domingo, 1 de febrero de 2015

El cuscús

Este viernes, en torno a un cuscús en casa de Evaristo,  he vuelto a encontrarme con los compañeros del comité del Hogar del Empleado.  Desde que nos disolvimos y abandonamos la enseñanza privada por la pública, han pasado más de veinticuatro años. Algunos ya no están en Madrid y otros, aunque siempre han estado cerca, no sé por qué razones, he dejado de verlos. Recordamos las películas canadienses de Denys Arcand "El declive del imperio americano" (1986) y “Las invasiones bárbaras” (2003), donde aparecen los mismos actores y los mismos personajes en un díptico temporal que abarca diecisiete años. Nuestra cena nos brindó el atractivo del reencuentro, el regusto de la nostalgia, el escozor de la melancolía y el placer de la amistad, Son mis señas de identidad. Parecía que el tiempo se había detenido, que veinte años no son nada. Los encontré igual de jóvenes, divertidos y entusiastas que entonces, aunque ya seamos abuelos, estemos jubilados y no sepamos qué hacer con las canas.

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