de la redacción y la precaria edición. Pido disculpas, no supe hacerlo mejor. Además, las fotocopias que conservo no tienen suficiente calidad, presentan unas manchas sospechosas y algunas líneas son ilegibles. Pero el trabajo se quedó a medias y, tal vez, si algún interesado en estos temas lo encuentra, le sirva para ponerlo al día y completarlo. No pude hacerlo entonces porque me quedé esperando una beca de investigación que nunca llegó. 

Mi trabajo duró un año repleto de sinsabores. Recuerdo que en la exposición de la tesina fui felicitada por el tribunal que confesó habérselo pasado muy bien leyendo las costumbres sefardíes porque las desconocía. Les sorprendió el título Cantos de parida, porque lo asimilaron a despropósito o simpleza y se olvidaron de que se refería a una hembra que hacía poco tiempo que había parido. A ellos les hubiese gustado otro título que evitase las confusiones. Han pasado muchos años y ya no sorprende a nadie. Muchas de estas canciones han sido recogidas por grupos musicales y cantautores que las han dado a conocer a un público general, siempre minoritario, porque de la literatura sefardí no se habla en ningún libro de texto y no creo que los profesores de literatura española inviertan ni un minuto en explicarlas en clase.

La tesina pretendía ser una aproximación al estudio de estos cantos y presenta tres fases: Un breve resumen del marco folclórico en el que se desarrollaban y la ceremonia religiosas en que se cantaban; la recopilación de los distintos textos dispersos en colecciones de Oriente y Occidente; y, por último, la agrupación y clasificación de  textos.
Solo encontré 15 canciones diferentes, compuestas por autores cultos y de tradición popular,  la mayoría de ellas de la tradición oriental, con muchas variantes, lo que indica la popularidad que obtuvieron. Salvo excepciones, ninguna de ellas presenta, salvo en la métrica irregular con predominio del octosílabo,  una relación directa con las canciones españolas del mismo tema, por lo tanto son de creación sefardí. Tampoco hay relación entre la tradición de oriente y occidente,  lo que permite deducir que fueron compuestas con posterioridad a la expulsión. Los textos más antiguos corresponden a finales del s. XVIII y XIX.

José Manuel Pedrosa explica muy bien que la tradición sefardí " es en realidad una tradición viva en que lo hispánico viejo y moderno se mezcla con lo puramente sefardí y con lo que procede de otras tradiciones. Y de una forma muy original y característica, porque, para ingresar en la órbita sefardí, toda muestra de folclor foráneo debe pasar, como acabamos de ver con nuestra canción, por un proceso (que se ha llamado «de sefardización») de variación y de adaptación al léxico, poética y mundo de recurrencias culturales sefardíes".  Aporta también datos, desconocidos por mí entonces y muy importantes, que indican que la composición de estas canciones empezó antes de la expulsión:
"La inquisición manchega procesaba, por su parte, a un grupo de mujeres criptojudías que confesaban, entre otras cosas, cantar canciones «de parida» después de los alumbramientos de niños en su círculo social. Y las de Madrid y Cuenca arrancaban también a criptojudíos del siglo XVII canciones que debían estar muy difundidas entre ellos, como las de ¿Si es venido, no es venido el Mesías prometido? Que no es venido.
O bien la de Alegrías, ¡Pues no ha venido el Mesías! Yo tengo gusto en decillo pues el Mesías no ha venido.
Todo este espigueo de antecedentes documentales señala a los judíos españoles, a los criptojudíos del interior y a los primeros descendientes exiliados de judíos españoles como cultivadores, desde antiguo, de una literatura oral muy rica y variada. La continuidad e incluso la renovación y la ampliación de este repertorio en las comunidades sefardíes de Oriente y del norte de África que se ha producido hasta este mismo siglo XX seguro que confirmará esta impresión".



Para saber más:

1 comentario:

Almanaque dijo...

¡Vaya un regalazo, Mª Ángeles!
Muchísimas gracias por compartir tu trabajo y los enlaces.
Gracias, también, por tus regulares envíos.

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